Tras los pasos del Bien-amado
Episodio 18: La batalla de Badr
En el nombre de Al·lâh, el Más
Compasivo, el Muy Misericordioso. Los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean dirigidos a su mensajero (SAAWS)
[1].
Ayer fue el aniversario de la batalla de
Badr, y hoy hablaremos de dicha batalla. Esta batalla
ocurrió el viernes 17 de Ramadán del segundo año después
de la emigración.
Cuando el Profeta (SAAWS) llegó a
Madina, se enfrentó a muchos desafíos: Los emigrantes de
Makka que abandonaron a sus familias, hogares y
posesiones se quedaron sin hogar y sin trabajo en Madina.
La naturaleza del trabajo en Madina (la agricultura)
era diferente del trabajo que ejercían en Makka
(comercio). Por lo que su estado financiero empeoraba y
ellos se empobrecían. Muchos de los emigrantes pobres
fueron llamados "Ahlul-Soffa" debido a su
miseria. El Profeta (SAAWS) les asignó un lugar
pequeño en la mezquita, donde podían vivir hasta que
tuvieran mejor alternativa. Además, las costumbres de
los habitantes de Madina así como el clima y la
atmósfera eran totalmente diferentes. Los emigrantes se
sintieron solos y extranjeros fuera de su patria.
En cuanto a los Ansâr (musulmanes de
Madina), había rivalidad entre las dos tribus "Aws"
y "Khazrall" incluso después de haber abrazado el
Islam. Se desafiaban mutuamente: ¿cuál de las dos tribus
desempeñaría el papel principal en la nueva sociedad?
Además, todavía había algunos no creyentes de Aws
y del Khazrall en Madina. Mientras el poder del
Islam crecía, aparecía una nueva categoría de hipócritas
en la sociedad musulmana. Se declararon musulmanes,
mientras les guardaban rencor a los musulmanes y los
odiaban y conspiraban contra ellos. Y encima, el control
de la economía de Madina ( los granos, los dátiles, los
licores, la ropa) estaba en manos de tres tribus judías
importantes, y hasta poseían los pozos de agua. Los
judíos se sentían superiores a los árabes, porque
pensaban que el último profeta sería de los suyos. Por
lo tanto, cuando el Profeta (SAAWS) descendió de entre
los árabes, los judíos se sintieron molestos y les
manifestaron su envidia. Fuera de Madina, Qoraysh seguía
desde Makka con atención los acontecimientos y
considerando que la lucha no había terminado.
Para controlar y regular los asuntos
internos, el Profeta (SAAWS) aplicó las tres
siguientes tácticas:
1. La construcción de la mezquita: no
solamente para el culto sino también como lugar de
encuentro para todos los musulmanes (emigrantes y Ansâr,
Aws y Khazraj) para que sus corazones y
mentes converjan y se unifiquen.
2. El establecimiento de una
fraternidad entre los emigrantes y los Ansâr: haciendo
vivir a un musulmán de los emigrantes con un musulmán
del Ansâr. Por lo tanto, el problema de vivienda
sería solucionado para los emigrantes, los emigrantes
enseñarían el Islam a los Ansâr, y así se aprendería a
convivir colaborando y compartiendo.
3. El establecimiento de una
constitución con derechos y deberes de ciudadanía para
los habitantes de Madina: Esto se aplicaría a musulmanes
y a judíos, pues debían vivir juntos y coexistir en una
nueva sociedad basada en los principios del Islam.
Por consiguiente, la sociedad comenzó a
cambiar yendo en el sentido de la caridad y la bondad.
La gente era muy positiva y reaccionaba positivamente a
lo que el Profeta (SAAWS) proponía.
Desgraciadamente, hoy en día en nuestros países mucha
gente hace lo contrario. Examinemos un ejemplo de la
caridad que se daba en Madina. Un emigrante pobre fue a
ver al Profeta (SAAWS) pues carecía de hogar. El Profeta
(SAAWS) pidió a los musulmanes que alojaran a ese hombre
pobre durante esa noche. Un hombre y su esposa de los
Ansâr se lo llevaron a su hogar, y empezaron a preparar
la cena; lamentablemente, la comida no era suficiente, y
sus hijos tenían hambre. Eran realmente pobres, pero
deseaban hacer algo bueno. Tenemos que aprender que la
caridad y la generosidad no son restrictivas solamente
de la gente rica; cualquiera que ame el Islam lo puede
hacer. Bien, la pareja pobre acostó a sus hijos sin
cena, redujeron la iluminación, y colocaron la comida
ante su huésped. Fingieron comer con él de modo que él
lo comiera todo. Ellos lo hicieron sin proponerse
decírselo a nadie porque no perseguían complacer a la
gente, sino que querían ser recompensados (Zawab) por
Al·lâh (SWT). Por la mañana, cuando fueron al
rezo matinal, encontraron que su acto había sido
revelado al Profeta (SAAWS) por una Ayah
(versículo del Qor’án). Al·lâh reveló lo que se puede
traducir como [... y los prefieren (los
Ansâr prefieren a los emigrantes) a sí mismos,
aunque ellos vivan en penuria] (TSQ 59:
9) [2]. Desearon guardarlo como un secreto, pero
Al·lâh (SWT) deseó anunciarlo; desearon hacerlo
fielmente por el amor de Al·lâh, y Al·lâh deseó que la
noticia se propagase y que la bondad prevaleciese.
Después del rezo, el Profeta (SAAWS) les dijo, “Al·lâh
está satisfecho con lo que vosotros hicisteis anoche con
vuestro huésped”. Al·lâh (SWT) [3]
hizo esto porque la sociedad era muy pobre y necesitada,
por lo tanto los valores de la bondad y de la
beneficencia tenían que prevalecer.
Cuando comenzamos los proyectos de “Los
Forjadores de la Vida” (recogiendo ropa y bolsas de
Ramadán), algunas personas sugirieron hacerlo en secreto
sin anunciar las cifras. Pues bien, el anuncio de tales
actos ayuda a la gente a imitarse y por consiguiente, el
bien prevalece. Al·lâh (SWT) dice lo que se puede
traducir como, [en secreto y en público]
(TSQ, 2:274).
A nivel económico, la sociedad era muy
pobre, pero se avanzó hacia el desarrollo en todos los
aspectos de la vida. En aquella época comenzó el papel y
la función de los hombres de negocios. Othman Ibn-Affan,
que era muy rico, compró un pozo de agua a los judíos y
lo ofreció a los musulmanes como donativo. El Profeta
también instaló un nuevo mercado en Madina, ya que los
judíos controlaban el comercio. Ésta acción debía de
preparar los hombres de negocios que acababan de
convertirse al Islam y que se suponía que podían llevar
la misión, por ejemplo: Abder-Rahman Ibn-Ouf. Los
jóvenes también comenzaban a desempeñar un papel;
setenta jóvenes de los compañeros del Profeta (SAAWS)
establecieron un grupo para enseñar a Ahlul-soffa
algunos oficios y profesiones (pequeños proyectos) que
practicaran y llevaran a cabo de día como la tenería y
la herrería. Por la noche, estos mismos jóvenes
acostumbraban enseñar el Qor’án a esos grupos. Llamaron
a esos 70 compañeros "los Recitadores" porque enseñaban
a recitar a la gente el noble Qor’án. Para recompensar
su ayuda en la resolución del problema económico en la
sociedad, Al·lâh (SWT) les ofreció a todos ellos
la muerte como mártires en el mismo día. Puedes
transmitir el mensaje a través de los medios de
comunicación, a través del arte, o por la vía de los
negocios, y éste sería considerado como una acción y un
hecho importante para el Islam. ¡Hermanos y hermanas
queridos!, tenemos que darnos cuenta que la bondad y la
beneficencia no significan solamente donar en beneficio
de orfelinatos o de la enseñanza del Qor’án.
En este periodo, los deberes y
obligaciones relativos al Islam comenzaron a ser
revelados. La obligación del rezo fue aplicada durante
el viaje del Isrâa-wal-Mí’râj
,
pero cada rezo consistía en 2 Raka'as (unidad del
rezo). Sin embargo, en Madina fueron fijados tal y como
los conocemos ahora. Las formas de adoración fueron
fijadas aquí porque en ese momento los musulmanes
necesitaban un importante estímulo espiritual. El ayuno
fue ordenado por primera vez en Madina, dos años después
de la emigración. El velo religioso (Hijab) fue fijado
como deber y obligación. La Zakat [5]
también porque la sociedad necesitaba dinero y
financiación. Fijaos que todo en nuestra religión fue
revelado en el momento oportuno, justo cuando la
sociedad lo necesitaba.
La creatividad también encontró salidas:
la utilización del Mimbar (púlpito) fue idea de
una mujer de los compañeros. Ella le dijo al Profeta (SAAWS)
que para mejorar la comunicación durante sus discursos,
él debía estar en un sitio más alto que los demás para
ver a la gente y ser visto por todos. En cuanto al
Adhán (llamada para los rezos), los musulmanes se
preguntaban cómo reunir a la gente para los rezos.
Querían tener un método diferente de los métodos
utilizados en otras religiones. Abdullah Ibn-Zaid, uno
de los compañeros tuvo un sueño donde un hombre le
enseñaba las palabras del Adhan. Le contó aquel
sueño al Profeta (SAAWS) y los términos de que se
componía el Adhan, y el Profeta le dijo que era
una buena visión. Este hombre pensaba de manera muy
fuerte y profunda en el Islam, y por eso Al·lâh (SWT)
lo guió hacia lo que él buscaba. Si amas el Islam y
sueñas con y por él, Al·lâh (SWT) te enviará
ideas. ¿Te puedes imaginar que Abdul·lâh seguirá
obteniendo la retribución (Zawab) hasta el día
del juicio por haberse preocupado por el Islam y haber
tenido un sueño relacionado con él?. Fijaos que el
Profeta (SAAWS) le pidió a Bilal que llamara a la
gente para los rezos con el Adhan porque tenía
una bonita voz. El Islam da mucha importancia al valor
de la estética, y el Profeta quería que el Adhan
fuera realizado de la mejor manera.
El Profeta (SAAWS) representaba
un ejemplo y modelo para la gente de esa sociedad. Eran
muy pobres y cuando uno de ellos iba a quejarse del
hambre, encontraba al Profeta en el mismo estado que el
suyo. El Profeta (SAAWS) siempre comió después de los
demás, no comía hasta que comieran todos ellos. Pasaron
meses sin que se cocinara nada en su casa, y comía
principalmente dátiles y agua. Siendo tal su ejemplo, el
Profeta ayudó a la gente a ser paciente. Si visitarais
las casas de sus esposas veríais que son muy pequeñas, y
eso sabiendo que en esa época las casas acostumbraban a
ser grandes y agradables.
El Profeta Mohammad (SAAWS)
también es un ejemplo del no egoísmo y de la preferencia
al otro. Una vez, durante un invierno en Madina, hacía
mucho frío; una mujer de los Ansâr tejió una prenda de
lana para el Profeta (SAAWS). El Profeta estaba
muy contento con esa prenda y la llevó puesta para el
rezo del Fajr “de la aurora”. Uno de los Ansâr lo vio y
dijo, "qué bonita prenda! ¿Me la darías, mensajero de
Al·lâh?". El Profeta (SAAWS) se la quitó
inmediatamente y se la vistió al hombre. Los compañeros
le reprocharon a éste su acto. Pero el hombre contestó
"no la quise debido al frío, sino para que me cubran con
ella en mi sepulcro".
En cuanto a la situación fuera de
Madina, el conflicto entre la verdad y la falsedad no
cesó, aunque la verdad había abandonado Makka. En este
periodo, es cuando las batallas y las guerras tuvieron
su comienzo. Hay algo muy importante que tenemos que
subrayar: en medio de los acontecimientos mundiales del
momento, no nos avergoncemos del Yihâd, o de los
ahadices del Profeta relativos a los mártires y a los
muyahidin (combatientes por la gloria de Al·lâh).
Tenemos que entender las razones del Yihad del Profeta.
Recordemos las primeras palabras del Profeta (SAAWS) al
entrar a Madina, "Oh gente! Prodigad y
difundid la paz entre vosotros…accederéis al paraíso en
paz". El Profeta odiaba derramar sangre; la cifra
total de todos aquellos que murieron durante las
batallas del Profeta (SAAWS) asciende a 400 personas, en
17 o 18 batallas. El Profeta (SAAWS) hubiera podido
convertir tales batallas en baños de sangre,
especialmente cuando conquistaba, pero no lo hizo. El
Profeta (SAAWS) hizo esas guerras solamente por
amor al mensaje de Al·lâh. El Profeta (SAAWS) quería que
Qoraysh lo dejara difundir y comunicar su mensaje a toda
la humanidad. Después de ello serían libres en su
elección, porque no se puede abrazar el mensaje siendo
forzado. Para el Profeta (SAAWS), irse de Makka era una
solución porque en Madina se encontraba en el sitio
adecuado, donde estaba a salvo y podía prodigar y
comunicar su mensaje a la gente libremente. El Profeta (SAAWS)
no se escapó de Makka para vivir una vida de lujo. Sin
embargo, Qoraysh seguía siendo un obstáculo en el camino
de la transmisión del mensaje. Las tribus árabes se
negaban a oír al Profeta (SAAWS) porque tenían acuerdos
y alianzas con Qoraysh, por lo que temían deteriorar sus
relaciones y arruinar sus intereses con ellos. El
Profeta (SAAWS) insistió en comunicar el mensaje
de Al·lâh aunque tal misión lo llevara a la guerra.
El día de la batalla de Badr, Otba
Ibn-Rabi'a dijo, "Oh gente de Qoraysh! Dejadme volver a
Makka. Dejad Mohammad prodigar su mensaje a la gente. Si
los árabes lo matan, será un alivio para vosotros. Si
conquista a los árabes, entonces su Gloria y honor serán
vuestros." Abu-Yahl le dijo, " ¡qué cobarde eres! ¿Dejar
nuestro dinero?" otra vez el problema consistía en
intereses personales: dinero, estatus, superioridad,
ídolos y los acuerdos con los árabes. El Profeta (SAAWS)
consideró el hecho de manera que si no había otra
solución para comunicar su mensaje aparte de la guerra,
combatiría aunque le costara la vida.
Acordaos que muchos de los compañeros
fueron privados de su dinero y de sus posesiones cuando
se marcharon de Makka; incluso se quedaron con la casa
del Profeta (SAAWS) que fue vendida. El Profeta (SAAWS)
nunca hubiera dejado los derechos de esa gente, y los
derechos de los que fueron asesinados como Sumaya. Uno
se puede preguntar porqué el Profeta (SAAWS) no los
combatió cuando estaba en Makka ¡No! el Profeta
respetaba su ciudad y su sistema; respetaba los derechos
y deberes de ciudadanía. Sabía que no debía y no tenía
el derecho de destruir su ciudad de origen. Pero después
de irse a Madina, él y Qoraysh se convirtieron en dos
entidades distintas. Sobre todo, Qoraysh se preparaba
para combatir al Profeta (SAAWS) de todos modos. Así
pues, las guerras del Profeta no eran defensivas pero al
mismo tiempo el Islam no prevalecía por la espada. Lo
único que quería el Profeta (SAAWS) era que
Qoraysh le diera la posibilidad y oportunidad de
prodigar su mensaje a la gente y ellos se lo negaron.
Algo muy importante pasó entonces: la
Qiblah (dirección hacia la cual se reza) cambió de
Bait Al-Maqdis (Jerusalén) a la mezquita de
Al·lâh en Makka. Es como si Al·lâh (SWT) quisiera
que se centraran en Makka, porque es un lugar
estratégico y el centro para todos los árabes.
El Profeta (SAAWS) empezó a
preparar su ejercito para la lucha entre la verdad y la
falsedad. Supo que habría una batalla con Qoraysh. El
Profeta (SAAWS) pidió a sus compañeros que le
prepararan un informe estadístico sobre el número de
musulmanes, los que podían usar armas y aquellos que
sabían leer y escribir. Quería conocer la fuerza del
ejército que podía preparar, y sabía que esta religión
solo se podía difundir a través del conocimiento y la
educación.
El Profeta – los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él – también estableció un servicio de
inteligencia para hacer investigaciones operativas en la
península arábiga, especialmente en los caminos entre
Makka y Madina. Fueron divididos en grupos pequeños
conducidos por Talha Ibn-Obaidul·lâh y Said Ibnu-Zaid,
el cuñado de Omar (AS). A ambos se les había prometido
entrar Al-Jannah (el Paraíso). El Profeta les ordenó
moverse en un grupo pequeño de ocho o diez personas en
el camino entre Makka y Madina, conocerlo de memoria, y
observar todos los movimientos que ocurren allí.
Estuvieron trabajando por dos años, consiguiendo todas
las noticias e informaciones posibles, pasando por todas
las tribus en el camino para convencerles a que sean
neutrales.
Además, el Profeta – los Rezos y la Paz
de Al·lâh sean sobre él – envió brigadas para moverse
por el camino entre Makka y Madina, como manera de
formación y en preparación para la guerra. Todas estas
brigadas estuvieron formadas por emigrantes y no
incluyeron ningún elemento del Ansâr, porque los
emigrantes tenían mejor conocimiento del camino.
Dos meses antes de la batalla de Badr,
el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él
– envió una brigada conducida por Abdul·lah Ibn-Jahsh.
El Profeta le dio una carta sellada y le ordenó abrirla
después de dos días. Después de dos días, Abdul·lah
leyó la carta, en la que le mandó ir a un lugar entre
Makka y Taif, un lugar muy cerca de Makka para conseguir
noticias e informaciones sobre Qoraysh. El Profeta
sabía el valor de los servicios de inteligencia y la
ventaja de saber la fuerza del enemigo. El Profeta
envió esta brigada en los meses inviolables (prohibidos)
(en los cuales no se permite ninguna guerra) para evitar
cualquier lucha con Qoraysh. El Profeta también ordenó a
Abdul·lâh no forzar a sus compañeros ir con él. Todos
acordaron proceder, pero dos de ellos se perdieron y
fueron capturados por Qoraysh (uno de los dos era Saad
Ibn-Abi-Waqqas). Esto sucedió en el último día de Rajab,
y los compañeros no sabían cómo reaccionar. Al mismo
tiempo, una caravana de Qoraysh pasaba por ellos. Los
compañeros no estaban de acuerdo; algunos querían
capturar dos de las caravanas de Qoraysh, y otros
sentían que esto iba contra las ordenes del Profeta
(SAAWS), especialmente durante el mes inviolable. La
decisión final fue capturar a dos de Qoraysh por
venganza. Arrojaron una flecha que mató al líder de la
caravana. Por desgracia había matado a un hombre durante
el mes inviolable, y consiguieron apresar a dos cautivos
antes de volver al Profeta – los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él. Una vez que Qoraysh supo de este
incidente, difundieron noticias relativas a que
"Mohammad había matado en los meses inviolables". El
Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él –
estaba muy enojado con Abdul·lâh Ibnu-Jahsh, hasta que
Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, envió la aleya que
se puede traducir como, [Te preguntan si se puede
combatir durante los meses inviolables. Di: Hacerlo es
grave, pero es aún más grave para Al·lâh, que se aparte
a la gente de Su camino, que no se crea en Él, (que se
impida el acceso a) la Mezquita Inviolable y que se
expulse a los que están en ella. La oposición a la
creencia es más grave que matar.
Si pueden, no dejarán de haceros la guerra hasta
conseguir que reneguéis de vuestra Práctica de
Adoración. Pero quien de vosotros reniegue de su
Práctica de Adoración y muera siendo incrédulo... esos
habrán hecho inútiles sus acciones en esta vida y en la
otra, y serán los compañeros del Fuego en el que serán
inmortales.] (TSQ 2 : 217).
El Qor’án admitió el error cometido por
los musulmanes, pero declaró que lo que hizo Qoraysh era
mucho peor. Eso se aplica hoy en día al terrorismo y la
violencia; tales actos son injustificados, inaceptables
e incorrectos, sin embargo, la ausencia de la justicia,
la verdad y la libertad es lo que condujo a todo ello.
La
batalla de Badr fue la primera batalla entre los
musulmanes y Qoraysh, y la primera victoria del Islam y
de la verdad contra Qoraysh y la falsedad. Esta batalla
es muy importante en la historia, y Al·lâh, Glorificado
y Enaltecido sea, la llamó "El Día de la Distinción".
Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, dice lo que se
puede traducir como [… si es que creéis en Al·lâh
y en lo que hizo que bajara sobre Su siervo el día de la
Distinción*, el día en el que se encontraron las dos
tropas. Y Al·lâh tiene poder sobre todas las cosas.]
(TSQ 8:41). Al·lâh la llamó "Distinción" porque
distinguía entre la verdad y la falsedad, entre los
valores de la justicia y la equidad y los intereses
personales, entre la dirección de Qoraysh y la del
Profeta (SAAWS). Antes de Badr, Qoraysh controlaba todo,
pero después, todos los árabes comenzaron a reconocer el
nuevo poder del Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh
sean sobre él – y se sintieron atraídos para escucharle;
el mensaje empezó a extenderse por todas partes. Por lo
que se convirtió en un gran cambio en la historia de la
humanidad.
Qoraysh envió una caravana al Levante
conducida por Abu-Sufyán, con mil camellos y 10 mil
dinares. ¡Qué cantidad de dinero! Observad que éste es
el dinero de los compañeros; dinero del que habían sido
privados así como de sus propiedades. Salieron de parte
de ellos, 40 hombres solamente, porque Qoraysh se sentía
seguro debido a sus tratados con las tribus árabes.
Gracias a los servicios de inteligencia dirigidos por
Said Ibn-Zaid y Talha, el Profeta – los Rezos y la Paz
de Al·lâh sean sobre él – sabía de esa caravana. Las
caravanas que venían de Levante pasaban por Madina en su
camino a Makka. El Profeta dijo a los musulmanes que
Al·lâh, Glorificado y Enaltecido sea, los compensará con
el dinero de la caravana como contrapartida de lo que
habían perdido cuando emigraron. Recordad cuando el
Profeta planeó dejar Makka, él devolvió los objetos de
valor y el dinero que le habían confiado a él sus
dueños. ¿Por qué no los tomó para compensar los derechos
de los musulmanes que fueron requisados por Qoraysh?
¿Eso no es una contradicción? ¿ Cómo podría ahora pensar
en atacar la caravana para tomar el dinero? El Profeta
se le había confiado mantener los objetos de valor y el
dinero en Makka, y sabía que por ética ésta confianza no
podía ser traicionada. Además, el Profeta era entonces
un miembro de esa sociedad, y según el código de la
ciudadanía, el Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh
sean sobre él – no podía pensar nunca en dañar a su
sociedad. Pero ahora, como entidad separada, el Profeta
decidió recuperar los derechos de los musulmanes que
fueron requisados anteriormente por Qoraysh.
El Profeta también quería advertir a
Qoraysh de que podría obstruir las rutas por las que
comerciaban y viajaban, así que sería mejor para ellos
dejarle comunicar con la gente para trasladar su
mensaje, en vez de hacer la guerra. Es como si estuviese
diciéndoles que él no quería luchar. Sin embargo,
Qoraysh era obstinada. El ejército del Profeta constaba
de 313 compañeros. Abu Sufyan sabía que el Profeta – los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – estaba
preparando un ejército, y envió Amr Ibn-Damdam para
decir a Qoraysh que el Profeta planeaba atacar la
caravana. Ése hombre rasgó sus ropas y se manchó con
sangre antes de entrar a Makka. Entró a Makka gritando
"!socorro!, ¡socorro!, ¡qué desastre!, ¡qué desastre."
Simuló que el Profeta Mohammad había atacado la caravana
de Qoraysh y se había apoderado de la mercancía, aunque
no había sucedido nada de eso todavía. Abu-Yahl juró
que iban a luchar contra el Profeta esa misma noche, y
preparó un ejército a toda prisa.
Tres días antes de eso, Aateqa, la tía
del Profeta que vivía en Makka tuvo un sueño en el que
un hombre llamaba a la gente de Makka " ¡O gente de
traición! Vuestro fin será después de tres días.", y
después lanzó algo de polvo que fue dispersado en todas
las casas de Makka. Ella sabía que esto significaba que
algo malo iba a suceder en la ciudad, y lo dijo a su
hermano Al-Abbas, quien se lo contó a Al-Walid-Ibn-Otba.
La noticia se difundió, y Abu-Yahl empezó a burlarse de
Al-Abbas. Juró que si después de tres días nada
sucediera, colgaría un documento en la Ka'ba declarando
que Bani Hashim son los peores mentirosos entre los
árabes.
Así pues, cuando Amr Ibn-Damdam llegó
con las noticias, el ejército fue preparado de
inmediato. Constaba de 950 combatientes, 200 de los
cuales iban montados en caballos, mientras que los
restos iban en camellos. 100 camellos adicionales fueron
llevados para alimentar al ejército. El Profeta iba al
encuentro de la caravana y no planeaba combatir.
Llevaba solamente 313 combatientes con dos caballos y 70
camellos para montar. Cada tres personas compartiendo un
camello. La distancia era de 150 kilómetros, y cada uno
de los tres iba montado 1/3 (un tercio) de la distancia
mientras que los otros 2/3 iba a pie. El Profeta – los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – se turnaba con
Ali Ibnu-Abi-Talib y otro compañero. Ali y el otro
compañero eran jóvenes, por lo que propusieron caminar y
dejar al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean
sobre él – montar a camello, pero el Profeta rechazó
porque estaba deseoso de obtener Zawab (retribución)…
Queridos hermanos, debéis ser ambiciosos como el Profeta
en su aspiración para obtener Zawab.
Abu Sufyan cambió la dirección de la
caravana tomando otra ruta lejos de Madina. Entonces,
envió a Qoraysh para informarles que la caravana estaba
a salvo. Todos los líderes de Qoraysh, especialmente
Utba Ibn-Rabi'a, quisieron volver y no luchar. Pero
Abu-Yahl se opuso, ya que quería que los árabes supieron
que Qoraysh seguía siendo fuerte (poderosa) y
dominante.
Observad que había dos hombres que no
fueron con el ejército de Qoraysh: Abu-Lahab y Omaya
Ibn-Khalaf. Abu-Lahab tenía miedo, y alquiló a un hombre
para sustituirlo en el ejército. No obstante, estaba
destinado a morir en Makka. Estaba golpeando a un criado
joven de Al-Abbas, cuando la criada de éste lo golpeó
con una pieza de hierro en su cabeza. Como consecuencia,
padeció de una enfermedad de la piel, y su piel comenzó
a caer hasta que murió. Su gente temía acercársele
debido a la infección, y en vez de enterrarlo
derrumbaron la casa sobre su cadáver. En cuanto a Omaya,
él es quien torturaba a Belal. Una vez, mientras le
estaba torturando, Belal le dijo, "El Mensajero de
Al·lâh nos dijo que te vamos a matar." Omaya lo creyó y
preguntó si sucedería en Makka o fuera de ella, pero
Belal no sabía. Tenía verdadero terror a ir a la guerra.
El amigo de Abu-Yahl se burló de él por su miedo y
cobardía, así que él se fue con Qoraysh y fue abatido en
la batalla.
Había dos hombres que fueron forzados a
ir a luchar con Qoraysh: Al-Abbas Ibn-Abdel-Muttalib, el
tío del Profeta, y Abul-Aas Ibnu-Rabi', el yerno del
Profeta. Abul-Aas todavía vivía con Zeinab, la hija del
Profeta, en Makka. Observad que entonces, la prohibición
de la unión entre mujeres musulmanas y hombres
no-Musulmanes todavía no había sido revelada. Abul-Aas
fue forzado a luchar con Qoraysh contra el Profeta para
que no se considerara un cobarde.
El ejército del Profeta incluía
emigrantes y Ansâr. El acuerdo entre el Ansâr y el
Profeta indicaba que lo debían defender dentro de
Madina, pero esta batalla se iba a desarrollar fuera de
Madina. El Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean
sobre él – respetó los límites del acuerdo, y así buscó
humildemente el consejo de los combatientes. No se lo
pidió a Al-Ansâr directamente porque no quería ponerlos
en aprieto. Algunos compañeros de los emigrantes
hablaron mostrando un apoyo entusiasta, pero él esperaba
que se pronunciaran Al-Ansâr. Finalmente, Saad
Ibn-Moaz, el líder de la tribu de Aws, habló. Como sabía
que el Profeta estaba preocupado por el apoyo de
Al-Ansâr, dijo al Profeta que iban a luchar con él hasta
el último aliento e ir con él adonde él fuera. Dijo al
Profeta que podía tomar de su dinero lo que deseara,
llevar a cabo la paz con quien él quisiera, o hacer la
guerra contra quien deseara, y en todos los casos los
encontraría cumplidores, leales, y comprometidos hasta
que quede satisfecho con ellos. Hablando de nosotros…
¿Podemos decir tales palabras?.
¿Podemos prometer al Profeta – los Rezos
y la Paz de Al·lâh sean sobre él – que quedará
satisfecho con nosotros en el Día del Juicio?
El Profeta – los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él – adoptó una estrategia
innovadora. Qoraysh estaba acostumbrada a la técnica
del ataque y vuelo; sin embargo, el Profeta – los Rezos
y la Paz de Al·lâh sean sobre él – organizó el ejército
entero en una larga fila, ocultando otra fila de
arqueros detrás de ellos. Cuando Qoraysh atacara, los
arqueros tirarían sus flechas confundiendo a los
combatientes enemigos.
El Profeta – los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él – quería estimar la fuerza del
ejército de Qoraysh. Envió a Ali Ibn-Abu-Talib y a
Az-Zubair Ibn- Al-Awwam como equipo de investigación.
Capturaron a un criado que era responsable de
proporcionar el agua al ejército de Qoraysh. Lo
golpearon hasta que confesó, falsamente, que era un
miembro de la caravana de Abu-Sufyan y no del ejército,
porque esto es lo que querían creer. El Profeta – los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – les dijo, "¡Lo
golpeáis cuando os dice la verdad, y lo dejáis cuando
os miente!" . Entonces le preguntó, "¿cuánta gente está
en el ejército de Qoraysh?" El hombre contestó, "no
tengo ninguna idea." El Profeta – los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él – entonces le preguntó "¿cuántos
camellos llegan a sacrificar?" El hombre contestó "a
veces nueve y a veces diez." El Profeta – los Rezos y
la Paz de Al·lâh sean sobre él – dedujo, "El ejército
oscila entre 900 y 1000 efectivos." ¡Notad cómo el
Profeta, analfabeto, podía calcularlo! El Profeta – los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – entonces le
preguntó, "¿Quién está en el ejército?" El hombre
contestó que todos los jefes de Qoraysh estaban allí.
Los compañeros del Profeta tenían miedo
porque sabían que su poder (fuerza) no era equiparable
con la de Qoraysh. Para animarlos, el Profeta – los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él – dijo
inmediatamente "¡Al·lâh es el más grande! Qoraysh os ha
dado los mejores de sus hijos." Observad cuánto le
importó al Profeta – los Rezos y la Paz de Al·lâh sean
sobre él – la inteligencia y la preparación como dos
factores cruciales de la guerra.
El Qor’án habla de la batalla en un
versículo que se puede traducir como [Cuando os
encontrabais en la vertiente más próxima, y ellos en la
más alejada] (parte de TSQ 8:42). (Más
Próxima: más próxima de Madina). El ejército
musulmán estaba parado en Al-‘Udwat Addunyâ (la
vertiente más cercana a Madina) y el ejército de Qoraysh
estaba parado en Al-‘Udwat Al-Quswâ (la vertiente más
alejada). Los dos ejércitos no podían verse, y la zona
entre ellos se convirtió en el campo de batalla. La
caravana de Abu-Sufyan se encontraba muy lejos del campo
de batalla. [... quedando la caravana debajo de
vosotros] (parte de TSQ 8:42). [...
Si hubierais querido acordar una cita, no os habríais
puesto de acuerdo sobre el lugar de encuentro; sin
embargo fue así para que Al·lâh llevara a término un
mandato que ya estaba decidido] ( parte de
TSQ 8: 42).
¿Cuál es la significación de los lugares
de los dos ejércitos? ¡Mirad este milagro! Se pone a
llover y la naturaleza de la tierra de la vertiente más
alejada es tal que cuando llueve se hace barrosa. De tal
modo, que el movimiento de los combatientes es más
dificultoso y como consecuencia el ejército se cansa;
mientras que la tierra en la vertiente más cercana es
sólida, así que resulta más fácil caminar cuando llueve.
¡Todo el agradecimiento sea para Al·lâh!, ¡Mirad cuándo
se produce este milagro!. Cuando los musulmanes habían
mostrado su creencia y fuerza, entonces se hicieron
dignos de la ayuda de Al·lâh. [Realmente cuando
quiere algo, Su orden no es sino decirle: Sé, y es.]
(TSQ 36: 82).
¿Esta nación no se siente humillada hoy
en día? Podría ser mañana la más grande entre las
naciones. Es muy fácil y Al·lâh es capaz de eso; ¿pero
lo merecemos? Al·lâh tiene Su propia forma de legislar
el universo. Él no favorece a cualquiera. El ocioso que
no tiene un mensaje digno de trasladar al mundo no
merece la ayuda de Al·lâh.
En la noche de la batalla, empezó a
llover y los hombres de Qoraysh fueron anegados. Su gran
número constituía una desventaja pues no podían moverse
libremente; mientras que el reducido número de los
musulmanes fue una ventaja ya que se sentían ligeros y
podían moverse con facilidad.
Los
musulmanes tenían miedo y estaban sensibilizados ante la
batalla desigual. Al·lâh dice lo que se puede traducir
como, [Como cuando tu Señor te hizo salir (al
Profeta) de tu casa por la verdad, mientras que a
una parte de los creyentes les disgustó. Te discuten
sobre la verdad, después de haber sido aclarada, como si
les llevaran a la muerte mientras miran.]
(TSQ 8:5-6). Es Al·lâh quien decidía el
tiempo y el lugar de la batalla. Era como si la batalla
de Badr fuera conducida por el cielo; los ángeles iban a
descender dentro de poco para ayudar a los musulmanes.
Sintiéndose inquietos, los musulmanes no
podían dormir por la noche. Al·lâh mandó otro milagro,
aquél que describe el Qor´ân tal como se recoge en el
siguiente versículo, que podemos traducir como: ((Cuando
os cubrió como protección un sueño que venía de Él e
hizo caer sobre vosotros agua del cielo para con ella
purificaros, quitaros la suciedad del Shaytán, dar
firmeza a vuestros corazones y afianzar así vuestros
pasos. )) [TSQ 8:11]
En el campo de batalla, el ejército
musulmán estaba posicionado detrás de los pozos de agua
que se encontraban entre ellos y los hombres de Quraish.
Al-Jobab Ebn Al-Mudher, uno de los compañeros, preguntó
al Profeta , que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre
él: “ ¿ te ha ordenado Al·lâh elegir este lugar para la
batalla, en cuyo caso debo callarme, o se trata del plan
de la guerra y la consulta y entonces yo hablo?”. El
profeta respondió que se trataba del plan de la guerra y
la consulta. Al Jobab dijo “la elección de este lugar es
inadecuada”. Entonces el Profeta (SAAWS) le preguntó
“¿Luego, qué sugieres, Jobab? Respondió “Pienso que
debemos sellar todos los pozos excepto uno delante del
cual colocaremos a nuestro ejercito, y así podremos
beber mientras que ellos no podrán hacerlo. Y cuando
ellos sientan sed, lucharán contra nosotros para
conseguir el agua, mientras nuestra lucha será por la
causa de Al·lâh”.
Al Profeta (SAAWS) le gustó la
sugerencia, y de hecho la puso en práctica. ¿Has visto
antes en otra parte un respeto parecido hacia la opinión
de los individuos? Una de las causas principales de la
actitud negativa que mantiene la gente es su
convencimiento de que nadie va a escucharla o va a tomar
en consideración su opinión. ¡Qué grandeza la de
nuestro Profeta en todos los aspectos!
Preparando el ejército, el Profeta
(SAAWS) dio un discurso sobre al Yehad o la lucha
y sobre sus virtudes. Cualquier país en tiempos de
guerra estimula a sus combatientes para ser valientes y
valerosos. No existe razón para que sientas embarazo por
los dichos del Profeta (SAAWS), que los Rezos y la Paz
de Al·lâh sean sobre él, cuando habla del Yehad o la
lucha en el lugar adecuado, pues no hay nada embarazoso
en el yehad o la lucha cuando ésta está concebida en el
lugar adecuado y con tal de que no se esgrima para
incitar a la destrucción en la propia tierra de uno.
Y el primer dicho que habla del Yehad es
[Acudid prestos hacia un perdón de vuestro Señor y
a un Jardín preparado para los temerosos, cuyo ancho son
los cielos y la tierra.] Quiere decir que aquel
que muera luchando hoy en la batalla, entrará al
paraíso. Y en este caso viene el dicho sobre el Yehad en
el momento apropiado. Y de ahí concluimos que el
estímulo religioso debe darse en el momento y en el
lugar apropiados; y no se trata de aplicar cualquier
cosa para cualquier tiempo. No se debe hacer uso del
entusiasmo de los jóvenes sirviéndose de los dichos
sobre el Yehad para su aplicación en tiempos
inadecuados.
Umair Ibn-Al-Himam, uno de los
compañeros del Profeta (SAAWS) dijo sorprendido “ ¡Oh,
qué maravilloso! Ojalá pudiera ser yo uno de los
habitantes del paraíso” El Profeta le respondió “Serás
uno de los habitantes del paraíso”. Cuando Umair dijo
tales palabras, estaba comiendo algunos dátiles. Antes
de entrar en batalla, los arrojó inmediatamente pues no
quería perder más tiempo y se dirigió a la lucha hasta
que cayó mártir. Y fue uno de los primeros mártires de
Badr. Otro mártir fue Hariza, joven de 18 años, un
adorador devoto de Al·lâh. Acostumbraba rezar por la
noche salat el Qiyâm (Rezo nocturno voluntario) y antes
de dar comienzo la batalla, se le arrojó erróneamente
una flecha. Su madre se acercó llorando al Profeta, que
los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él, y le
preguntó, “¡Oh Profeta de Al·lâh! ¿Está mi hijo en el
paraíso, de modo que pueda regocijarme o en otro lugar y
entonces le lloro con lamento? El Profeta (SAAWS)
respondió “Madre de Hariza, no es un solo paraíso sino
son muchos en los que tu hijo ha sido acogido; tu hijo
está en el paraíso más elevado.”
¡Un joven de 18 años, que merece estar
en el nivel más elevado del paraíso! Esto porque estaba
frecuentemente rezando el Qiyâm (rezo nocturno) durante
el Ramadán y prosternándose ante su Señor. Es este tipo
de gente la que merece el nivel más elevado del paraíso.
El combate comenzó cuando tres
batalladores de Quraish se adelantaron a pie para
entablar un enfrentamiento de hombre a hombre: Otba
Ibnu-Rabi’a, Shaiba Ibnu-Rabi’a y Al-Walid Ibnu-Otba.
Tres musulmanes de los Al-Ansâr (Los auxiliadores del
Profeta) se adelantaron a pie para hacerles frente, pero
éstos rehusaron y pidieron luchar con sus homólogos (de
entre los emigrados). El Profeta, que los Rezos y la Paz
de Al·lâh sean sobre él, eligió a los siguientes tres: a
Ali Ibnu-Abi-Talib, a Hamza Ibnu-Abd-Al-Muttalib y a
Abu-Ubaida Ibn-Al Haruz Ibnu Abd-Al-Muttalib.
Observa que cada vez que se exigía
ofrecer sacrificio, el Profeta, que los Rezos y la Paz
de Al·lâh sean sobre él, lo hacía con sus familias, y no
con los extraños. ¿Estás convencido ahora que nadie en
todo el mundo supera en todos los aspectos al Profeta
(SAAWS)?.
El duelo terminó con la muerte de Al
Walid y Shaiba a manos de Ali y Hamza respectivamente.
Sin embargo, Otba y Abu-Ubaida siguieron combatiendo
hasta que el último perdió su pierna. Y cuando estaba
respirando su último aliento, miró hacia el Profeta
(SAAWS) y le preguntó: “¿ He cumplido con mi deber,
Profeta de Al·lâh?.”… ¿Has visto hasta qué grado llega
el amor y la lealtad?… El Profeta, que los Rezos y la
Paz de Al·lâh sean sobre él, dijo luego: “¡Señor mío!,
Te pongo por testigo de que Abu-Ubaida ha cumplido con
su deber”
¿Y tu, has cumplido con tu deber hacia
el Profeta (SAAWS)?.
Todos estos sacrificios fueron ofrecidos
para que el Islam, la verdad y la reforma prevalezcan.
¿Hemos cumplido con nuestro deber hacia él?
Y después comenzó de lleno la batalla, y
comenzaron a caer los líderes de Quraish, uno tras otro.
Y una gran sorpresa sucedió a mano de dos muchachos.
Sucedió que Abdul-Rahman Ibnu Awf (que Al·lâh esté
complacido con él) quien tenía el liderazgo del ala
derecha del ejército musulmán, constituido por no más de
15 o 20 efectivos, vio entre los soldados a un muchacho
de 15 años llamado Mu’adh y a su primo de 14 años
llamado Mu’awedh. Uno de los dos muchachos le tiró de su
vestido, y le preguntó: “! Oh tío! ¿Dónde está Abu Yahl?
Abdul-Rahman Ibn-Awf se sorprendió y
preguntó al muchacho porqué hacía esta pregunta. El
muchacho respondió que su madre le había dicho que no
volviese sin matar a Abu Yahl. Luego el otro muchacho
le preguntó lo mismo. Y dijo que el motivo por el que
buscaba a Abu Yahl era que había oído hablar acerca del
perjuicio que había ocasionado al Profeta (SAAWS) y por
eso mostraba esa impaciencia y había jurado que vengaría
al Profeta, que los los Rezos y la Paz de Al·lâh sean
sobre él. Abdul-Rahman Ibnu-Awf cuenta “Me elevaron mi
estado de ánimo. Y nunca antes he experimentado tanto
sentimiento de admiración como el que sentí hacia esos
dos muchachos”.
En nuestros días, la Sunna (tradición)
del Profeta (SAAWS) está abandonada. ¿Quién se propone
defender al Profeta en nuestros tiempos? Este no es un
llamamiento para matar o cometer suicidio, sino un
llamamiento para reformar nuestros países por el amor a
nuestro Profeta, y de este modo merecernos ser parte de
esta nuestra nación.
Al margen de los acontecimientos,
conviene observar que el Profeta no permitía a los niños
participar en las guerras, respetando los derechos de
los niños. No obstante permitió a estos dos muchachos
hacerlo después de su insistencia y después de probarle
que podían manejarse perfectamente en la guerra. Los dos
muchachos corrían como dos rápidas flechas. Pero siendo
muy pequeños, no podían llevar las espadas de la forma
habitual, y por eso las llevaban atadas alrededor de sus
brazos y acordaron un plan entre ambos. Mu’adh dijo a
Mu’awwedh: “Apuñala el caballo de modo que el hombre
caiga y entonces yo voy a darle un golpe de espada” y
pusieron en práctica este plan tal como lo habían
concebido. Sin embargo Ikrima Ibnu-Abi-Yahl corrió
detrás de ellos, una vez abatido Abu Yahl y apuñaló el
brazo de Mu’adh de modo que se lo dejó colgando de su
hombro. Mu’adh dijo “Me di cuenta que mi primo iba a
llegar al Profeta antes que yo; y quise darle la buena
noticia al Profeta antes que él; entonces puse mi brazo
bajo mi pie y lo arranqué de modo que no supusiera un
obstáculo en mi vía al Profeta. Luego corrí al Profeta
informándole de las buenas noticias sobre la muerte de
Abu-Yahl.”. Abdul·lâh lbn-Mas’oud, el más débil entre
los compañeros del Profeta, vino para verificar la
veracidad de tales noticias, y encontró a Abu-Yahl
todavía vivo respirando su ultimo aliento, y lo remató.
La ironía está en que la matanza de Abu-Yahl se llevó a
cabo a manos de dos adolescentes y por el hombre más
débil de los compañeros del Profeta.
El Profeta Mohammad (SAAWS) ordenó a su
ejército que nadie matase a Abul-Bujturi Ibnu-Hisham
como signo de gratitud por lo que este hombre había
hecho a favor de los musulmanes durante el bloqueo.
Observa la ética militar del Profeta,
que solamente el mundo ha sabido después de la segunda
guerra mundial. En lugar de combatirle, cada vez que un
compañero veía al hombre, lo evitaba, el hombre se
sorprendió y preguntó a un compañero: “porqué no me
combates? Y el compañero le respondió: “El Profeta nos
ha ordenado no matarte”. El hombre, preguntó
sorprendido: ¿Porqué? El compañero contestó: “Por
gratitud hacia a lo que has hecho en los días del
bloqueo”. No obstante el hombre despiadadamente
preguntó: “Y si yo comienzo a combatirte?” El compañero
respondió: “Escaparé de ti obedeciendo la orden del
Profeta”. El hombre quedó persiguiendo al compañero
hasta que obligó al último a matarle en defensa propia.
Y después se acercó al Profeta llorando y pidiendo
perdón porque había tenido que matarle en defensa
propia. El Profeta (SAAWS) dijo “Cálmate. Solamente
quise expresarle nuestra gratitud”
Y es al final cuando los ángeles
descendieron, no al comienzo de la batalla, porque el
Profeta (SAAWS) al comienzo de la batalla se dedicó a
rogar y a suplicar a Al·lâh largamente e incluso
llorando: “¡Señor mío! Si este grupo de creyentes
terminan abatidos, nadie Te adorará después en la tierra”.
Lo que básicamente preocupaba al Profeta (SAAWS) no era
el asunto de la victoria sino el de su mensaje. Este es
el significado que quiere trasladar: […Es cierto
que Al·lâh os ayudó en Badr, aunque estabais en
inferioridad de condiciones. Así pues, temed a Al·lâh y
podréis ser agradecidos.] (TSQ 3:123)
Tienes que ser humilde ante Al·lâh
durante este Ramadán para que te otorgue la victoria
después de Ramadán. Yibril (Gabriel) descendió con miles
de ángeles para afianzar a los creyentes. “Cuando
tu señor inspiró a los ángeles: Estoy con vosotros, dad
firmeza a los que creen; Yo arrojaré el terror en los
corazones de los que no creen. Por lo tanto golpead las
nucas y golpeadles en los dedos” (TSQ, 8:12)
Para vosotros, los musulmanes, esta es
una lección muy importante de la que sacar lecciones.
Hay que tener confianza en Al·lâh, al mismo tiempo que
realizáis vuestros máximos esfuerzos. Badr es una
lección muy importante: Primero viene la planificación
correcta y luego la sigue el milagro de Al·lâh- la
batalla fue dirigida desde los cielos pero al mismo
tiempo muchos esfuerzos fueron realizados en la tierra.
La valentía y la seriedad de parte de los musulmanes, y
al mismo tiempo, la lluvia y los ángeles de los cielos.
Y el resultado fue una victoria colosal para los
musulmanes. Tomaron venganza de cada uno de los que
antes había causado perjuicio a los musulmanes. Setenta
líderes de Quraish murieron. Incluso Abu-Lahab, quien
rehusó salir con el ejército, murió en Makka de forma
terrible.
El Profeta (SAAWS) cavó una fosa llamada
Al-Qulayb, en la que se enterraron a los 70
cadáveres de Quraish. Después se puso a pie delante de
la tumba y les preguntó: “¿habéis encontrado verdad
lo que vuestro Señor os ha prometido?”
La batalla terminó con la muerte de 14
compañeros del Profeta (SAAWS), 13 de ellos de Al-Ansâr
(Los auxiliadores) y 1 solamente de los emigrados; su
compromiso con el Profeta, que los Rezos y la Paz de
Al·lâh sean sobre él, consistía en un acuerdo que
incluye el sacrificio hasta el último aliento.
¿Vais a dedicar vuestras vidas en pro
del mensaje del Profeta (SAAWS)?
¿Vais a amar al Profeta (SAAWS)?
¿Va a estar el Profeta satisfecho con
vosotros?
¿Le diréis que habéis cumplido con
vuestro deber hacia él?
Y que la Paz de Al·lâh, su Misericordia
y sus Bendiciones sean con vosotros.