Tras los pasos del Bien-amado
Episodio 5: El comienzo de la revelación
En
el nombre de Al·lâh, El Más Compasivo, El Muy
Misericordioso. Los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre
Su profeta Mohammad.
El episodio de hoy consiste
en una sola parte: el comienzo de la Revelación.
Se necesitaron cuarenta años
de preparación para veintitrés años de Revelación, ya
que se trataba del último Mensaje Divino, el mensaje que
quedaría hasta el final de los tiempos. Esto nos
demuestra que los grandes proyectos necesitan
preparación y desarrollo graduados y minuciosos. Después
de toda esta preparación, el profeta había adquirido
experiencia en todos los campos: social, financiero,
político, conyugal, etc. El mundo, la península árabe y
La Meca estaban preparados también.
El profeta tenía en esta
época 38 años. Quedaban dos años para la Revelación,
pero estos dos años serían una introducción -y no una
preparación- al encuentro con el ángel Gabriel (la paz
sea sobre él). El profeta empezó a sentir que algo
extraordinario iba a ocurrir. Era un don de Al·lâh. El
Corán dice lo que se puede traducir como: “Si le
hubiéramos hecho descender este Corán a una montaña, la
habrías visto humillada y partida en dos, por temor de
Al·lâh. Estos son los ejemplos con los que llamamos la
atención de los hombres para que puedan reflexionar”,
Sura de La Concentración, aleya 21.
La introducción fue paulatina
a lo largo de dos años o más, y se intensificó los
últimos seis meses. El profeta escuchaba a los árboles
decirle, mientras caminaba: “la Paz de Al·lâh sea sobre
ti, Mensajero de Al·lâh”. Entonces, se giraba para mirar
y no encontraba a nadie.
El profeta, que los Rezos y
la Paz de Al·lâh sean sobre él, dijo: “Conozco una
piedra en La Meca que me saludaba antes de haber
recibido la Revelación y todavía la reconozco”
(Sahih
Muslim, narrado por Jaber Ben Samra).
El profeta empezó a tener
sueños ciertos, que explicaba a su mujer y a sus cuatro
hijas, y los veía hacerse realidad al día siguiente.
Aisha (la madre de los creyentes) nos cuenta: “El
comienzo de la Inspiración Divina de Al·lâh a su profeta
vino en forma de sueños ciertos que se realizaban al día
siguiente” (Sahih
Bujari, primera parte, revelación).
Jadiya solía ir a
visitar al Profeta y pasaba dos o tres días con él en la
cueva.
Ella aprobó lo que su marido estaba
haciendo y además le apoyaba, y lo más importante, y
éste es un consejo que doy a todas las mujeres: nunca te
quedes en un mundo totalmente diferente del de tu
marido. Si lo haces, se creará una fisura entre vosotros
que irá aumentando y os daréis cuenta un día de que
habláis idiomas distintos, lo que podría llevaros
finalmente al divorcio.
Jadiya, que
Al·lâh esté complacido con ella, era una esposa
maravillosa. Era una mujer inteligente y activa que no
aceptaba dejar solo a su marido todo ese período. Por
otro lado, tampoco le atosigó quedándose con él todos
los días. Le demostró que aprobaba su elección, le
demostró su atención a través de sus visitas, y su
confianza en él al mismo tiempo que no le atosigaba.
Ali, que
Al·lâh esté complacido con él, contó que el Profeta
dijo, “La mejor mujer del mundo en su época era
María, y la mejor mujer del mundo en su época era
Jadiya”. -
Sahih Bukhari,
Volumen 5, libro 58.
La mujer debería
estar con su marido, y el marido debería permitir a su
mujer participar en su vida. Y de ese modo no se
separarían en el futuro.
¡Pero, no pienses que esto significa que
puedes ir a retraerte a una cueva! Ningún compañero lo
hizo. Fue una fase que concluyó. En realidad, el profeta
dijo, según narró Abdul·lâh Ibn Omar:
“El creyente
que vive en contacto con la gente y soporta sus
perjuicios será más generosamente recompensado que el
creyente que se aparta de la gente y evita sus
perjuicios”.
Y después del Islam, ni el Profeta ni
sus compañeros se aislaron. E incluso el I’tikaf
( un acto de adoración en el que el musulmán deja su
casa y se entrega completamente a la adoración de
Al·lâh en la mezquita, especialmente durante los últimos
diez días del mes de Ramadán) se debe hacer en la
mezquita entre la gente. Nuestra religión es la religión
de la coexistencia y la armonía con los demás.
En la lengua árabe la palabra “qasab”
se utiliza para designar a un tipo de perlas ahuecadas
que recuerdan a la cueva. Así pues, la retribución es de
la misma naturaleza que la obra.
El profeta estaba entonces en una etapa
de su vida en la que, después de haber estado
reflexionando durante tres años, sentía la necesidad de
contribuir en la sociedad”. En ese momento, tuvo lugar
el punto de giro. Vamos a ver ahora la grabación que
hemos realizado sobre la cueva y nos vamos a imaginar el
abrazo que hubo entre el Profeta y el ángel Gabriel.
En este lugar comenzó el Islam. Estoy
asombrado, no sé cómo el Profeta Mohammad pudo llegar
hasta este lugar. Me rodean tres grandes rocas que
parecen como un abrazo que me contiene dentro de sí.
Aquí descendió la
primera Revelación. Al·lâh, Enaltecido Sea, Dice lo que
podemos traducir como,
“Es cierto que lo hicimos
descender en la noche del Decreto. ¿Y cómo hacerte saber
qué es la noche del Decreto? La noche del Decreto es
mejor que mil meses”. (97:1-3)
Déjame hacerte una pregunta: ¿Dónde
hubieras preferido que comenzase la Revelación? ¿En un
lujoso palacio o en este sencillo lugar? Es otra lección
que Al·lâh, Enaltecido Sea, nos enseña: El Islam no fue
fundado con lujo sino con la fuerza de la idea y con la
misión, puramente. Además, no importa lo sencillo que
sea el lugar, lo que cuenta aquí es la sinceridad.
Este lugar fue testigo de la primera
comunicación entre los cielos y la tierra; una
comunicación que se mantendría después a lo largo de 23
años. En este lugar, Los Cielos abrazaron a la tierra,
la luz de los cielos se encontró con la luz de la
tierra. No importa lo difícil que es llegar a este
lugar, ya que fue Al·lâh, Enaltecido Sea, quien Eligió
este sencillo lugar para el comienzo del Islam.
- Fin de la película –
Deberíamos percibir la magnificencia que
supone el hecho de que haya una comunicación entre los
cielos y la tierra. Anas, Al·lâh esté complacido con él,
informó de que después de la muerte del Mensajero de
Al·lâh, Abu Bakr dijo a Omar: “Visitemos a Umm Ayman
como solía hacer el mensajero de Al·lâh”. Cuando
llegamos, ella empezó a llorar. Abu Bakr y Omar le
preguntaron: ¿Por qué lloras? Lo que Al·lâh tiene
preparado (en la otra vida) para su Mensajero es mejor
que toda esta vida mundana. Ella dijo: “No lloro porque
ignoro que lo que Al·lâh ha guardado (en la otra vida)
para su Mensajero es mejor que toda esta vida mundana,
sino porque la Revelación que estaba viniendo del cielo,
ha dejado de venir. Estas palabras les hicieron llorar a
ellos también.
¿Lo ves? Umm Ayman, esta mujer
sencilla, era consciente del don que Al·lâh nos confería
haciendo descender la Revelación a la tierra.
Aisha narró, “El ángel le vino y le
pidió leer. El Profeta respondió, “No sé leer.” El
Profeta continuó diciendo: “El ángel me abrazó
fuertemente y me apretó vigorosamente hasta que no
podía soportar más, luego me soltó y volvió a decirme
que leyera. Yo le respondí: “No sé leer.” Otra vez me
abrazó y me apretó hasta que no podía soportar más.
Luego me soltó y me pidió leer. Dije “¿Qué leo?”
Entonces me abrazó por tercera vez y me apretó y
luego me soltó y dijo lo que podemos traducir como,
“¡Lee en el nombre de tu Señor que ha creado! Ha
creado al hombre de un coágulo. ¡Lee, que tu Señor es
el más Generoso! El que enseñó por medio del cálamo,
enseñó al hombre lo que no sabía” 96:1-5
Entonces, el Mensajero de Al·lâh repitió
lo que se le había revelado mientras que su corazón
latía fuertemente.” -Un
hadiz auténtico en Sahih Bukhari, Volumen 1, libro 1,
Numero 3.
Reflexionemos ahora sobre el significado
de este abrazo. Primero, es un símbolo de
misericordia, amor y paz. Y esta es exactamente la
misión del Islam, que rechaza todo tipo de violencia,
opresión o injusticia. Segundo, pretendía poner
de manifiesto al Profeta que no estaba dormido sino
despierto. Recordad que el profeta Mohammad, antes de la
revelación, había estado teniendo sueños mientras dormía
que eran tan claros como la luz del día, y que luego se
hacían realidad. Tercero, el comienzo de la
Revelación tenía que ser fuerte para indicar la seriedad
de la misión del Islam.
Déjame decirte,
llegados a este punto, que nos encontramos en una
situación grave: nuestros países se están derrumbando y
tenemos que reavivarlos otra vez. La Revelación comenzó
en Ramadán, así que aprovecha esta oportunidad y haz que
este Ramadán sea tu comienzo.
Otro detalle que
nos hace reflexionar es el propio comienzo: “Lee”.
¿Por qué empezó la misión del Islam de esta manera
teniendo en cuenta que el Profeta Mohammad era
analfabeto? Esto indica que la época de los milagros se
había acabado. Y otra nueva época de conocimiento,
ciencia y planificación había comenzado con Mohammad,
que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él. No
obstante, actualmente el 60% de la nación árabe es
analfabeta. La gente todavía espera un milagro que
mejore sus vidas. No pueden percibir que tal milagro
nunca ocurrirá hasta que nos convirtamos en verdaderos
musulmanes.
El comienzo, “Lee”,
no deja ninguna duda acerca de la realidad del Islam. El
Islam es aplicable en todas las épocas, y ésta es la
época del conocimiento. Al·lâh dijo lo que podemos
traducir como,
“¡Lee en el nombre de tu Señor que
ha creado! Ha creado al hombre de un coágulo. ¡Lee, que
tu Señor es el más Generoso! El que enseñó por medio del
cálamo, enseñó al hombre lo que no sabía” 96:1-5
Al·lâh mencionó el
conocimiento y sus herramientas seis veces en cinco
aleyas. Los milagros se habían acabado. Si tomamos esta
misión con seriedad, entonces nosotros mismos haremos
realidad el milagro.
Hay gente que se
siente avergonzada porque el Profeta Mohammad era
analfabeto. Todo lo contrario, tienes que saber que esto
es en sí mismo un milagro. Un hombre analfabeto educó a
toda la humanidad, dejando una herencia enorme de
conocimiento que todavía sigue siendo objeto de estudio
hasta el día de hoy.
Tras su encuentro con el ángel Gabriel,
se quedó muy asustado. Y esto indica que no estaba
persiguiendo la profecía. Fue otro hombre, llamado Abu
Amer, el que se enteró a través de sus lecturas de las
Escrituras Divinas anteriores al Islam de que se
aproximaba la llegada del Último Profeta. Y como él
quería serlo, empezó a prepararse a sí mismo. Y por eso,
luego, la gente le llamaría “el clérigo”. Cuando supo
que la Revelación se había hecho descender al Profeta,
mostró una enemistad acérrima en su contra. Era la misma
persona que cavó el hoyo a modo de trampa, en la batalla
de Uhud, para que cayera en él el Profeta Mohammad, que
los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él.
Y éste es un punto crucial que debemos
aprender y comprender: Nunca debemos preocuparnos de
embellecer únicamente la apariencia externa a costa de
lo que está en nuestro interior. Y solo entonces,
Al·lâh nos ayudará y guiará.