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Tras los pasos del Bien-amado

 

Episodio 21: La batalla de “Al-Jandaq” (La trinchera)

 

Introducción:

 

En el nombre de Al·lâh, el Más Compasivo, el Muy Misericordioso. La Paz sea con todos y cada uno de vosotros.

Bienvenidos a un nuevo episodio de Tras los pasos del Bien-amado.

Estamos en el 22 de Ramadán y nos queda poco tiempo para culminar el mes. No olvidéis la importancia de la oración y la invocación. Al·lâh atiende las súplicas, aprovechad para abasteceros de un stock de energía espiritual que va a serviros para el siguiente año. Nadie sabe los pecados que va a cometer después de Ramadán. Y esa energía es la que te va a ayudar a prestar un excelente servicio a la Umma (Comunidad musulmana) durante el año venidero. Los siguientes ocho días supone el reservorio con el que abastecernos durante todo el año siguiente. Incrementa, pues, este reservorio mediante más actos de adoración, más oración y más invocación, porque vamos a consumir mucho a lo largo del año que viene y que Al·lâh nos ayude a todos a conseguir este objetivo.

Me gustaría hacer un comentario sobre el gran número de jóvenes que entran al foro del sitio www.amrkhaled.net  para presentar sus opiniones y lo que piensan hacer. De todos estos comentarios que he leído puedo aseguraros que la esperanza es grande, en el sentido de que es posible hacer que triunfe esta Comunidad, ya que existe una juventud no solamente entusiasta, sino madura y exitosa también. Y yo invito a todo aquél que dice que no sirve de nada, que entre al Foro para ver lo que allí dicen los jóvenes y sus aspiraciones y actividades constructivas y también deseo manifestar que con nosotros se encuentra gente de distintas nacionalidades que nos ha informado que las mezquitas, gracias a Al·lâh, están llenas de orantes, quienes acuden a los actos de adoración de una manera no habitual hasta ahora. Este es también el caso en cuanto al Masÿid Annabawí (la Mezquita del Profeta), que se encuentra repleta de orantes. Esto sin duda es motivo de júbilo y algo esperanzador que nos tranquiliza en el sentido de que el bien se aproxima con ayuda de Al·lâh 

 

El episodio de hoy: La batalla de Al-Jandaq

Nos encontramos en el quinto año “Hiÿrí” (de la Hégira), la emigración del Profeta (SAAWS) [1] , que los Rezos y la Paz de Al∙lâh sean sobre él, habiendo finalizado las batallas de Uhud, de Badr, y habiendo sido expulsados los de Bani Nadhir y en el que ya había finalizado la batalla de Bani Arroqâ’,  en la que el Profeta (SAAWS) recuperó el derecho de ciudadanía de los musulmanes en la Isla Arábiga. Los judíos, Qoraysh y los árabes habían alcanzado a comprender que la derrota del Profeta (SAAWS) individualmente era algo imposible. Por lo que este quinto año debía ser decisivo para ellos pues debían decidir la necesidad de reunirse y colaborar organizando coaliciones a fin de destruir al Profeta (SAAWS) y a los musulmanes.

Para ello van a encargarse de organizarse en partidos, encabezando la idea Huyayy Bnu Ajtab, líder de Bani Annadhîr, a quien había expulsado el Profeta por traicionar los derechos de ciudadanía con su intento de asesinato al Profeta (SAAWS) en Madina.

Tenía Huyayy Bnu Ajtab un odio visceral al Profeta (SAAWS). Cuando llegó a Madina después de la emigración se dirigió Huyayy en compañía de su hermano a verlo y se fijaron entre sus hombros, en la espalda, en busca del sello de la profecía, consistente en una mancha de antojo con tres pelos, localizada en la primera vértebra de la parte superior de la columna. Le preguntaron la fecha del fallecimiento de sus padres y quién lo había adoptado. Cuando se convenció de que se trataba efectivamente del profeta del fin de los tiempos, Huyayy Bnu Ajtab, que era el líder de la tribu de Bani Annadhîr y uno de sus sacerdotes, fue preguntado por su hermano: “¿es él, el mismo que viene en Attawrât (la Torá)?”. Huyayy le respondió que sí. Le preguntó también: “¿Qué vas a hacer?”, y le respondió: “¡su enemistad, lo que me quede de vida!”.

Les escuchó Salman Al Fârisi, quien informó al Profeta (SAAWS), pero el Bien-amado respondió: no acusamos a la gente por lo que dice”. Es decir, que se trata de un compatriota, con derechos. ¡Los Rezos de Al·lâh sean sobre Mohammad (SAAWS)!. Esto significa que respetaba los derechos de las minorías. Obsérvese que nosotros no tenemos problema con los judíos como religión. Da igual que uno sea católico o judío, la cuestión es el respeto del derecho de ciudadanía que nos permite convivir juntos.

Se marcharon los judíos con la tribu de Banî Nadhîr hacia Jaybar que se transformó en el lugar de los complots. Huyayy Bnu-Ajtab empezó a reunir las tribus árabes y la de Qoraysh para combatir contra el Profeta (SAAWS). Fue a casa de Abû-Sufyân y le dijo: “he venido a desarraigar a Mohammad”. Le respondió: “¿A esto has venido?”. Huyayy le respondió: “sí, para que hagamos una alianza para combatir a Mohammad”. Abû-Sufyân le dijo: “bienvenido, todo aquel que nos ayude a luchar contra él, será nuestro amigo.”.

Recordad que la hija de Abû-Sufyân, Ummu Habîba, es la esposa del Profeta (SAAWS), y a pesar de su comportamiento hostil, al final el Bien–amado va a perdonarle.

Huyayy acompañado por Abâ-Sufyân y los notables de Makka fueron a la Ka’ba, levantaron su cortina y pegaron sus vientres a su pared jurando aliarse contra el Profeta (SAAWS), sin defraudarse unos a otros hasta acabar con Mohammad (SAAWS).

Después, Huyayy marchó hacia la tribu de Ghatfân para encontrarse con ‘Uyayna Bnu Hisn - segunda fuerza después de Qoraysh en la Península Arábiga - para sellar con ellos el mismo acuerdo adoptado con Qoraysh.

Observad que Huyayy no cesaba de emplear esfuerzos denodados para alcanzar su objetivo, defendiendo una causa que estaba convencido de que se era ilegítima, cuando hoy día, muchos de nosotros sabiendo que estamos defendiendo una causa noble y legítima, ¿hacemos lo suficiente para alcanzarla?. Bnu Ajtab se ha esforzado con ahínco. Sin embargo encontramos a multitud de musulmanes, aun estando convencidos de que están del lado de la verdad, se esfuerzan muy poco o nada; y a veces de forma muy esporádica o cuando logra por fin disponer de algo de su valioso tiempo para dedicar a esta legítima causa.

Consiguió incorporar a los jefes de las tribus árabes, siendo Abu-Sufyân el comodante en jefe de un ejército de 10 000 combatientes. Los musulmanes hasta aquel día solo habían llegado a luchar contra una armada que no superaba los 3 000 efectivos. Qoraysh con 4 000 combatientes,  300 caballos y 1500 camellos; Ghatfân, con 3 000 combatientes; Ashÿa’ Bani Salîm, con 300. Aparte lo que movilizaron las restantes tribus... En total fueron 10 000 los efectivos, dirigidos por Abâ-Sufiân.

El mensajero de Al·lâh recibió la noticia de la inminente llegada de esa armada a Madina. Observa que la información llega al Profeta (SAAAWS) por medio de sus servicios de información ampliamente extendidos por la Península Arábiga, lo que confirma la importancia que otorgaban los musulmanes a la planificación en lugar de mostrarse indiferentes y sujetos al azar como hacemos nosotros, pues ellos sí recurrían a todos los medios causa-efecto tomando las oportunas precauciones. Talha Bnu-‘Ubaid-Al·lâh y Sa’d Bnu-Zayd, por tanto, informan al Profeta que el ejército había empezado a moverse y que en cuestión de 10 a 15 días podrían llegar a Madina.

El Profeta (SAAWS) se reunió con la gente para una deliberación, pues nunca llegó a tomar una decisión de forma unilateral. (Este tipo de consultas no tuvieron lugar en Makka sino en Madina, donde los musulmanes establecieron su patria. Esta virtud del Profeta (SAAWS), mediante la consulta, convocando a la gente y pidiéndoles su opinión, tal como hiciera en Badr y en otras circunstancias, lo que hace es aumentar los sentimientos de amor y pertenencia, haciéndoles más predispuestos al sacrificio. Tenemos que decir que entre los factores del terrorismo cabe destacar la falta de afinidad que lleva a ciertos individuos a no sentir lealtad hacia su patria.)

El Mensajero (SAAWS), después de explicarles la situación real, la cantidad de efectivos conque cuenta el enemigo y que los había congregado para la lucha, les dijo: “!oh gente, dadme vuestra opinión!”. Nadie le dijo que esperara la revelación de Al·lâh, pues ésta desciende para configurar el sistema y para consolidar; la planificación es deber de las personas. No interviene la  revelación durante la etapa de la planificación salvo para desvelar la existencia de una maquinación con riesgo para el Mensaje o para la vida del Profeta (SAAWS) Ello es así para que nos sirva de ejemplo a nosotros: [Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo] TSQ [3] Y no digamos que su triunfo es debido a que fueron ayudados por la Revelación, puesto que es incierto. El éxito vino después de una sana planificación. Si con ellos estaba presente el Qor´ân, con nosotros también, está presente el Qor´ân.

Así pues, el Profeta (SAAWS) pidió consejo y cada uno de sus compañeros presentó su opinión por turno, hasta que Salmân Al Fârisi, de origen persa, le dijo: “¡Oh mensajero de Al·lâh, en Persia cuando nos encontramos asediados construimos una trinchera!”. Esta era una estrategia occidental, nueva y desconocida por el Profeta (SAAWS) pero con su mentalidad propia de un espíritu abierto acepta lo novedoso. De esa manera se comportan las personas que prosperan en su vida, no permanecen en la estrechez de una mentalidad tradicionalista.

Del mismo modo, no rechaza el Profeta la idea por provenir de occidente, pues admite lo novedoso, incluso aquello que utiliza el enemigo, con previa reflexión. La idea es aceptada por el Profeta porque era muy adecuada para Madina, ya que  había sólo una entrada a la ciudad: la del norte.

Así, los hipócritas empezaron a decir que los musulmanes temían el enfrentamiento. Lo cierto es que los musulmanes no se envalentonan de forma ciega, mas, reflexionando con raciocinio, reconocen que no pueden hacer frente a este ejército tan numeroso.

El Mensajero de Al·lâh (SAAWS) junto con los musulmanes empezaron a cavar la trinchera y si observamos un mapa de Madina veremos que ha sido cavada en el lugar más estrecho entre dos montañas pedregosas. Estas dos montañas pedregosas son dos terrenos que rodean Madina por el Este, el Sur y el Oeste. Tierras rocosas muy duras a causa de un antiguo seísmo, no pudiendo nadie transitar por ellas, con piedras negruzcas, como una protección que Al·lâh ha proporcionado a Madina sirviéndose de la naturaleza. El Profeta (SAAWS) cavó la trinchera entre las dos montañas del Este y del Oeste y ascendió a un monte llamado Sal’ para vigilar el trabajo. ¡Elevado sea Aquel que ha protegido Madina, el hogar de Su Profeta!, durante miles de años. Disponían de 10 días solamente para cavar una zanja de 4 kilómetros y medio, en un terreno rocoso, con 5 metros de profundidad y 6 de anchura, de manera que ningún jinete pueda abordarla.

Se puede imaginar el tipo de sociedad flexible que interactúa con la idea y se pone a su servicio, todo gracias a la deliberación y a la consulta, contrariamente a lo que sucede con nuestras sociedades de hoy día. Esa comunidad musulmana pudo transformar lo imposible en realizable con una respuesta viable a los nuevos retos. Sus miembros asumieron su responsabilidad ante la idea reaccionando con rapidez frente a los acontecimientos, ya que el Profeta (SAAWS) les dio la oportunidad de participar.

Las directrices de la estrategia fueron: quedarse en Madina, cavar la trinchera, protegerla y poner los niños y las mujeres a salvo en un lugar seguro. Pues los efectivos que podían luchar de los musulmanes estaban compuestos por 1500 combatientes, que debían proteger la trinchera.

Veamos la ciencia de la administración tal como la plantea el Profeta (SAAWS) para cavar la trinchera. Dividió el total de efectivos en grupos, cada uno de los cuales constaba de 25 personas, a la cabeza de los cuales se nombró un cabecilla. Cada grupo tenía encomendado cavar una parte determinada de la trinchera, unos 80 pies, lo que equivale a 60 metros, que deberán defender después. Omar y Abû-Bakr (RAA) [2] se aseguraron de la eficiencia, el Profeta (SAAWS) vigilaba la buena marcha del trabajo desde lo alto de Sal’ pero sin dejar de cavar con cada grupo por turno, a fin de alentarles y levantar la moral de los efectivos.

Muchos de los que estaban participando rondaban los 58 años. Todos esos esfuerzos habían sido llevados a cabo a fin de hacernos llegar el Mensaje y para que hayamos podido encontrar una práctica de adoración a nuestro alcance y para que podamos asistir a este llenado de hoy en la Mezquita del Profeta (SAAWS) en la que se apretujan los orantes. No hemos tenido que participar en el cavado de ninguna trinchera aunque sí estamos llamados todos, cada uno desde su vertiente, a entregarse al Mensaje a fin de contribuir al resurgimiento de la Comunidad en la tierra. 

¿Qué hacemos nosotros en favor del mensaje? ¿La serie de la vida del Bien-amado nos hace sentirnos responsables del Mensaje? ¿Después de Ramadan, vamos a olvidarnos o vamos a trabajar, con entrega y esfuerzo, para el resurgimiento de la nación? No olvidéis estas palabras y sed los protagonistas de este Mensaje no vaya a ser que defraudéis al Profeta (SAAWS)

El Profeta (SAAWS) colaboró con sus propias manos a pie de obra junto con los demás, cargando con la tierra y los cantos, arrojándolos en forma de montículos por encima de la trinchera, lo que resultaba mucho más laborioso que picar, y trasladándose de un grupo a otro hasta la puesta de sol, para ascender finalmente al monte Sal’ a fin de supervisar la calidad del trabajo junto con Abû Bakr y Omar (RAA).

En aquellos días había hambre en la ciudad, los compañeros ataban piedra a sus vientres a causa del hambre, y una vez se dirigieron al Mensajero (SAAWS) para que les viera. Entonces  constataron  que el Profeta llevaba atadas dos piedras, quien les dijo: “Tomad un descanso”. Ÿâber cuenta: “Por Al·lâh, que el vientre del Profeta llegó a deteriorarse en la trinchera de una forma manifiesta”.

A pesar del temor, de la tensión y del miedo a no terminar a tiempo y a pesar del hambre, tenían la moral alta. Prueba de ello es que cantaban. Este es Hassân Bnu Zâbet, que no participaba en la excavación, puesto que era poeta, compuso para ellos, a fin de hacer menos duro el trabajo, unos poemas en los que dice:

¡Oh Al·lâh, de no ser por Tí no nos habríamos guiado!

Ni oración ni limosna habríamos dado.

¡Da sosiego a nuestras almas…y afianza nuestros pasos!

Los tiranos han emprendido su ataque,

Si opresión nos quieren,… ¡rechazamos!.

Imagina a los compañeros repitiendo este cántico. Entonces a Omar (RAA), no le satisfacía esto ya que consideraba que ese no era tiempo para cantos. Y cuenta: “Miré hacia el Profeta (SAAWS) portando tierra y por Al·lâh que podía verse su vientre (SAAWS) blanquecino por el color de la tierra, mientras repetía en voz alta: “¡rechazamos!, ¡rechazamos!, ¡rechazamos!”. Y sigue contando Omar: “Entonces yo también empecé a repetir con ellos: ¡rechazamos!, ¡rechazamos!, ¡rechazamos!.”

Debemos sacar una lección de todo esto, y es que el canto o el arte no están prohibidos por el Islam en general, en tanto en cuanto sirva al resurgimiento de la Comunidad y no incite a las bajas pasiones ni haga perder la esperanza en el Resurgimiento, en cuyo caso no está permitido.

El mensajero de Al·lâh responde también con un verso:

¡Oh Sustentador, no hay vida sino la Otra;

concede  a los Ansâr y a los emigrantes Tu Misiricordia!

Y así le secundan  los demás al unísono:

Somos quienes juramos lealtad a Mohammad,

con promesa de jamás abandonar la Ÿihad.

Quienes prometimos ir por el buen camino,

invocadores de Al·lâh, héroes del sacrificio.

¿Os dais cuenta de la belleza de estos versos y del espíritu de compromiso con la Comunidad?.

¿Observáis cómo colaboraba el Profeta en la excavación entonando los cánticos y cómo amaba a la gente y era amado por ella?.  ¡Que Al·lâh nos conceda el privilegio de ver la batalla de Aljandaq (la Trinchera) sobre los ríos del Paraíso!. Pero lo fundamental es que permanezcamos fieles después de Ramadán y llevemos a cabo con intensidad nuestros actos de adoración.

Después de cinco días de excavación, el hambre se tornó insoportable. Ÿâbir Bnu-Abd-Al·lâh vio al atardecer cuán desfigurado estaba el vientre del Profeta (SAAWS). Entonces dijo: “fui hacia mi mujer y la pregunté si disponíamos de algún alimento. Me contestó: “tenemos una pechuga de gallina y un puñado de cebada”.  Preguntó: “¿es suficiente para cuántos?. La esposa: “es suficiente para nuestros hijos”. Ÿâbir: “¿Es suficiente para el Mensajero de Al·lâh?. La esposa: “Sí”. Ÿâbir : “entonces, ¡no des de comer a los niños!; primero, el Profeta”. Ÿâbir fue hacia el profeta y le dijo secretamente: “¡Oh mensajero de Al·lâh, ven conmigo!, tenemos en casa pechuga de gallina y  un puñado de cebada”.  El Profeta (SAAWS) contestó: “¿vengo solo? . Ÿâbir : “Omar y Aba Bakr también”. El profeta subió al monte y anunció a todos sus compañeros, tanto a los emigrantes como a los Ansâr, que están invitados a casa de Ÿâbir para comer. Ÿâbir le dijo: “la comida es  pechuga de gallina y un puñado de cebada”.  El Profeta dijo a Ÿâbir: “ve a tu casa y no toques la comida hasta mi llegada”. Ÿâbir fue a su casa e informó a su mujer que el Profeta (SAAWS) viene y con él todo el ejército. Ella, creyente y cuerda, le preguntó si el Profeta estaba al tanto de la cantidad de comida disponible. Le dijo: “sí”. Entonces le respondió: “Al·lâh y su mensajero saben más”. Entonces le dije: “Es cierto”.

¿Os dais cuenta cómo destaca a lo largo de toda la “Sirah” (trayectoria del Profeta (SAAWS)) la actuación de las mujeres, con su extraordinaria firmeza?. Me pregunto: ¿acaso se ha marginado a la mujer debido a que conocen su actitud llena de firmeza?. ¿Acaso han hecho que las mujeres odien el Din (la religión) por miedo a la religiosidad, al Islam y al Profeta (SAAWS)?

Llegaron el Profeta (SAAWS) y todo el ejército a casa de Ÿâbir. El Profeta (SAAWS) le dijo  “vas a ser hoy, oh Yâbir, nuestro portero” y le sugirió que los hiciera entrar en grupos (observemos el contraste entre este espíritu organizativo con nuestra situación en las estaciones de autobuses).

Cuenta Ÿâbir: “Dije: éste es el primer grupo que entra, oh Profeta de Al·lâh”. Y sigue contando Ÿâbir: “entonces sale el primer grupo y cuando me fijo en sus rostro, los encuentro satisfechos” Cuando terminó de comer el segundo grupo, les pregunto si se habían saciado, y ellos responden: “sí, toda alabanza pertenece a Al·lâh”. Y así, hasta que salió el Profeta (SAAWS)  quien le dijo: “¡Al·lâh te bendiga, a tu mujer y a tus hijos por la comida, oh Ÿâbir!”. El hombre entró a su casa y constató que el alimento no había sufrido cambio alguno, salvo un minúsculo rasguño en la pechuga. ¿No se trata ciertamente de un milagro?.

Pero observemos que el milagro no tiene lugar sino después de mostrar altruismo, en este caso, cuando Ÿâbir hubo procurado el bien del Profeta (SAAWS) a costa de sí mismo y de su familia y cuando hubo rechazado el Profeta (SAAWS) comer solo. Lo que sucedió lo llamamos en Islam “baraka”, es decir, una bendición, una gracia divina. La “baraka” existe en todo tiempo y lugar pero después de procurar el bien del prójimo a costa del nuestro. El milagro no tuvo lugar, sin embargo, en la excavación de la trinchera, para que se convierta en una experiencia humana que nos sirva de ejemplo a nosotros.

Y finaliza la excavación de la trinchera después de diez días exactamente, durante los cuales se esfuerza el Profeta de una forma extraordinaria, puesto que está vigilando y participando en la excavación. Vuelve a su casa por la tarde y cuenta “sayyidato” – nuestra señora distinguida- ‘Âisha: “Por Al·lâh que el Profeta (SAAWS) volvía agotado de la trinchera, y antes de dormirse ponía su cabeza en mi regazo y no transcurrían más que unos segundos cuando se le escuchaba un ronquido tal que no se lo había escuchado antes. Y una vez, cuando estaba así de sumergido en sueño vino Saad Bnu Abî Waqqâs ya avanzada la noche y despertó al Profeta. Le preguntó: ¿Pasa algo Sa’d? Le contestó: “No. Solo he venido para preguntarte si tenías algo que ordenar”. Le dijo el Profeta (SAAWS): “ve a la trinchera”. Y sigue contando ‘Âisha: “Por Al·lâh que no he podido olvidar que Sa’d despertara al Profeta de Al·lâh  sin motivo”.

¿Te das cuenta de todo el esfuerzo que el Profeta ha tenido que llevar a cabo?

La excavación estuvo terminada en 10 días, pero quedaba una roca que los musulmanes no pudieron fracturar. Ni Abû-Bakr ni Omar ni ‘Ali pudieron quebrarla. Entonces mandaron a por el Profeta (SAAWS) quien al llegar pidió que le diesen un pico y rociaran la roca con un poco de agua. Entonces dijo: En el nombre de Al·lâh”. Se cuenta: Entonces dio el Profeta (SAAWS) un fuerte golpe a la roca que estremeció a los compañeros y que hizo que desprendiera chispas. Y dijo “En el nombre de Al·lâh, Persia ha sido conquistada” y dio otro golpe diciendo: “En el nombre de Al·lâh, Roma ha sido conquistada” y con el tercero golpe la roca ha sido pulverizada.

Dijo esto el Profeta para elevar la moral de los musulmanes. Y la gente más valiosa de nuestra Comunidad es la que es capaz de transmitir la esperanza a la gente elevando su moral y haciendo frente a su desaliento. Pues todo aquel que diga “de nada sirve el esfuerzo” no sigue los pasos del Bien-amado. Y es gracias a la disciplina y a la buena administración, que se terminó la excavación de la trinchera.

A su llegada, los enemigos fueron sorprendidos por la trinchera y se sintieron obligados a cercar la trinchera y esperar y no estaban en condiciones de hacer frente a esto con el avituallamiento necesario. Se vieron en una situación de estar a la defensiva pudiendo el Profeta (SAAWS) de este modo llevar a cabo su estrategia.

El bloqueo duró 24 días esperando un momento de inadvertencia por parte de los musulmanes para atravesar la trinchera. He aquí a Amr Bnu-Al-‘Âs  y  Khâlid Bnu-Al-Walîd los jefes de caballería, que cabalgaron 4 kilómetros y medio esperando la inadvertencia de algún grupo para mandarle una señal a Aba-Sufiân para atravesar la trinchera.

De ahí viene la importancia de la vigilancia a fin de que no se despiste ninguno de los 1500 efectivos musulmanes. Para ello a cada grupo de los 25 corresponde un vigilante; Sa’d Bnu-Mu’âdh con su grupo recorrían los grupos de vigilantes para cerciorarse de la falta de despiste por parte de ninguno de ellos. Esto durante el día. Para ello, tanto Omar Bnu-Al-Khattâb como Abû-Bakr vigilaban tanto a Sa’d- Bnu-Mu’âdh como a su grupo. También, el Profeta (SAAWS) tenía la misión de vigilar desde el monte Sal’ a su vez a Omar-Bnu-Al-Khatab, a Abû-Bakr y al resto de los grupos. Cuatro puntos de vigilancia durante 24 días sin ningún fallo.

Los qorayshitas se les ocurrieron una idea, consistente en aliarse con los judíos de Madina, Banû Quraydha. Estos últimos poseían armas con las que podrían matar a las mujeres y a los niños que se encontraban al sur, lo que obligaría al Profeta (SAAWS) a dirigirse allí o a aminorar los efectivos que tenía atrincherados, de manera que serían atacados desde el Norte y desde el Sur. [Cuando os vinieron desde arriba y desde abajo y los ojos se salían de las órbitas, los corazones llegaban hasta la garganta y hacíais suposiciones sobre Al·lâh] 33:10.

Hoyayy Bnu-Al-Ajtab se dirigió hacia el jefe de Banî Qoraydha, Ka’b-Bnu-Sa’d y le manifestó: “te he venido con lo más exitoso y lo más bueno que esconde la historia; te he venido con Qoraysh y Ghatfân”. El jefe le respondió: “me has venido con lo peor que esconde la historia. Por Dios que no he visto de Mohammad más que cumplimiento de los compromisos y justicia, no me ha tomado nada de mis bienes, no me ha obligado a creer en su religión, y cuando os ha expulsado no me ha juzgado por vuestro error”. Pero Hoyayy no renunció hasta convencerle. Pero le pidió que fuera él el que determinara el momento de atacar a las mujeres y a los niños y romper el pacto.

Cuando la noticia llegó al Profeta (SAAWS) dijo: “Mi valedor es Al·lâh y Él es mi mejor Apoderado” Hasta entonces el Profeta (SAAWS) no se había desasosegado tanto como lo hizo esta vez, pues se trataba de una situación muy grave. El Profeta (SAAWS) pidió a Sa’d-Bnu-Mu’âdh y a Sa’d-Bnu-Ubâda de asegurarse de la noticia. Como Sa’d-Bnu-Mu’âdh pertenecía a la tribu de los Aws que mantenía un pacto con Banî Quraydha, se dirigió al jefe de Bani Qoraydha y le preguntó: “¿no habéis firmado un pacto con el Mensajero de Al·lâh?”. El jefe respondió: “¿Y quién es el Mensajero de Al·lâh?; no existe ningún pacto, pues hemos rasgado el documento”. Entonces empezó a enfurecerse Sa’d-Bnu-Mu’âdh y a dirigirle reproches. Pero le dijo Sa’d-Bnu-‘Ubâda “no le dirijas reproches pues la situación es más grave de lo que parece como para merecer simples reproches”.

El profeta (SAAWS) había pedido a Sa’d de no declarar en público la verdad de la noticia si fuese mala sino que utilizase una señal que pudiera entender el Profeta (SAAWS) solamente para no desalentar a los musulmanes; pero si aún mantenían su lealtad, entonces que lo pregonase abiertamente. Por eso Sa’d-Bnu-Mu’âdh, cuando obtuvo la información, dijo al Profeta: “’Adl y Quârra”, que son nombres de tribus que habían traicionado al Mensajero de Al·lâh (SWT) anteriormente.  El Profeta, que comprendió la clave, gritó: “ Al·lâh es el más grande,  buen augurio, ¡esperad un triunfo por parte de Al·lâh!” y nadie más que él había descifrado el mensaje. Entonces el Profeta se sentó perplejo y estuvo así un buen rato. Pero los judíos publicaron la noticia en el interior de la ciudad por lo que todos se enteraron. Los hipócritas empezaron a burlarse de los musulmanes y de lo que decía el Profeta cuando estaba golpeando la roca. Al·lâh dice en su libro: [Y cuando un grupo de ellos dijo: ¡Gente de Yazrib (Madina) no tenéis donde estableceros, volveos! Hubo algunos que pidieron dispensa al Profeta diciendo: Nuestras casas están desnudas (desprotegidas). Pero no estaban desnudas, sino que querían huir.] (33:13) Al Ahzâb /( los coaligados).

Se ve la moral de los compañeros por los suelos [Cuando os vinieron desde arriba y desde abajo y los ojos se salían de las órbitas, los corazones llegaban hasta la garganta y hacíais suposiciones sobre Al·lâh. Allí los creyentes fueron puestos a prueba y sufrieron una violenta conmoción.] (33:10-11) Al Ahzâb / ( los coaligados).

Los judíos empezaron a ejecutar su plan. Enviaron a un hombre para explorar el fortín donde acampaban las mujeres y los niños. Como centinela estaba Hassân-Bnu-Zâbit, el poeta del Profeta (SAAWS) que no entendía de guerra. Safíya, la tía del Profeta (SAAWS) y madre de Zubayr le ordenó a Hassân matar al hombre. Hassân respondió que no era capaz de matar. La mujer tomó la barra y golpeó al hombre dos veces en la cabeza y lo mató. Entonces pidió a Hassân de cortar su cabeza y arrojarla cerca de los fuertes de los judíos para mostrarles que había una vigilancia en el fortín de las mujeres. Hassân respondió que no podía hacerlo. La mujer tuvo que cortar ella la cabeza, a lo que Hassân tuvo que volver su rostro por no soportar la imagen. Luego arrojó ella misma la cabeza decapitada cerca de su fortaleza. De esto pudieron desprender los judíos que había ciertamente vigilancia. Es por eso que el Profeta después del triunfo ofreció una daga a Safiya del reparto del botín, como símbolo de su contribución a la protección de la retaguardia del ejército. Esto significa que las mujeres nunca han sido negativas.

 

El Profeta (SAAWS) marchó hacia Ghaftan, como segunda tribu fuerte después de Qoraysh, con 3 mil efectivos. Negoció con ellos recibir una tercera parte de los dátiles de Madina a cambio de renunciar a la guerra. Le respondieron: “no, queremos la mitad”. El Profeta (SAAWS) no aceptó y les repitió la misma oferta. Aceptaron finalmente y el Profeta dijo: “pues, voy a consultar a mis compañeros”. Ellos dijeron: “pero eres tú el jefe”. El Profeta (SAAWS) dijo: “ sí, pero la ciudad les pertenece y es preciso consultarles”.

 

El Profeta (SAAWS) demandó la opinión de Sa’d-Bnu-Ubâda y de Sa’d-Bnu-Mu’âdh. Le preguntaron si se trataba de un hecho consumado para callarse. Les dijo el Profeta que no se haría nada hasta consultar con vosotros. Sa’d le respondió: “¡Oh Profeta!  ¿Es Al·lâh el que te ha ordenado hacerlo y nos callamos; o algo que quieres que hagamos, y que haremos para satisfacerte; o algo que debes hacer por nuestro bien y por miedo por nosotros?. El mensajero de Al·lâh (SAAWS) dijo: “es algo que debo hacer por vuestro bien. Juro por Al·lâh que quiero sólo dividir a los árabes y hacer que os unáis bajo una misma dirección”. Sa’d dijo: “Oh Profeta de Al·lâh, fuimos antes junto con esos una gente incrédula, adorábamos ídolos, y no creíamos en Al·lâh. A pesar de todo eso, nadie codició un solo dátil de los dátiles de Madina sin tener que pagarlo. ¡¿Ahora, que Al·lâh nos ha agraciado con el Islam, van a tomarlo sin pagar por él?!. ¡Por Al·lâh, que lo único que van a obtener de nosotros serán nuestras espadas!. El profeta sonrió y dijo: “como queráis”. Entonces se volvió a la tribu de Ghaftân diciendo: “los dueños de Madina no aceptan el pacto”.

 

¿Os dais cuenta, los aquí congregados, cuán valiosas son las riquezas de nuestros países y no nos sacrificamos por ellas, siendo así que Occidente viene cometiendo injusticia con nosotros durante tantos años al llevarse nuestras materias primas y devolverlas a nosotros como productos acabados mucho más encarecidas?. Occidente ha seguido enriqueciéndose mientras entre nosotros lo que se ha incrementado ha sido el paro y la pobreza. Debe prevalecer la verdad y la justicia en la producción de los bienes en el mundo.

 

Han transcurrido 23 días del asedio, y el Profeta (SAAWS) se ha visto obligado a enviar algunos efectivos para proteger a las mujeres y los niños. Qoraysh empezó a aventurarse a irrumpir en la zanja. Entre ellos estaba Amr-Bnu-Wad, a quien nadie era capaz de vencer en la lucha libre, un personaje que no había participado en la batalla de Badr ni en la de Uhud por estar de viaje, y hoy descendía en la trinchera con su caballo diciendo: “¿quién me reta?”. Ali dijo al Profeta: “yo lo reto”. El Profeta le dijo: “¡siéntate!, que este es Amr-Bnu-Wad”. Ali insistió: “sí, él es Amr y yo soy ‘Alí”.  El Profeta (SAAWS) le dijo entonces: “¡toma mi espada! Y rogó para él: “¡Oh Al·lâh, acude en su ayuda! ¡ Oh Al·lâh has tomado a Abâ ‘Ubayda en Badr y has tomado Hamza en Uhud, ¡ no me dejes solo, Tu eres el que mejor hereda!”. ¿Os dais cuenta cuánto quería el Profeta a ‘Alí y cuánta ternura tenía (SAAWS)?

 

Se adelantó ‘Alí al frente en dirección a ‘Amr-Bnu-Wad. El hombre le preguntó: “¿Quién eres tu?”. Le respondió: "Soy ‘Alí, hijo de Abâ-Tâlib”. El hombre le dijo: “¿’Alí Bnu Abí Tâlib?. Hijo, tu padre era amigo mío, no quiero matarte. Apártate”. Ali le replicó: “pero yo sí quiero matarte, tienes que elegir entre tres cosas: decir {Doy testimonio de que no hay más dios que AL·LÂH y de que Mohammad es Su siervo y Su enviado}, regresar a Makka o bien te decapito”. (Este es, jóvenes, ‘Alí, el símbolo de la hombría). Al escuchar estas palabras de ‘Alí, el hombre se puso enfurecido, hirió su caballo y con su sangre se embadurnó su cara. Entonces lo agredió con un potente golpe de espada que encajó ‘Alí con su escudo. Ambos empezaron a embestirse, y no se vio más polvo ascendiendo. El Profeta (SAAWS) no paraba de implorar de Al·lâh: Auxilia, oh Al·lâh, a ‘Alí. La gente siguió con atención el combate hasta que se hizo el silencio y en medio del polvo se alzó una voz: “Al·lâho Akbar” (Al·lâh es el más grande). El Profeta (SAAWS) también gritó: “Al·lâho Akbar” Entonces apareció ‘Alí portando la cabeza de Amr Bnu Wad”. El Profeta (SAAWS) le dijo: “Arrójala donde se encuentran ellos para que se espanten”

 

Sa’d-Bnu-Mua’d, a causa de una flecha errática que le alcanzó en su brazo, fue llevado a una tienda en la Mezquita del Profeta donde fue tratado por Rafida por orden del Profeta (SAAWS) Este fue el primer hospital organizado por los musulmanes, dirigido por una mujer. Sa’d fue acarreado mientras perdía sangre, y entonces dijo: “¡Oh Al·lâh! Si hay todavía batallas contra Qoraysh no quiero morir sin que las asista, pues no hay pueblo que yo desee combatir tanto como al pueblo que ha dañado al Profeta (SAAWS). Si esta es la última batalla, quiero morir como mártir. Y no quiero que me quites la vida hasta que cures mi pecho vengándote de Banî Qoraydha”.

 

En ese momento, perteneciente a la tribu de Ashÿa’, una de las tribus enemigas que estaban cercando la trinchera, aparece Nu’aym-Bnu-Mas’ûd, quien se dirigió hacia el Profeta (SAAWS) para declarar su creencia en el Islam. Nu’aym dijo: “estoy a tu disposición, esperando tus órdenes”. El Profeta (SAAWS) dijo: “Tu para nosotros seguirás siendo una persona íntegra, por tanto puedes simular divergencia con nosotros, pues la guerra es engaño. Te diré lo que puedes hacer…”. Observemos a este juicioso e íntegro hombre. Que aprenda nuestra juventud de él.

 

Se dirigió a Banî Qoraydha ocultando que se ha convertido al Islam. Y les dice: “Ya conocéis mi amor hacia vosotros y mi odio hacia Mohammad”. Le responden: “tú, entre nosotros, no has sido nunca objeto de ninguna acusación”. Siguió: Esta tierra os pertenece a vosotros no a Qoraysh. Ella –Qoraysh – puede hartarse y decidir desistir de luchar contra Mohammad y regresar con su ejército. Si encuentra que existe una buena oportunidad se quedaría para aprovecharla pero si encuentran riesgo para su tribu os abandonarán a vuestra suerte y no podréis estar a salvo de Mohammad”. Le dijeron: “¿Y qué es lo que propones?”. Les contestó: “Proponed a Qoraysh la guerra y pedidles 50 personalidades de sus notables como aval.  Si aceptan eso, significa que  quieren combatir; si no, es que os van a engañar”. Dijeron: “Cierto, es una buena Opinión”

 

También, se dirigió hacia Abâ-Sufiân y le dijo: “Sé que Banû Qoraydha han cambiado su decisión y han propuesto a Mohammad entregarle 50 notables de Makka a cambio de su perdón. Y él ha aceptado”.    

 

Al día siguiente, Abû-Sufian fue hacia Ka’b-Bnu-As’ad y le preguntó: “¿Cuándo vamos a combatirles?”. El otro respondió: “¡envíanos a 50 personalidades para estar seguros de vuestra promesa de lucha”. Entonces Abû Sufyân pensó por dentro: “cierto, tenía razón No’aym Bnu Mas’ûd” De este modo, ambos no se pusieron de acuerdo y terminaron separándose, y ello supuso el principio de la victoria, gracias a un solo hombre. No se le conoce en la trayectoria del Profeta a este hombre otras actuaciones parecidas. ¿Quién está dispuesto a seguir su ejemplo?

 

Es Miércoles, y el Profeta (SAAWS) sobre la montaña Sal’ lleva implorando durante tres días seguidos y hoy se halla en un sitio llamado Mezquita de Fath suplicando a Al·lâh: “¡Oh Sustentador! Cubre nuestra desnudez, apacigua nuestros temores. ¡Oh Al·lâh, revelador del Libro, que haces navegar las nubes, vencedor de la coalición, ¡Derrótalos, sacúdelos y concédenos el triunfo!. Y este fue el último día. Se presentó después de esta plegaria, una noche fría, lluviosa, con un fuerte viento que arrancó las estacas de las tiendas de los enemigos y arrojando lejos los víveres y golpeando sus rostros brutalmente con la tierra y la arena. Así dio comienzo la victoria: gracias a esta potente ventisca. Eso vino después de haber resistido con paciencia y hecho todo el esfuerzo posible. Aquí descendió la revelación de Al·lâh: ((¡Vosotros que creéis! Recordad la gracia de Al·lâh con vosotros cuando vino a vosotros un ejército y mandamos contra ellos un viento y ejércitos que no veíais.
Al·lâh ve lo que hacéis.”.
  Al Ahzâb  /  (La Coalición) 33:
9.

 

Podrían acudir en nuestro auxilio los vientos en cualquier época, ¿pero dónde están los hombres merecedores de ese favor en nuestros días?. Porque Al·lâh no favorece a nadie salvo que previamente esté dispuesto a hacer triunfar a Al·lâh:

[Vosotros que creéis! Si auxiliáis a Al·lâh, Él os auxiliará a vosotros y dará firmeza a vuestros pies]. Sura Mohammad  47; áya 7.

 

El Profeta (SAAWS) dijo: “¿quién está dispuesto a ir en busca de noticias sobre el enemigo?”. Nadie osó contestar ni moverse a causa del frío y del temor. Repitió de nuevo: “¿quién está dispuesto a ir en busca de noticias sobre el enemigo y le garantizo la vuelta?”. Tampoco se levantó nadie. A la tercera: “¿quién está dispuesto a ir en busca de noticias sobre el enemigo, le garantizo la vuelta y será mi amigo en el Paraíso?”. Nadie se ofreció tampoco. Entonces, el Profeta (SAAWS) dijo a Hudayfa Bnu Alyamân: levanta tú. Cuenta Hudayfa: “no encontré a nadie dispuesto a ofrecerse y por Al·lâh que, de no ser por vergüenza del Profeta (SAAWS), no me hubiese levantado. Le dijo el Profeta (SAAWS): ve y procura volver con información acerca del enemigo sin provocar conflicto.

 

Hudayfa cuenta: “fui temblando de frío, hasta llegar a la trinchera donde empecé a sentir calor como si estuviese en un baño (tomad iniciativa, jóvenes y Al·lâh os afianzará). Y proseguí hasta ver a Abâ-Sufiân buscando fuego para calentarse sus manos. Se dirigió a la gente: “Oh, gente, agruparos a mi alrededor”. Entonces me senté entre ellos (siendo muy intensa la oscuridad) y dijo: “Os voy a hablar muy seriamente. Que cada uno se asegure de quién está cerca de él, pues no puedo estar seguro de la infiltración de los espías de Mohammad.”

 

Prosigue su narración: “Entonces, me anticipé preguntando a dos personas que estaban a mi lado: “¿Quién eres tú?”. “‘Amru-Bnu-Al ‘âs”, me contestó el primero. “¿Y tú?”. Me respondió el segundo: “Muâwiya-Bnu-Abî-Sufyân”... (¿Os dais cuenta de la agilidad mental?. Cuando Amru Bnu Al’âs llegó más tarde a abrazar el Islam, estuvo un año riéndose cada vez que recordaba el incidente.). Miré a Abâ Sufyân y vi que estaba justo delante de mí. Agarré una flecha pensando matarle, pero recordé la orden del Profeta (SAAWS) de no provocar ningún incidente, y entonces solté la flecha. Abâ-Sufyân empezó a hablar diciendo: “¡ Oh gente! Se han aunado sobre vosotros la traición de los judíos, el frío y el viento, y como el asedio no se va a terminar, voy a regresar. ¡Seguidme!”. Entonces pensé por dentro: “Dijo verdad el Profeta (SAAWS). Gracias a Al·lâh que no he provocado entre ellos ningún incidente. Luego regresé al Profeta, y tan pronto llegar, volvió a mí el frío. Lo hallé rezando en la Mezquita. Al terminar la oración me cubrió con su capa y de ese modo volvió a mí el calor. Entonces se inclinó y se prosternó mientras su mano me abrigaba (¡Démonos cuenta de la ternura del Profeta!). El Profeta (SAAWS) tan pronto finalizó su rezo y saludar, le dio Hudayfa la buena nueva: “el ejército de Qoraysh retorna”. Se levantó el Profeta diciendo en voz alta: “Que Al·lâh te dé buenas nuevas.”.

 

Entonces se volvió a su gente y dijo: No hay dios sino Al·lâh, El Único. Ha cumplido su promesa, ha hecho triunfar a Su ejército, ha vencido a la coalición Él solo”. Después dijo: “Hoy podemos conquistarles en vez de que nos conquisten”.

 

A partir de aquí finaliza la guerra defensiva. Y démonos cuenta que del mismo modo que se atravesaba por una fase transitoria, nosotros también estamos atravesando por una fase transitoria.

 

El Mensajero de Al·lâh les pidió a sus compañeros que regresasen a sus hogares (habían transcurrido 24 días de resistencia). En estos momentos vino Ÿibril [Gabriel] por orden de Al·lâh y dijo al Profeta (SAAWS): “¿Habéis depuesto vuestras armas antes que los ángeles? Bani Qôraydha os han traicionado y Al·lâh no ama a los traicioneros.”. Entonces, el Profeta (SAAWS) pidió a la gente regresar otra vez y que la guerra todavía no había terminado (¿Os dais cuenta cuán valiosa es la misión?), y les dijo: “aquel que crea en Al·lâh y en el Último Día, no ha de rezar la oración de Al ‘Asr sino en Banî Qoraydha”. Algunos interpretaron que había dicho que no debían rezar Al’Asr sino en Banî Qoraydha mientras otros las interpretaron como que debían rezar Al ‘Asr tan pronto como llegue la hora de hacerlo aun antes de llegar y acudir después a Banî Qoraydha. Entonces, algunos rezaron el ‘Asr por el camino y otros lo hicieron en Banî Qoraydha, sin que el Profeta haya reprendido a ninguno de ellos (Esta es la ética de la divergencia. Tomad  ejemplo, ulemas de la Nación Islámica, y basta de controversia en la Jurisprudencia Islámica)

 

El bloqueo de Banî Qoraydha duraó 25 días hasta que su gente querían deponer sus armas               y abandonar Madina. Pero el Profeta (SAAWS) les dijo que tenían que esperar su decisión. Intervino la tribu de Aws apelando a la justicia del Profeta y a su benevolencia. Les dijo: “¿No queréis que lo decida un hombre de los vuestros?”. Contestaron: “De acuerdo”. Entonces les dijo: “Ese no puede ser otro que Sa’d-Bnu-Mu’âdh. ¿Estáis conforme?”. Asintieron, y entonces Sa’d Bnu Mo’âdh, que estaba herido y se encontraba en Madina, acudió montado en un asno y después fue ayudado por dos hombres a incorporarse, dado que la herida le impedía ponerse de pie por sus propios medios. Les dijo: “ha llegado el momento de que la decisión de Sa’d no se vea interferida por el reproche de ningún censurador”. Entonces les preguntó: “¿Aceptáis mi dictamen?”. Dijeron que sí”. Observó al Profeta (SAAWS) quien con un movimiento de cabeza le dio su conformidad así como Alí (RAA). Entonces dijo: “Lo que veo es que nos habéis traicionado a todos nosotros. Por tanto, veo que deben ser sacrificados los hombres, sean tomados sus bienes y sean objeto de cautiverio sus mujeres y su descendencia”. El Profeta (SAAWS) dijo: “Oh Sa’d has pronunciado el dictamen de Al·lâh más allá de los siete cielos. Y el Islam es Misericordia, pero no con los líderes de la traición”.

 

La herida de Sa’d empezó a sangrar con mayor intensidad. Entonces el Profeta (SAAWS) lo tomó entre sus brazos, llegando su sangre a manchar su barba. Cada vez que los compañeros la limpiaban les decía: “volved a ponerlo en mi regazo”. Y le dice el Profeta: “Por Al·lâh, Oh Sa’d, que has sido fiel con Al·lâh y con su Mensajero. Él te concederá Su Promesa como tú has cumplido Su promesa”. Luego pronunció Sa’d la shahada. El Profeta (SAAWS) dijo a sus compañeros que por la muerte de Sa’d se ha movido el trono de Al·lâh, y 70 mil ángeles han acudido a su  funeral.

Mañana, hablaremos de las condiciones sociales de Madina. Os veré, si Al·lâh quiere en buen estado.

Y que la Paz, la Misericordia y las Bendiciones de Al·lâh sean con vosotros.

[1] SAAWS = Sala Al·lâhu Alihi Wa Salam = que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre él.

[2] RAA = Radiya Al·lâh ‘Anho = que Al·lâh esté complacido con él

[35] TSQ = Traducción del significado del Qor'an. Esta traducción es para el significado observado, hasta ahora, del indicado (Surah o Ayah) del Qor'an. La lectura del significado traducido del Qur'an nunca puede sustituir la lectura de él en árabe, la lengua en la cual fue revelado.

 Fuente: www.amrkhaled.net

 

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