El
Islam
Islâm es
el nombre con el que se conoce al
Mensaje Revelado (Dîn) que trasmitió Muhammad (s.a.s.). El Islam es un Dîn,
un Mensaje Revelado y una Senda sobre la que el ser humano
redescubre a su Creador y se orienta hacia Él. El Islam, lo que significa y
representa, es el Dîn por antonomasia, la Senda, y sólo metafóricamente se da el
nombre de dîn a cualquier otro sistema espiritual o religión. El Islam, en tanto
que rendición incondicionada al Creador, es el Dîn de Allah (Dîn-u-llâh), es
decir, la manera de vivir y de situarse en el mundo que le satisface, pues ha
sido revelada por Él mismo y es conforme a su Verdad (es Dîn al-Haqq).
Dîn e Islâm son, por un lado y antes que nada, sinónimos; por otro, Dîn tiene un
sentido ancestral e Islâm se aplica entonces a la forma que adopta bajo la
predicación de Muhammad (s.a.s.); en este sentido, Islâm es la recuperación del
Dîn por parte del Último Mensajero. Esta denominación para el Dîn, la de Islâm,
no fue elegida por el Profeta (s.a.s.), sino que forma parte de la Revelación.
Allah dice en el Corán: “Me complace el Islam para vosotros como Dîn”.
En principio, la palabra Islâm
deriva de la raíz s-l-m, que contiene varias ideas.
-
Primero, la idea de
salud
(estar libre de enfermedades de cualquier tipo tanto externas y físicas como
internas y espirituales).
-
Segundo, la idea de paz (ausencia de conflicto,
bienestar, sosiego).
-
Tercero, la idea de
obediencia (rendición,
claudicación), que significa sintonía con el Imperativo que rige la existencia.
Esos conceptos iniciales
adquieren con la Revelación unos matices especiales. De modo general, Islâm
significa declarar la Unidad-Unicidad del Creador de todo lo que existe (Allah)
sometiéndole todo el ser con sinceridad y autenticidad, manifestándolo con la
aceptación de la enseñanza de su Mensajero (s.a.s.).
En el Corán, Islâm aparece como
antónimo de Shirk, asociación,
idolatría, politeísmo, es decir, concebir que algo o alguien
comparte alguna de las características exclusivas de Allah: “Diles: ¿Adoptaré
a parte de Allah algún aliado? Él es el Creador de los cielos y de la tierra, y
alimenta y no es alimentado. Diles: Se me ha ordenado ser el primero en
sometérsele y ‘no seas de los que le asocian algo’...”.
El Corán también presenta Islâm
como opuesto a Kufr, rechazo,
ingratitud, es decir, la negación de Allah, ya sea por ignorancia o
rebeldía: “(Allah) no os ordena tomar a los ángeles y a los profetas como
señores. ¿Os ordenaría el Kufr después de haberos hecho musulmanes?”.
En otras ocasiones, Islâm
aparece en el Corán con el significado de sinceridad, autenticidad y pureza en
la intención de afrontar a Allah y aceptarlo como único Señor: “¿Quién sigue
un mejor Dîn que quien rinde (áslama) su rostro ante Allah y es excelente?”.
Otras veces, es sinónimo de
sumisión y obediencia a Allah: “Volveos hacia vuestro Señor y claudicad
(aslimû) ante Él”.
El verbo áslama-yúslim (rendirse
a Allah, ser musulmán) es aplicado a veces en el Corán a todas las
criaturas, ya sean o no formalmente musulmanas, y es porque todos los seres
están sometidos en la raíz de su esencia al Imperativo creador de Allah, lo
acepten o no lo acepten: “¿Vais a seguir un Dîn que no sea el de Allah? A Él
se han rendido (áslama) quienes están en los cielos y en la tierra,
voluntariamente o a la fuerza. Y a Él volveréis”.
Ahora bien, por lo general, el
Corán aplica el verbo áslama-yúslim más específicamente a quienes se le rinden
voluntariamente, y entonces llama
musulmanes (muslimûn) a todos los profetas de la humanidad y a sus
seguidores. Según el Corán, Noé dijo: “Y se me ha ordenado ser de los
musulmanes”.
Allah dice de Abraham en el Corán:
“Y lo elegí en el mundo y
junto a Mí para que fuera de los rectos. Cuando su Señor le dijo: ‘¡Claudica
(áslim)!”, respondió: ‘Me rindo al Señor de los Mundos’...”.
Y el profeta José dijo dirigiéndose a Allah: “Tú eres mi Aliado en este mundo y junto a
Ti. Permíteme morir como musulmán y hazme alcanzar a los justos”.
Moisés
dijo a su pueblo: “Oh, pueblo mío, si estáis abiertos de corazón a Allah,
confiad en Él, si es que sois musulmanes”.
El Corán dice de Jesús: “Cuando
presintió en ellos (una tendencia) al Kufr, les dijo: ‘¿Quiénes de vosotros
seréis mis Compañeros hacia Allah?’. Los apóstoles le dijeron: ‘Hemos abierto
nuestros corazones a Allah. Da fe de que somos musulmanes’...”.
Es decir, todos los seres son
musulmanes en su raíz, pero son plenamente musulmanes los que, al conocerse a sí
mismos, reconocen y realizan también en el plano de la conciencia su sujeción a
quien los ha creado y recrea en cada instante.
Tras todos los profetas de la
humanidad, Allah envió a su Mensajero Muhammad (s.a.s.) con la Ley que
completaba todos los mensajes anteriores, y por ello Allah le dijo en el Corán: “Te hemos revelado lo que les revelamos a Noé y a los profetas que vinieron
tras él, lo que revelamos a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las tribus, a
Jesús, a Job, a Jonás, a Aarón, a Salomón, y a David a quien di los Salmos”.
De lo anterior deducimos que la
Revelación hecha a la humanidad desde sus comienzos es un mismo Dîn, una
Senda que tiene como fundamento el Tawhîd, que es, por un lado, la
Unidad y Unicidad del Creador, y que consiste, por otro lado, en la absoluta e
incondicionada claudicación a Él. Eso es Dîn al-Haqq,
la Senda de la Verdad, el Dîn-u-llâh, el Dîn de Allah; ahora bien,
existen muchas manifestaciones de espiritualidad y sentidos de la trascendencia
incluso opuestos, y todo ello son sendas hacia Allah (adyân, plural de
dîn). Es decir, el Dîn es uno, es la sensibilidad espiritual, y tiene su origen
en Allah mismo, en la Verdad Creadora, pero en cada caso -en los individuos, en
los pueblos, en las naciones- ha sufrido evoluciones históricas que determinan
grandes diferencias que las convierten en religiones. El Islam es la
recuperación del sentido original del Dîn, es el Dîn por antonomasia, lo es en
la autenticidad de la emoción espiritual original; las demás sendas
(adyân) coinciden con el Islam en su detonante pero se diferencian en su
evolución. El Corán habla de este tema. Veamos lo que dice.
En primer lugar, el Corán
confirma que el mensaje inicial de todos los profetas es el Tawhîd, la
Unidad y Unicidad de Allah. El sentido de la Verdad anterior a todas las
cosas, Creadora de todas las cosas, Rectora de todas las realidades, es la
intuición que está en el comienzo de las inquietudes espirituales del ser
humano. Los profetas, sin excepción, han venido a reafirmar esa intuición, y así
el Corán dice a Muhammad (s.a.s.): “No he enviado a ningún profeta antes de
ti al que no hubiera revelado: ‘No hay más verdad que Yo. ¡Reconocedme!”.
Ese sentido radical de la
Unidad pura de Allah (el Tawhîd) y sus graves exigencias se perdían
con el tiempo, y de ahí que se sucedieran a lo largo de la historia profetas y
mensajeros que renovaban su espíritu. También la misión de Muhammad (s.a.s.)
consistía en un Recordatorio de lo mismo: “Diles: ‘Oh, gentes del Libro
(judíos y cristianos), acudid a una palabra en la que estamos de acuerdo, que no
reconozcamos como Señor más que a Allah y no le asociemos nada, y que unos de
nosotros no tomen a otros como señores al margen de Allah’. Si vuelven la
espalda, decidles: ‘Dad fe de que nosotros somos musulmanes’...”.
De lo anterior se deduce que la
función principal de todos los profetas era comunicar a la humanidad una
enseñanza básica, la de que no la creación tiene más que un Señor, y es su
Creador, Allah Señor de los Mundos. Esto es el Tawhîd, y todo lo que vaya
en contra de esta base universal y clara es un añadido ilegítimo a las
enseñanzas de los profetas.
El Dîn es uno, la Senda hacia
Allah es la de la rendición a su Verdad. Pero los hombres le han buscado
sustitutos, a los que han dado también el nombre de dîn (los adyân, en plural).
Las religiones, sistemas espirituales, jerarquías sagradas, etc., han surgido a
lo largo del tiempo como resultado de celos, rencores, enemistades e intereses
(todo a lo cual se le llama en árabe bagy). El Corán lo denuncia: “El Dîn
junto a Allah es la Rendición a Él (el Islam). Aquellos a los que les fue dado
el Libro disputaron -tras que le llegara la Ciencia- por imponerse unos a otros
(por bagy). Quien niega los Signos de Allah,... Allah no tarda en pedirles
cuentas. Si buscan polemizar contigo, diles: ‘Yo he rendido mi ser a Allah, y
así lo han hecho quienes me siguen’. Y diles a los que les ha sido dado el
Libro: ‘¿Sois musulmanes?’. Si lo son, están sobre el buen camino. Si vuelven la
espalda, has de saber que tú sólo eres un comunicador. Allah ve a los hombres”.
El Dîn es uno, y no es legítima
ninguna disputa en torno a él, porque pertenece a Allah, y Él es Uno, nítido.
Pero las divergencias de opinión
(el jilâf o ijtilâf) surgió entre los seguidores de los profetas. Se crearon
grupos y entre ellos se desató la discordia. El Islam consiste en la
recuperación de lo que se olvidó en medio de las disensiones y las polémicas. El
Corán dice: “Allah ha establecido para vosotros lo que legó a Noé, lo que te
ha sido revelado a ti (Muhammad), y lo que fue legado a Abraham, a Moisés, a
Jesús: erigid el recogimiento ante Allah y no os dividáis. Para los idólatras es
grave aquello a lo que les invitáis, pero Allah elige y atrae hacia Sí a quien
quiere, guía hasta Él a quien se vuelve. (Los que os precedieron) se dividieron
tras haberles sido comunicada la Ciencia intentando imponerse unos a otros
(bagy). Si no fuera por una Decisión de tu Señor anterior que determina el
momento de su extinción Él habría decidido entre ellos. Y los que vinieron
después de ellos heredando el Libro se debaten entre dudas...”. En este
texto coránico se nos dice que Allah ha ordenado a la Nación de Muhammad la Ley
que impuso a Noé, a Abraham, a Moisés, a Jesús, y entre las bases de esa Ley se
cuenta como la más importante el Tawhîd, la Unidad de Allah, y
junto a ella la Rectitud (Istiqâma). Esto es en lo que coinciden todas
las revelaciones. Los aspectos formales son derivaciones sujetas a las
necesidades de los hombres, y el Corán mismo lo sentencia cuando dice: “Para
cada (nación) establecimos una ley particular y un método”. Lo esencial, por
tanto, son el Tawhîd y la Rectitud (Istiqâma). Esos son los ejes
sustanciales del Dîn. El Dîn, junto a los aspectos particulares de las
enseñanzas de Muhammad (s.a.s.) constituyen el Islâm en el segundo sentido de
este término, tal como lo hemos visto a la cabeza de este artículo.
Un detalle a tener en cuenta en
el texto coránico citado es cuando dice: “Y los que vinieron después de ellos
heredando el Libro se debaten entre dudas”. Efectivamente, y es evidente,
las disputas surgidas en el seno de las grandes tradiciones espirituales de la
humanidad han creado situaciones de desencanto e incertidumbre entre sus
seguidores. Esa ‘duda’ es el indicio de la intervención humana en el devenir del
Mensaje inicial. Contra esa duda, el Corán nos invita a un constante retorno a
la fuente: “Por ello, invoca a Allah y sé recto tal como te ha sido ordenado y
no sigas sus frivolidades, y diles: ‘Me he abierto de corazón a lo que Allah
ha revelado como su Libro y se me ha impuesto ser justo hacia entre vosotros.
Allah es nuestro Señor y vuestro señor. Nuestras son nuestras acciones y
vuestras las vuestras. No haya rivalidades entre nosotros. Allah nos juntará.
Hacia Él es el devenir”.
Allah ha sellado la Revelación
con el Islam, que es una vuelta a los orígenes del Dîn: “Quien desee como Dîn
otra cosa que no sea el Islam, no le será aceptado y junto a Allah, tras la
muerte, estará entre los arruinados”.
Significado de la palabra Islam
Islam proviene de una raíz verbal árabe a la
que se asocian otras palabras, tales como "sAllahm" (paz), "sálim"
(salvo, sano), "múslim" (musulmán-sometido). Islam literalmente significa
"sometimiento a la Voluntad de Dios", el sentido esencial de la palabra Islam es
el de pacificación y tolerancia.
El Islam
¿ Quién es el Musulman ?
Un musulmán es aquel que libre y gustosamente
acepta el supremo poder de Dios (El Más Alto) y se esfuerza en organizar su vida
en absoluta conformidad con sus enseñanzas, contribuyendo a edificar las
instituciones sociales que tomaran el sendero de Dios. Mahometismo es un termino
que se aplica erróneamente a Islam y llega a ofender su esencia misma, ya que el
Profeta Muhammad (el nombre del español Muhammad
, es una corromper la traducción)
simplemente fue un mensajero de Dios y no es adorado por ningún fiel musulmán.
¿ Por que los musulmanes usamos el Nombre
"Allah" ?
Es conocido por todos que en cada idioma se
tiene uno o más términos que se usan en referencia a Dios, por ejemplo se dice
God en ingles, Dieu en francés…etc
Todos estos nombres tienen un plural: se dice
en castellano dioses; y tienen femenino: se dice en castellano diosa.
Pero, en idioma árabe se dice Allah ( este nombre es usado en los países árabes por los
musulmanes y cristianos ) Este término no tiene plural ni género y demuestra su
singularidad; por esta razón los musulmanes preferimos usar el nombre árabe
Allah en vez de traducirlo en Dios.
Es interesante que Allah o Allah es el nombre
personal de Dios en Arameo, la lengua de Jesús, y también en la lengua Árabe.
Para conveniencia de los lectores de habla
hispana, la palabra Dios se usara en este folleto
LA CONTINUIDAD DEL MENSAJE
Islam
no es una religión nueva. Es en realidad el mismo mensaje y la misma orientación
que Dios reveló a todos sus mensajeros:
"Digan (oh Muhammad): Creemos en Dios y en lo
que se nos ha revelado, en lo que se ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob
y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor.
No hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él." (El Corán
3:84)
El mensaje que fue revelado al profeta Muhammad
(la paz sea con él) es Islam, en una forma de vida completa y total.
El Islam es una religión basada esencialmente
en la adoración a Dios, Uno y Único. No es un concepto religioso surgido de una
corriente de pensamiento, ni su advenimiento en el mundo surge por la voluntad
humana sino que es la culminación del ciclo profético que comenzó con Adán y
concluyó con Muhammad (paz y bendiciones de Dios sean con éllos). En este
sentido todos los enviados de Dios tuvieron la misión de ser Sus mensajeros y
son parte también de la historia sagrada del Islam. La manifestación divina a
través de los Profetas se expuso además a través de libros revelados a los
mismos como La Torá y el Evangelio. La revelación por parte del Arcángel Gabriel
a Muhammad (PB), aporta a la humanidad la última de las escrituras : El Sagrado
Corán.
LOS CINCO PILARES DE ISLAM
Todo acto que se hace con la intención de
cumplir con la voluntad de Dios, en Islam es considerado como un acto de
devoción. Sin embargo, los actos específicos de devoción, llamados pilares de
Islam, nos suministran el marco de la vida espiritual. Son los siguientes:
1.
Sahada
(declaración de la fe): "Soy testigo que no hay ninguno que merezca ser adorado
que no sea Allah (Dios en árabe) y que Muhammad es su sirviente y mensajero." La
profetud de Muhammad (la paz sea con él) obliga a todo musulmán a seguir su vida
ejemplar en todos los aspectos.
2.
Salat (la oración): Las oraciones se han
establecido cinco veces al día como un deber con Dios. El orar fortalece y
revive la fe en Dios e inspira al hombre a un alto nivel moral, purifica el
corazón y controla las tentaciones del mal y la maldad.
3.
Saum
(el ayuno): Ayunar durante el mes de ramadán (del calendario lunar Islámico).
Ello significa abstenerse de comer, beber, relacionarse sexual mente desde el
amanecer hasta el anochecer, evitando también las malas intenciones y los malos
deseos. Esto nos enseña amor, sinceridad y devoción. Desarrolla una buena
conciencia social, paciencia, falta de egoísmo y fuerza de voluntad.
4.
Zakat
(la limosna): Es una contribución de las que se deduce ganancias y acumulaciones
de los más ricos que luego se invierte en la casa de los pobres y los
necesitados en particular, y en el bienestar de la sociedad en general. El pago
del zakat purifica las ganancias y las riquezas del individuo ayudando a
establecer la justicia social y económica.
5.
Hajj
(la peregrinación): Peregrinaje hacia la Kaaba (la Casa Sagrada, construye por
profeta Abraham y su hijo Ismael) en la Meca, una vez en la vida del individuo
siempre y cuando se tengan los medios para hacerlo.
UNICIDAD DE DIOS
Islam exige fe en la unicidad y soberanía de
Dios, que hace que el hombre se percate del sentido del universo y el lugar que
en él ocupa. Esta creencia lo libra de miedo y las supersticiones, haciéndolo
consciente de la presencia de Dios Todopoderoso, y de su obligación con Él. Esta
fe debe ser probada y expresada por medio de actos. La fe sola no es suficiente.
Creer en Dios requiere que miremos a la humanidad como una sola familia bajo su
omnipotencia universal, ¡Dios es el Creador y Sustentar de todas! Islam rechaza
la idea del pueblo escogido, haciendo que la fe en Dios. las
intenciones puras y las obras de bien, sean las únicas avenidas hacia el
paraíso. De este modo se establece un lazo directo con Dios de todos los hombres
por igual, sin ninguna intercesión o discriminación.
EL CORÁN Y LOS HADICES
El Corán es la última palabra revelada por Dios
y es la fuente básica de la creencia y leyes Islámicas. En él se trata una
variedad de temas que incluye las creencias fundamentales de Islam: moralidad,
devoción, conocimiento, sabiduría, Dios y la relación del hombre y las
relaciones humanas. Las amplias enseñanzas sobre las cuales, pueden edificarse,
sanos sistemas de justicia social, de economía, de legislación de política,
jurisprudencia, leyes y relaciones internacionales, forman parte integra del
Sagrado Corán.
Aunque el profeta Muhammad no recibió una
educación formal, tan pronto como se le reveló el Corán en la palabra hablada,
sus compañeros inmediatamente lo sellaron en escrito. De esta manera, cada
palabra fue escrita y conservada durante la vida del profeta y sus compañeros.
El original completo del texto del Corán está escrito en árabe y la traducción
de su contenido está disponible en la mayoría de los lenguajes conocidos en las
librerías o bibliotecas.
Hadiz,
las enseñanzas, dichos y actos del profeta Muhammad, han sido meticulosa mente
relatados por sus devotos compañeros, donde se explica y se amplia el
significado de los versos del Corán.
EL CONCEPTO DE ADORACIÓN
Islam no enseña el simple rito. Sino que pone
énfasis en la acción y en la intención. Adorar a Dios es amarlo y tratar de
conocerlo, cumplir Sus mandamientos en todos los aspectos de la vida, ordenar el
bien prohibiendo el mal y la opresión, practicar la caridad y la justicia y
servirle a Él sirviéndole a la humanidad. El Corán nos presenta este concepto en
esta sublime forma:
"La piedad no estriba en que volváis vuestro
rostro hacia el Oriente o hacia el Occidente, sino en creer en Dios y en el
último Día, en los ángeles, en la Escritura y en los profetas, en dar de la
hacienda, por mucho amor que se le tenga, a los parientes, huérfanos,
necesitados, viajero, mendigos y esclavos, en hacer el salat y dar el azaque, en
cumplir con los compromisos contraídos, en ser pacientes en el infortunio, en la
aflicción y en tiempo de peligro. ¡Ésos son los hombres sinceros, ésos los
temerosos de Dios!"
(El Corán 2:177)
EL HOMBRE Y SU LIBRE ALBEDRÍO
El hombre es el único entre las creaciones de
Dios que puede escoger su propio camino. El hombre está relativamente libre de
ejecutar su deseo, sus actos y su elección. Dios le ha enseñado el camino del
bien y la vida del profeta Muhammad nos facilita un ejemplo perfecto del éxito y
la salvación del hombre. Islam proclama la santidad de la persona humana y
confiere la igualdad de la derechos para todos sin ninguna distinción de raza o
sexo.
La ley de Dios, enunciada en el Corán y
ejemplificada en la vida del profeta, es suprema en todos los casos. Se aplica
desde el más alto hasta el más bajo, desde el príncipe a el campesino, desde el
gobernador al gobernado.
RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE ANTE DIOS
La vida del hombre no está limitada
a la corta existencia en la tierra. En el día del
juicio toda la raza humana resucitará y todo el mundo aparecerá ante el Dios
Todopoderoso a enfrontar las consecuencias de sus hechos en la vida. Así es que
la vida del más allá es una continuación de la vida de esta tierra.
Creer en que el hombre tendrá que rendirle
cuenta a Dios hace la vida más significativo y nos diferencia de animales y
objetos de inanimado. Nos sirve como un recordatorio contra la corrupción, el
crimen, la inmoralidad y la injusticia.
¿Es el Islam la religión de los árabes?
El mensaje del Islam es un mensaje
universal, no tiene como destino un pueblo o una raza en particular.
La idea de racismo dentro de los musulmanes es inaceptable, la valoración de un
hombre se realiza por su grado de piedad y no por su etnia. Los árabes como
integrantes de la comunidad musulmana mundial son el 17 % del conjunto. El resto
de las personas que profesan la fe del Islam está compuesto por hombres y
mujeres de distintas razas, que hablan diferentes idiomas y poseen costumbres
diversas. Así, es tan musulmán, y con los mismos derechos dentro del esquema de
la comunidad, un habitante de España como uno de la Península Arábiga, haya
nacido de padres musulmanes o haya elegido el Islam como camino.
No hay jerarquía religiosa en el Islam
No hay jerarquía religiosa en el Islam, ni
curas ni ministros ni decanos ni papas. Cuando un musulmán reza, reza
directamente a Dios, no a través de un intermediario. Cuando sirve
a Dios, no está sirviendo a una institución, sino,
solamente a Dios. Cada individuo es responsable de sus propias acciones y sus
creencias. Nadie puede quitarte esa responsabilidad.
Si crees que alguien te ordena actuar en contra
de lo que sinceramente crees que es la voluntad de Dios, tienes la obligación de
desobedecer esa orden y obedecer solamente a Dios. Este es el principio de que
Dios es el único soberano .
¿Qué dice el Islam sobre la guerra?
¿Qué es la guerra Santa?
El concepto de guerra santa no es un concepto
islámico. Esta denominación nace en la época de las cruzadas. El término árabe
Yihad, el cual es traducido erróneamente como guerra santa, tiene matices bien
definidos y delimitados. El Islam contempla el legítimo derecho de
defensa para el creyente, en el caso que considere en peligro su familia, su
credo, su patria (independientemente donde viva) o su honor. El Corán habla del
derecho de defensa, pero insta al creyente a no contarse entre quienes inician
un pleito ya que "Dios no estima a los agresores". El verdadero combate en la
causa de Dios, o gran Yihad, es la lucha que mantiene el individuo día a día
para poder controlarse a sí mismo, mejorarse, para vencer sus instintos, para
oponerse a su ego y mantenerse alejado de cuestiones efímeras. Sentencia el
Profeta Muhammad (paz y bendiciones de Dios sean con él):
"El fuerte no es quien vence a los hombres sino
quien vence a su ira."
El Islam no apoya el terrorismo en ninguna
forma. El terrorismo va en contra de todo principio del Islam. Si un musulmán
participa en el terrorismo, éste no está siguiendo el Islam...puede estar usando
el nombre del Islam equivocadamente para beneficios políticos o económicos. El
Corán enseña la no-violencia. Durante la historia, grupos y líderes políticos
han usado el Islam, igual que a otras religiones como el Judaismo y la
Cristianidad, para justificar muchas cosas, hasta incluso la violencia.