En
el nombre de Al·lâh
,
El Más Compasivo, El Muy Misericordioso. Las alabanzas
son para Al·lâh, Enaltecido y Glorificado sea, y los
Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre nuestro Profeta
Mohammad (SAAWS)
¡Bienvenidos!.
Que Al∙lâh Acepte nuestro ayuno. La verdad no sé si
decir que es el último episodio, o el fin de Ramadán o
el último día en que finalicemos la lectura del Corán.
No sé de qué voy a despedirme ¿Del fin de Ramadán, de la
lectura entera del Corán o de la biografía del Profeta?
Es un episodio muy duro.
Pero antes de
empezar el episodio de hoy de la inmigración de
despedida del Profeta –que los rezos y la paz de Al∙lâh
sean sobre él-, vamos a señalar cuatro puntos. El primer
punto es un agradecimiento a todos los que participaron
en el éxito de este programa, que resucitaron la
biografía del Profeta –que los rezos y la paz de Al∙lâh
sean sobre él-. Agradezco al gobierno y el pueblo
saudita, que nos facilitó la tarea de filmar las cuevas
de Hirâ’, Zûr, y filmar durante treinta días
cerca de la mezquita del Profeta (SAAWS), porque han
permitido a la gente ver de cerca la vida del Profeta (SAAWS).
Mi
agradecimiento va igualmente al pueblo de la Medina que
ha sido muy generoso con nosotros en cuyas venas fluye
la sangre del Profeta; finalmente agradezco al Sheij
Sâleh Kâmel por su apoyo al programa en el canal
ART. Agradezco asimismo al hotel Oberi donde ha tenido
lugar este programa y a la dirección del canal satélite
Iqra´.
Finalmente
quiero agradecer a Al∙lâh, Enaltecido y Alabado sea. Lo
he dejado al final porque Al∙lâh nos enseñó agradecer a
la gente. Tenemos que agradecer a Al∙lâh por todas las
gracias que nos ha regalado como este privilegio de
filmar el programa ante la casa del Profeta –que los
rezos y la paz de Al∙lâh sean sobre él-. Algo que nunca
sucedió en los canales vía satélite.
Asimismo
agradezco al Profeta (SAAWS) por su paciencia con los
que le dañaron y le hicieron sufrir. Tuvo paciencia para
que hablemos de él hoy. Que Al∙lâh le Bendiga, fue un
modelo para nosotros del renacimiento de todo el mundo.
Toda la humanidad necesita aprender de él, cualquiera
que sea su religión. De él hemos aprendido la gerencia,
la planificación, la política, la paciencia, la paz y la
guerra.
Tengo que
presentar asimismo disculpas por el episodio de mañana
que será incluido en el de hoy.
Hace ya un
mes en el que no he visto a mi mujer y a mi hijo que les
hecho de menos. Hace tres años en los que no he pasado
la fiesta del fin de Ramadán en Egipto. Entonces os pido
permiso a que mañana no habrá episodio para que pueda
volver a Egipto a ver a mi familia. Pero después vamos a
volver a emitir estos episodios.
Os confirmo
que todos los episodios se volverán a emitir el primer
martes tras el mes de ramadán acompañado de subtítulo en
inglés. Se emitirá cada martes y viernes, porque veo que
la biografía de nuestro Profeta necesita ser más
asimilada.
Es el último
episodio de la biografía del Profeta Mohammad (SAAWS).
Tenemos que resumirlo pero, de este modo vamos a pasar
por alto importantes detalles, que gente tras nosotros
van a tratar exhaustivamente. Los episodios serán a su
disposición en nuestra página web
www.amrkhaled.net.
Si deseamos
darle un título a este último episodio ¿Cuál le
atribuiríamos? ¿«Una misión para mejorar la tierra » o
«el triunfo de la verdad y del bien sobre el mal y los
intereses personales»?
Permítanme
recordaros que nos hemos comprometido a seguir sus
pasos. De hecho, el título de su misión deberá de ser
nuestro lema en la vida.
El Profeta (SAAWS),
en sólo veintitrés años logró llevar a cabo la misión de
mejorar la tierra. Fue una misión humana por ser una
experiencia humana que conlleva revelaciones (wahy).
Sin embargo, las revelaciones nunca han planificado,
sino que trazan el procedimiento que es el Corán. Hubo
milagros para dar más ánimos y elevar el espíritu de los
musulmanes, no para cambiar los acontecimientos. Para
influir sobre los acontecimientos se contaba con la
planificación. Esto es lo que hace de esta historia una
experiencia que se adapta a todos los tiempos. Por ello
el Corán dice lo que se puede traducir por:
«Tenéis en la persona del Profeta un buen ejemplo
(para seguir) (TSQ,
“Al-Ahzâb” (Los Coaligados): 21.).
Esta experiencia respeta ciertos principios que sin los
cuales ninguna experiencia llegaría a triunfar. Y son
los siguientes:
a-
La
planificación flexible, activa y emprendedora. No puede
haber renacimiento sin planificación. Cada uno tiene que
utilizarla en su campo.
b-
Paciencia,
perseverancia y sacrificio incluso de la propia vida.
¿Os acordáis de Sumayya, la primera mártir en el Islam?
c-
El
entrenamiento y las prácticas como en la época de Dâr
Al-Arqam. Un entrenamiento cultural, espiritual, moral,
político y religioso para edificar una notable
generación. Si nuestros países no empiezan a
proporcionar a la nueva generación y a la juventud el
entrenamiento en estos cuatro campos no llegaremos al
renacimiento y no hay que avergonzarse de integrar el
aprendizaje religioso.
d-
La
convivencia con los demás. ¿Os acordáis de la
constitución de la Medina que estaba destinada a todas
las comunidades? Los mensajes del profeta (SAAWS)
dirigidos a los reyes de otros países, o el ejemplo de
la firma del tratado de « Al-Hodaybiyya » cuando
el Profeta pidió a los musulmanes y no musulmanes que le
acompañaran. La regla general es la convivencia con
otras civilizaciones y culturas, no la lucha. Pero todo
ello sin abandonar nuestros derechos y permanecer
orgullosos de nuestra religión. Hago esta recomendación
especialmente a los musulmanes que viven en occidente.
Para ello tenemos el ejemplo del Profeta (SAAWS) que
exigió su derecho de difundir su mensaje y del cual
estaba convencido y orgulloso, y al mismo tiempo estaba
de acuerdo con firmar un tratado de paz como el de Al-Fodûl.
e-
El Islam es
sinónimo de paz, no de guerra. La guerra en el Islam
sólo se hace cuando se nos traiciona o se nos prohíbe
difundir el mensaje. ¿Os acordáis de las batallas de
Badr y Al-Jandaq? el Profeta Mohammad (SAAWS) hizo la
guerra de Al-Jandaq para conseguir un acuerdo de paz con
el enemigo. Si hubiera querido, hubiera derramado
muchísima sangre, pero no lo quiso ni lo hizo.
f-
Tener el
sentimiento de ciudadanía y creer en él. Tal sentimiento
supone la convivencia y coexistencia de varias culturas,
y religiones según reglas comunes relativas al hecho de
vivir en un mismo país. El Profeta –que los rezos y la
paz de Al∙lâh sean sobre él- estableció una
constitución en la Medina para definir los derechos y
deberes de cada uno de los ciudadanos independientemente
de su religión. De hecho, nunca ha admitido que los
musulmanes de La Meca se aliasen con él para combatir
contra sus compatriotas.
g-
La mujer es
muy presente en la vida del Profeta –que los rezos y la
paz de Al∙lâh sean sobre él-, interactiva social,
política y familiarmente. No puede haber renacimiento de
la nación sin que la mujer obtenga sus derechos y se
libere de las injusticias de las que sufre. Injusticias
de las que el Islam es totalmente inocente. Os daréis
cuenta que la biografía del Profeta se adapta a
cualquier tiempo y espacio. No estoy interpretando la
biografía para amoldarla a este tiempo.
h-
Las artes y
la cultura a los que siempre recurría el Profeta para
dar ánimo a la gente en los momentos difíciles, y para
provocar el renacimiento y el resurgimiento de la
nación. ¿Os acordáis cómo el Profeta entró a la Medina
con una canción?
i-
La política
de unificación. Esta política supone unir a los
musulmanes en vez de alejarse los unos de los otros a
causa de asuntos insensatos como la diferencia de
confesiones o doctrinas.
j-
El discurso
religioso del Profeta –que los rezos y la paz de Al∙lâh
sean sobre él- es válido para todos los tiempos y
circunstancias. Durante los tiempos de al-Ÿihâd, se
revelaban versículos sobre ello, y cuando es el tiempo
de fraternidad, se revelaban versículos sobre
fraternidad. Es decir que hay que adaptar y amoldar el
discurso religioso a los acontecimientos y necesidades
del momento.
k-
Cinco
virtudes morales esenciales estaban presentes para
realizar el renacimiento de la nación: la sinceridad, la
fidelidad, la lealtad, el perfeccionismo (¿Os acordáis
cómo el Profeta planeaba muy bien a cada cosa antes de
emprenderla?) y la esperanza, ya que el Profeta siempre
infundía la esperanza en la gente. La persona que más
será querida por el Profera (SAAWS) es la que va
infundiendo esperanza entre la gente, pero el peor entre
vosotros es el que anda diciendo que no hay esperanza.
l-
El respeto de
la opinión del otro y la libertad de expresión eran
cosas vitales en la manera de actuar del Profeta (SAAWS).
El Profeta cambió el sitio de todo el ejército en la
batalla de Badr basándose en la opinión de una sola
persona, y puso un nuevo plan en la batalla de al-Jandaq
según las recomendaciones de Salmân Al-Fârisî. De esta
forma, el pueblo se sentirá unido y su jefe se sentirá
fuerte gracias al apoyo de su pueblo. Es un hecho muy
importante en la biografía del Profeta (SAAWS) y por
ello he querido mencionarlo en vez de pasarlo por alto.
Creedme si os digo que el terrorismo y la violencia sólo
cesarán con la aplicación de este principio.
m-
No puede
haber renacimiento sin un jefe alrededor del cual se
pueden reunir los seguidores. ¡Observad al Profeta (SAAWS)
con sus compañeros! los orientalistas se preguntan si
era un jefe, un político o un Profeta. Pues era las tres
cosas a la vez. Necesitamos líderes que sean así, que no
tengan vergüenza de la religión, que la fe no sólo surja
en las ocasiones, sino que sea en cada momento.
n-
La fe es el
fundamento del triunfo. ¿Por qué los compañero del
Profeta se sacrificaron en las batallas del Jandaq, Uhud
y siguieron al profeta en el tratado de Al-Hodaybiyya
si no fuera por la fe? ¿Por qué Sumayya murió si no
fuera por la fe? El renacimiento de nuestros países sólo
puede estar basado sobre la fe. El que quiera conseguir
el renacimiento en una zona pero que se desprende de la
fe y religión seguirá sin saber la verdad de estos
pueblos. Sólo el impulso de la fe le puede dar la fuerza
para realizar lo imposible. Si disociamos la fe y el
desarrollo, no llegaremos muy lejos. ‘Omar Ibn Al-Jattâb
dijo: “Somos un pueblo honorado por Al∙lâh con el Islam,
si queremos el honor sin el Islam seremos humillados por
Al∙lâh”. Llevamos muchos años intentando conseguir un
desarrollo sin fe y religión, pero fue en vano.
¿Qué debemos
hacer después de Ramadán? Seguir los pasos del Profeta
–que los rezos y la paz de Al∙lâh sean sobre él- y
quererlo mucho. Él dijo: «Ninguno de vosotros creerá
hasta que yo sea más amado por él que sus padres, sus
hijos, sus bienes e incluso más querido que su
propia persona».
Encontrarás a
miles de ulemas y profesores musulmanes mejores que yo
que digan lo mismo. El programa se volverá a emitir
después del Ramadán y encontrarás cintas también para
que vuelvas a escucharlos y verlos cada vez que olvides
al querido Profeta (SAAWS). Cada uno de nosotros tiene
que sentir la responsabilidad del mensaje y buscar en
uno o varios campos (cultural, tecnológico, etc.) cómo
puede serle útil y renovarlo, propagando así el mensaje
del Islam. Mis palabras no significan que tenemos que
aprender una de las ciencias religiosas para propagar el
mensaje islámico, cómo vamos a progresar en este caso.
La idea es que cada uno obre bien en su ámbito armado de
fe. Hay que adorar a Al∙lâh mediante la mejora de la
tierra. Algunos jóvenes dicen que no tienen nada que
hacer. Éstos deben invocar a Al∙lâh para reformar en la
tierra. Al∙lâh Te ayudará cuando Ve que insistes mucho
sobre ello. Cuando trabajas y sacrifiques y te mueres,
tendrás mucha suerte porque serás uno de los compañeros
del Profeta (SAAWS) en el paraíso. ¿Quién estará junto
al Profeta en el paraíso? El que obra para mejorar la
tierra, lleva a cabo la oración nocturna y tenga el
corazón lleno del amor del Profeta. El amor es el motor
de la reforma. Entonces ¡Sed valientes y obrad para el
mensaje!
El
peregrinaje de despedida:
A los sesenta
y tres años, y tres meses y tres días antes de su
muerte, el Profeta Mohammad (SAAWS) realizó el
peregrinaje de despedida. Fue llamado así porque en él
se despidió de los musulmanes. Fue la última vez en que
vio a 100.000 musulmanes. ¿Os acordáis que en la gruta
de Hirâ´ fue sólo? Ahora han alcanzado 100.000
personas. Durante 23 años se llevó por sí sólo la
responsabilidad del mensaje islámico. El Mensajero de
Al∙lâh se había ido acompañado de cien mil personas y
‘Alî les alcanzó de Yemen con toda la tribu Hamdân.
La tribu entera abrazó el Islam rápidamente sin
resistencia, ‘Alî –que Al∙lâh Esté Complacido con él- no
desplegó muchos esfuerzos con ellos. De ahí que compuso
el siguiente verso: Si fuera un portero de una puerta
del Paraíso/ diría a la tribu Hamdân entrad en él
con paz. En el camino del peregrinaje, el Profeta (SAAWS)
repetía:
“Labbayka L-lâhomma
labbayk (vengo a Ti, O Al∙lâh, estoy aquí presente).”.
El arcángel Ÿibrîl vino a decirle: “O Mohammad,
di a tus compañeros que repitan esta frase más alto.
Imagina que 100.000 personas alzan su voz repitiéndolo,
llenos de entusiasmo. El Profeta (SAAWS) quiso hacer el
peregrinaje caminando con 63 años de edad. ¿Os dais
cuenta? Ahora vemos a jóvenes que no pueden llevar a
cabo el peregrinaje desde la Meca a Minâ, de ésta a
‘Arafa hasta Muzdalifa caminando. El Profeta
peregrinó caminando, pero cuando la gente que se reunió
a su alrededor le resultó difícil seguir caminando,
además de que lo tenía que hacer para que la gente lo
vea, montó sobre su camello y dijo a la gente: «Aprended
de mí vuestros cultos», es decir hagan lo que estoy
haciendo.
Hasta hoy en
día y después de 1.400 años seguimos emitiendo al
Profeta incluso en el tamaño de las piedras que tiramos
contra el diablo. Al llegar al monte ‘Arafat dio el
célebre discurso de despedida:
«O
escuchad con atención lo que voy a deciros, puede que no
os vuelva a ver después de este año
–en este momento ‘Abbâs y Rabî’a Bnu Umayya transmiten
lo que dice el Profeta a la gente que no puede oírle-.
(La gente que mata a los inocentes, que atenta contra el
honor y difama a los inocentes y los que roban los
bienes de los musulmanes necesitan escuchar estas
palabras). ¿Sabéis qué día es este, qué mes y en qué
país nos encontramos? Dijeron: Son el día, el mes y el
país sagrados.
Entonces el
profeta dijo: “Vuestra sangre, vuestros bienes y
vuestra reputación deben ser igual de sagrados para
vosotros. Todo musulmán le está prohibido atentar contra
la vida, los bienes y la reputación de otro musulmán.
(Hermanos, éstas son las últimas palabras del Profeta.
Los que hablan mal de la gente, atentan contra su fama
en los periódicos, atentan contra la castidad de una
mujer, matan a los inocentes, y los que perpetran
violencia en el país, que sepan que el musulmán le está
prohibido atentar contra la vida, los bienes y el honor
de los demás). Obedeced a Al∙lâh en lo que concierne
las mujeres que tenéis ahora prisioneras cuando os
fueron confiadas para cuidar de ellas y os fueron
desposadas con la palabra de Al·lâh. Así que obedeced y
temed a Al·lâh en lo que concierne las mujeres, obedeced
y temed a Al·lâh en lo que concierne las mujeres.
Escuchad lo que os digo y acordaos de ello”. Veis
sus últimas palabras cómo son.
El Profeta
prosigue: “Los Musulmanes son hermanos, los
Musulmanes son hermanos…” dicen que lo repitió tanto
hasta que los que estaban allí presentes empezaron a
desear que se callara. Entonces el profeta pretende
unificar a la gente, no como hoy, uno se reclama sunní y
otro chiita. Hermanos escuchen bien sus palabras, haced
como si hubierais sido ahí con el Profeta en el
peregrinaje de despedida. Es que somos muy cercanos a
él. El Profeta (SAAWS) continuó diciendo: «Vosotros
seréis mi gloria el día del juicio final, no me
avergoncéis. Sed hermanos y yo vendré a salvaros del
infierno. Entonces me dirá Al∙lâh: «¡O, Mohammad,
déjalos! tú no sabes lo que hicieron después de ti.
Entonces yo diré: ¡Alejaos, iros! ¡No me avergoncéis,
pues, en el día del juicio final! Nuestro Dios os
preguntará por mí. ¿Atestiguaréis que comuniqué y
difundí el mensaje? la gente empezó a llorar y a
hacer plegarias en voz alta: «Atestiguamos que
comunicaste el mensaje, hiciste lo que se te confió,
aconsejaste a la Umma (comunidad musulmana) y luchaste
por la religión». El Profeta le dijo a Rabî‘a: “Dilo
de nuevo a la gente para que vuelva a oír sus voces»,
y todo el mundo repitió las palabras del Profeta (SAAWS)
y él levantó las manos hacia el cielo diciendo: «O
Al·lâh Sé Testigo, Al·lâh Sé Testigo». Esto pasó el
día de ‘Arafat y al final del día se reveló el
versículo que se puede traducir por: «Hoy os
Completé vuestra religión y Mi gracia sobre vosotros. Os
Consiento el Islam como religión.» (TSQ, Al-Mâ'ida
(LA Mesa Servida): 3). ‘Omar y Abû Bakr son dos
personalidades diferentes, el primero sonrió y el
segundo lloró. ‘Omar sonrió porque sabía que el
versículo significaba que el Islam se completó, lo que
significa el triunfo del Islam. En cuanto a Abû Bakr
lloró porque sabía que el versículo significaba que el
Profeta (SAAWS) le quedaba poco por vivir.
Los
compañeros del Profeta cuentan que el Profeta bajó de
‘Arafat hacia Minâ, reunió a la gente y les dijo: « ¡Escuchad!
¿Qué día es hoy? » La gente sorprendida por oír la
misma pregunta una segunda vez dice: «Al∙lâh y Su
Mensajero lo saben mejor que nosotros ». El Profeta (SAAWS)
se quedó callado un buen rato; aunque la gente sabía que
era el día del sacrificio se quedó callada, pensaron que
le daría otro nombre y entonces volvió a decir: «¿No
es hoy el día del sacrificio?! » y le contestaron: «
Al∙lâh y Su Mensajero lo saben mejor que nosotros». Y
dijo: “¿No es el mes de Dul Hiÿÿa?”. Ellos
respondieron: «Sí ». Y dijo: « ¿Qué país es éste ?».
Le volvieron a decir: «Al∙lâh y Su Mensajero lo saben
mejor que nosotros». Y él pregunto: « ¿No es el país
sagrado?». Le contestaron que sí y él dijo entonces:
«Vuestra sangre,
vuestros bienes y vuestra reputación son igual de
sagrados que el sacrificio de este día, de este mes y de
este país».
El Profeta Mohammad
(SAAWS) dejó Minâ para ir a La Meca. Allí entró a la
mezquita y se puso por última vez frente a la Ka’ba en
el rincón llamado « Al-multazim » que se sitúa
entre la piedra negra y la puerta de la Ka’ba. Se pegó
al muro e hizo plegarias mientras lloraba.
Saliendo de
La Meca, el Profeta (SAAWS) reunió de nuevo a la gente y
les dijo: «Escuchadme, soy un ser humano y el
mensajero del Señor y casi viene a llevarse mi alma. Se
os preguntará por mi cuando estéis entre las manos de mi
Señor ¿Qué le diréis a mi Señor? y le
contestaron: «Diremos que comunicaste el mensaje
integralmente y fielmente, y que hiciste lo necesario,
que Al·lâh te lo retribuya con la mejor recompensa jamás
dada a un Profeta por su nación y a cualquier mensajero
de Al·lâh por su pueblo ». Él les contestó: «Gloria y
gracias a Al∙lâh, gloria y gracias a Al∙lâh». Al
salir de la Meca, a su lado estaba el joven Al Fadl
Ibn Al-‘Abbâs, vino una chica joven y guapa a preguntar
al Profeta. Al Fadl se puso a mirar a la Joven.
Entonces el Profeta miró a este último, (Veis su método
para predicar, veis su fineza, otra persona le hubiera
gritado en la cara). Entonces el profeta le miró y le
volvió la cara con su mano hacia él, porque tenía que
bajar la mirada. Al Fadl miró al profeta con
timidez arrepentido, pero el Profeta le sonrió.
A su vuelta a
la Medina, el Profeta (SAAWS) reunió a la gente en la
mezquita y les dijo: «Estoy satisfecho de Abû Bakr,
de ‘Omar, de ‘Ozmân, de ‘Alî, de Talha, de
Azzubayr, de Sa’d, de Ibnu ‘Awf, de Bilâl y
‘Ammâr” –dijo el nombre de los diez a los cuales fue
anunciado el acceso al paraíso-, los inmigrantes mecanos
y los medinenses. Y que lo sepáis de mí (lo que
significa que no os peleéis por o con ellos después de
mi muerte). Y luego dijo: «Temed a Al∙lâh en lo que
concierne a mi familia, temed a Al∙lâh en lo que
concierne a mi familia. Proteged a mis compañeros por
mí, proteged a mis compañeros por mí, que no me llegue
en el día del juicio final alguien que fue injusto con
ellos. No habléis mal de los musulmanes, repitió varias
veces esta frase (aprovecho la ocasión para abrir un
paréntesis y recordárselo a los periodistas y a los
medios de comunicación). El Profeta (SAAWS) siguió
diciendo: «He visto a la gente el día del juicio
final, con cada Profeta había uno o dos adeptos pero
luego vi una gran mancha negra (que significa muchas
cabezas las unas al lado de las otras) y dije: mi
nación, mi nación (veis cuánto nos quiere el
Profeta) pero me dijeron que era Moisés con su
pueblo, pero mira al otro lado y vi otra congregación
aún más grande que la anterior y dije: «mi nación, mi
nación». Y se me dijo: «Es la tuya y entre ellos
setenta mil entrarán al paraíso sin juicio y sin
castigo ». Le pedí a Al·lâh que Aumentara aquella
cifra y se me dijo que habría setenta mil con cada mil
de ellos (es decir unos 4000 millones aproximadamente).
Sólo quedaban dos semanas antes de la muerte del Profeta
(SAAWS).
Con sesenta y
tres años, el Profeta (SAAWS) volvió de la peregrinación
cansado. Cumplía la oración optativa sentado, cuando la
gente le preguntó, él les contestó que por tanto
preocuparse por la gente. Ÿibrîl venía cada año durante
el mes de Ramadán para revisar el Corán con él y aquel
año vino dos veces. El Profeta supo que era el fin y
dijo a su hija Fâtema: « Ÿibrîl ha venido dos
veces este año, de costumbre viene sólo una vez, mi hora
se acerca, sé paciente, que eres la musulmana que más
sufrirá cuando muera, sé la más paciente aunque eres la
que más sufrirá por mi muerte”.
Ella le
contestó: “Que Al∙lâh me Infunda paciencia”.
Sólo
quedan 15 años para la muerte del Profeta. El último
versículo del Corán fue revelado: “Y temed el día
que seréis llevados ante Al∙lâh. En ese momento cada
alma será plenamente retribuida por lo que tenía y no
conocerán injusticia alguna».
(TSQ, Al-Baqara (LA VACA): 281).
Os acordéis
de Jadîÿa, de los 23 años de lucha sin sueño. Os
acordéis de la montaña de A-Ssafâ cuando el Profeta se
puso a invitar a la gente al Islam, cuando la gente le
insultaba, cuando ‘Uqba Ibnu Abî Ma’ît que trajo
intestinos de un camello muerto y los echó encima del
Profeta prosternado, y cuando envolvió la ropa alrededor
de su cuello que falló matarle, cuando se fue a A-TTâ´if
y le echaron con piedras hasta que sangró. Os acordéis
de ‘Addâs que se inclinó para besar los pies del
Profeta, de la batalla de Uhud cuando el Profeta
cayó en un hoyo hasta que se rompieron sus dientes.
Cuanto intentó levantarse, Ibn Qumay´a le dio con la
espada sobre el casco hasta dividirla en dos entrando
así el hierro en la cara del Profeta llenando su rostro
de sangre. Cuando la gente le dijo que pida a Al∙lâh que
se Vengara de ellos, él les contestó que no fue enviado
a la gente como maldición sino como misericordia. Os
acordéis cuando le vino el ángel de las montañas
pidiéndole el permiso de derribar las montañas sobre
ellos, él rechazó pidiendo que Al∙lâh Saque de sus
descendientes gente que sea creyente, etc.
Trece días
antes de la muerte del profeta (SAAWS) quiso visitar a
los mártires de Uhud. Se despidió de los vivos y
los muertos. Se puso a mirar el campo de batalla
recordando a la gente que sacrificó su vida por Al∙lâh-
Instantes después sus compañeros lo vieron llorar y le
preguntaron por qué. Les contestó que echaba de menos a
sus hermanos. Ellos le contestaron: «Pero estamos aquí»
y él dijo: «Vosotros sois mis compañeros y amigos
pero mis hermanos son gente que vendrá más tarde
–nosotros-, que me querrán y creerán en mi sin haberme
visto, me acuerdo de ellos y lloro». Os dais cuenta,
él llora porque nos echa de menos, pero nosotros no
lloramos por echarle de menos.
Días después,
dijo a uno de sus compañeros llamado Abû Muwayhiba que
estaba con él: “quiero visitar a Al-Baqî ‘(cementerio de
la Medina). Fue allí y dijo a su acompañante: «Sabes,
Abû Muwayhiba, se me pidió elegir entre poseer las
llaves de la riqueza del mundo y vivir eternamente y
luego ir al paraíso o morir e ir al encuentro del Señor.
Abû Muwayhiba le dijo: “te quiero más que mi madre y mi
padre, elija vivir adinerado en la tierra”. A lo que le
contestó el Profeta (SAAWS):
“No, he
elegido encontrarme con mi Señor, echo de menos
encontrar a mi Señor».
Enfermo el
Profeta trece días antes de su muerte, rezó los once
primeros días con sus compañeros con dificultad pero
después le pidió a Abû Bakr que dirigiera los rezos ya
que él no podía salir de su casa. Aún así, mientras Abû
Bakr iba a dirigir la oración, el Profeta entró con
dificultad a la mezquita para rezar. Abû Bakr quiso
retirarse hacia atrás para que el Profeta dirigiera la
oración pero éste le señaló con su cabeza para que
siguiera y él (SAAWS) rezó sentado detrás de él. Al
final del rezo el profeta (SAAWS) les explicó que antes
de que muera cada profeta tenía que rezar dirigido por
otra persona. El significado de este acto es que el
mensaje divino tiene que continuar y seguir siendo
difundido después de la muerte del Profeta.
Durante los
tres últimos días de vida del Profeta (SAAWS), su salud
se deterioró y reunió a todas sus esposas. Ese día era
el turno de su esposa Maymûna para recibirle en su casa.
Pero él les pidió permiso para que se quedara
definitivamente en casa de ‘Ấisha que le va a cuidar.
Todas aceptaron y cuando él quiso levantarse no pudo por
lo que hizo llamar a ‘Alî Ibnu Abî Tâleb y a su tío Al
‘Abbâs quien le sostuvieron hasta llegar a casa de
‘Ấisha. Cuando los demás compañeros lo vieron casi en
brazos de ‘Alî y Al ‘Abbâs se hicieron muchas preguntas
y empezaron a preocuparse realmente por su estado.
Muy cansado,
el Profeta (SAAWS) dijo: «No hay más dios que Al∙lâh,
la muerte tiene su agonía».
‘Ấisha cuenta
que sudaba abundantemente entonces le cogió la mano y se
la pasó sobre su cara. Le preguntaron a ella porque no
le había limpiado el sudor con su propia mano y ella les
contestó porque la mano del Profeta es más noble que la
suya. Hermanos, si la muerte resultó difícil para el
Profeta qué vamos a decir nosotros. Entonces vivid para
el mensaje divino, el hombre es mortal y la vida mundana
es pasajera.
‘Ấisha
continuó diciendo que se acuerda del Profeta (SAAWS)
cuando se sentaba a la cabecera de los enfermos, les
ponía su mano sobre sus frentes y decía la plegaria
siguiente: « OH Al∙lâh Señor de toda la gente, Haz que
la enfermedad se vaya y Cúrala que Tú Eres quien Cura, y
no hay cura aparte de la que Prodigas, Dale cura que no
deje lugar a la enfermedad». Entonces ‘Ấisha cogió la
mano del Profeta y se la puso en la frente y empezó a
repetir la plegaria que solía hacer él para los
enfermos. Pero él le quitó la mano y dijo: “No, ‘Ấisha,
ya no sirve, eso funcionaba cuando me quedaba tiempo por
vivir”. Con estas palabras ‘Ấisha comprendió que estaba
agonizando.
La gente que
se había reunido en la mezquita empezó a hablar y a
preguntarse los unos a los otros sobre la situación del
Profeta. La mezquita daba sobre la casa del Profeta, por
lo que le llegaron las voces de las multitudes desde la
mezquita, el Profeta quiso saber la razón de tal reunión
en la mezquita. Le dijeron que todos venían por él y les
pidió que lo llevaran junto a ellos.
Volvió a
intentar levantarse solo pero tampoco esta vez pudo.
Tuvieron que traerle siete cantimploras de agua y
echárselas para poder mantenerse despierto. Lo llevaron
hasta el pulpito de la mezquita donde les dio a sus
compañeros el último sermón, el de despedida.
En cuanto se
instaló el profeta en el almimbar, todo el mundo se
calló. El Profeta dijo entonces: «Escuchad, me parece
que teméis por mí» y ellos le contestaron que sí. Él
continuó: «Vuestra cita conmigo no es la vida
terrestre, vuestra cita conmigo es alrededor del río
(en el paraíso). Por Al∙lâh, que lo miro desde aquí. Os
digo que no temo por vosotros del hambre o de la pobreza
sino que temo por vosotros por la vida terrestre, por
este mundo, que os peleéis por él como lo hicieron los
que os precedieron y que os haga perecer como los hizo
perecer. Al∙lâh le propuso a un siervo que eligiera
entre la vida terrestre y el encuentro con Al∙lâh y
eligió el encuentro con Al∙lâh».
Abû Bakr
comprendió que el siervo era el mismo Profeta y que les
estaba anunciando su muerte y se puso a llorar
repitiendo en voz alta: «Sacrifico por ti mi padre,
sacrifico por ti mi madre, sacrifico por ti mi hijo,
sacrifico por ti mi dinero, sacrifico por ti todo lo que
tengo». La gente se enojó por la interrupción de Abû
Bakr. Pero el Profeta lo defendió diciendo: «Puedo
recompensar todo favor de cualquier persona menos el de
Abû Bakr, he dejado su recompensa a Al∙lâh. Todas las
puertas se cierran ante la mezquita excepto la de Abû
Bakr”
Luego les
dijo: « ¡Escuchad! si he azotado la espalda a alguien
injustamente ¡Aquí tienen mi espalda! ¡Que me azote! Si
he cogido dinero prestado a alguien y no lo he devuelto,
aquí tiene mi dinero que coja lo que le debo. ¡Que no
guarde rencor de mí, que no es propio de mi persona! Si
deshonré a alguien ¡Aquí tiene mi honor para que vengara
de mi! Para que me vaya hacia Al∙lâh y lo encuentre con
el alma pura.» en este momento se levantó un hombre y le
dijo: Mensajero de Al∙lâh, te debo tres dirhams. Él le
contestó: que Al∙lâh te recompense. ‘Abbâs dale los tres
dirhams”.
Y siguió
diciendo: « ¡Escuchad! Os suplico que cuidéis las
oraciones, os suplico que cuidéis los lazos familiares.
Os suplico que cuidéis de las mujeres, os recomiendo los
buenos tratos hacia las mujeres, os recomiendo los
buenos tratos con los medinenses. Que Al∙lâh os Preserve
y os Dé su victoria, que Al∙lâh os Consolide y os Dé Su
apoyo y Haga que triunféis.»
Antes de
bajar del almimbar nos dirigió unas palabras a nosotros.
Dijo: « ¡Escuchad! transmitid mi saludo a toda mi nación
(nación musulmana), aquellos que seguirán mi camino y
sendero hasta el día del juicio final». Hermanos que
descuidan la oración ¿Qué vais a decir al Profeta en el
día del juicio?. No descuidéis la oración del alba
después del Ramadán que es una de las oraciones
obligatorias.
El Profeta se
retiró a la casa de ‘Ấisha. Su hija Fâtima entró y él le
pidió que se acercara. Le murmuró algo al oído y ella se
echó a llorar. Entonces, volvió a pedirle que se
acercara, le murmuró de nuevo algo al oído y ella
sonrió. Después de la muerte del profeta (SAAWS) se le
preguntó a Fâtima lo que le había dicho. Ella contó que
la primera vez, el Profeta le anunció que moriría esa
misma noche, razón por la que lloró. Luego viendo que
lloraba le dijo que ella sería el primer miembro de su
familia que va a morir después de él.
El lunes de
madrugada, cuando el Profeta oyó las voces de la gente
en la mezquita. Abrió la cortina de su apartamento y se
le iluminó su pálida cara con una sonrisa viendo a la
gente de pie detrás de Abû Bakr que presidía la oración.
La gente sintió su presencia y se alegraron por verlo,
se apartaron para dejarle pasar pero él les indicó que
prosiguieran y no se movieran. Ellos de vez en cuando le
echaban una mirada para verle. La gente contaba que su
cara iluminaba como el levantamiento del sol, porque iba
a encontrarse con Al∙lâh.
Al amanecer
del mismo día, el profeta (SAAWS) murió. Nació al
amanecer y murió al amanecer. Su nacimiento fue la señal
de la venida de luz a tierra y su muerte es la señal de
que esa luz permanecerá iluminando la tierra con el
mensaje que trajo a la humanidad.
Pero el
Profeta no murió prosternado o leyendo el Corán, sino
que murió entre los brazos de nuestra señora ‘Ấisha. Es
algo muy significativo. Toda su vida fue una
manifestación de amor. El arcángel Ÿibrîl le reveló el
Corán la primera vez abrazándole. Jadîÿa, su primera
mujer, murió entre sus brazos y ahora él muere con la
cabeza apoyada en el pecho de su esposa ‘Ấisha. Esta
última cuenta que antes de su muerte, el Profeta decía:
«El saludo de Al·lâh a ti también Ÿibrîl », por lo que
ella supo que Ÿibrîl estaba en la casa. Este último dijo
al Profeta: « ¡Oh Mohammad! Aquí está el ángel de
la muerte y te pide permiso para entrar, permiso que
nunca pidió a alguien antes de ti y que nunca pedirá
después de ti». El Profeta contestó: « ¡Autorízale que
entre! » Cuando ‘Ấisha le oyó supo que el ángel de la
muerte estaba presente. Este último se puso en frente
del Profeta y le dijo: « Al∙lâh me
Ha Enviado a
ti y me Ordenó que te obedeciera. Si me ordenas coger tu
alma, la cogeré y si me ordenas que la deje, la dejaré».
El Profeta levantó el dedo hacia el cielo y dijo:
«¡Quiero la compañía del Altísimo, quiero la compañía
del Muy Altísimo!».
El ángel de
la muerte vino entonces a la cabeza del Profeta (SAAWS)
y dijo: «¡O buen espíritu! espíritu de Mohammad
hijo de ‘Abdul·lâh, sal hacia la gracia del que Está
Satisfecho de ti y no enojado contigo!».
La cabeza del
Profeta se hizo, de repente, pesada en brazos de su
esposa ‘Ấisha y su mano cayó sobre su cuerpo. La señora
‘Ấisha supo que el Profeta se había muerto y no supo qué
hacer. Confusa, abrió la puerta de su apartamento que
daba a la mezquita y gritó: « ¡El Profeta ha muerto, el
Profeta ha muerto! y todos los que estaban en la
mezquita echaron a llorar.
Los
compañeros del Profeta estaban abatidos por la noticia.
‘Alî Ibnu Abî Tâleb cayó a rodillas, paralizado por la
tristeza no pudo levantarse. En cuanto a ‘Ozmân, le
cogían de la mano como a un niño gimiendo y llorando.
Fâtima, en cuanto a ella, se resignó e intentó
mantenerse paciente como se lo había recomendado su
padre (SAAWS) y ella sólo decía: “O padre !has
contestado a la llamada de tu Señor! ¡O padre el alto
paraíso del Firdaws es tu casa! ¡O padre! ¡A Ÿibrîl
anunciamos tu muerte!
‘Omar estaba
aún más conmocionado, él que es acostumbrado a ser firme
y resignado en lo que concierne estas cosas, sacó su
espada y dijo: «El que me diga que el Profeta ha muerto,
le corto la cabeza, sólo fue al encuentro de Al·lâh como
lo hizo el profeta Mûsâ».
El más
resignado de todos fue Abû Bakr. Entró en el apartamento
del profeta (SAAWS), le abrazó y le besó la frente y
dijo: “¡O! mi bien amado, ¡O! mi Profeta”. Luego mirando
la cara iluminada del Profeta dijo: “Qué bello eres vivo
y qué bello eres muerto mi Profeta”. Luego salió y dijo:
“tú ‘Omar cállate. Y vosotros: (dirigiéndose a los
presentes en la mezquita) a aquellos que adoraban a Mohammad,
este último ha muerto y a aquellos que adoran a Al∙lâh,
Al∙lâh es Vivo y Eterno». Era firme por el mensaje
divino. Yo, por mi parte, os digo que si el Profeta no
está aquí, su mensaje sigue existiendo.
Abû Bakr
empezó a recitar las siguientes aleyas que se pueden
traducir así: "Mohammad sólo es un
mensajero -otros mensajeros pasaron antes de él- si
muriera, ¿os volveríais atrás entonces? cualquiera que
haga marcha atrás no perjudicará a Al∙lâh y Al∙lâh
recompensa más bien a los agradecidos. » (TSQ,
'Ale-‘Imrân (LA FAMILIA De IMRAN): 144).
‘Omar dijo:
“fue como si hubiera oído esta aleya por primera vez.
Entonces supe que había muerto”. Salió de la mezquita
buscando un sitio para llorar a solas. Pero Abû Bakr lo
retuvo y le recordó: “¡’Omar, el Mensaje!”, ‘Omar
comprendió que había que elegir a alguien para dirigir a
la nación antes de enterrar al Profeta. Veis la
conciencia de los musulmanes para con el mensaje divino.
¿Os habéis olvidado del mensaje de Al∙lâh y os habéis
dedicado a vuestros hijos olvidando el mensaje de Al∙lâh
y la responsabilidad de reformar la tierra?.
Los
musulmanes se reunieron y nombraron a Abû Bakr como
califa y la gente le juró fidelidad.
El profeta
fue lavado (baño religioso de los muertos) por los
miembros de su familia; su primo y cuñado ‘Alî, su tío
Al-‘Abbâs, su hijo (primo del Profeta) Al Fadl
Ibn Al-‘Abbâs y Usâma Bnu Zayd hijo de Zayd
Ibnu Hâriza. Lo lavaron con su ropa como lo había
recomendado él mismo a ‘Alî.
Después de
ello, entraban las multitudes para despedirse del
Profeta. Entraron los compañeros encabezados por Abû
Bakr Assidîq y ‘Omar, luego las mujeres y los niños.
Luego vino el momento del entierro. No sabían si
tendrían la fuerza de enterrar a aquel que fue su bien
amado. Se acordaron de su hadîz: «Mi vida
tiene efecto benéfico sobre vosotros, y mi muerte tiene
buen efecto sobre vosotros. Mi vida tiene efecto
benéfico sobre vosotros porque os guío a la vía recta, y
mi muerte tendrá buen efecto sobre vosotros porque
vuestros actos me serán expuestos cada jueves, si hacéis
buenos actos, alabé a Al∙lâh y si cometéis malos
actos pediré a Al∙lâh perdón por vosotros. Los
compañeros le preguntaron: ¿cómo nos reconocerás,
Mensajero de Al∙lâh?». Él les contestó: «Os
reconoceré uno a uno por vuestros parentescos y vuestros
nombres ». Los compañeros le dijeron: “Cómo será posible
si estarás bajo tierra y él respondió que Al∙lâh
prohibió a la tierra que coma los cuerpos de los
profetas y mensajeros de Al∙lâh”.
Los
compañeros enterraron al profeta (SAAWS) con tristeza y
dolor en el alma. Al enterrarle, Al Mughîrá Ibn Shu’ba
tiró su anillo en la tumba, y dijo a los compañeros que
esperen porque le cayó su anillo. Quiso bajar a la
tumba, besar al profeta y ser la última persona que se
despida de él. Aquella noche la gente entró triste a su
casa llorando.
Anas Ibnu
Mâlek dijo: «El Profeta entró en La Medina un lunes y
toda la ciudad se iluminó con su venida, y la dejó el
lunes y toda la ciudad se ensombreció por su ausencia.»
A la mañana
siguiente y de madrugada, Bilâl como de costumbre, subió
a la mezquita para llamar a la oración. Llegando a la
parte donde decía: y Mohammad es el Mensajero de Al∙lâh,
no pudo decirlo y se echó a llorar. Le pidió entonces a
Abû Bakr que lo dispensara de esa tarea.
¿Llevamos
nosotros también ese amor hacia el Profeta? ¿Lo echamos
de menos hoy en día?
Hemos llegado
al final de esta biografía que hemos contado durante
este mes. ¿Estáis preparados a decirle al Profeta (SAAWS):
¡O mensajero de Al∙lâh! Te juro que a partir de ahora
seré un siervo y un defensor de tu causa, que llevaré
alto el lema del Islam, que viviré por la defensa de la
causa del Islam? ¿Me autorizáis ir junto a su tumba esta
noche y darle vuestros saludos y decirle en vuestro
nombre: nos comprometemos a ir tras tus pasos y en tu
camino O Profeta bien amado, te juramos que a partir de
hoy viviremos para tu mensaje y reorganizaremos la
tierra como lo hiciste...?
Que Al∙lâh
Acepte nuestros actos y nuestro ayuno. Mí querido
Profeta te vamos a echar de menos.
((¡Al∙lâh,
Señor de la Majestad y de la Distinción!, ¡Señor de la
Majestad y de la Distinción!
¡Al∙lâh, el
Muy Misericordioso, el Muy Distinguido y el Muy
Generoso!
Alabado Sea
Al∙lâh, Alabado Sea Al∙lâh y Alabado Sea Al∙lâh
Alabado Sea
Al∙lâh por este gran Profeta, Alabado Sea Al∙lâh por ser
seguidores de Mohammad (SAAWS)
Alabado Sea
Al∙lâh por Darnos el Islam, Alabado Sea Al∙lâh por
Darnos el Corán y por el queridísimo Profeta, que los
rezos y la paz de Al∙lâh sean sobre él
Alabado Seas
Al∙lâh, cómo le alabamos, cómo le alabamos
Cómo le
alabamos por la gracia de la biografía del Profeta
(SAAWS)
Le damos las
alabanzas de esta tierra, del cielo y de lo que está
entre ellos. Le damos las alabanzas de su Majestad y
Grandeza
Que los rezos
y la paz de Al∙lâh sean sobre nuestro querido Profeta
Que los rezos
de Al∙lâh sean sobre nuestro Profeta en el más allá
hasta el día del juicio
Al∙lâh, Haz
que sigamos su camino y Haz que nos morimos musulmanes
Al∙lâh, Haz
que bebamos de manos del profeta, un trago después del
cual nunca sentimos sed
Al∙lâh,
Ayúdanos en el Día del Juicio y Haz que entremos en el
paraíso
Al∙lâh, Haz
que seamos compañeros del Profeta en el paraíso, Haz que
cada hombre, mujer, joven y niño o niña que nos están
escuchando sea entre sus compañeros en el paraíso
Al∙lâh
echamos de menos a Tu Mensajero, nos avergonzamos de no
haber hecho lo que quería
Al∙lâh, Haz
que sigamos más creyentes tras el Ramadán
Al∙lâh, somos
humildes, no tenemos otro auxilio que Tú
Al∙lâh, Salva
nuestros espíritus del infierno, Perdónanos
Al∙lâh,
estamos ante Tu puerta llorando y Te pedimos perdón y
auxilio
Perdónanos
Al∙lâh
Al∙lâh, Te
hemos desobedecido tanto, no nos Devuelvas, perdónanos
Al∙lâh
Al∙lâh,
Protege a los musulmanes en Palestina e Iraq, Al∙lâh
Protéjanos a todos
Al∙lâh, no
hemos disfrutado de la compañía del Profeta (SAAWS) en
la vida, no nos la Impidas en el Paraíso
Al∙lâh, Te
invocamos y pedimos que nos Perdones porque estamos a
finales del Ramadán
Al∙lâh, Haz
que el fuego del infierno sea lejos de nuestros cuerpos,
de los cuerpos de nuestros padres, madres, cónyuges,
hijos…
Al∙lâh
atestiguamos que hemos hablado del Profeta y que le
hemos querido
Al∙lâh no nos
Dejas, Toma nuestras manos, Ayúdanos
Al∙lâh Da
gloria al Islam, Da gloria al Islam
Al∙lâh, El
Salvador, Salva a los musulmanes
Al∙lâh, Haz
que salgamos a la oración de la fiesta del Ramadán sin
pecados
Al∙lâh,
Perdona a toda la comunidad de Mohammad (SAAWS)
Al∙lâh, Danos
fidelidad, Deja que tengamos buenas intenciones
Al∙lâh,
Háganos llorar por temor a Ti
Al∙lâh,
Acepta nuestro ayuno
Al∙lâh,
Inculca el amor del Profeta en los corazones de los
jóvenes, chicos y chicas
Al∙lâh,
Planta el amor del Profeta en el corazón de toda la
comunidad musulmana))
Que la Paz,
la Misericordia y las Bendiciones de Al·lâh sean con
vosotros.
Al∙lâh=
significa Dios. Es
el Nombre Más Grande que ostenta el Único
Creador que posee todos los atributos propios de
la divinidad, tal como fue revelado en el Qor´ân.
(SAAWS):
Sal·la Al·lâhu Alayhi
Wa Sal·lam: Los Rezos y la Paz de
Al∙lâh
sean sobre él, que es explicada por los ulemas
como sigue:
Sal·la
Al·lâhu Alayhi:
significa que le cubra con su misericordia…El
motivo de traducirlo literalmente es porque
estas palabras son repetidas por los musulmanes
de todo el mundo, siguiendo el precepto divino
de decir esta expresión siempre que se mencione
al Profeta, en la llamada a la oración (Al Âdhân)
o en cualquier circunstancia, como veneración
concedida por Al·lâh a Su último Mensajero, que
ha sido enviado a toda la humanidad.
Wa sal·lam:
significa: y
derrame Su Paz sobre él.