En el nombre de Al∙lâh, El Más Compasivo, El Muy
Misericordioso. Los rezos y la paz sean sobre el más noble
de los mensajeros, nuestro señor Mohammad (SAAWS) [2].
Bienvenidos al episodio de hoy que dividiremos en 5 partes:
recuerdo – ocurrencia – aclaración – comentario y finalmente
seguiremos hablando de la sirah o biografía de
nuestro profeta (que los rezos y la paz de Al·lâh (SWT)
[3] sean sobre él).
Primero recordamos
que hoy es el 23 de Ramadán, quizás es la noche del Gran
Prestigio, la noche de la salvación del infierno. ¿Quién
está ya salvado? ¿Y quién se dirigirá hoy a Al∙lâh con
convicción y fuerza para pedirle el perdón y la salvación
como ha hecho con muchas personas desde el comienzo de
Ramadán hasta hoy, preguntándole si le ha salvado del
infierno o no, y suplicándole: no me Prives de la salvación
antes del fin de este mes?. Y el la Súplica durante la noche
del Gran Prestigio es respondido, así que preparad vuestras
súplicas y no os olvidéis de suplicar para la Umma – la
comunidad musulmana- y esforzaros al máximo en la lectura
del Corán.
Segundo “la ocurrencia”,
la verdad es que no es mía, me lo han planteado hoy y quise
transmitirla a vosotros. Los árabes cuando mataban a alguien
se adueñaban de su espada y cota y de todas sus cosas como
signo de victoria, pero cuando ‘Ali Bnu Abî Tâleb (RA)
[4] mató a ‘Amr Bnu wudd no le llevó nada y cuando el
profeta (que los rezos y la paz de Al·lâh sean sobre él) le
preguntó el porqué, dijo: “¡oh mensajero Al∙lâh! Iba a
llevarlos, pero al matarlo se destapó su órgano pudendo y
decidí no coger nada por vergüenza de verlo”. Este acto
sobre la vergüenza en la guerra es admirable, nos enseña
cómo se puede reunir el pudor y el fervor del guerrero que
siempre aspira a ganar, pero cuando comparamos esta actitud
con lo que pasa actualmente en la prisión de Abû Gharib
nos sorprendemos de las exelentes virtudes del profeta (que
los rezos y la paz de Al·lâh sean sobre él) y de sus
compañeros.
Otro suceso cuyo protagonista es también ‘Ali Bnu Abî Tâleb
en la batalla de Jaybar contra los judíos estaba a
punto de matar a un hombre cuando este último le escupió en
la cara, entonces ‘Ali lo dejó y se fue, el hombre le siguió
preguntándole porqué no le mató, a lo que le contestó ‘Ali:
“quería matarte para Al∙lâh pero al escupirme en la cara te
iba a matar para vengarme, y no pude hacerlo”. Jamás en una
guerra encontraremos a un hombre con virtudes tan nobles
como las de ‘Ali Bnu Abî Tâleb, que Al·lâh esté complacido
con él.
Pasamos ahora al comentario,
muchos se preguntan ¿porqué tras la muerte de Sa’ad Bnu
Mu’âdh se sacudió el trono de Al∙lâh el más Compasivo? ¿Y
qué significa eso? El imán Annawawî en su explicación al
libro de Muslim dijo que esta sacudida se produjo por la
alegría de los ángeles que rodean el trono por la llegada de
Sa’d. En cuanto al porqué, como sabéis Sa’d abrazó el Islam
sólo 7 años antes de su muerte (de los 30 a los 37 años),
pero en estos 7 años Al∙lâh le preparó para hacer cosas que
no han podido hacer otras personas que vivieron más tiempo,
sus actos eran tan valiosos que en su funeral participaron
setenta mil ángeles y los compañeros del profeta (que los
rezos y la paz de Al·lâh sean sobre él) dijeron que el
cuerpo de Sa’d era pesado pero durante el funeral era muy
ligero ya que según explicó el profeta (que los rezos y la
paz de Al·lâh sean sobre él) los ángeles lo transportaban
con ellos.
Había también un líder egipcio que luchó contra el
colonialismo y murió teniendo solamente 33 años. Esto para
explicaros que a veces Al∙lâh otorga a algunas personas poco
tiempo para vivir y lo aprovechan para llevar a cabo grandes
logros. Vosotros quien habéis vivido 20 años no habéis
prestado algo para el Islam, pero podéis hacer algo para
nuestra religión en dos años que otras personas no han
podido realizar en muchos años, porque Al∙lâh bendiga en
los pocos días de sus fieles, y os Resumirá los 20 años en
2, ya que el tiempo es Suyo. Esta es la explicación de la
recompensa de Sa’d que vivió para el Islam nada más que 7
años. Este último fue enterrado en el Baqî’, y
durante su entierro el olor del almizcle se elevaba con la
pólvora hasta tal punto que el profeta permaneció sonriendo
y repitiendo: Alabado sea Al∙lâh. Durante el entierro de los
demás, la gente quiere que se acabe y que vuelvan a sus
casas, pero con Sa’d los compañeros del profeta lloraban del
olor del almizcle que se elevaba con la pólvora, y sale la
madre de Sa’d llorando y sollozando. Al verla el profeta,
que los rezos y la paz de Al∙lâh sean sobre él y sobre su
familia, dijo: “toda mujer sollozante miente exceptuando la
de Sa’d Bnu Mu’âdh”.
En cuanto a la aclaración,
en el episodio anterior dije que la sentencia de Sa’d contra
la tribu de Bani Quraydha era matar a todos los
hombres que eran 600. Algunas personas me preguntaron: ¿no
era este juicio duro? y les respondí que se trataba de una
traición mayor y ejecutarlo solamente a los líderes de la
tribu era insuficiente, todos participaron en la
conspiración para matar a las mujeres, hombres y al profeta
(que los rezos y la paz de Al·lâh sean sobre él) y estaban a
punto de llevarlo a cabo si no hubiera aquel malentendido
provocado en el último momento por Nun’aym Bnu Mas’ûd. Otros
me preguntaron porqué el profeta no les echó del pueblo como
hizo con Banî Nadhîr; es que existe una gran
diferencia entre la traición antes y durante de la batalla.
Sin embargo, ellos traicionaron al profeta durante la
batalla, por lo tanto no son iguales a los que enviaron una
carta para Quraysh antes del comienzo de la batalla
informándoles sobre la fuerza de Mohammad y su número como
hicieron Banî Nadhîr e intentaron asesinar al
profeta, por eso se contentó con echarles mientras que Banî
Quraydha trahicionaron durante la batalla teniendo en
cuenta que la Medina estaba llena de hipócritas y el profeta
no tenía que ser indulgente.
De ahí que nadie puede decir que el profeta fue demasiado
severo con los judíos o como dicen los orientalistas que el
profeta (que los rezos y la paz de Al·lâh sean sobre él)
estaba esperando solamente el momento oportuno para matarles
o echarles y esto es totalmente incorrecto. Prueba de ello
es que los mismísimos líderes de Banî Quraydha no se
opusieron al juicio porque están conscientes del mal que
hicieron, además nuestro profeta (que los rezos y la paz de
Al·lâh sean sobre él) siempre les trataba igual que a los
musulmanes y no lo hacía sólo oralmente sino que firmó con
ellos un pacto otorgando a los judíos todos sus derechos
como ciudadanos y nadie puede tocar sus bienes, propiedades
y creencias.
Y
finalmente empezamos con el episodio de hoy que espero que
los periodistas y medios de comunicación lo estén siguiendo,
ya que hablaremos del año 5 tras la batalla del Jandaq.
Este año es crucial en la historia de los musulmanes ya que
después de esta fecha Quraysh no atacará la Medina o
los musulmanes sino que el profeta y los musulmanes los
atacarán, es el año de la transición en los sectores
político, militar y social.
Haciendo una retrospectiva veremos que los dos primeros años
eran dedicados a la formación y consolidación de la sociedad
mediante la construcción de la mezquita, la fraternidad y la
elaboración de la constitución. A partir del año 2 tuvieron
lugar 5 guerras contra Quraysh para difundir el
mensaje de Al∙lâh, mientras que el año 5 era el año de las
virtudes y valores sociales.
Muchos creen que la etapa de la Medina era solamente un
periodo de guerras pero el profeta (que los rezos y la paz
de Al·lâh sean sobre él) estaba constituyendo una sociedad
integral guiado por Al∙lâh Enaltecido sea, basándose no
solamente en la teoría, sino en la práctica. El pueblo
aprende de los sucesos y eventos acaecidos y era libre de
tomar las decisiones sean correctas o no y si hay alguna
confusión descienden los versículos con la solución
acertada.
En aquel tiempo vivían en la medina unos 700 hipócritas
liderados por ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl que intentaban
debilitar la sociedad. Recordamos su historia, los
hipócritas querían nombrar a este último como rey de la
Medina en el mismo día en que el profeta inmigraba a ella.
A
la llegada del profeta a la Medina, la gente tiró la corona
y se olvidaron totalmente de ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl,
por eso odiaba al profeta de todo su corazón pero ocultaba
sus sentimientos y no abrazó el Islam junto a sus
compañeros. Durante la batalla de Badr que fue
victoriosa para los musulmanes, los hipócritas se vieron
obligados a abrazar el Islam, y cada viernes, antes de que
el profeta empiece su discurso, ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl
decía a la gente: “¡Oh gente, este es vuestro profeta,
respetadle, alabadle, escuchadle y obedecedle” y siguió así
hasta la batalla de Uhod durante la cual
volvió con el tercio del ejército. Después de esta batalla
seguía levantándose desvergonzadamente antes del discurso
del viernes repitiendo lo dicho, pero la gente le agarraba
de su vestido y le decían: “Siéntate, enemigo de Al∙lâh”.
‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl salió de la mezquita enfurecido
y un hombre de los Ansâr le encontró y aconsejó que
regresara para que el profeta le pidiera el pendón de Al∙lâh
(SAAWS), pero ‘Abdulâh le respondió “No necesito que me pida
el perdón” ¡Qué corazón más duro tiene! Nosotros anhelamos
ver al profeta, besar su mano, abrazarle y pedirle que
suplique a Al∙lâh por nosotros.
Y
precisamente después de la batalla del Jandaq,
‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl vio que la guerra contra el
profeta no daba buenos resultados, por eso optó por una
nueva arma, la de la difamación y difusión de rumores sobre
la persona del profeta (que los rezos y la paz de Al·lâh
sean sobre él) y su familia.
En ese tiempo el profeta había entrado en una pequeña
batalla con Banî Al·Mostaliq que se agruparon y querían
atacar la Medina. En esta batalla salieron también los
hipócritas con el fin de provocar un problema. Durante el
regreso del ejército el profeta se paró con el ejército en
el camino para descansar, y ocurrió que un muchacho
emigrante que servía a ‘Omar Bnu Al·Jattâb y otro de los
Ansar, fueron para traer agua del pozo para el ejército,
pero se disputaron y se insultaron.
El primero pidió socorro a los suyos diciendo: “¡Oh
emigrantes! Mientras que el otro gritó: “¡oh Ansar! Y
la gente empezó a pelearse. El profeta se enfureció hasta
que se enrojeció su cara y dijo “¿pedís socorro y disputéis
como en la época preislámica mientras estoy entre vosotros?
¡Dejad de hacerlo que es repugnante!”
Esto es un mensaje para los musulmanes de hoy; seguid los
consejos y directivas de nuestro profeta (los rezos y la paz
de Al·lâh sean sobre él), acabad con el racismo y el
sectarismo, y lo repito a los musulmanes en cualquier lugar
en que hay más de una secta religiosa o doctrina, y les
digo: recordad que este dicho también se aplica en nuestro
estado porque el profeta (SAAWS) está presente entre
nosotros con su Sunnah. No le enfurecéis y estamos deseando
la noche del Gran Prestigio. Espero que esto llegue a los
musulmanes en Iraq y en todos los lugares.
‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl, y era de la tribu del Jazraÿ,
no hizo caso a lo que dijo el profeta y aprovechó de la
situación diciendo a la gente: ¿Habéis visto lo que habéis
hecho? Le habéis refugiado en nuestra ciudad y la llevaron y
hoy se han convertido en nuestros enemigos. ¡Por Al∙lâh no
veo el ejemplo de Mohammad y de sus compañeros de los
emigrados sino como el refrán que dice: “cría cuervos y te
sacarán los ojos”! ¡Por Al∙lâh cuando volvimos a la Medina,
el más digno expulsará al más humillado! – en alusión en que
él es el más digno-
El profeta se enojó muchísimo al escuchar esto, y ‘Omar Ibn
Al·Jattâb le pidió que le permita cortar la cabeza de este
hipócrita, pero el profeta respondió negativamente diciendo
que le dejara porque no quiso que la gente dijera que
Mohammad mata a sus compañeros, “‘Omar, sé paciente”.
La situación era muy grave, el profeta (SAAWS) no quiso
matar a ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl porque era un
ciudadano de la Medina y la gente dirá que Mohammad mata a
los ciudadanos por decir algo que no le ha gustado. Además,
estaba rodeado de 700 soldados armados, y también estaban
las tribus del Aws y del Jazraÿ.
Entonces, ¿cómo reaccionará el profeta ante esta situación?
El ejército estaba descansando, pero el profeta les ordenó
que se pongan en marcha. Y siguieron en marcha todo el día
hasta que se cansaron y pensaron que descansarán la noche,
pero el profeta no se paró todo la noche hasta el alba, rezó
el alaba con el ejército y luego reanudó la marcha hasta la
claridad de la mañana cuando sintió que todo el ejército
estaba exhaustado y entonces ordenó que descansen y duerman.
Al tocar la tierra, todos durmieron.
El objetivo del profeta era distraer al ejército de la
marcha para evitar un desorden. Actualmente hay
gobernadores que distraen a sus pueblos de asuntos triviales
para no pensar en cuestiones importantes…pero la diferencia
es muy grande porque el profeta distrajo a la gente de la
verdad y alejándoles de la falsedad.
Los orientalistas dicen que el profeta (SAAWS) distrajo al
ejército, esto no es un defecto, tampoco es un defecto que
los gobernantes distraigan al pueblo de algunos asuntos para
alejar sus pensamientos de otros. Pero lo importante es ¿con
qué asuntos les distraen? ¿Con la verdad en vez de la
falsedad? O ¿por los escándalos, combates de fútbol,
murmuración, provocación de desórdenes, correr tras el pan
diario, las exageraciones en los exámenes escolares? Para
que la gente se distraiga de lo que es más importante como
la producción, la tecnología, la reforma, la enseñanza, la
cultura y la preocupación por las necesidades de nuestros
países…
El profeta se mueve con el ejército pero se sorprende de
que ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl causó otro desorden mucho
más grave que el primero. Y se acusa a nuestra señora
‘´isha del incidente del Ifk.
El Ifk no solo
significa mentira sino una calumnia con mayor grado. En
realidad, es el grado más alto de la mentira y de la
acusación. Y es inventar algo que no tiene nada que ver con
la verdad. ¡Se acusó a la señora ‘´isha de cometer
adulterio! ¡La esposa del profeta (SAAWS)!
Es como si el resto de este episodio es una nueva lección
para nuestros países, cuántas veces encontramos en los
periódicos acusaciones de hombres de negocios, y cuántas
veces se acusan mujeres y más tarde descubrimos que son
inocentes.
El Corán dice sobre este incidente: “No lo consideréis
un mal para vosotros, por el contrario es un bien”
TSQ: La sura de An-nûr: 11.
Es un bien: porque gracias a este incidente
las sociedades aprenderán los buenos modales sociales.
Según la señora ‘´isha que Al·lâh esté complacido con ella,
durante la batalla de Banî Al Mostalaq el profeta, que en
las batallas siempre llevaba con él una de sus mujeres, la
escogió para acompañarle: “en el camino de regreso y durante
el descanso del ejército me alejé un poco para evacuar mi
vientre, y al volver me di cuenta que he perdido un collar
que lo tenía prestado de mi hermana, y cuando regresé para
buscarlo el ejército se movió dejándome sola en el desierto,
y como las mujeres eran ligeras no se dieron cuenta de que
no estaba en el hawdaÿ (especie de silla tapada para
las mujeres que llevaban los camellos) entonces me quedé
sentada en mi sitio esperando a que se dieran cuenta y
vuelvan a buscarme. Sentí sueño y dormí hasta que llegó
Safwân Bnu Al Mo’attal (que era un compañero del profeta y
una de las personas que asistieron en la batalla Badr) cuya
misión en el ejército era quedarse retrasado por un día o
medio día para controlar si alguien ha perdido algo o si se
ha quedado retrasado, me vio, y me identificó y entonces me
dio su espalda diciendo en voz alta: “Pertenecemos a Al∙lâh
y A Él regresaremos”. Me desperté, y bajó a su camello lo
monté, y juro por Al∙lâh que no nos intercambiamos ni una
sola palabra y marchó en el desierto hasta alcanzar al
ejército. Al llegar nos vio ‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl-
(y nadie de los compañeros del profeta pensó mal al
vernos)”.
‘Abdulâh Bnu Abiyy Bnu Salûl empezó a divulgar entre el
ejército atrocidades sobre la esposa del profeta (SAAWS)
durante todo el camino hasta llegar a la Medina.
La Señora ‘Aisha dice: “Este asunto perduró un mes entero y
por la misericordia de Al∙lâh sufrí de una fiebre muy
fuerte, y quedé todo el mes sin saber nada. No noté nada
excepto que el profeta entraba triste y sólo me preguntaba
cómo estaba sin añadir más palabras”, veis los buenos
modales del profeta con su esposa, no le informó de lo
ocurrido para no causarle daño, y sigue: “y no encontraba en
él el mismo cariño ni el mismo amor, solo era triste hasta
que me curé y salí con Umm Mustah”.
Mustah Bnu Azâzah era de los que hablaron mal de la
señora ‘´isha aunque era su primo, y uno de los emigrados
quien asistieron en Badr y, como era pobre, Abû Bakr,
padre de ‘´isha, le ayudaba económicamente.
También habló mal de la señora, Hassân Bnu Zâbet, el poeta
del Profeta (SAAWS).
Y
cuando salió ‘´isha con Umm Mustah para el servicio,
y en aquella época los servicios estaban situados fuera de
las casas, y mientras Umm Mustah estaba caminando se
tropezó y estaba a punto de caer, entonces dijo: “!Oh
desgraciado sea Mustah!. Al escucharla la señora
‘´isha le dijo: “cómo dices esto de un compañero que había
asistido en Badr”. Dijo Umm Mustah: “!Oh hija
mía!, ¿a caso no sabes lo que ha dicho de ti? Preguntó
‘´isha: ¿Y qué es lo que ha dicho? Umm Mustah le
contó toda la historia. Exclamó ‘´isha: ¡¿han dicho esto?!
Respondió Umm Mustah: “Toda la Medina lo dice”.
Dice ‘´isha: “me dirigí a la casa, y encontré al profeta
(SAAWS) silencioso y triste. Entonces le dije: “Permíteme ir
a la casa de mi padre para que mi madre me cuide” y el
profeta (SAAWS) respondió: “Sí, puedes ir”. Veis los buenos
modales a la hora de tratar el problema.
Y
sigue: “Fui a mi madre y le pregunté: ¿Qué dice la gente de
mí?” Respondió mi madre: “Hija mía, tranquilízate, por
Al∙lâh no hay ninguna mujer bella, amada por su marido y que
tiene darâ´ir [otras esposas de su marido], que no
inventan rumores sobre ella”.
Preguntó ‘´isha: ¡¿La gente habla mal de mí?! Respondió su
madre: “Sí”.
Preguntó ‘´isha: ¡¿y mi padre está enterado?! Respondió su
madre: “Sí”.
‘´isha Volvió a preguntar: ¡¿está enterado el mensajero de
Al∙lâh?! Respondió su madre: “Sí”. Entonces salí a mi padre,
que estaba sobre el tejado de la casa leyendo el Corán y nos
había escuchado. Le miré en la cara, y estaba llorando. Le
dije: ¿Qué dices padre?
Dijo: Hija mía, cuando estuvimos en el periodo pre-islámico,
ningún rumor semejante se había dicho de Abû Bakr y ¡¿ahora
después de que Al∙lâh nos ha honorado con el Islam dicen
esto de nosotros?!
Ni ‘´isha ni ninguno había hablado con el profeta sobre el
tema, hasta los más cercanos a él como Abû Bakú. De ahí que
la situación era muy dura para el profeta, hasta que la
gente empezó a decir chistes sobre él (SAAWS).
Si nos preguntamos cuál fue más dañoso para el profeta, el
día de Uhud o el incidente del Ifk?
Aquel no era más que un día mientras que éste duró un mes
entero. Creo que Abû Salûl dañó al profeta más que Abû Ÿahl,
Bnu Qami´a, ‘uqbah Bnu Abî Ma’ît y más que la muerte
de Hamza en que el profeta lloró mucho. Las
tristezas en la vida de nuestro profeta son muchos, y esta
vez será dañado para que aprendamos los buenos modales
sociales.
Imaginaos también como eran los sentimientos de Safuwân, que
era uno de los compañeros del profeta (SAAWS), después de
haberle acusado por traicionar al profeta con su esposa
mientras que es su profeta, y en cada oración estaba
repitiendo: “Testifico que no hay más dios que Al∙lâh y que
Mohammad es el mensajero de Al∙lâh”.
Pasamos a ver el estado de la Medina, tras este incidente se
dividió en 4 grupos:
Una mayoría que
no ha tenido ninguna reacción y que no ha podido ni
confirmar ni desmentir los rumores; y que será criticada por
el Corán y esto nos revela la potencia y la influencia que
podrán tener los medios de comunicación.
El segundo grupo
era una minoría que desmentían y rechazaban rotundamente los
rumores que circulaban como por ejemplo Abû Ayyûb Al Ansârî
en cuya casa se había alojado el profeta al llegar a la
Medina.
Un día Abû Ayyûb Al Ansârî dijo a su esposa: “Umm Ayyûb, ¿si
estuvieses en el lugar de ‘´isha, hubieras cometido lo que
dicen que ella ha cometido? Respondió: “Por Al∙lâh que no” a
lo que respondió su marido: “Y ‘´isha es mejor que tú”.
Ella le dijo: y ¿si estuvieses en el lugar de Safwân Bnu Al
Mu’attal hubieras cometido lo que dicen que ha cometido?
Dijo “No. Por Al∙lâh que nunca traicionó al mensajero de
Al∙lâh. Y su esposa respondió: “Y Safwân es mejor que tú”.
Este grupo pensaban bien de ellos y desmentían los rumores.
El tercer grupo
era como el primero exceptuando que participaban también en
la divulgación de los rumores como Hassân Bnu Zâbet que
compuso un poema sobre este incidente, Mustah, Henna
Bintu Ÿahsh, y era la hermana de Zaynab Bintu
Ÿahsh, la esposa del profeta (SAAWS) y estaba
hablando mal para el provecho de su hermana porque ambas
(Señora ‘´isha y Señora Zaynab) eran esposas del
profeta (SAAWS) y Zaynab era la esposa más cercana
del corazón del profeta (SAAWS) después de ‘´isha.
Y
este grupo representa la prensa en nuestra época.
El cuarto grupo:
Son los incitadores de las revueltas y los difamadores que
difundían los rumores e inventaban cuentos y chistes sobre
el incidente diciendo que no era la primera vez.
Respecto a Abû Bakr, estaba llorando todos los días y
jurando que no iba a sufragar los gastos de Mustah.
En cuanto a Safwân, tomó su arquero y lanzó una flecha
contra Hassân Bnu Zabet causándole una herida en la
cabeza por acusarle de esta calumnia y ¿con quién? ¡Con la
señora de las más puras! Y cuando este último fue al
profeta para quejarse, el profeta (SAAWS) llamó a Safwân y
este último le dijo: “Mensajero de Al∙lâh, ¡me acusa en mi
honor! Y no pudo hasta mencionar el nombre del profeta en
esta calumnia. Y el profeta ordenó a Safwân preguntar a Hassân
sobre lo que quería. Y el profeta dijo a Hassân que
él mismo le daré su derecho. Y le concedió un jardín. ¡Que
paciente era el profeta!
Pero ¿Porqué no hubo ninguna revelación durante todo este
tiempo? Seguramente para dejar que la sociedad se divida y
para que podamos aprovechar de este suceso y tomarlo como
ejemplo. Y si la revelación hubiera descendido
instantáneamente no hubiéramos conocido lo que había
ocurrido en la sociedad y no hubiéramos aprendido esta
moraleja.
También por esa misma razón no ocurrió esto a una mujer
normal sino a la misma señora ‘´isha para que ella lo
contara más tarde y para que aprendamos la lección de no
hablar mal del honor de las mujeres.
Y
continúa la señora ‘´isha diciendo: “durante estos tres
días no paraba de llorar ni pude dormir hasta que sentía
que iba a morir”.
Respecto a nuestro profeta (SAAWS), él desmentía el asunto
sin embargo porque él era el líder de la Umma y tiene que
ser objetivo, por lo tanto su papel no es el de esposo que
confía en su esposa sino como el líder de la Umma.
Por otro lado, el profeta (que los rezos y la paz de Al·lâh
sean sobre él) tenía tres opciones: o bien divorciarse de
‘´isha y salir del tema, o bien utilizar su poder y
defender a su esposa e impedir con la fuerza que alguien
hable de su familia, o bien ser imparcial y dejar a que la
sociedad tome sus decisiones, o bien inventar algo y alegar
que es revelado por Dios, pero nuestro profeta no es ni
dictador, ni tirano, ni mentiroso.
Sin embargo, nuestro profeta (los rezos y la paz de Al·lâh
sean sobre él) optará por otra vía: abrir el debate e
intentar persuadir a la sociedad de la inocencia de ‘´isha
y empezó por sus contiguos: Umm Ayman, Zaynab Bintu
Ÿahsh, Usâma Bnu Zayd, y todos desmentían esa
calumnia y confían en la inocencia de ‘´isha.
‘Ali Bnu Abî Tâleb, aunque desmentía el asunto, propuso al
profeta (SAAWS) la solución de divorciarla para salir de
esta situación.
En cuanto a ‘Omar Bnu Al Jattâb, pues dijo al profeta:
¿Quién hizo que te casaras con ella, mensajero de Al∙lâh?
Respondió el profeta: “Al∙lâh”. Entonces dijo ‘Omar ¡¿Cree
alguien que Al∙lâh te ha engañado?!
El profeta respondió: “díselos pues, ‘Omar”.
Un orientalista dijo sobre este incidente: “Cada vez que
quería desmentirle, me sale el incidente del Ifk, y
que a lo largo de un mes entero aguantó lo que nadie podría
aguantar, y entonces digo: es sincero.”. Que los Rezos y la
Paz de Al∙lâh sean sobre él.
Luego se dirigió a todo el pueblo y subió al Mimbar y dijo:
“!Oh gente! Me enteré de que un hombre agravia a mi familia”
sin mencionar a ‘Abdulâh Bnu Salûl.
Continuó “y no sé de mi familia sino el bien, y la gente lo
ha testificado”. Notad la sabiduría con que el profeta trató
el asunto, pues dijo: “y me mencionaron un hombre que no sé
de él sino el bien y que nunca me abandonó cuando estaba
fuera de mi casa” y con esto elimina los rumores que dicen
que Safwân se dirigía a la casa del profeta cuando él no
estaba. Luego dijo: Permitidme tomar mi derecho de este
hombre”. Entonces Usayd Bnu Hudayr, que era el
señor de los Aws (mientras que ‘Abdulâh Bnu Salûl era
del Jazraÿ que permanecieron callados), dijo
“Si aquel hombre pertenece a los Aws, cortamos su
cabeza, y si pertenece a nuestros hermanos del Jazraÿ,
ordénanos pues para cortar su cabeza.” Y entonces Sa’d Bnu
‘Ubâda, aunque es un buen hombre, dijo por el fanatismo:
“Por Al∙lâh eres mentiroso, nunca podrás cortar su cabeza”,
y respondió Usayd, “Eres tú el mentiroso, eres un hipócrita
que defiende a otro hipócrita.”
Entonces el profeta bajó de Al Mimbar triste y les dijo:
“Silencio, ¡¿disputáis como en la época preislámica mientras
estoy entre vosotros?! Regresad a vuestras casas.”
Y
el discurso no llevó a nada.
Veis que el conflicto entre los Aws y los
Jazraÿ no
desapareció y se acabó definitivamente, porque al fin y al
cabo son humanos, y el profeta no hace desaparecer los
problemas con una varita mágica. De ahí que no existen
soluciones mágicas para los problemas de la sociedad y esta
es una lección para nosotros y para los idealistas que
juzgan a los demás y que creen que el practicante no debe
cometer errores. Pues Hassân y Mustah
cometieron errores y serán perdonados.
Dice la señora ‘´isha: “mientras estaba en casa de mi padre
llorando y llorando, entró el profeta y me dijo: “si eres
inocente, tranquilízate, que Al.lâh, Enaltecido sea,
revelará tu inocencia, y si has pecado, pide el perdón de
Al.lâh, pues si el siervo peca y pide el perdón, Al.lâh lo
perdona”. Y de repente se secaron mis lágrimas y miré a mis
padres y les dije: “¿por qué no respondéis al mensajero de
Al.lâh?”, respondió Abû Bakú: “por Al.lâh no sabemos con qué
responder”. Pero yo digo que por Al.lâh me parece que habéis
creído este asunto, y si os digo que soy inocente no me vais
a creer y si confieso algo que no he cometido y Al.lâh sabe
que soy inocente me vais a creer. Por Al.lâh no encuentro un
ejemplo mejor sobre nuestra situación que lo que dijo el
padre de Yûsof (se olvidó del nombre de Jacob por los
nervios): “pero la paciencia vale más, imploro el auxilio de
Al.lâh en lo que decís”.
A
partir de este momento, ‘´isha supo que la única salida era
dirigirse a Al∙lâh y suplicarLE para revelar la verdad, y
esto vale para cualquier persona que tenga el mismo problema
y ve que las palabras ya no sirven que se dirija a Al∙lâh y
suplique Su ayuda.
Dice ‘´isha: “Aquel día dormí teniendo la convicción de que
Al∙lâh revelará mi inocencia, pensé que lo Hará mediante un
sueño visto por el profeta, pero nunca imaginé que sería
mediante versículos del Corán que se leerán hasta el día del
juicio”. Luego descendió Gabriel al profeta quien se dirigió
a ‘´isha y le dijo: “alégrate ‘´isha, Al∙lâh ha revelado
tu inocencia con versículos del Corán que se leerán hasta el
día del levantamiento”, entonces me postré a Al∙lâh
agradeciéndole. Mis padres me dijeron: levántate al profeta,
dije: no por Al∙lâh, no me levanto ni a él ni a vosotros,
sino que me postro a mi Al∙lâh quien declaró mi
inocencia”.
Vemos la lección que nos da el Corán en la sura de An·nûr
(La Luz), versículo 11, y como tenemos que actuar contra las
difamaciones: “En
verdad los que vinieron con
esa calumnia son un grupo de vosotros, no lo consederéis un
mal para vosotros, por el contrario es un bien. Cada uno de
ellos tendrá la parte de delito que haya adquirido y el que
de ellos es responsable de lo más grave tendrá un castigo
inmenso.”
Luego nos dictó dos reglas: la primera (versículo 12),
desmentir los rumores inmediatamente antes que lleguen al
corazón “¿Por qué los creyentes y las creyentes,
cuando lo oísteis, no pensaron bien por sí mismos y dijeron:
Está bien claro que es una calumnia?”
La segunda es práctica (versículo
13): “¿Por qué no trajeron cuatro testigos de ello?
Puesto que no pudieron traer ningún testigo, ésos son ante
Al∙lâh los mentirosos.” Es decir, en casos
similares hay que traer 4 testigos y si no son 4 es
considerado mentiroso el que vino con esta calumnia,
independientemente de lo que dicen los periódicos y dicten
los tribunales.
“De no haber sido por el favor de Al∙lâh
sobre vosotros y por Su misericordia en esta vida y en la
Otra, os habría alcanzado un inmenso castigo por haberos
enredado en murmuraciones.”
El Versículo 14 es una advertencia por el castigo de
Al∙lâh.
“Cuando lo tomabais unos de otros con
vuestras lenguas diciendo por vuestra boca algo de lo que no
teníais conocimiento y lo considerabais poca cosa cuando
ante Al∙lâh era grave”.
(Versículo 15), Hablar del honor de los demás es un gran
pecado.
“¿Por qué cuando lo escuchasteis no
dijisteis: no es propio de nosotros hablar de esto? ¡Gloria
a Ti! Esto es una enorme calumnia.”
(Versículo 16)
“Al∙lâh os exhorta a que no volváis jamás
a algo parecido si sois creyentes”.
(Versículo 17). Mirad señoras cómo Al∙lâh os protege y
vosotros jóvenes ¿cómo tras leer esto no habéis cambiado
vuestras actitudes?
“Y Al∙lâh os hace claros los signos, y
Al∙lâh es Conocedor y Sabio.”
(Versículo 18)
El versículo 19 es dirigido a la prensa: “Verdaderamente
aquéllos de entre los que creen que aman que se propague la
indecencia, tendrán un castigo doloroso en esta vida y en la
Otra. Al∙lâh sabe y vosotros no sabéis.”
“En verdad los que acusan a las mujeres
creyentes, recatadas y faltas de malicia, serán malditos en
esta vida y en la Otra y tendrán un enorme castigo.”
(Versículo 23)
Y
desciende otro versículo maravilloso: “los que acusan
a las mujeres honradas en su honor y no traen a cuatro
testigos, azotadlos ochenta veces”. Entonces se
azota a Hassân Ibnu Zâbet, Henna y Mostah
ochenta veces.
Con todos estos versículos hay que entender que la regla es
no difundir los pecados de la sociedad para que no se
conviertan en algo normal y corriente y para lograr más
seguridad. Los occidentales piensan que es un castigo
bastante duro, pero este juicio es aplicado sobre quien
comete adulterio y lo ven cuatro personas, es como si el
castigo fuera por la difusión de ello, porque el origen es
ocultar los vicios de la sociedad para que la gente no se
atreva a pecar y lo trate con indiferencia. Por eso, esta
sura es denominada An·nûr (La Luz), porque iluminó a la
sociedad.
En cuanto a la actitud de Abû Bakr con Mustah, fue
tratada en el versículo 22 : “Y
que no juren, los que de vosotros tengan de sobra y estén
holgados, dejar de dar a los parientes, a los pobres y a los
emigrados en el camino de Al∙lâh; sino que perdonen y lo
pasen por alto. ¿No os gusta que Al∙lâh os perdone a
vosotros? Al∙lâh es Perdonador y Compasivo.”
Hubo también versículos que hablan del permiso:
“¡Vosotros que creéis! Que aquéllos que poseen vuestras
diestras y los que de vosotros no hayan llegado a la
pubertad os pidan permiso en tres ocasiones: antes de la
oración del alba, cuando al mediodía aligeráis vuestros
vestidos y después de la oración de la noche, pues son tres
momentos de intimidad que tenéis; fuera de ellos no hay
falta si os frecuentáis unos a otros. Así es como os aclara
Al∙lâh Sus signos. Y Al∙lâh es Conocedor y Sabio.”
(versículo56)
De la necesidad de bajar la mirada y del velo: “Di a
los creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes
privadas, eso es más puro para ellos. Es cierto que Al∙lâh
sabe perfectamente lo que hacen.” (Versículo 30)
“Y di a las creyentes que bajen la mirada
y guarden sus partes privadas, y que no muestren sus
atractivos a excepción de los que sean externos; y que se
dejen caer el tocado sobre el escote y no muestren sus
atractivos excepto a sus maridos, padres, padres de sus
maridos, hijos, hijos de sus maridos, hermanos, hijos de sus
hermanos, hijos de sus hermanas, sus mujeres, los esclavos
que posean, los hombres subordinados carentes de instinto
sexual o los niños a los que aún no se les haya desvelado la
desnudez de la mujer. Y que al andar no pisen golpeando los
pies para que no se reconozcan adornos que lleven
escondidos. Y volveos a Al∙lâh todos, oh creyentes, para
que podáis tener éxito.”
(versículo 31)
Y
otros sobre casar a los jóvenes y prohibir la prostitución:
“no obligáis a vuestras criadas a prostituirse para
procuraros bienes pasajeros de este mundo, si desean
conservar su pudor”.
Un día, tres hombres dijeron a ‘Omar Bnu Al Jattâb que
vieron un adulterio, les preguntó: “¿estaba con vosotros
otro cuarto?, respondieron: no”, entonces les azotó.
Otra vez, mientras ‘Omar pasaba (y era entonces el emir de
los musulmanes) escuchó la voz de una mujer y hombre y se
dio cuenta de que se trataba de un adulterio, reunió a la
gente y les dijo: “los he visto con mis propios ojos y les
escuché con mis propios oídos”, ‘Ali Bnu Abî Tâleb le
preguntó: “¿tienes cuatro testigos sobre ello?”, respondió:
“ ‘Ali, ¡les he visto con mis propios ojos!”, dijo ‘Ali: “si
mencionas sus nombres te azotaremos ochenta azotadas”.
Y
para los que no apliquen las directivas de Al∙lâh,
Enaltecido sea, descendió la aleya: “O son como
tinieblas en un mar profundo al que cubren olas sobre las
que hay otras olas que a su vez están cubiertas por nubes.
Tinieblas sobre tinieblas. Cuando saca la mano apenas la ve.
A quien Al∙lâh no le da luz, no tendrá ninguna luz.”
(Versículo 40)
Leed la sura de An·nûr, y las mujeres deben conocer su valor
en el Islam. Sabed que nuestra religión no es sedienta a
azotar a la gente, sino que el castigo es aplicado a quien
lo comete ante la gente.
Una vez la señora ‘A´isha pasaba con ‘Orwa Bnu Az·zubayr
y se encontraron con Hassân Bnu Tâbet, y ‘Orwa esta a
punto de pegarle, nuestra señora le dijo: “déjalo hijo, este
hombre defendía al profeta que los rezos y la paz de Al∙lâh
sean sobre él y sobre su familia”. Veis cómo ‘A´isha
trataba a la gente con sus buenas y malas obras.
Abû Bakr siguió dando dinero a Mustah y dijo: “quiero
que Al∙lâh me perdone”, conforme al versículo citado.
Estamos deseando la noche del Gran Prestigio cuya súplica es
“Al∙lâh Eres el Indulgente quien ama perdonar a sus siervos,
¡perdóname!”. Tenemos que perdonar a los demás y visitar a
nuestros familiares. El profeta salió para informar a la
gente sobre el día del Gran Prestigio pero lo olvidó cuando
encontró a dos personas peleándose. Podéis ser privados de
esta noche debido a una pelea, entonces perdonad para que
Al∙lâh no haga llegar a la noche del Gran Prestigio.
Este episodio nos enseña no difundir los
pecados y las faltas de la sociedad para su protección y es
dirigida sobre todo a los periodistas, a los jóvenes y a las
mujeres.
[1] Incidente del Ifk: Ifk significa mentira y
calumnia con mayor grado y sin tener nada que ver con la
verdad.
[2] SAAWS = Sala Al·lâhu Alihi Wa
Salam = que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre
él.
[3] SWT= Subhânahu Wa Ta’âlâ =
Glorificado y Enaltecido sea.
[4] RA = Radiya Al·lâh ‘Anho = que
Al·lâh esté complacido con él