Introducción:
En el nombre de Al·lâh, el Más Compasivo, el Muy
Misericordioso. La Paz sea con todos y cada uno de vosotros.
Bienvenidos a un nuevo episodio de Tras los pasos del
Bien-amado.
Estamos en el 22 de Ramadán y nos queda poco tiempo para
culminar el mes. No olvidéis la importancia de la oración y
la invocación. Al·lâh atiende las súplicas, aprovechad para
abasteceros de un stock de energía espiritual que va a
serviros para el siguiente año. Nadie sabe los pecados que
va a cometer después de Ramadán. Y esa energía es la que te
va a ayudar a prestar un excelente servicio a la Umma
(Comunidad musulmana) durante el año venidero. Los
siguientes ocho días supone el reservorio con el que
abastecernos durante todo el año siguiente. Incrementa,
pues, este reservorio mediante más actos de adoración, más
oración y más invocación, porque vamos a consumir mucho a lo
largo del año que viene y que Al·lâh nos ayude a todos a
conseguir este objetivo.
Me gustaría hacer un comentario sobre el gran número de
jóvenes que entran al foro del sitio
www.amrkhaled.net para presentar sus opiniones y lo que
piensan hacer. De todos estos comentarios que he leído puedo
aseguraros que la esperanza es grande, en el sentido de que
es posible hacer que triunfe esta Comunidad, ya que existe
una juventud no solamente entusiasta, sino madura y exitosa
también. Y yo invito a todo aquél que dice que no sirve de
nada, que entre al Foro para ver lo que allí dicen los
jóvenes y sus aspiraciones y actividades constructivas y
también deseo manifestar que con nosotros se encuentra gente
de distintas nacionalidades que nos ha informado que las
mezquitas, gracias a Al·lâh, están llenas de orantes,
quienes acuden a los actos de adoración de una manera no
habitual hasta ahora. Este es también el caso en cuanto al
Masÿid Annabawí (la Mezquita del Profeta), que se encuentra
repleta de orantes. Esto sin duda es motivo de júbilo y algo
esperanzador que nos tranquiliza en el sentido de que el
bien se aproxima con ayuda de Al·lâh
El episodio de hoy: La batalla de Al-Jandaq
Nos encontramos en el quinto año “Hiÿrí” (de la Hégira), la
emigración del Profeta (SAAWS) [1] , que los Rezos y
la Paz de Al∙lâh sean sobre él, habiendo finalizado las
batallas de Uhud, de Badr, y habiendo sido expulsados
los de Bani Nadhir y en el que ya había finalizado la
batalla de Bani Arroqâ’, en la que el Profeta (SAAWS)
recuperó el derecho de ciudadanía de los musulmanes en la
Isla Arábiga. Los judíos, Qoraysh y los árabes habían
alcanzado a comprender que la derrota del Profeta (SAAWS)
individualmente era algo imposible. Por lo que este quinto
año debía ser decisivo para ellos pues debían decidir la
necesidad de reunirse y colaborar organizando coaliciones a
fin de destruir al Profeta (SAAWS) y a los musulmanes.
Para ello van a encargarse de organizarse en partidos,
encabezando la idea Huyayy Bnu Ajtab, líder de Bani
Annadhîr, a quien había expulsado el Profeta por traicionar
los derechos de ciudadanía con su intento de asesinato al
Profeta (SAAWS) en Madina.
Tenía Huyayy Bnu Ajtab un odio visceral al Profeta (SAAWS).
Cuando llegó a Madina después de la emigración se dirigió
Huyayy en compañía de su hermano a verlo y se fijaron entre
sus hombros, en la espalda, en busca del sello de la
profecía, consistente en una mancha de antojo con tres
pelos, localizada en la primera vértebra de la parte
superior de la columna. Le preguntaron la fecha del
fallecimiento de sus padres y quién lo había adoptado.
Cuando se convenció de que se trataba efectivamente del
profeta del fin de los tiempos, Huyayy Bnu Ajtab, que
era el líder de la tribu de Bani Annadhîr y uno de sus
sacerdotes, fue preguntado por su hermano: “¿es él, el mismo
que viene en Attawrât (la Torá)?”. Huyayy le respondió que
sí. Le preguntó también: “¿Qué vas a hacer?”, y le
respondió: “¡su enemistad, lo que me quede de vida!”.
Les escuchó Salman Al Fârisi, quien informó al Profeta
(SAAWS), pero el Bien-amado respondió: “no acusamos a
la gente por lo que dice”. Es decir, que se trata de
un compatriota, con derechos. ¡Los Rezos de Al·lâh sean
sobre Mohammad (SAAWS)!. Esto significa que respetaba los
derechos de las minorías. Obsérvese que nosotros no tenemos
problema con los judíos como religión. Da igual que uno sea
católico o judío, la cuestión es el respeto del derecho de
ciudadanía que nos permite convivir juntos.
Se marcharon los judíos con la tribu de Banî Nadhîr hacia
Jaybar que se transformó en el lugar de los complots. Huyayy
Bnu-Ajtab empezó a reunir las tribus árabes y la de
Qoraysh para combatir contra el Profeta (SAAWS). Fue a casa
de Abû-Sufyân y le dijo: “he venido a desarraigar a
Mohammad”. Le respondió: “¿A esto has venido?”. Huyayy le
respondió: “sí, para que hagamos una alianza para combatir a
Mohammad”. Abû-Sufyân le dijo: “bienvenido, todo aquel que
nos ayude a luchar contra él, será nuestro amigo.”.
Recordad que la hija de Abû-Sufyân, Ummu Habîba, es la
esposa del Profeta (SAAWS), y a pesar de su comportamiento
hostil, al final el Bien–amado va a perdonarle.
Huyayy acompañado por Abâ-Sufyân y los notables de Makka
fueron a la Ka’ba, levantaron su cortina y pegaron sus
vientres a su pared jurando aliarse contra el Profeta
(SAAWS), sin defraudarse unos a otros hasta acabar con
Mohammad (SAAWS).
Después, Huyayy marchó hacia la tribu de Ghatfân para
encontrarse con ‘Uyayna Bnu Hisn - segunda fuerza
después de Qoraysh en la Península Arábiga - para sellar con
ellos el mismo acuerdo adoptado con Qoraysh.
Observad que Huyayy no cesaba de emplear esfuerzos denodados
para alcanzar su objetivo, defendiendo una causa que estaba
convencido de que se era ilegítima, cuando hoy día, muchos
de nosotros sabiendo que estamos defendiendo una causa noble
y legítima, ¿hacemos lo suficiente para alcanzarla?. Bnu
Ajtab se ha esforzado con ahínco. Sin embargo encontramos a
multitud de musulmanes, aun estando convencidos de que están
del lado de la verdad, se esfuerzan muy poco o nada; y a
veces de forma muy esporádica o cuando logra por fin
disponer de algo de su valioso tiempo para dedicar a esta
legítima causa.
Consiguió incorporar a los jefes de las tribus árabes,
siendo Abu-Sufyân el comodante en jefe de un ejército de
10 000 combatientes. Los musulmanes hasta aquel día solo
habían llegado a luchar contra una armada que no superaba
los 3 000 efectivos. Qoraysh con 4 000 combatientes, 300
caballos y 1500 camellos; Ghatfân, con 3 000 combatientes;
Ashÿa’ Bani Salîm, con 300. Aparte lo que movilizaron las
restantes tribus... En total fueron 10 000 los efectivos,
dirigidos por Abâ-Sufiân.
El mensajero de Al·lâh recibió la noticia de la inminente
llegada de esa armada a Madina. Observa que la información
llega al Profeta (SAAAWS) por medio de sus servicios de
información ampliamente extendidos por la Península Arábiga,
lo que confirma la importancia que otorgaban los musulmanes
a la planificación en lugar de mostrarse indiferentes y
sujetos al azar como hacemos nosotros, pues ellos sí
recurrían a todos los medios causa-efecto tomando las
oportunas precauciones. Talha Bnu-‘Ubaid-Al·lâh y
Sa’d Bnu-Zayd, por tanto, informan al Profeta que el
ejército había empezado a moverse y que en cuestión de 10 a
15 días podrían llegar a Madina.
El Profeta (SAAWS) se reunió con la gente para una
deliberación, pues nunca llegó a tomar una decisión de forma
unilateral. (Este tipo de consultas no tuvieron lugar en
Makka sino en Madina, donde los musulmanes establecieron su
patria. Esta virtud del Profeta (SAAWS), mediante la
consulta, convocando a la gente y pidiéndoles su opinión,
tal como hiciera en Badr y en otras circunstancias, lo que
hace es aumentar los sentimientos de amor y pertenencia,
haciéndoles más predispuestos al sacrificio. Tenemos que
decir que entre los factores del terrorismo cabe destacar la
falta de afinidad que lleva a ciertos individuos a no sentir
lealtad hacia su patria.)
El Mensajero (SAAWS), después de explicarles la situación
real, la cantidad de efectivos conque cuenta el enemigo y
que los había congregado para la lucha, les dijo: “!oh
gente, dadme vuestra opinión!”. Nadie le dijo que
esperara la revelación de Al·lâh, pues ésta desciende para
configurar el sistema y para consolidar; la planificación es
deber de las personas. No interviene la revelación durante
la etapa de la planificación salvo para desvelar la
existencia de una maquinación con riesgo para el Mensaje o
para la vida del Profeta (SAAWS) Ello es así para que nos
sirva de ejemplo a nosotros: [Realmente en el
Mensajero tenéis un hermoso ejemplo] TSQ [3]
Y no digamos que su triunfo es debido a que fueron ayudados
por la Revelación, puesto que es incierto. El éxito vino
después de una sana planificación. Si con ellos estaba
presente el Qor´ân, con nosotros también, está presente el
Qor´ân.
Así pues, el Profeta (SAAWS) pidió consejo y cada uno de sus
compañeros presentó su opinión por turno, hasta que Salmân
Al Fârisi, de origen persa, le dijo: “¡Oh mensajero de
Al·lâh, en Persia cuando nos encontramos asediados
construimos una trinchera!”. Esta era una estrategia
occidental, nueva y desconocida por el Profeta (SAAWS) pero
con su mentalidad propia de un espíritu abierto acepta lo
novedoso. De esa manera se comportan las personas que
prosperan en su vida, no permanecen en la estrechez de una
mentalidad tradicionalista.
Del mismo modo, no rechaza el Profeta la idea por provenir
de occidente, pues admite lo novedoso, incluso aquello que
utiliza el enemigo, con previa reflexión. La idea es
aceptada por el Profeta porque era muy adecuada para Madina,
ya que había sólo una entrada a la ciudad: la del norte.
Así, los hipócritas empezaron a decir que los musulmanes
temían el enfrentamiento. Lo cierto es que los musulmanes no
se envalentonan de forma ciega, mas, reflexionando con
raciocinio, reconocen que no pueden hacer frente a este
ejército tan numeroso.
El Mensajero de Al·lâh (SAAWS) junto con los musulmanes
empezaron a cavar la trinchera y si observamos un mapa de
Madina veremos que ha sido cavada en el lugar más estrecho
entre dos montañas pedregosas. Estas dos montañas pedregosas
son dos terrenos que rodean Madina por el Este, el Sur y el
Oeste. Tierras rocosas muy duras a causa de un antiguo
seísmo, no pudiendo nadie transitar por ellas, con piedras
negruzcas, como una protección que Al·lâh ha proporcionado a
Madina sirviéndose de la naturaleza. El Profeta (SAAWS) cavó
la trinchera entre las dos montañas del Este y del Oeste y
ascendió a un monte llamado Sal’ para vigilar el trabajo.
¡Elevado sea Aquel que ha protegido Madina, el hogar de Su
Profeta!, durante miles de años. Disponían de 10 días
solamente para cavar una zanja de 4 kilómetros y medio, en
un terreno rocoso, con 5 metros de profundidad y 6 de
anchura, de manera que ningún jinete pueda abordarla.
Se puede imaginar el tipo de sociedad flexible que
interactúa con la idea y se pone a su servicio, todo gracias
a la deliberación y a la consulta, contrariamente a lo que
sucede con nuestras sociedades de hoy día. Esa comunidad
musulmana pudo transformar lo imposible en realizable con
una respuesta viable a los nuevos retos. Sus miembros
asumieron su responsabilidad ante la idea reaccionando con
rapidez frente a los acontecimientos, ya que el Profeta
(SAAWS) les dio la oportunidad de participar.
Las directrices de la estrategia fueron: quedarse en Madina,
cavar la trinchera, protegerla y poner los niños y las
mujeres a salvo en un lugar seguro. Pues los efectivos que
podían luchar de los musulmanes estaban compuestos por 1500
combatientes, que debían proteger la trinchera.
Veamos la ciencia de la administración tal como la plantea
el Profeta (SAAWS) para cavar la trinchera. Dividió el total
de efectivos en grupos, cada uno de los cuales constaba de
25 personas, a la cabeza de los cuales se nombró un
cabecilla. Cada grupo tenía encomendado cavar una parte
determinada de la trinchera, unos 80 pies, lo que equivale a
60 metros, que deberán defender después. Omar y Abû-Bakr
(RAA) [2] se aseguraron de la eficiencia, el Profeta
(SAAWS) vigilaba la buena marcha del trabajo desde lo alto
de Sal’ pero sin dejar de cavar con cada grupo por turno, a
fin de alentarles y levantar la moral de los efectivos.
Muchos de los que estaban participando rondaban los 58 años.
Todos esos esfuerzos habían sido llevados a cabo a fin de
hacernos llegar el Mensaje y para que hayamos podido
encontrar una práctica de adoración a nuestro alcance y para
que podamos asistir a este llenado de hoy en la Mezquita del
Profeta (SAAWS) en la que se apretujan los orantes. No hemos
tenido que participar en el cavado de ninguna trinchera
aunque sí estamos llamados todos, cada uno desde su
vertiente, a entregarse al Mensaje a fin de contribuir al
resurgimiento de la Comunidad en la tierra.
¿Qué hacemos nosotros en favor del mensaje? ¿La serie de la
vida del Bien-amado nos hace sentirnos responsables del
Mensaje? ¿Después de Ramadan, vamos a olvidarnos o vamos a
trabajar, con entrega y esfuerzo, para el resurgimiento de
la nación? No olvidéis estas palabras y sed los
protagonistas de este Mensaje no vaya a ser que defraudéis
al Profeta (SAAWS)
El Profeta (SAAWS) colaboró con sus propias manos a pie de
obra junto con los demás, cargando con la tierra y los
cantos, arrojándolos en forma de montículos por encima de la
trinchera, lo que resultaba mucho más laborioso que picar, y
trasladándose de un grupo a otro hasta la puesta de sol,
para ascender finalmente al monte Sal’ a fin de supervisar
la calidad del trabajo junto con Abû Bakr y Omar (RAA).
En aquellos días había hambre en la ciudad, los compañeros
ataban piedra a sus vientres a causa del hambre, y una vez
se dirigieron al Mensajero (SAAWS) para que les viera.
Entonces constataron que el Profeta llevaba atadas dos
piedras, quien les dijo: “Tomad un descanso”. Ÿâber cuenta:
“Por Al·lâh, que el vientre del Profeta llegó a deteriorarse
en la trinchera de una forma manifiesta”.
A
pesar del temor, de la tensión y del miedo a no terminar a
tiempo y a pesar del hambre, tenían la moral alta. Prueba de
ello es que cantaban. Este es Hassân Bnu Zâbet, que no
participaba en la excavación, puesto que era poeta, compuso
para ellos, a fin de hacer menos duro el trabajo, unos
poemas en los que dice:
¡Oh Al·lâh, de no ser por Tí no nos
habríamos guiado!
Ni oración ni limosna habríamos dado.
¡Da sosiego a nuestras almas…y afianza
nuestros pasos!
Los tiranos han emprendido su ataque,
Si opresión nos quieren,… ¡rechazamos!.
Imagina a los compañeros repitiendo este cántico. Entonces a
Omar (RAA), no le satisfacía esto ya que consideraba que ese
no era tiempo para cantos. Y cuenta: “Miré hacia el Profeta
(SAAWS) portando tierra y por Al·lâh que podía verse su
vientre (SAAWS) blanquecino por el color de la tierra,
mientras repetía en voz alta: “¡rechazamos!, ¡rechazamos!,
¡rechazamos!”. Y sigue contando Omar:
“Entonces yo también empecé a repetir con ellos: ¡rechazamos!,
¡rechazamos!, ¡rechazamos!.”
Debemos sacar una lección de todo esto, y es que el canto o
el arte no están prohibidos por el Islam en general, en
tanto en cuanto sirva al resurgimiento de la Comunidad y no
incite a las bajas pasiones ni haga perder la esperanza en
el Resurgimiento, en cuyo caso no está permitido.
El mensajero de Al·lâh responde también con un verso:
¡Oh Sustentador, no hay vida sino la Otra;
concede a los Ansâr y a los emigrantes Tu
Misiricordia!
Y
así le secundan los demás al unísono:
Somos quienes juramos lealtad a Mohammad,
con promesa de jamás abandonar la Ÿihad.
Quienes prometimos ir por el buen camino,
invocadores de Al·lâh, héroes del
sacrificio.
¿Os dais cuenta de la belleza de estos versos y del espíritu
de compromiso con la Comunidad?.
¿Observáis cómo colaboraba el Profeta en la excavación
entonando los cánticos y cómo amaba a la gente y era amado
por ella?. ¡Que Al·lâh nos conceda el privilegio de ver la
batalla de Aljandaq (la Trinchera) sobre los ríos del
Paraíso!. Pero lo fundamental es que permanezcamos fieles
después de Ramadán y llevemos a cabo con intensidad nuestros
actos de adoración.
Después de cinco días de excavación, el hambre se tornó
insoportable. Ÿâbir Bnu-Abd-Al·lâh vio al atardecer cuán
desfigurado estaba el vientre del Profeta (SAAWS). Entonces
dijo: “fui hacia mi mujer y la pregunté si disponíamos de
algún alimento. Me contestó: “tenemos una pechuga de gallina
y un puñado de cebada”. Preguntó: “¿es suficiente para
cuántos?. La esposa: “es suficiente para nuestros hijos”.
Ÿâbir: “¿Es suficiente para el Mensajero de Al·lâh?. La
esposa: “Sí”. Ÿâbir : “entonces, ¡no des de comer a los
niños!; primero, el Profeta”. Ÿâbir fue hacia el profeta y
le dijo secretamente: “¡Oh mensajero de Al·lâh, ven
conmigo!, tenemos en casa pechuga de gallina y un puñado de
cebada”. El Profeta (SAAWS) contestó: “¿vengo solo?
. Ÿâbir : “Omar y Aba Bakr también”. El profeta subió al
monte y anunció a todos sus compañeros, tanto a los
emigrantes como a los Ansâr, que están invitados a
casa de Ÿâbir para comer. Ÿâbir le dijo: “la comida es
pechuga de gallina y un puñado de cebada”. El Profeta dijo
a Ÿâbir: “ve a tu casa y no toques la comida hasta mi
llegada”. Ÿâbir fue a su casa e informó a su mujer que
el Profeta (SAAWS) viene y con él todo el ejército. Ella,
creyente y cuerda, le preguntó si el Profeta estaba al tanto
de la cantidad de comida disponible. Le dijo: “sí”. Entonces
le respondió: “Al·lâh y su mensajero saben más”. Entonces le
dije: “Es cierto”.
¿Os dais cuenta cómo destaca a lo largo de toda la “Sirah”
(trayectoria del Profeta (SAAWS)) la actuación de las
mujeres, con su extraordinaria firmeza?. Me pregunto: ¿acaso
se ha marginado a la mujer debido a que conocen su actitud
llena de firmeza?. ¿Acaso han hecho que las mujeres odien el
Din (la religión) por miedo a la religiosidad, al Islam y al
Profeta (SAAWS)?
Llegaron el Profeta (SAAWS) y todo el ejército a casa de
Ÿâbir. El Profeta (SAAWS) le dijo “vas a ser hoy, oh Yâbir,
nuestro portero” y le sugirió que los hiciera entrar en
grupos (observemos el contraste entre este espíritu
organizativo con nuestra situación en las estaciones de
autobuses).
Cuenta Ÿâbir: “Dije: éste es el primer grupo que entra, oh
Profeta de Al·lâh”. Y sigue contando Ÿâbir: “entonces sale
el primer grupo y cuando me fijo en sus rostro, los
encuentro satisfechos” Cuando terminó de comer el segundo
grupo, les pregunto si se habían saciado, y ellos responden:
“sí, toda alabanza pertenece a Al·lâh”. Y así, hasta que
salió el Profeta (SAAWS) quien le dijo: “¡Al·lâh te
bendiga, a tu mujer y a tus hijos por la comida, oh Ÿâbir!”.
El hombre entró a su casa y constató que el alimento no
había sufrido cambio alguno, salvo un minúsculo rasguño en
la pechuga. ¿No se trata ciertamente de un milagro?.
Pero observemos que el milagro no tiene lugar sino después
de mostrar altruismo, en este caso, cuando Ÿâbir hubo
procurado el bien del Profeta (SAAWS) a costa de sí mismo y
de su familia y cuando hubo rechazado el Profeta (SAAWS)
comer solo. Lo que sucedió lo llamamos en Islam “baraka”,
es decir, una
bendición, una gracia divina. La “baraka” existe en
todo tiempo y lugar pero después de procurar el bien del
prójimo a costa del nuestro. El milagro no tuvo lugar, sin
embargo, en la excavación de la trinchera, para que se
convierta en una experiencia humana que nos sirva de ejemplo
a nosotros.
Y finaliza la excavación de la trinchera después de diez
días exactamente, durante los cuales se esfuerza el Profeta
de una forma extraordinaria, puesto que está vigilando y
participando en la excavación. Vuelve a su casa por la tarde
y cuenta “sayyidato” – nuestra señora distinguida- ‘Âisha:
“Por Al·lâh que el Profeta (SAAWS) volvía agotado de la
trinchera,
y antes de dormirse ponía su cabeza en mi regazo y no
transcurrían más que unos segundos cuando se le escuchaba un
ronquido tal que no se lo había escuchado antes. Y una vez,
cuando estaba así de sumergido en sueño vino Saad Bnu Abî
Waqqâs ya avanzada la noche y despertó al Profeta. Le
preguntó: ¿Pasa algo Sa’d? Le contestó: “No. Solo he venido
para preguntarte si tenías algo que ordenar”. Le dijo el
Profeta (SAAWS): “ve a la trinchera”. Y sigue contando
‘Âisha: “Por Al·lâh que no he podido olvidar que Sa’d
despertara al Profeta de Al·lâh sin motivo”.
¿Te das cuenta de todo el esfuerzo que el Profeta ha tenido
que llevar a cabo?
La excavación estuvo terminada en 10 días, pero quedaba una
roca que los musulmanes no pudieron fracturar. Ni Abû-Bakr
ni Omar ni ‘Ali pudieron quebrarla. Entonces mandaron a por
el Profeta (SAAWS) quien al llegar pidió que le diesen un
pico y rociaran
la roca con un poco de agua. Entonces dijo: “En
el nombre de Al·lâh”.
Se cuenta: Entonces dio el Profeta (SAAWS) un fuerte
golpe a la roca que estremeció a los compañeros y que hizo
que desprendiera chispas. Y dijo “En el nombre de Al·lâh,
Persia ha sido conquistada” y dio otro golpe diciendo:
“En el nombre de Al·lâh, Roma ha sido conquistada” y
con el tercero golpe la roca ha sido pulverizada.
Dijo esto el Profeta para elevar la moral de los musulmanes.
Y la gente más valiosa de nuestra Comunidad es la que es
capaz de transmitir la esperanza a la gente elevando su
moral y haciendo frente a su desaliento. Pues todo aquel que
diga “de nada sirve el esfuerzo” no sigue los pasos del
Bien-amado. Y es gracias a la disciplina y a la buena
administración, que se terminó la excavación de la
trinchera.
A
su llegada, los enemigos fueron sorprendidos por la
trinchera y se sintieron obligados a cercar la trinchera y
esperar y no estaban en condiciones de hacer frente a esto
con el avituallamiento necesario. Se vieron en una situación
de estar a la defensiva pudiendo el Profeta (SAAWS) de este
modo llevar a cabo su estrategia.
El bloqueo duró 24 días esperando un momento de
inadvertencia por parte de los musulmanes para atravesar la
trinchera. He aquí a Amr Bnu-Al-‘Âs y Khâlid
Bnu-Al-Walîd los jefes de caballería, que cabalgaron 4
kilómetros y medio esperando la inadvertencia de algún grupo
para mandarle una señal a Aba-Sufiân para atravesar la
trinchera.
De ahí viene la importancia de la vigilancia a fin de que no
se despiste ninguno de los 1500 efectivos musulmanes. Para
ello a cada grupo de los 25 corresponde un vigilante; Sa’d
Bnu-Mu’âdh con su grupo recorrían los grupos de vigilantes
para cerciorarse de la falta de despiste por parte de
ninguno de ellos. Esto durante el día. Para ello, tanto Omar
Bnu-Al-Khattâb como Abû-Bakr vigilaban tanto a Sa’d-
Bnu-Mu’âdh como a su grupo. También, el Profeta (SAAWS)
tenía la misión de vigilar desde el monte Sal’ a su vez a
Omar-Bnu-Al-Khatab, a Abû-Bakr y al resto de los grupos.
Cuatro puntos de vigilancia durante 24 días sin ningún
fallo.
Los qorayshitas se les ocurrieron una idea, consistente en
aliarse con los judíos de Madina, Banû Quraydha. Estos
últimos poseían armas con las que podrían matar a las
mujeres y a los niños que se encontraban al sur, lo que
obligaría al Profeta (SAAWS) a dirigirse allí o a aminorar
los efectivos que tenía atrincherados, de manera que serían
atacados desde el Norte y desde el Sur. [Cuando os
vinieron desde arriba y desde abajo y los ojos se salían de
las órbitas, los corazones llegaban hasta la garganta y
hacíais suposiciones sobre Al·lâh] 33:10.
Hoyayy Bnu-Al-Ajtab se dirigió hacia el jefe de Banî
Qoraydha, Ka’b-Bnu-Sa’d y le manifestó: “te he venido con lo
más exitoso y lo más bueno que esconde la historia; te he
venido con Qoraysh y Ghatfân”. El jefe le respondió:
“me has venido con lo peor que esconde la historia. Por Dios
que no he visto de Mohammad más que cumplimiento de los
compromisos y justicia, no me ha tomado nada de mis bienes,
no me ha obligado a creer en su religión, y cuando os ha
expulsado no me ha juzgado por vuestro error”. Pero Hoyayy
no renunció hasta convencerle. Pero le pidió que fuera él el
que determinara el momento de atacar a las mujeres y a los
niños y romper el pacto.
Cuando la noticia llegó al Profeta (SAAWS) dijo: “Mi valedor
es Al·lâh y Él es mi mejor Apoderado” Hasta entonces el
Profeta (SAAWS) no se había desasosegado tanto como lo hizo
esta vez, pues se trataba de una situación muy grave. El
Profeta (SAAWS) pidió a Sa’d-Bnu-Mu’âdh y a Sa’d-Bnu-Ubâda
de asegurarse de la noticia. Como Sa’d-Bnu-Mu’âdh pertenecía
a la tribu de los Aws que mantenía un pacto con Banî
Quraydha, se dirigió al jefe de Bani Qoraydha y le preguntó:
“¿no habéis firmado un pacto con el Mensajero de Al·lâh?”.
El jefe respondió: “¿Y quién es el Mensajero de Al·lâh?; no
existe ningún pacto, pues hemos rasgado el documento”.
Entonces empezó a enfurecerse Sa’d-Bnu-Mu’âdh y a dirigirle
reproches. Pero le dijo Sa’d-Bnu-‘Ubâda “no le dirijas
reproches pues la situación es más grave de lo que parece
como para merecer simples reproches”.
El profeta (SAAWS) había pedido a Sa’d de no declarar en
público la verdad de la noticia si fuese mala sino que
utilizase una señal que pudiera entender el Profeta (SAAWS)
solamente para no desalentar a los musulmanes; pero si aún
mantenían su lealtad, entonces que lo pregonase
abiertamente. Por eso Sa’d-Bnu-Mu’âdh, cuando obtuvo la
información, dijo al Profeta: “’Adl y Quârra”, que son
nombres de tribus que habían traicionado al Mensajero de
Al·lâh (SWT) anteriormente. El Profeta, que comprendió la
clave, gritó: “ Al·lâh es el más grande, buen augurio,
¡esperad un triunfo por parte de Al·lâh!” y nadie más
que él había descifrado el mensaje. Entonces
el Profeta se sentó perplejo y estuvo así un buen rato. Pero
los judíos publicaron la noticia en el interior de la ciudad
por lo que todos se enteraron. Los hipócritas empezaron a
burlarse de los musulmanes y de lo que decía el Profeta
cuando estaba golpeando la roca. Al·lâh dice en su libro: [Y
cuando un grupo de ellos dijo: ¡Gente de Yazrib
(Madina) no tenéis donde estableceros, volveos! Hubo
algunos que pidieron dispensa al Profeta diciendo: Nuestras
casas están desnudas (desprotegidas).
Pero no estaban desnudas,
sino que querían huir.]
(33:13) Al Ahzâb /(
los coaligados).
Se ve la moral de los compañeros por los suelos [Cuando
os vinieron desde arriba y desde abajo y los ojos se salían
de las órbitas, los corazones llegaban hasta la garganta y
hacíais suposiciones sobre Al·lâh.
Allí los creyentes fueron puestos a
prueba y sufrieron una violenta conmoción.]
(33:10-11) Al Ahzâb / ( los coaligados).
Los judíos empezaron a ejecutar su plan. Enviaron a un
hombre para explorar el fortín donde acampaban las mujeres y
los niños. Como centinela estaba Hassân-Bnu-Zâbit, el poeta
del Profeta (SAAWS) que no entendía de guerra. Safíya, la
tía del Profeta (SAAWS) y madre de Zubayr le ordenó a Hassân
matar al hombre. Hassân respondió que no era capaz de matar.
La mujer tomó la barra y golpeó al hombre dos veces en la
cabeza y lo mató. Entonces pidió a Hassân de cortar su
cabeza y arrojarla cerca de los fuertes de los judíos para
mostrarles que había una vigilancia en el fortín de las
mujeres. Hassân respondió que no podía hacerlo. La mujer
tuvo que cortar ella la cabeza, a lo que Hassân tuvo que
volver su rostro por no soportar la imagen. Luego arrojó
ella misma la cabeza decapitada cerca de su fortaleza. De
esto pudieron desprender los judíos que había ciertamente
vigilancia. Es por eso que el Profeta después del triunfo
ofreció una daga a Safiya del reparto del botín, como
símbolo de su contribución a la protección de la retaguardia
del ejército. Esto significa que las mujeres nunca han sido
negativas.
El Profeta (SAAWS) marchó
hacia Ghaftan, como segunda tribu fuerte después de
Qoraysh, con 3 mil efectivos. Negoció con ellos recibir una
tercera parte de los dátiles de Madina a cambio de renunciar
a la guerra. Le respondieron: “no, queremos la mitad”. El
Profeta (SAAWS) no aceptó y les repitió la misma oferta.
Aceptaron finalmente y el Profeta dijo: “pues, voy a
consultar a mis compañeros”. Ellos dijeron: “pero eres
tú el jefe”. El Profeta (SAAWS) dijo:
“ sí, pero la ciudad les
pertenece y es preciso consultarles”.
El Profeta (SAAWS) demandó la opinión de Sa’d-Bnu-Ubâda y de
Sa’d-Bnu-Mu’âdh. Le preguntaron si se trataba de un hecho
consumado para callarse. Les dijo el Profeta que no se haría
nada hasta consultar con vosotros. Sa’d le respondió: “¡Oh
Profeta! ¿Es Al·lâh el que te ha ordenado hacerlo y nos
callamos; o algo que quieres que hagamos, y que haremos para
satisfacerte; o algo que debes hacer por nuestro bien y por
miedo por nosotros?. El mensajero de Al·lâh (SAAWS) dijo:
“es algo que debo hacer por vuestro bien. Juro
por Al·lâh que quiero sólo dividir a los árabes y hacer que
os unáis bajo una misma dirección”. Sa’d dijo: “Oh
Profeta de Al·lâh, fuimos antes junto con esos una gente
incrédula, adorábamos ídolos, y no creíamos en Al·lâh. A
pesar de todo eso, nadie codició un solo dátil de los
dátiles de Madina sin tener que pagarlo. ¡¿Ahora, que Al·lâh
nos ha agraciado con el Islam, van a tomarlo sin pagar por
él?!. ¡Por Al·lâh, que lo único que van a obtener de
nosotros serán nuestras espadas!. El profeta sonrió y dijo:
“como queráis”. Entonces se volvió a la tribu
de Ghaftân diciendo: “los dueños de Madina no aceptan el
pacto”.
¿Os dais cuenta, los aquí congregados, cuán valiosas son las
riquezas de nuestros países y no nos sacrificamos por ellas,
siendo así que Occidente viene cometiendo injusticia con
nosotros durante tantos años al llevarse nuestras materias
primas y devolverlas a nosotros como productos acabados
mucho más encarecidas?. Occidente ha seguido enriqueciéndose
mientras entre nosotros lo que se ha incrementado ha sido el
paro y la pobreza. Debe prevalecer la verdad y la justicia
en la producción de los bienes en el mundo.
Han transcurrido 23 días del asedio, y el Profeta (SAAWS) se
ha visto obligado a enviar algunos efectivos para proteger a
las mujeres y los niños. Qoraysh empezó a aventurarse a
irrumpir en la zanja. Entre ellos estaba Amr-Bnu-Wad, a
quien nadie era capaz de vencer en la lucha libre, un
personaje que no había participado en la batalla de Badr ni
en la de Uhud por estar de viaje, y hoy descendía en la
trinchera con su caballo diciendo: “¿quién me reta?”. Ali
dijo al Profeta: “yo lo reto”. El Profeta le dijo:
“¡siéntate!, que este es Amr-Bnu-Wad”. Ali insistió: “sí, él
es Amr y yo soy ‘Alí”. El Profeta (SAAWS) le dijo entonces:
“¡toma mi espada! Y rogó para él: “¡Oh Al·lâh, acude en
su ayuda! ¡ Oh Al·lâh has tomado a Abâ ‘Ubayda en Badr y has
tomado Hamza en Uhud, ¡ no me dejes solo, Tu eres el
que mejor hereda!”. ¿Os dais cuenta cuánto quería
el Profeta a ‘Alí y cuánta ternura tenía (SAAWS)?
Se adelantó ‘Alí al frente en dirección a ‘Amr-Bnu-Wad. El
hombre le preguntó: “¿Quién eres tu?”. Le respondió: "Soy
‘Alí, hijo de Abâ-Tâlib”. El hombre le dijo: “¿’Alí
Bnu Abí Tâlib?. Hijo, tu padre era amigo mío, no quiero
matarte. Apártate”. Ali le replicó: “pero yo sí quiero
matarte, tienes que elegir entre tres cosas: decir {Doy
testimonio de que no hay más dios que AL·LÂH y de que
Mohammad es Su siervo y Su enviado},
regresar a Makka o bien te decapito”. (Este es, jóvenes,
‘Alí, el símbolo de la hombría). Al escuchar estas palabras
de ‘Alí, el hombre se puso enfurecido, hirió
su caballo y con su sangre se embadurnó su cara. Entonces lo
agredió con un potente golpe de espada que encajó ‘Alí con
su escudo. Ambos empezaron a embestirse, y no se vio más
polvo ascendiendo. El Profeta (SAAWS) no paraba de implorar
de Al·lâh: Auxilia, oh Al·lâh, a ‘Alí. La gente
siguió con atención el combate hasta que se hizo el silencio
y en medio del polvo se alzó una voz: “Al·lâho Akbar”
(Al·lâh es el más grande). El Profeta (SAAWS) también gritó:
“Al·lâho Akbar” Entonces apareció ‘Alí portando la cabeza de
Amr Bnu Wad”. El Profeta (SAAWS) le dijo: “Arrójala donde se
encuentran ellos para que se espanten”
Sa’d-Bnu-Mua’d, a causa de una flecha errática que le
alcanzó en su brazo, fue llevado a una tienda en la Mezquita
del Profeta donde fue tratado por Rafida por orden del
Profeta (SAAWS) Este fue el primer hospital organizado por
los musulmanes, dirigido por una mujer. Sa’d fue acarreado
mientras perdía sangre, y entonces dijo: “¡Oh Al·lâh! Si hay
todavía batallas contra Qoraysh no quiero morir sin que las
asista, pues no hay pueblo que yo desee combatir tanto como
al pueblo que ha dañado al Profeta (SAAWS). Si esta es la
última batalla, quiero morir como mártir. Y no quiero que me
quites la vida hasta que cures mi pecho vengándote de Banî
Qoraydha”.
En ese momento, perteneciente a la tribu de Ashÿa’, una de
las tribus enemigas que estaban cercando la trinchera,
aparece Nu’aym-Bnu-Mas’ûd, quien se dirigió hacia el Profeta
(SAAWS) para declarar su creencia en el Islam. Nu’aym dijo:
“estoy a tu disposición,
esperando tus órdenes”. El Profeta (SAAWS) dijo: “Tu para
nosotros seguirás siendo una persona íntegra, por tanto
puedes simular divergencia con nosotros, pues la guerra es
engaño. Te diré lo que puedes hacer…”. Observemos
a este juicioso e íntegro hombre. Que aprenda nuestra
juventud de él.
Se dirigió a Banî Qoraydha ocultando que se ha convertido al
Islam. Y les dice: “Ya conocéis mi amor hacia vosotros y mi
odio hacia Mohammad”. Le responden: “tú, entre nosotros, no
has sido nunca objeto de ninguna acusación”. Siguió: Esta
tierra os pertenece a vosotros no a Qoraysh. Ella –Qoraysh –
puede hartarse y decidir desistir de luchar contra Mohammad
y regresar con su ejército. Si encuentra que existe una
buena oportunidad se quedaría para aprovecharla pero si
encuentran riesgo para su tribu os abandonarán a vuestra
suerte y no podréis estar a salvo de Mohammad”. Le dijeron:
“¿Y qué es lo que propones?”. Les contestó: “Proponed a
Qoraysh la guerra y pedidles 50 personalidades de sus
notables como aval. Si aceptan eso, significa que quieren
combatir; si no, es que os van a engañar”. Dijeron: “Cierto,
es una buena Opinión”
También, se dirigió hacia Abâ-Sufiân y le dijo: “Sé que Banû
Qoraydha han cambiado su decisión y han propuesto a Mohammad
entregarle 50 notables de Makka a cambio de su perdón. Y él
ha aceptado”.
Al día siguiente, Abû-Sufian fue hacia Ka’b-Bnu-As’ad y le
preguntó: “¿Cuándo vamos a combatirles?”. El otro respondió:
“¡envíanos a 50 personalidades para estar seguros de vuestra
promesa de lucha”. Entonces Abû Sufyân pensó por dentro:
“cierto, tenía razón No’aym Bnu Mas’ûd” De este modo, ambos
no se pusieron de acuerdo y terminaron separándose, y ello
supuso el principio de la victoria, gracias a un solo
hombre. No se le conoce en la trayectoria del Profeta a este
hombre otras actuaciones parecidas. ¿Quién está dispuesto a
seguir su ejemplo?
Es Miércoles, y el Profeta (SAAWS) sobre la montaña Sal’
lleva implorando durante tres días seguidos y hoy se halla
en un sitio llamado Mezquita de Fath suplicando a Al·lâh:
“¡Oh Sustentador! Cubre nuestra desnudez, apacigua nuestros
temores. ¡Oh Al·lâh, revelador del Libro, que haces navegar
las nubes, vencedor de la coalición, ¡Derrótalos, sacúdelos
y concédenos el triunfo!. Y este fue el último día. Se
presentó después de esta plegaria, una noche fría, lluviosa,
con un fuerte viento que arrancó las estacas de las tiendas
de los enemigos y arrojando lejos los víveres y golpeando
sus rostros brutalmente con la tierra y la arena. Así dio
comienzo la victoria: gracias a esta potente ventisca. Eso
vino después de haber resistido con paciencia y hecho todo
el esfuerzo posible. Aquí descendió la revelación de Al·lâh:
((¡Vosotros
que creéis! Recordad la gracia de Al·lâh con vosotros cuando
vino a vosotros un ejército y mandamos contra ellos un
viento y ejércitos que no veíais.
Al·lâh ve
lo que hacéis.”.
Al Ahzâb / (La Coalición)
33:
9.
Podrían acudir en nuestro auxilio los vientos en cualquier
época, ¿pero dónde están los hombres merecedores de ese
favor en nuestros días?. Porque Al·lâh no favorece a nadie
salvo que previamente esté dispuesto a hacer triunfar a
Al·lâh:
[Vosotros que creéis!
Si auxiliáis a
Al·lâh, Él os auxiliará a vosotros y dará firmeza a vuestros
pies].
Sura Mohammad
47; áya 7.
El Profeta (SAAWS) dijo: “¿quién está dispuesto a ir en
busca de noticias sobre el enemigo?”. Nadie osó
contestar ni moverse a causa del frío y del temor. Repitió
de nuevo: “¿quién está dispuesto a ir en busca de
noticias sobre el enemigo y le garantizo la vuelta?”.
Tampoco se levantó nadie. A la tercera: “¿quién está
dispuesto a ir en busca de noticias sobre el enemigo, le
garantizo la vuelta y será mi amigo en el Paraíso?”.
Nadie se ofreció tampoco. Entonces, el Profeta (SAAWS) dijo
a Hudayfa Bnu Alyamân: levanta tú. Cuenta Hudayfa:
“no encontré a nadie dispuesto a ofrecerse y por Al·lâh que,
de no ser por vergüenza del Profeta (SAAWS), no me hubiese
levantado. Le dijo el Profeta (SAAWS): ve y procura volver
con información acerca del enemigo sin provocar conflicto.
Hudayfa cuenta: “fui temblando de frío, hasta llegar
a la trinchera donde empecé a sentir calor como si estuviese
en un baño (tomad iniciativa, jóvenes y Al·lâh os
afianzará). Y proseguí hasta ver a Abâ-Sufiân buscando fuego
para calentarse sus manos. Se dirigió a la gente: “Oh,
gente, agruparos a mi alrededor”. Entonces me senté entre
ellos (siendo muy intensa la oscuridad) y dijo: “Os voy a
hablar muy seriamente. Que cada uno se asegure de quién está
cerca de él, pues no puedo estar seguro de la infiltración
de los espías de Mohammad.”
Prosigue su narración:
“Entonces, me anticipé preguntando a dos personas que
estaban a mi lado: “¿Quién eres tú?”. “‘Amru-Bnu-Al ‘âs”,
me contestó el primero. “¿Y tú?”. Me respondió el segundo:
“Muâwiya-Bnu-Abî-Sufyân”... (¿Os dais cuenta de la agilidad
mental?. Cuando Amru Bnu Al’âs llegó más tarde a abrazar el
Islam, estuvo un año riéndose cada vez que recordaba el
incidente.). Miré a Abâ Sufyân y vi que estaba justo delante
de mí. Agarré una flecha pensando matarle, pero recordé la
orden del Profeta (SAAWS) de no provocar ningún incidente, y
entonces solté la flecha. Abâ-Sufyân empezó a hablar
diciendo: “¡ Oh gente! Se han aunado sobre vosotros la
traición de los judíos, el frío y el viento, y como el
asedio no se va a terminar, voy a regresar. ¡Seguidme!”.
Entonces pensé por dentro: “Dijo verdad el Profeta (SAAWS).
Gracias a Al·lâh que no he provocado entre ellos ningún
incidente. Luego regresé al Profeta, y tan pronto llegar,
volvió a mí el frío. Lo hallé rezando en la Mezquita. Al
terminar la oración me cubrió con su capa y de ese modo
volvió a mí el calor. Entonces se inclinó y se prosternó
mientras su mano me abrigaba (¡Démonos cuenta de la ternura
del Profeta!). El Profeta (SAAWS) tan pronto finalizó su
rezo y saludar, le dio Hudayfa la buena nueva: “el ejército
de Qoraysh retorna”. Se levantó el Profeta diciendo en voz
alta:
“Que Al·lâh te dé buenas nuevas.”.
Entonces se volvió a su gente y dijo: No
hay dios sino Al·lâh, El Único. Ha cumplido su promesa, ha
hecho triunfar a Su ejército, ha vencido a la coalición Él
solo”. Después dijo: “Hoy podemos
conquistarles en vez de que nos conquisten”.
A partir de aquí finaliza la guerra defensiva. Y démonos
cuenta que del mismo modo que se atravesaba por una fase
transitoria, nosotros también estamos atravesando por una
fase transitoria.
El Mensajero de Al·lâh les pidió a sus compañeros que
regresasen a sus hogares (habían transcurrido 24 días de
resistencia). En estos momentos vino Ÿibril [Gabriel] por
orden de Al·lâh y dijo al Profeta (SAAWS): “¿Habéis depuesto
vuestras armas antes que los ángeles? Bani Qôraydha
os han traicionado y Al·lâh no ama a los traicioneros.”.
Entonces, el Profeta (SAAWS) pidió a la gente regresar otra
vez y que la guerra todavía no había terminado (¿Os dais
cuenta cuán valiosa es la misión?), y les dijo: “aquel que
crea en Al·lâh y en el Último Día, no ha de rezar la oración
de Al ‘Asr sino en Banî Qoraydha”. Algunos
interpretaron que había dicho que no debían rezar Al’Asr
sino en Banî Qoraydha mientras otros las interpretaron como
que debían rezar Al ‘Asr tan pronto como llegue la hora de
hacerlo aun antes de llegar y acudir después a Banî
Qoraydha. Entonces, algunos rezaron el ‘Asr por el camino y
otros lo hicieron en Banî Qoraydha, sin que el Profeta haya
reprendido a ninguno de ellos (Esta es la ética de la
divergencia. Tomad ejemplo, ulemas de la Nación Islámica, y
basta de controversia en la Jurisprudencia Islámica)
El bloqueo de Banî Qoraydha
duraó 25 días hasta que su gente querían deponer sus
armas y abandonar Madina. Pero el Profeta (SAAWS)
les dijo que tenían que esperar su decisión. Intervino la
tribu de Aws apelando a la justicia del Profeta y a su
benevolencia. Les dijo: “¿No queréis que lo decida un hombre
de los vuestros?”. Contestaron: “De acuerdo”. Entonces les
dijo: “Ese no puede ser otro que Sa’d-Bnu-Mu’âdh. ¿Estáis
conforme?”. Asintieron, y entonces Sa’d Bnu Mo’âdh, que
estaba herido y se encontraba en Madina, acudió montado en
un asno y después fue ayudado por dos hombres a
incorporarse, dado que la herida le impedía ponerse de pie
por sus propios medios. Les dijo: “ha llegado el momento de
que la decisión de Sa’d no se vea interferida por el
reproche de ningún censurador”. Entonces les preguntó:
“¿Aceptáis mi dictamen?”. Dijeron que sí”. Observó al
Profeta (SAAWS) quien con un movimiento de cabeza le dio su
conformidad así como Alí (RAA). Entonces dijo: “Lo que veo
es que nos habéis traicionado a todos nosotros. Por tanto,
veo que deben ser sacrificados los hombres, sean tomados sus
bienes y sean objeto de cautiverio sus mujeres
y su descendencia”. El Profeta (SAAWS) dijo:
“Oh Sa’d has pronunciado el
dictamen de Al·lâh más allá de los siete cielos. Y el Islam
es Misericordia, pero no con los líderes de la traición”.
La herida de Sa’d empezó a sangrar con mayor intensidad.
Entonces el Profeta (SAAWS) lo tomó entre sus brazos,
llegando su sangre a manchar su barba. Cada vez que los
compañeros la limpiaban les decía: “volved a ponerlo en mi
regazo”. Y le dice el Profeta: “Por Al·lâh, Oh Sa’d, que has
sido fiel con Al·lâh y con su Mensajero. Él te concederá Su
Promesa como tú has cumplido Su promesa”. Luego pronunció
Sa’d la shahada. El Profeta (SAAWS) dijo a sus compañeros
que por la muerte de Sa’d se ha movido el trono de Al·lâh, y
70 mil ángeles han acudido a su funeral.
Mañana, hablaremos de las condiciones sociales de Madina. Os
veré, si Al·lâh quiere en buen estado.
Y que la Paz, la Misericordia y las Bendiciones de Al·lâh
sean con vosotros.
[1] SAAWS = Sala Al·lâhu Alihi Wa
Salam = que los Rezos y la Paz de Al·lâh sean sobre
él.
[2] RAA = Radiya Al·lâh ‘Anho = que
Al·lâh esté complacido con él
[35] TSQ = Traducción del significado del Qor'an.
Esta traducción es para el significado observado, hasta
ahora, del indicado (Surah o Ayah) del Qor'an. La lectura
del significado traducido del Qur'an nunca puede sustituir
la lectura de él en árabe, la lengua en la cual fue
revelado.