Antigua ciudad de Siria, situada en el oasis de Tadmor en el
norte del desierto de Siria, a unos 240 km al noreste de Damasco. Según la
tradición, fue fundada por Salomón, rey de Israel. En la Biblia se la denomina
Tadmor (1 Re. 9,18), citada ya en el III milenio a.J.C. con el nombre de Tadmor
(Ciudad de las palmeras), era una importante etapa en la ruta de las caravanas
que se dirigían desde Mesopotamia a la costa mediterránea.

Próspera parada de caravanas durante el siglo I a.C. Tras
conocer un gran desarrollo durante la época helenística (en que fue llamada
Palmira), fue saqueada por las legiones de Marco Antonio (s. I a.J.C.) y luego
incluida en el Imperio romano, atravesando un gran período de esplendor que duró
hasta el s. III d.J.C. Palmira se convirtió en puesto avanzado romano e
importante ciudad-estado dentro del Imperio romano durante el siglo I d.C.
Palmira alcanzó su mayor poder con Odenat y su segunda mujer Septimia Zenobia,
extendió su dominio hasta Armenia, Capadocia y Egipto. Aliado de Roma, Odenat
reconquistó las posesiones romanas perdidas por Sapor (o Sahpur) I de Persia
(que reinó en 241-272). Tras el asesinato de Odenat, Zenobia le sucedió. Su
ambición por extender la influencia de Palmira en Asia Menor y Egipto hizo que
cayera en manos del emperador romano Aureliano, quien en el 272 capturó a
Zenobia y asoló la ciudad.
Posteriormente, Palmira fue tomada y destruida en el 634 por los
árabes. Aún siguen en pie el templo del Sol (o Baal) y la columnata, de 1,6 km
de longitud, compuesta por unas 1.500 columnas corintias originales. En época
moderna, se construyó en las proximidades la ciudad de Tadmor.
¿ QUÉ VISITAR ?
El trazado de la calle principal de la ciudad, flanqueada por
columnatas, fue determinado por el gran templo de Bel (ss. I y II d.J.C.),
levantado sobre una plataforma con escalones, adornado con un peristilo de
estilo griego y ricamente decorado con motivos vegetales. La originalidad de
Palmira reside en su arquitectura funeraria: torres funerarias de pisos (ss. I
a.J.C. y II d.J.C.) y excavaciones subterráneas adornadas con hornacinas con los
bustos de los difuntos.
Instituto del Próximo Oriente Antiguo -
Universidad de Murcia
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