Este detalle de un recuadro de mosaicos, que representa altas

palmeras a cuyas sombras se alzan unos palacios, adorna el Tesoro de

la Gran mezquita de los Omeyas, en Damasco. Ilustra bien la frase que

cita Ibn Battuta: «si el paraíso eterno está en la tierra, se encuentra en

damasco y en ningún otro sitio.