Primero:
Introducción y Definición
El mundo
contemporáneo sufre de muchos problemas. A pesar del extraordinario desarrollo
material en el que vivimos, y los grandes beneficios que la ciencia ha brindado
al ser humano, para mejorar su vida y su bienestar, estamos viviendo unos
grandes problemas generados unos de otros, y con influencia de unos sobre la
existencia de otros. Algunos de estos problemas son: la ansiedad psíquica y el
desasosiego, la difusión del crimen, la ausencia de los valores morales, el
individualismo y el egoísmo, la injusticia en todos sus sentidos y formas, la
descomposición de la sociedad y la corrupción.
Escuchamos, casi
diariamente, sobre los escándalos políticos y financieros. Y no hay país en el
mundo que carezca de estos problemas. El progreso material de los humanos no ha
podido eliminar ni suavizar estos problemas; por el contrario, cada vez que
progresa la vida material del ser humano, aparecen y se difunden más estos
problemas.
A pesar de la
multitud y la variedad de estos problemas, parece que el gran problema y el más
influyente en la aparición de la corrupción, el desasosiego y la ansiedad es el
problema del ateísmo.
En realidad, este
problema es el principal y es la causa de todos los demás.
¿Qué queremos
decir con el problema del ateísmo? ¿Cuál es la razón de este problema que se ha
convertido en uno de los fenómenos de estos tiempos? ¿Cómo trata el Islam este
problema?
Esto es lo que
vamos a debatir en las siguientes páginas, con la ayuda de Al∙lâh[1].
¿Qué queremos
significar con el problema del ateísmo?
El ateísmo es la
negación de Al∙lâh y la desviación del camino de la fe y el juicio, además de
expresar la incredulidad en la resurrección, el Paraíso y el Infierno, y
consagrar todo el tiempo únicamente a la vida mundanal.
El ateísmo hoy es
un fenómeno internacional. El mundo occidental en Europa y América, aunque son
quienes aparentemente han heredado la fe cristiana que cree en la Resurrección,
el Paraíso y el Infierno, hoy día han dejado de creer en ella. La gente allí
cree solamente en esta vida, y la Iglesia se ha convertido en mera tradición o
en un recuerdo del pasado, y no forma en las vidas de las personas ni en sus
mentes sino una parte muy insignificante. Y el ateísmo se ha convertido en la
religión oficial en todas las constituciones de los países europeos y
americanos. Y algunas veces esto lo denominan "laicismo"; otras veces, estado no
confesional, y todo esto significa ateísmo o negación de Al∙lâh.
En Oriente se
encuentra el mayor país del ateísmo, el estado ruso, que es de creencia
comunista que rechaza todo lo trascendente y cree que la vida es únicamente lo
material y que la lucha del hombre en esta vida es para vivir y existir
solamente. Mientras que en otros países, aunque se extendían religiones basadas
en creencias en lo oculto como el hinduismo, el budismo y el confucianismo, sin
embargo estas religiones actualmente casi han desaparecido ante la expansión del
ateísmo occidental y de la vida contemporánea.
A pesar de que el
mundo islámico está aún unido de algún modo al Islam y crea en la unidad de
Al∙lâh, la Resurrección, el Paraíso y el Infierno, sin embargo la gran oleada
del ateísmo le presiona por todos lados, haciendo que los musulmanes duden de su
religión y de su creencia, siendo recomendable, para enfrentarnos a este
problema, que estudiemos de forma objetiva y científica las causas de este
problema y la manera de solucionarlo.
Segundo: Las
causas del ateísmo
Hace 200 años
solamente el problema del ateísmo no tenía la fuerza ni la extensión que hoy
tiene, pero durante los últimos dos siglos aparecieron muchos factores que han
hecho del ateísmo y de la incredulidad una religión común y frecuente. Podemos
resumir los motivos más importantes en lo siguiente:
1- La Iglesia
Europea:
Esta iglesia ha
sido a veces una razón indirecta y otras una razón directa en la difusión del
ateísmo y la completa negación de Al∙lâh y el rechazo de su existencia, eso es
porque los responsables de la iglesia como los monjes y los obispos incluyeron
en su religión muchas supersticiones y leyendas y las convirtieron en unas
creencias religiosas, como por ejemplo, elevar a Jesús, la Paz sea sobre él, de
la categoría de humano a la de Dios, la aparición de la idea del pecado
original, la cruz, y la salvación, añadiendo otras que tratan de la tierra, el
universo y la vida. Al comienzo de la era del Renacimiento europeo, algunos
científicos descubrieron nuevas realidades sobre la tierra, el universo y la
vida, entonces los monjes y obispos negaron todo eso, y acusaron a quienes
creían en las nuevas realidades de ser ateos, ordenando a las autoridades
gobernantes matarles y quemarles. Muchos científicos tuvieron este destino por
contradecir las opiniones de la Iglesia, pero el movimiento de la ciencia no
paró y los científicos pudieron presentar cada día nuevas pruebas de sus teorías
científicas. Las opiniones de la iglesia y sus creencias empezaron a ser
vencidas día a día, el triunfo finalmente fue para los científicos de la materia
sobre los hombres de la iglesia, y así la gente se dirigió a creer en la ciencia
tangible como nuevo dios que proporcionaría bienestar, fuerza y confort a la
gente. Al descubrir la gente los secretos de la iglesia, les chocó la
inmoralidad que tenía lugar entre los monjes y las monjas, y quisieron liberarse
totalmente de la autoridad eclesiástica, y de la tiranía a la cual fueron
sometidos durante años, e igualmente de las tasas y los impuestos que exigía la
iglesia, y así fueron rechazando toda creencia religiosa, y odiando toda
religión que predicase la fe en el Más Allá, y acusaron a todos los profetas de
mentirosos. Así surgió la primera oleada del ateísmo universal.
2- Las injusticias
del mundo capitalista:
Nada mas empezar
Europa a desprenderse de la autoridad de la iglesia y a descubrir la fuerza del
vapor y de la máquina, pasó de la agricultura a la industria; los terratenientes
se dirigieron a la fabricación, tuvieron grandes factorías, grandes fortunas, y
explotaron a los obreros de una manera escandalosa, las injusticias se
difundieron y aparecieron distintas clases, desde avaros capitalistas hasta
pobres y oprimidos obreros.
La aparición de
esta nueva injusticia y el apoyo de los hombres de la Iglesia o su silencio ante
aquella injusticia, se convirtieron en una nueva causa de la propagación del
ateísmo y la duda en la existencia de Al∙lâh, y acusar a la religión de apoyar a
la injusticia o su incapacidad de solucionar los problemas del ser humano en la
tierra. Las creencias empezaron a alejarse de la vida de la gente, y ésta empezó
a crear nuevas doctrinas que pudieran resolver sus problemas en la tierra y
convencer a sus cerebros, especialmente porque la Iglesia europea era incapaz de
dar respuestas a la gente.
3- La aparición de
escuelas económicas ateas:
El tercer factor
que ayudó en la expansión de la ola de ateísmo fueron las escuelas económicas
ateas, especialmente el comunismo que predicó Carl Marx (el famoso alemán de
origen judío, cuyo padre se convirtió al cristianismo). Aunque esta ideología
partía desde un supuesto económico, y tenía como meta, según las declaraciones
de los predicadores de ésta, depurar las injusticias capitalistas
individualistas y ser determinante en una sociedad comunista, donde cada persona
trabaja según su capacidad y gasta solamente según sus necesidades.
Sin embargo, los
que adoptaron estas ideas, les adjudicaron un carácter dogmático, y les dieron
otras perspectivas que no eran económicas, y de este modo, predicaron que la
vida de la gente es únicamente material, y que no existe ni espíritu, ni
Resurrección ni Dios, y dijeron que no existe otra vida después de la muerte y
que la obsesión de las personas siempre han sido sus intereses materiales.
También
manifestaron que la aparición de las religiones fue una invención de los ricos
para engañar a los pobres y aprovecharse de ello, así como que las virtudes como
la confianza, la decencia y la honestidad no son más que un mal producto del
concepto religioso que quiere servir a los intereses capitalistas. Por eso, los
comunistas creyeron en que los profetas no eran más que impostores, que
quisieron con su propaganda religiosa drogar al pueblo para que se someta a la
injusticia y a la opresión. Y así, este movimiento económico con su filosofía
sobre las religiones llegó a ser una nueva ola del ateísmo y maniqueísmo. Y tal
vez haya sido esta nueva ola que trajeron los comunistas, la más fuerte ola del
ateísmo, ya que los comunistas adoptaron la defensa de los oprimidos y los
pobres, y la causa de defender este tipo de gente es un asunto muy justo y
humano, por eso esta gente que es siempre la mayoría en las sociedades, aceptó
esta creencia y esta religión nueva porque solucionaba todos sus problemas y
adoptaba sus causas. Y naturalmente adoptaron esta religión con toda su
filosofía dogmática, y no solo con su concepto económico.
Y así el ateísmo
se extendió rápidamente con esta nueva escuela económica, y el auge
extraordinario que cosechó la doctrina comunista, con la explosión de la
revolución bolchevique en Rusia y su acceso al poder, fue un elemento aplastante
para destruir las religiones, extender el ateísmo y transformarlo en una
doctrina internacional.
Los comunistas
veían que el indudable final del mundo era el comunismo, y lo predicaban incluso
utilizando la revolución y la violencia como método para extender sus creencias.
Así todo el mundo se llenó de revoluciones provocadas por este idealismo, y
pueblos completos empezaron a convertirse obligatoriamente al ateísmo, como pasó
en las repúblicas islámicas en Rusia, en China y otros países. Y mientras la
expansión ateísta en la que apoya el marxismo sigue extendiéndose por el mundo
entero, he aquí que los países árabes que antes eran fortalezas protegidas por
el Islam, se ven invadidos por el marxismo en su propia morada.
4- La asociación
entre el ateísmo y la fuerza del materialismo:
La asociación
entre el ateísmo y la fuerza del materialismo es la cuarta causa que motivó a la
gente a la incredulidad y al salto hacia el ateísmo completo, y eso es porque la
gente creyó que Europa no se desarrolló, no tuvo fuerza económica ni descubrió
los secretos de la vida hasta que dejó las ideas de la iglesia y sus dogmas, y
que Rusia por ejemplo no se convirtió en un gran país hasta que se declaró como
un país ateo. Además veían que los países que mantenían su religión eran
retrasados en cuanto a fuerza y a industria. Por eso la gente creyó que el
ateísmo era la causa de la fuerza y la ciencia, mientras que la religión
significaba atraso e ignorancia. Por el efecto obvio y deslumbrante de la
ciencia material en facilitar la vida humana, y proporcionar lujo y bienestar,
la gente dejó el dogma religioso y creyó en esta ciencia como nuevo dios capaz
de acabar con todas las dificultades sobre la faz de la Tierra. Además este dios
les dotó de ambición para llegar a otros planetas y someterlos al servicio del
ser humano. Así la unión entre la ciencia material, los nuevos descubrimientos y
el ateísmo ayudó a que la gente creyera que la ciencia es el fruto y el
resultado del ateísmo. Y eso es un gran error que fue divulgado por consecuencia
de la corriente del ateísmo.
5- La derrota del
mundo islámico ante los ataques europeos:
Cuando los
europeos dominaron la fuerza material, utilizaron la maquina, y construyeron las
factorías, empezaron a dirigirse hacia los países del mundo buscando mercados
para comercializar sus productos, y extraer las materias primas que necesitaban
para la industria. Por la codicia de estos países por obtener lo que querían al
más barato precio o sin ninguno, utilizaron sus fuerzas militares. Y como el
mundo islámico vivía en la pobreza, atraso y debilidad militar y política, no
pudo afrontar por mucho tiempo este ataque europeo de carácter imperialista. La
derrota militar de los musulmanes ante la colonización europea tuvo un efecto
indirecto en crear dudas alrededor de la doctrina islámicas y en su retroceso
ante la corriente ateísta llevada por los conquistadores europeos. Los pueblos
islámicos empezaron a imitar al conquistador europeo, a parecerse a él en su
moralidad y en sus hábitos, y a convencerse de sus pensamientos ateístas,
creyendo que los europeos no llegaron a esa fuerza hasta que rechazaron la
religión. Ese supuso otro nuevo error y una causa que ayudó al fenómeno del
ateísmo mundial.
6- La nueva vida y
los lujos de la civilización:
El mundo
materialista abrió ante la gente muchas puertas de lujo, bienestar y tentaciones
de la vida. El transporte lujoso como coches, aviones, trenes; los medios de
comunicación, los medios de ocio y diversión; las comidas y bebidas ostentosas;
la ropa elegante, el esmero en el gozo de la vida al máximo, y el correr detrás
de las concupiscencias y las tentaciones; todo esto ha abierto nuevas
perspectivas ante la gente, a las cuales no se había acostumbrado, para gozar la
vida y hundirse en los placeres y las tentaciones.
La religión en
general prohíbe el despilfarro, y ordena actuar con continencia y moderación, al
igual que prohíbe gozar de lo ilícito como el vino, el adulterio y el destape.
Las personas que no saben el secreto de las órdenes religiosas en relación con
estas materias, pensaron que estas son restricciones a sus libertades y unas
prohibiciones contra sus placeres y tentaciones, por eso se alejaron más de la
religión, y odiaron más a todo aquél que les recordara el Día del Juicio, o les
advirtiera del Infierno o les incitase al Paraíso. Y también por eso que las
creencias religiosas disminuyeron y por el contrario, se extendieron las
creencias del ateismo y maniqueísmo.
7- El remolino de
la vida:
El lanzamiento
abierto de las personas tras el juego de la vida, el goce de todos los
entretenimientos y tentaciones que la civilización occidental le ha brindado, y
la adquisición de todo lo que se pueda conseguir de sus modernos medios; todo
eso, tuvo un profundo efecto en que las personas se despreocupasen de todo
incluso de ellos mismos. La gente dobló los horarios de trabajo para el aumento
de los sueldos y para conseguir más instrumentos de confort como lavadoras,
neveras, coches…etc.
Y por eso también
la mujer salió de su casa para participar con el hombre en las cargas y costes
de la nueva vida, y para obtener más bienestar y comodidad. La locura demencial
y el deseo inmoderado comenzó por la adquisición de las tentaciones de la vida,
lo que requirió un aumento en el esfuerzo, la actividad y el trabajo noche y
día. Así el remolino de la vida comenzó a aplastar al hombre contemporáneo, le
ocupó noche y día, y no le dejó oportunidad para pensar en sí mismo o en su
destino; trabaja en su tienda o fábrica y vuelve a sus entretenimientos y
deseos, y después retorna otra vez a su trabajo, así sin que la vida
contemporánea le deje un hueco donde pueda pensar en las verdades de la religión
y pueda responder a las preguntas inmortales que palpitan dentro de cualquier
alma: ¿quién creó el Universo?; ¿quién nos creó y porqué?; ¿hacia dónde
caminamos?; ¿existe el fin del mundo?; ¿tuvo un comienzo?; ¿porqué la gente vive
de forma diferente?. Existe el rico y el pobre, el injusto y el oprimido, el
asesino y la víctima. ¿Porque todo eso?. Estas preguntas han quedado confusas en
la mayoría de las almas y sin una respuesta, porque el hombre contemporáneo
consumidor -a quien el remolino de la vida dejó aplastado- no
encuentra un tiempo para pensar en todos estos enigmas.
Estos son los
motivos más notables de la aparición del fenómeno del ateismo y su difusión de
esta manera tan rápida. Ahora bien, ¿cómo afectó este fenómeno a nuestra vida
contemporánea?, ¿y cuáles son sus efectos específicamente?.
Tercero : Los
efectos del ateismo sobre la vida humana
El ateismo dejó sus evidentes
efectos en la actitud del hombre, en la moral de las naciones, y en el orden
sociológico. Podemos resumir estos efectos en lo siguiente:1- El
desasosiego y la ansiedad:
Las primeras
secuelas que deja el ateísmo en las almas de las personas son: el desasosiego,
la indecisión, la inestabilidad y la ansiedad. Eso se debe a que dentro de cada
uno de nosotros, existe una tendencia innata que persiste en nosotros y una
serie de preguntas que se plantean en nuestro interior: ¿por qué fuimos creados,
quién nos ha creado, hacia dónde nos encaminamos…?. Si el estrés y las
ocupaciones de la vida interfieren en la conducta del hombre, ya que no le
permiten hacer el mínimo esfuerzo para responder a estas preguntas ni le
permiten averiguar cuál es el secreto de la vida y del Universo, sin embargo, el
hombre se ve implicado, muchas veces, en situaciones comprometidas y en
situaciones que le sacuden, pero que le conllevan a reflexionar acerca de estas
preguntas.
Entonces, las
enfermedades, las catástrofes, la pérdida de algún familiar o de algún ser
querido o las desgracias que le tocan vivir, le obligan a pensar en su destino y
en su futuro. Pero dado que el ateísmo es una creencia ignorante, ya que no
presupone la existencia de un Dios, por tanto, no puede sacar al hombre de sus
indecisiones, ni de su intranquilidad ni de su ambigüedad, y el enigma de la
vida sigue dejándolo perplejo, que a su vez sigue viendo la injusticia y las
dificultades con las que la gente se enfrenta en su vida como si fueran una
pesadilla que gobernara el interior de su persona. Siendo así que, a través del
ateísmo, es imposible que uno sepa cuál es el fin de la vida y del Universo. En
cambio, lo único que manifiesta esta desviación en la mente del hombre, es una
serie de pareceres y unas cuantas suposiciones que ni convencen a la mente de la
persona ni apagan su efervescencia.
A pesar del
llamamiento insistente de la tendencia innata del interior del hombre y a pesar
de la persistencia de esas eternas preguntas en el alma de cada uno, sigue el
hombre intranquilo y torturado.
Antiguamente, el
hombre tenía la ocasión de estar a solas y de meditar sobre la Creación, como
sobre el cielo y sus estrellas, sobre el mar y su esplendor y magia, sobre las
montañas y su grandeza, sobre el desierto y su extensión, amplitud y belleza y
sobre las plantas y flores y su hermosura y todo ello, para inducirle hacia
Al∙lâh y para que se de cuenta del Constructor Inabarcable y del Noble Creador.
Pero actualmente, al hombre moderno le rodean las ciudades con sus rascacielos,
sus modernas carreteras, sus luces, sus ruidos, la distracción y el
entretenimiento, las tentaciones y los vicios de la vida, todo lo cual ha
desencadenado la paralización de la mente del hombre a no pensar en su Creador
ni inducirse hacia Él, y todo ello no ha hecho sino aumentar su desconcierto y
su perplejidad.
La sociedad
antigua era, a su vez, una sociedad sencilla, con su propia tendencia innata, en
la que la gente se conocía y se ayudaba en las desgracias, pero la sociedad
moderna está basada en las ciudades tumultuosas en las que las personas se han
alejado unas de otras y donde cada una de ellas tiene sus propios problemas y
sus propias preocupaciones, llegando a tal extremo que uno no encuentra alguien
a quien contar sus problemas o su desasosiego, o ni siquiera imagina quién le
pueda dar la mano en caso de tropezar o en caso de sucederle algún problema o
alguna desgracia, y así y por todo esto, se ha intensificado su miedo hacia el
futuro y hacia lo que esconden los días. Así, la gente se preocupa sólo de sí
misma ya que es cada vez más previsora y es cada vez más materialista, puesto
que sólo recoge, sin dar nada.
Con ambas
cuestiones, el temor hacia el futuro y la vigilancia hacia lo que traen los
días, aumentó el desasosiego, la alteración, el sufrimiento y la obsesión del
hombre. Pero, en cambio, si hubiera un poco de fe en Al∙lâh, creencia en lo
oculto y certeza en el designio y decisión de Al∙lâh, no hubiera tenido lugar
esta desgracia, pero el ateísmo, que propone y supone que el hombre es capaz,
sólo y por sí mismo, de mantenerse en este Universo teniendo en cuenta que no
hay un Dios que le mantenga ni le proporcione los dones, todo ello ha venido a
consagrar el desasosiego y el miedo del hombre al futuro y su encaminamiento
hacia el egoísmo y el individualismo.
2- Egoísmo
e individualismo:
El individualismo
y el egoísmo fueron el resultado definitivo de la ansiedad y el temor a lo que
esconden los días. Y queremos significar con egoísmo, la orientación del hombre
únicamente a servir a sus propios intereses sin pensar en los demás. Pues al
desaparecer la religión que invocaba a hacer el bien y el favor hacia la gente
para lograr la satisfacción de Al∙lâh, apareció en su lugar el pensamiento en
uno mismo solamente. Y así empezaron las personas en estas épocas ateístas
oscuras a no preocuparse por los demás, y poco a poco descuidaron a los pobres y
a los necesitados, y luego, a la familia y a los parientes, y después, a los
padres, incluso a la esposa y a los hijos.
Quien estudia el
estado de la sociedad ateísta en Oriente y Occidente, puede ver cómo la gente se
ha convertido en materialista y egoísta, interesándose cada uno de ellos nada
más que de sí mismos, y no preocupándose de los demás, sino en la medida en que
ello le beneficie. Lo que duplica el egoísmo y el materialismo es el afán de la
gente de llenarse de placeres y deseos que les facilita la civilización moderna,
y que permiten las leyes del ateísmo que no cree en la otra vida y determina que
la vida privada pertenece a cada persona. Como resultado de eso, la gente se
dirigió hacia sus deseos con toda su energía y esfuerzo, y descuidó por ese fin
la misericordia, la bondad y cuidar a los demás. Y así se creó el ser humano
materialista interesado moderno que se convirtió en una insignia y en el símbolo
de la civilización europea ateísta que actualmente inunda el mundo.
3- La
pérdida de inhibición y la inclinación al crimen:
Y eso porque el
ateismo no educa la conciencia, y no hace que el hombre tema a un Dios fuerte y
poderoso que vigila su conducta y sus acciones en este mundo, y el resultado de
eso es que el ateo crece siendo un ser cruel e insensible, que carece de toda
inhibición que lo aleje de la injusticia y le induzca a hacer el bien y la
misericordia. Todo lo contrario, el ateismo enseña a sus seguidores que ellos
existen por casualidad y no han sido creados por un Dios, o que ellos son
quienes se han creado a ellos mismos, o que son unos animales terrestres como
los demás animales que viven en la tierra. Y así es como se endurecen sus
sentimientos y aumenta su conciencia animal y de degradación, ya que tienden a
hundirse en los vicios y los placeres para realizarse a sí mismos, y si las
condiciones de su vida o las leyes humanas circunstanciales les impiden alcanzar
sus metas y objetivos animales, ellos vencen tales circunstancias por medio de
argucias y de engaño, o a través de la fuerza, y en ambos casos, el ateo no
tiene en su interior ningún impedimento que le contenga porque él no teme a
ningún Dios, ni espera ser juzgado.
De este modo, no
existe ante el ateo ningún impedimento salvo la ley humana o sus circunstancias
reales, y tales cosas pueden ser vencidas de muchas formas, especialmente en la
sociedad moderna, en la que el hombre ha sido muy hábil en las modalidades del
crimen y en la evasión de las leyes. Quizás permanece en algunas almas que creen
en el ateísmo, algo de la voz de la naturaleza innata y de la conciencia
mesurada, pero esta voz interior que se llama conciencia, desaparece rápidamente
ante la presión de la vida galopante y de sus muchas tentaciones.
Y esta es una de
las más graves huellas del ateísmo en la vida del hombre, ya que nuestro mundo
actual es un mundo de crímenes y de miedo. Cada día los medios de información
como periódicos, libros, radio, y demás medios, nos dan noticias de horribles
crímenes que alcanzan altos niveles de dureza, violencia, perversión, de
encontrar placentero torturar a los demás, beber su sangre, gozar oyendo sus
gritos y sus llamadas de auxilio mientras son torturados, además de los casos de
robo, asalto y violación que se ven incrementados cada día.
Quizás un ejemplo
sea el célebre caso del apagón de electricidad de Nueva York en 1977 cuando la
gente descubrió por la mañana que miles de almacenes, casas y mercados fueron
robados y que participó en ello mucha gente de diferentes niveles sociales,
grados y edades, incluso los agentes del orden mismos encargados de vigilar
estos lugares participaron en los robos ya asaltados. Los expertos estiman que
si el apagón hubiera continuado de este modo una semana más sin la intervención
del ejercito, la ruina se hubiera apoderado de toda la ciudad. ¿Que pasaría si
los responsables de la seguridad no actúan en tiempos de crisis y guerras?.
Seguramente en esta sociedad se devorarían unos a otros. Y sin duda que estos
son parte de los indudables frutos del ateísmo.
4- La
descomposición del sistema familiar:El ateísmo tiene muchas
consecuencias graves en la vida de la persona, pues alejarse de Al∙lâh no causa
únicamente la destrucción de la vida personal y psicológica, sino también es la
causa de la destrucción de toda la sociedad, porque el sistema social humano no
puede ser correcto si las bases que forman este sistema no son correctas, pero
si estas bases son corruptas, se corromperá seguidamente toda la sociedad basada
sobre ellas, y por eso una de las consecuencias del ateísmo es la destrucción
del sistema familiar.
Se sabe que la
familia es la célula principal en el sistema social, y cuando se descomponen las
relaciones familiares se descompone toda la humanidad, ya que un esposo corrupto
y malo influye en su esposa e hijos y en sus vidas. Así como una esposa que no
teme a Al∙lâh y no se siente vigilada por Él, se verá reflejada en su familia:
esposo e hijos. Así como un mal hijo que no respeta a sus padres y más adelante,
ni a Al∙lâh, o una mala hija. Actualmente hemos empezado a escuchar sobre los
efectos del ateísmo como la desaparición del contrato de matrimonio legal que
determina que la mujer sea de un solo hombre, al igual que establece relaciones
equilibradas entre los esposos, y reparte las responsabilidades de forma justa
entre los miembros de la familia según la naturaleza innata conforme a la cual
han sido creados cada uno de ellos (hombre y mujer) tal como Al∙lâh lo decidió.
Con la
desaparición del contrato matrimonial legal, la relación entre el hombre y su
mujer se ha convertido en una mera relación de diversión e interés, y por eso
han disminuido los sacrificios necesarios, porque un fiel marido debe sacrificar
algo de sus tentaciones por su familia, así como una fiel mujer que puede que
sus circunstancias la obliguen a vivir con un pobre o enfermo esposo, y que
luche por servir a los demás y educar a sus hijos. Pero bajo el pensamiento ateo
que no cree en el Día del Juicio ni en la recompensa, no existe nada que obligue
al esposo o a la esposa a sacrificarse.
Y así es en el
caso de los hijos que reciben su enseñanza bajo la educación de la unicidad,
pues ellos aprenden a adorar a Al∙lâh tratando bien a sus padres y luchando
siempre por satisfacerles y protegerles cuando sean incapaces de valerse por sí
mismos o mayores de edad. Al contrario, la creencia ateísta que se basa en el
interés material considera que la ayuda ofrecida a los demás es una ridiculez y
una estupidez porque no ofrece ningún interés inmediato. Es así como han muerto
los bellos sentimientos y los vínculos naturales que se hacían con las riendas
de la familia y unían los corazones de sus miembros.
Las malas
consecuencias del ateísmo no solo incluye la destrucción de la familia, sino que
han traspasado el límite hasta llegar a unas increíbles formas de vicio. Bajo la
decadencia moral y el desenfrenado deseo de conseguir los placeres e ir tras las
tentaciones y vicios sexuales, el respeto de un contrato de matrimonio legal se
ha convertido en una cosa estúpida. Por eso, en la mayoría de los casos, los
hombres se han convencido de que los hijos nacidos en sus camas no son
necesariamente suyos; al igual que los hermanos se han percatado que no
pertenecen al mismo padre y así es como se han destruido los sentimientos
parentescos y familiares que existen solo en las puras y virtuosas sociedades.
Con la decadencia
de los sentimientos de parentesco y familiares como la fraternidad, la
paternidad y la calidad de tío, se ha destruido uno de los más grandes gozos
espirituales y psicológicos que es imprescindible para el ser humano; y, en
lugar de este, se han creado los fríos placeres carnales y materiales. A causa
de esto, el hombre se ha convertido poco a poco a la animalidad y al
materialismo; además, el vínculo entre parientes y familiares desapareció con la
desunión de la familia y de sus buenas virtudes. Por lo tanto, el divorcio, el
abandono del hogar, la traición conyugal se han ido convirtiendo día a día en
una cosa normal. El hombre ve, sin preocupación, a los amigos varones de su hija
y no solo eso, sino que la anima a continuar su relación con ellos; y lo mismo
con las amigas de su hijo. Bajo el signo del ateísmo, cada persona es libre de
hacer lo que quiera y es la única responsable de sus actos. Y así es como fue
destruida la primera célula de la sociedad humana.
5- La
destrucción de las sociedades:
La familia es la
primera célula de la estructura social; su destrucción sin duda significa la de
todo el sistema. La familia es el primer nido del hombre; el cual, si se
corrompe, sin duda alguna, todas las bases del sistema social se derrumbarán. Ya
que la familia aporta a la sociedad cada día bases corruptas que a su vez toman
sus sitios en la gran pirámide social, cada uno de ellos es responsable en su
entorno, sea gobernante, médico, ingeniero, profesor, empleado...
Cada uno en la
sociedad trata con los demás según los morales y los comportamientos que ha
aprendido durante su vida y sobretodo en su infancia en la familia. Así es como
destaca el egoísmo, el individualismo y la ausencia del temor de Al∙lâh, el
Todopoderoso en todas las actividades y acciones efectuadas por cada uno. Por
eso, las relaciones que controlan los comportamientos del individuo en este tipo
de sociedades se convierten en relaciones basadas en los beneficios materiales y
los intereses personales en lugar del sacrificio, la paciencia y el deseo de
hacer felices y beneficiar a los demás. De este modo, los estatutos
gubernamentales, las empresas privadas y todos los sistemas del estado se
convierten a un ambiente fértil para conseguir los intereses personales. La
gente sigue descubriendo cada día la decadencia administrativa y funcionarial y
la explotación del poder, además de aceptar sobornos, burlar las leyes, estafar
dinero del estado, la injusticia y la opresión.
La nueva sociedad
bajo el signo del ateísmo se ha convertido en algo parecido a un bosque en el
que cada animal intenta asaltar al otro; el débil intenta ocultarse y engañar,
mientras que el fuerte usa su fuerza, violencia y tiranía.
Los que estudian
la sociedad occidental actualmente, ven que el crimen se ha convertido en una
actividad diaria o en un comportamiento organizado y desarrollado; a pesar de la
abundancia de la maldad y el adulterio, se extiende la violación de las mujeres
de manera inimaginable. Aunque se encuentran oportunidades de trabajo y
producción, se cometen robos y asaltos por gente de edades y clases sociales
diferentes, incluso no pasa un día sin escuchar cientos de delitos.
Así pues, bajo el
ateísmo, la falta de observancia de las órdenes de Al∙lâh y el olvido del Día de
la Resurrección, las comunidades se convierten en una laguna putrefacta de vicio
y maldad; los crímenes serán perpetrados a diario; burlar las leyes, la
explotación del poder, la injusticia del poderoso hacia el débil y la hipocresía
del débil frente al fuerte serán como una religión y un sistema nuevo de
moralidad que seguirán las comunidades inmorales que no adoran a Al∙lâh.
6- El
delito político:
Quizás la
consecuencia más grande del ateísmo es su efecto en la política mundial y en el
sistema de relaciones entre los países.
Por eso las éticas
materiales del ateísmo que ha convertido los corazones humanos en corazones
llenos de crueldad y egoísmo, han obligado al hombre a practicar esta crueldad y
este egoísmo en las relaciones políticas mundiales también.
Por eso, vimos que
las grandes colonizaciones utilizaron medios tiránicos para esclavizar los
pueblos débiles, obtener sus bienes y hacerse con sus riquezas. Nuestros países
islámicos en general, o árabes en especial, son los más infelices y pobres
países a causa de estas políticas materialistas ateístas.
Siempre, por
desgracia, nuestros países caen bajo la amenaza de la fuerza y la intervención
militar, cada vez que intentan conseguir algo de sus derechos perdidos o de su
dinero robado.
Incluso cuando
piensan en practicar el Islam o volver a sus puras leyes y legislaciones, vemos
cómo las grandes potencias mundiales se reúnen para luchar contra nuestra
religión, acusándola a veces de retrasada, a veces de salvaje, y a veces, que
oprime las otras religiones y minorías.
Quizás, el caso
del petróleo y el intento de los países islámicos para obtener precios
racionales de su venta y aprovechar su dinero, es un testimonio claro de la
actitud colonizadora terrorista y egoísta contra los países islámicos, y es que
las grandes potencias nos han acusado de que queremos destruir la economía
mundial, esclavizar la humanidad y destruir la civilización, y todo porque
reclamamos parte de nuestro derecho.
Estos países
también amenazaron muchas veces que van a ocupar nuestros pozos de petróleo y
van a apoderarse de ellos, si nuestros países no venden a nuestros enemigos o si
aumentamos su precio.
De este modo, todo
el mundo se quema con el fuego del materialismo egoísta mundial practicado por
los países imperialistas que actualmente esclavizan a los pueblos, arrebatan sus
riquezas y los convierten en presas del desasosiego, el miedo, la anarquía y la
rivalidad para que sea fácil saquear sus bienes y riquezas.
Si la fe, la
unicidad y el temor de Al∙lâh hubieran dominado la moralidad de los políticos,
se hubieran difundido la misericordia y la piedad entre todos los pueblos;
además de la ayuda a los débiles, el apoyo a los pobres y la supresión de la
injusticia, hasta llegar a ser el sistema aplicado en todas las políticas del
mundo.
Lo que más
aterroriza, después de todo, es que el ateísmo se convierta en causa de
destrucción total del mundo a causa de la moderna ciencia que ha dado al hombre
unas armas que puedan acabar con todo el planeta.
Quien ve lo que
hacen los grandes países para destruir los pequeños, se quedará extrañado,
puesto que aquellos utilizan unas armas tremendas como la droga, la negra
propaganda, la guerra psicológica, las mujeres, el adiestramiento de espías;
además del asesinato y desplazamiento de todos los individuos que son positivos
y leales con sus patrias y países.
De este modo, el
ateísmo y el alejamiento de Al∙lâh, han podido cambiar la sociedad humana en una
sociedad rechazable, basada en la injusticia, la violencia, el robo y el
permanente miedo a la destrucción y devastación; lo que a su vez conduce a la
ruina del espíritu del hombre contemporáneo y su continua huida de la realidad,
y es por eso que se han expandido las drogas, los tranquilizantes y los excesos
sexuales. Estas políticas mundiales han conducido al individuo a ser más
egoísta, a amarse a sí mismo, conseguir el dinero por cualquier método, salvarse
solo a sí mismo y vivir solamente el presente. Así, el ateismo ha creado el
actual remolino en el que vive el hombre en estos tiempos; tiempos de
preocupación, egoísmo, criminalidad y desorden.
Escritor:
Abdul Rahman Abdul Khalik
Kuwait
19/2/1983
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[1]
Al∙lâh= significa Dios. Es el Nombre Más Grande que ostenta el Único Creador que
posee todos los atributos propios de la divinidad, tal como fue revelado en el
Qor´ân.