LOS MAS BELLOS NOMBRES X
M A L I K
A L - M U L K
D H U L -
J A L A L I W A L - I K R A M
A L - M U
Q S I T
A L - J A
M I '
A L - G H A N
I
A L - M U G H
N I
A L - M A N I
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A D - D A
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A N - N A F I
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A N - N U
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A L - H A D I
A L - B A D I
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A L - B A Q I
A L - W A R I
T H
A R - R A S H
I D
A S - S A B U
R
M A L I K
A L - M U L K
Allah es el eterno propietario
de Su reino.
El no comparte con nadie ni
la propiedad ni el poder, ni
el
gobierno, ni la preservación del
universo. No cabe ninguna duda
que el universo íntegro es un
reino porque toda la creación se
encuentra interconectada -como
el hombre mismo, cuyas manos,
pies, ojos, mente, corazón y
todos sus órganos son unidades
individuales, sin embargo
aunadas, formando una sola
totalidad.
El universo es un todo con
partes armoniosas, creadas para
un
propósito, que realizan y
cumplen. Allah dice:,
"Yo era un tesoro escondido, Yo
deseaba ser conocido; por lo
tanto Yo cree‚ la creación."
Entonces el designio y la
función de la creación es el
conocer, el
encontrar, y el ser con el
Creador.
El hombre es el universo en
microcosmos; cualquier cosa que
viva
En el universo, existe en él. El
es también la suprema creación y
el
representante de Allah. Este es
el motivo por el cual El ha
otorgado
sobre algunos de Sus
servidores, por un lapso
prescripto de tiempo,
los reinos, la tierra, las
propiedades, las riquezas; y
les permite
gobernar sobre ellas. Allah
también les ha dado el
conocimiento de
cómo regirlas de modo que sus
reinos crezcan, que sus
beneficios se incrementen. El
les prohibe seguir a sus egos, a
su autoindulgencia, los que
solamente les pueden conducir a
la quiebra y al desvío. Si
ellos se tornan sirvientes de
sus egos y usan la riqueza que
ha sido dejada a su cargo para
ellos mismos, todo se perder
a sus muertes. Ellos estarán en
bancarrota, aprisionados en las
mazmorras del Infierno. Si los
hombres aplican la ley de Allah
a Su reino, el cual les es
prestado, y la obedecen
igualmente para sí mismos, y si
ellos gobiernan para Su
complacencia y gastan por Su
amor, el verdadero propietario
del Reino cambiará el reino
temporal que El les ha
otorgado aquí, por el reino
eterno en el Más Allá.
" 'Abd Malik al-Mulk " llega a
ser un testigo del poder de
Allah sobre
Su reino. Al hacerlo toma
consciencia que Allah lo
usa como Su
representante para regir el
universo y en el gobierno de
sí mismo.
Esta toma de consciencia le
convierte en un servidor
perfecto, por lo
que las recompensas de Allah se
incrementan hasta las más
elevadas
alturas mundanas. Así, el no
depende de nada, excepto de
Allah.
Por
saber que Allah es el verdadero
y único Rey, él intenta
solamente ser
un auténtico servidor -el más
alto nivel que ningún ser humano
puede
esperar de alcanzar.
D H U L -
J A L A L I W A L - I K R A M
Allah es el Señor de Majestad y
Munificencia.
No existe perfecció que no
pertenezca a El, ni bendición
ú honor
que provenga de otro que no sea
El. Allah es el poseedor de
toda
majestad. Nada más hay que pueda
siquiera existir por sí solo, ni
nada
puede sustentarse a sí mismo. En
Su majestad, así como El creó
todo en un instante, El también
puede destruírlo todo en un
segundo. ¨En qu‚ poder se apoya
cuando se rebela contra El? Para
mostrar Su generosidad El ha
otorgado Sus dones y honores.
No se los atribuya, ni se
glorifique a sí mismo. El honor
que El le ha confiado, es para
que contemple al Dador del
honor, al verdaderamente
Honorable. Todo está en
necesidad de El; todo proviene
de El. No obstante, para atar un
hombre a otro, para atar a la
creación entera al resto de la
creación, Allah usa una cuerda
invisible llamada necesidad. El
utiliza a cada hombre, a cada
creación, como un medio, como un
vehículo para dar a otro lo
que precisa. Se ha de tener
gratitud al vehículo por cuyo
medio llegan las bendiciones
de Allah, pero se debe
conocer la verdadera fuente y
dar primeramente todas las
gracias a El. Porque todos los
reconocimientos se deben a El,
ya que no solamente sacia
nuestras mundanas necesidades,
sino que también nos ha
prometido y nos ha enseñado
cómo obtener Sus bendiciones
eternas. Estas las podemos
lograr colocando al alcance de
otros y por amor a El,
aquellas cosas que nos confirió
a través de otras manos.
El Señor de la Majestad y la
Munificencia, es uno de esos
bellos
nombres que no puede ser
atribuído a nadie, sino a Allah.
Aquellos que saben han afirmado
incluso que es `al-ism
al-a'zam', el más grande nombre
de Allah.
" 'Abd Dhul-Jalali wal-Ikram"
es el que teme únicamente a
Allah,
inclina su cabeza únicamente
ante El, y aguarda recibir
solamente de
El. Este es el signo de la fe
del verdadero creyente en la
unicidad de
Allah. El no espera nada de
los hombres, ni tampoco
teme la
condenación que de ellos le
pueda provenir. Para él, una
espada
aplicada a su garganta, no es
diferente del oro volcado a sus
pies. No
sufre ansiedades por aquella, ni
se trastorna de alegría por el
otro.
Allah es suficiente.
A L - M U
Q S I T
Allah es aquel que actúa y
distribuye en justicia y
equidad.
Cuán armoniosa y equilibrada
es la creación: todas las
bellezas en
el cielo y la tierra
-montañas, mares, puestas de
sol, flores- y
también ojos para contemplar. Si
no hubiese nadie para ver,
¨acaso la
creación de todas estas
hermosuras tendría sentido? Si
la tierra
estuviese más cercana al sol,
todos nosotros sobre su faz
seríamos
quemados hasta convertirnos en
cenizas. Si estuviera ms
lejana, nos
hubiéramos congelado. Cuán
correcto es su lugar. Si el
oxígeno en el
aire hubiese sido más, o menos,
nos habría dañado. Allah el
Equitativo
otorga riquezas a algunos y
pobreza a otros. El confiere
poder a
algunos, debilidades a otros,
valor a algunos, temores a
otros. El da
aquello que El da, a los
indicados, no obstante que
algunos lo
utilicen de una forma y otros
de direrente manera, haciéndonos
dudar.
Nosotros no sabemos aquello que
El conoce, porque solamente
podemos registrar lo que se
encuentra delante nuestro,
mientras que el ve y sabe la
totalidad.
Cuando observamos leyes, orden
y armonía en una institución,
en una ciudad, en un país, los
atribuímos a la existencia de un
líder justo e inteligente. Si
pudiésemos contemplar el orden
cósmico en nosotros mismos,
que somos microcosmos,
veríamos la prueba de
Allah, el Equitativo.
Allah trata a Sus
servidores con equidad. Ni
una sola acción
meritoria pasa sin ser
notada. Cada una recibe su
recompensa. Desaciertos,
errores, injusticias, son
corregidos.
Cuando los hombres
se tiranizan entre sí, El toma
del déspota y da al oprimido.
Y sin
embargo, al hacerlo, El
imparte contentamiento a
ambos. Solamente Allah puede
hacer esto.
Se ha transmitido en un
hadiz que el Profeta (Que la
Paz y las
Bendiciones de Allah sean con
él), sonrió. Hz.'Umar (Quiera
Allah ser
complacido con él) preguntó,
"Qué es lo que te divierte, Oh
Mensajero
de Allah?"
El Mensajero de Allah
contestó, "Veo dos hombres de
entre mi gente que están delante
de Allah El Más Elevado. Uno
dice, “Oh Señor, quita a este
hombre aquello que es mío por
derecho!”. Allah El Más Elevado
dice al otro hombre, “Entrega a
tu hermano aquello que le
pertenece”. El usurpador
responde, `Oh Señor, no tengo
buenas acciones con las cuales
pagar a este hombre.' Allah se
vuelve al damnificado y le dice,
"Qué debo hacer a tu hermano?
El no dispone ya de nada para
darte.' El damnificado dice, `Oh
Señor, permite que él tome
algunos de mis pecados.' "
Con lágrimas en sus ojos, el
Mensajero de Allah dijo, "Ese es
el Día
del Juicio Final; esa es la
jornada cuando cada hombre
deseará que
sus culpas pesen en la cuenta de
otros".
Luego continuó a relatar:
"Después que el damnificado ha
rogado que el usurpador se haga
cargo de algunos de sus propias
faltas, Allah le pide que
levante su cabeza y contemple
el Paraíso. El dice, `Oh mi
Señor, veo ciudades de plata y
palacios de oro, tachonados de
perlas. ¨Para qué profeta, qué
santo, qué mártir, son estos
palacios?' Allah él Más
Elevado, dice, `Son para
aquellos que pueden pagar su
precio”. El damnificado dice,
`Quién podría llegar a
solventar su valor?' Allah
dice, `Quizás tú puedas.' El
hombre dice, `¨Cómo, Oh mi
Señor? Yo nada poseo. ¨Qué
podría hacer para ganar el
precio del Paraíso?'
Allah al-Muqsit dice, `Mediante
otorgar el perdón a tu hermano,
a
través del abandono de tu
reclamo de lo que él te había
sacado'.
El
damnificado dice, `Yo le
perdono, mi Señor. Ya no deseo
mi derecho”' Allah el Más
Misericordioso, el Más Generoso,
dice, `Entonces toma la mano de
tu hermano y entren ambos en Mi
Paraíso.' " Luego el Mensajero
de Allah dijo, "Temed a Allah y
temed haceros daño el uno al
otro, y haced la paz entre
vosotros, ya que Allah El Más
Elevado hará la paz entre los
creyentes en el Día del Juicio
Final."
" 'Abd al-Muqsit " es el que
posee el perfecto sentido de la
medida,
el que ve las cosas con rectitud
y el que la demanda. Por sobre
todo,
él se exige imparcialidad a sí
mismo. El no reclama justicia
de otro
para sí mismo, sin embargo él
la busca para otro, de aquél
que ha
obrado con arbitrariedad. El
ampara al que há de ser
protegido. El
ayuda al que debe ser
asistido. El eleva a las
alturas a los que
merecen ser encumbrados. El
Profeta (Que la Paz y las
Bendiciones de Allah sean con
él) dice, "Los justos estarán de
pie en púlpitos de luz
divina en el Paraíso."
A L - J A
M I '
Allah es el Recolector de
cualesquier cosa que El desea,
dondequiera que es Su voluntad.
`Jama'a' significa reunir
cosas que están dispersas.
Allah las
agrupa sin importar que sean
parecidas o diferentes, o áun
opuestas.
Allah ha congregado dentro
de este universo, espacios,
galaxias,
estrellas, tierras, mares,
plantas y animales, cosas
cuyas
naturalezas, tamaños, formas y
colores son diferentes.
Allah ha juntado en los
cuerpos de las criaturas que El
ha creado,
entidades opuestas como el
fuego y el agua, el aire y la
tierra, el
calor y el frío, la humedad y la
sequedad. El ha acopiado seis
millones de células en una gota
de sangre. El cuerpo posee
células
incalculables, todas
moviéndose, buscando,
encontrando, rechazando,
creciendo, dividiéndose,
muriendo, -cada una, una vida,
una entidad en sí misma. El
ha combinado todas estas
células en el cuerpo con Su
conocimiento y Su poder. El
las puede desparramar dentro
de los más lejanos rincones del
universo y recolectarlas
nuevamente. Así es como nuestros
cuerpos, descompuestos,
disgregados a la muerte en la
tierra, dentro de las aguas y
en los aires, serán reagrupados
en el Día de la Resurrección.
Así será con los cuerpos de
billones y billones de
hombres. Sus vidas, sus mentes,
sus almas retornarán a ellos, y
serán congregados en el campo de
Arafat en el Día del Juicio
Final. Allah juntará al pecador
y al puro, al tirano y al
oprimido, al bueno y al malo,
cara a cara, y los juzgará.
Luego El reunirá Sus amigos
dentro del Paraíso, y Sus
enemigos dentro de Su Infierno.
Así como Allah combina las
células del cuerpo de un hombre,
El pone al hombre junto con sus
acciones en el sendero a la
eternidad. Los únicos
camaradas de uno son sus
propios hechos. En su
negligencia usted no ve como
la carne, el corazón, la
mente, el alma, están reunidos,
ni los miles de "mi"es y "yo"es
y "míos”, viviendo juntos dentro
suyo. Tampoco percibe los
billones de unidades combinadas
dentro de su cuerpo. Y menos
registra que sus hechos
conviven con usted, ni el
Infierno, ni el Paraíso que
están alrededor suyo.
Su preocupación con este
mundo, -comer, beber, buscar más
y más para comer, para tener,
para disfrutar, su esclavitud
a las manos de su carne y de
su ego- le han hecho
desatento a cualquier otra
cosa. Unicamente cuando el ave
del alma vuele desde la jaula
de la carne se evaporará este
sueño, y usted se encontrará a
sí mismo a solas con sus
acciones. Entonces verá allí a
este único compañero a quien
estrecha y aprieta contra su
pecho. ¨Se trata de algo tibio
y amistoso o está lleno de
serpientes y escorpiones, y de
espinas envenenadas? En ese
momento usted sabrá que lo que
presumía tan bueno, era el
Infierno, y que lo que usted
pensaba era sufrimiento, se
trataba del Cielo.
" 'Abd al-Jami' " es aquél en
cuyo ser el carácter visible, la
moral y
las verdades escondidas del
corazón se hallan combinadas
dentro de una unidad. Tanto su
exterior como su interior
son bellos.
Las
manifestaciones de todos los
preciados nombres de Allah se
encuentran congregadas dentro
de él. El posee la capacidad
de reunir lo que es disímil,
diferente y opuesto, dentro y
fuera de sí mismo.
A L - G H A N
I
Allah es el Opulento que es
auto-suficiente.
Su esencia y atributos no
guardan relación con ninguna
otra cosa.
Alguien cuya vida y perfección
dependen de otro, precisa
ganarse esa existencia.
Solamente Allah no necesita, ni
tampoco precisa ganar. Sus
riquezas son independientes de
otros, y sin embargo todo lo
demás es dependiente de El.
Allah dice en la Surah
Muhammad, v.38 (47:38):
...
Allah es Auto-Suficiente y
ustedes son necesitados.
Algunos hombres que se ven a
sí mismos como superiores al
resto de la creación, caen
dentro del lastimoso estado
de la arrogancia y
vanidad. No son capaces de ver
y estar agradecidos por el
honor de
haber sido creados como la
creación suprema y por ello
recibirá la
función de `khalifah' -regente-
en el universo.
La verdadera supremacía del
hombre depende de sentir
gratitud y ser humilde,
sirviendo a los servidores de
Allah y a lo que Allah haya
colocado a su cargo. Los
arrogantes, por el contrario,
empujan sus vanidades hasta el
punto de negar a su Creador, su
Señor. En su orgullo, no pueden
aceptar el ser servidores de
Allah. No obstante ello no ven
nada malo en ser esclavos el uno
del otro!
No pueden darse cuenta que aún
para vivir precisan el aire de
Allah,
el agua, y la nutrición; como
alimento para sus almas,
necesitan
adoración. De hecho, en toda
la creación, no existe nadie
cuyas
indigencias sean más grandes
que las del hombre. No hay
otro sino
Allah que sea lo suficientemente
rico como para satisfacer todas
estas
necesidades. Si Allah ha
enviado Sus libros y Sus
profetas, y
establecido religiones para
enseñar a los hombres qué hacer
y qué no hacer, no es por Su
requerimiento, es por el de los
hombres:
para
permitirles existir en este
mundo y en el Más Allá tal y
como fueron
destinados a hacerlo. Aún los
hombres de ciencia,
sociólogos by
economistas de hoy en día
afirman que las prescripciones,
cánones y
leyes religiosas de Allah
conducen a los hombres a
la mejor
existencia, física, moral y
económica. Sin duda, todo
cuanto Allah ha
creado y ordenado es
beneficioso.
El ser un servidor de Allah
es el más alto nivel al cual
un ser
humano puede aspirar. Cuando
nosotros alabamos a nuestro
Profeta, el Amado de Allah (Que
la Paz y las Bendiciones de
Allah sean con él), decimos `abduhu
wa rasuluhu'- Su servidor y
Su mensajero. El buen servidor
de Allah sabe que Allah no
necesita un servidor, ni tampoco
El precisa ser servido. A El no
le es menester nada. El
igualmente entiende que su
propio deber es el servir a los
servidores de Allah y a Su
creación, incluyéndose el mismo.
No obstante que en realidad a
Allah no le son indispensables
servidores para secundar a Sus
servidores -ya que como
Saciador de las necesidades, El
Mismo les sirve- El honra a
quienquiera que El elige para
aparecer como medio, a manera de
herramienta de Su servicio para
Sus servidores.
En realidad, el buen servidor
se sirve solamente a sí mismo al
servir a Allah. Porque obtiene
el más grande de los dones, al
acercarse a Allah, al
conocerLo, al encontrarLo, y
al ser con El.
Servicio y fidelidad (la
cualidad de ser un `mu'min') se
convierten en
un común denominador, un nombre
y atributo compartidos, y de
esta forma el único medio para
que el servidor conozca a su
Señor. Cuando Allah se dirige
a nosotros en Su Corán como "Oh
vosotros que creéis," o "Oh tú
el creyente," El nos llama con
Sus propios atributos, con Su
propio nombre, `al-Mu'min', uno
de Sus 99 bellos nombres.
La fé es un tesoro de los
riquezas de Allah. El fiel es el
más rico
entre los hombres, porque sabe
que no necesita nada de nadie
más, excepto de Allah, el único
y verdadero Opulento.
" 'Abd al-Ghani" es el rico que
es provisto con la satisfacción
de todas sus necesidades sin
tener que pedir a Allah. El
cumple con todos sus deberes de
servidumbre, no a fin de recibir
beneficios de Allah, sino
solamente porque ellos han sido
ordenados por Allah.
A L - M U G H
N I
Allah es el Enriquecedor.
Allah hace rico a quienquiera
que El desea, y a quienquiera
que es
Su voluntad, lo torna pobre.
Luego El puede disponer que el
rico se
haga pobre, y que el pobre
enriquezca. Unos disfrutan en
sus
riquezas y otros sufren en su
pobreza. Muchos se vuelven
vanidosos en sus riquezas,
algunos se tornan vacilantes y
reclaman injusta su pobreza.
Nosotros lo ignoramos, pero
solamente El sabe qué es lo
bueno para nosotros. Uno ha de
considerar que la pobreza y las
riquezas, así como otros
aspectos de nuestras vidas no
son sino una prueba de toque,
que indica nuestro grado de
pureza. Uno ve en algunos
fidelidad, confianza, y
sumisión, en otros, objeciones y
rebelión.
Esta vida es un terreno de
pruebas. Cada uno de nosotros
viene aquí para mostrar su
verdadero valer. Nuestra cuenta
bancaria no mide quienes somos
ni qué somos. Hay riquezas más
grandes que todas las fortunas
de este mundo; las últimas
pueden ser gastadas, perdidas,
arrebatadas por otros, y serán
ciertamente dejadas atrás
cuando nos encontremos con
nuestro Señor. Pero las
verdaderas riquezas son el
conocimiento y la fé, los que no
disminuyen al gastarlos, ni se
devalúan con el paso del tiempo.
Ellos son nuestros compañeros en
el sepulcro y en el Más Allá. El
propósito de nuestras vidas es
pasar este examen.
Allah prueba a algunos con las
riquezas y a otros con la
pobreza. Lo
importante es la sumisión a la
voluntad de Allah. Las riquezas
de este
mundo tientan a uno a rebelarse
y a ser arrogante. La pobreza lo
empuja a uno a dudar y a
quejarse. Es arduo para el rico
ser humilde,
mientras que el pobre lo es. Es
difícil para el pobre la
aceptación y
el ser generoso, pero le es
accesible ser devoto.
El Profeta (Que la Paz y las
Bendiciones de Allah sean con
él),
dijo, "Mi pobreza es mi
orgullo". La prueba no es una
simple examen.
No es suficiente que el rico sea
humilde para pasarla, ni que el
pobre
confíe en Allah y acepte su
condición. El rico ha de saber
ser
agradecido y considerar que sus
riquezas no le son propias,
mostrando su gratitud mediante
su generosidad. Los pobres han
de trabajar duro para mejorar su
situación, y no obstante sus
esfuerzos, admitir su penuria.
Este es el verdadero significado
de la confianza en Allah, quien
dice, "Yo no cambiaré‚ la suerte
de quienes no la modifican ellos
mismos."
Los pobres que aceptan su
condición, que están contentos
con lo que poseen, que no son
envidiosos, son ricos. Los ricos
que son míseros, ambiciosos, que
desean más, son pobres. El
paciente está destinado al
Paraíso, e igualmente el rico
agradecido y generoso.
En cierta oportunidad un
devoto puro preguntó a un
hombre con
conocimiento cuál debía ser la
actitud de aquél a quien Allah
hubiera
conferido riquezas y la de uno
al que Allah le hubiese dado
la
pobreza. El sabio dijo que el
rico debía mostrar su
agradecimiento y
que el pobre debería ser
paciente. El creyente puro
replicó que los
perros en su aldea se
comportaban de esa forma! El
sabio, molesto, le preguntó
entonces, qué pensaba él que
habrían de hacer. El creyente
puro contestó, "El pobre debe
ser agradecido, y el rico
debe donar todas sus riquezas."
" 'Abd al-Mughni" es el
servidor de Allah que ha sido
hecho
totalmente rico, tanto
materialmente como
espiritualmente, de modo que se
convierte en un instrumento de
la satisfacción de las
necesidades de los indigentes.
El también se proyecta como un
ejemplo para que otras gentes
ricas hagan lo mismo. El se
transforma en un medio de
distribuír las riquezas de
este mundo y del Más Allá ,
para los elegidos de Allah.
A L - M A N I
'
Allah es el que desvía el daño
de Su creación.
El hombre no es capaz de
realizar, y sin embargo
nosotros no somos capaces de
comprender esto. Nosotros
deseamos, ponemos nuestra
energía e intentamos obtener
aquello que ambicionamos y
que es nuestra voluntad.
Nuestras ansias no conocen fin,
y nuestros planes, cálculos y
esfuerzos para obtener lo que
anhelamos no tienen límite.
Pero la obtención de estos
deseos depende de muchas causas,
efectos y motivos. No siempre
logramos todo cuanto aspiramos
y por lo cual hemos
trabajado. Las causas que
producen resultados y los llevan
a cumplirse dependen de la
manifestaci¢n del atributo de
Allah de `al Mu'ti', el
Otorgador. Cuando nuestros
afanes no se dan, es una
manifestación del atributo de
Allah de `al-Mani`' el
Obstructor. En ambos casos, lo
que ocurre es lo que estaba
prefijado a pasar de acuerdo
con el destino fijado por
Allah; uno conoce su propio
sino solamente después que se
verifica.
Allah al-Khabir es
consciente de nuestros deseos.
Allah al-Ghani
posee infinitos lugares
conteniendo tesoros que tienen
lo que nosotros
ansiamos. Allah al-Karim no
retiene aquello que anhelamos.
Allah
al-Qadir es capaz de procurar
instantáneamente aquello que
nosotros ambicionamos. Allah es
el Más Rico, Más Munificente, el
Más Poderoso, el Más Justo.
Si nosotros no recibimos lo
que aspiramos, no es porque El
no lo
sepa, ni porque El no lo
posea, ni porque El no pueda
permitirse
dárnoslo; ni tampoco es El
incapaz de entregárnoslo. El es
perfecto,
libre de todo defecto. No
obstante que la razón pueda ser
desconocida para nosotros,
hemos de creer que si no
recibimos aquello que es
nuestro afán y nuestra
voluntad, es porque constituye
lo mejor para nosotros.
Es como si hubiese un padre
perfecto que ama y protege
profundamente a sus hijos. El es
sabio, rico, generoso y amable,
no solamente para con sus hijos
y su familia, sino para todos.
Si él impide que uno de sus
hijos coma demasiado, o que
ingiera una fruta verde, o que
juegue con un juguete
peligroso, ¨podemos llamarle
falto de compasión? Ciertamente
él evitó que su hijo comiese o
hiciese algo pensando en lo
mejor para el niño. Sin duda la
piedad de Allah es
infinitamente superior a la del
más compasivo de los padres.
Allah dice en la Surah
Baqarah, v.2l6 (2:216):
... y puede ser que tú odies
una cosa aunque sea
buena para tí, y puede ser que
tú ames algo aunque
sea malo para tí; y Allah sabe,
pero tú no.
" 'Abd al-Mani' " es el que ha
sido preservado por Allah de lo
dañoso
para él. A su vez, él protege a
los que se encuentran a su
alrededor
de cosas perjudiciales, aún
cuando ellas pueden aparecer de
formas tan atractivas tales como
la riqueza, la fama, la belleza,
la alegría,
etc.
A D - D A
R R
Alla es el creador de lo dañoso
y de lo malo así como El es el
creador
de lo bueno y de lo beneficioso.
El atributo de `ad-Darr',
el Creador del Mal, es
generalmente
concebido junto con el atributo
de `an-Nafi`', el Creador del
Bien.
Ninguno de los dos nombres
aparece en el Corán. Pertenecen
a los
atributos de Allah bajo la
autoridad del Profeta (Que la
Paz y las
Bendiciones de Allah sean con
él).
Algunas veces los dos
atributos son inseparables. Lo
que es veneno
para uno es medicina para otro.
Lo dulce para uno es amargo para
otro. Pensamos que el alimento
nutre por sí mismo y que el
veneno mata por sí mismo.
Creemos que el responsable del
bien o del mal es un hombre, o
un ángel, o el Diablo, mientras
que todo cuanto ocurre es por la
voluntad del Poder Eterno. No
obstante que Allah ha creado el
mal así como el bien, El
también nos ha enseñado a optar
por el bien y a escapar del mal.
El nos ha dado el poder de la
discriminación, nos entregó una
voluntad, y libertad para
elegir. De toda la creación,
solamente el hombre posee
voluntad. Por medio de ella,
Allah ha separado a la humanidad
en dos porciones: los buenos
haciendo el bien y siendo
conducidos hacia él, y los malos
haciendo el mal y siendo
conducidos hacia el mal. Esto
-con conocimiento, con su
voluntad- lo hacen los hombres
mismos.
Allah El Más Elevado es
`Halim', gentil, y El es
`Sabúr', paciente.
El no destruye a los que han
optado por el mal. El sigue
alimentándoles, permitiéndoles
disponer de tiempo, de modo que
tengan la posibilidad de
cambiar, lo que algunas veces
hacen: los buenos para empeorar
o los malos para mejorar. Todo
ello es una prueba. El examen
final es en el momento que uno
inhala su última respiración.
Sin duda, si una pared está
fisurada e inclinada hacia la
derecha, a medida que el tiempo
pase, se torcerá más y
finalmente colapsará sobre ese
costado. Pero, raramente, justo
cuando la pared estaba por caer
hacia el flanco sobre el que se
ladeaba, ocurre una cosa
inusual. Un huracán, un
terremoto, o bien enderezará la
pared o hará que se derrumbe
hacia el otro lado. De igual
manera los que se rebelan, los
que no creen, que se convierten
en juguetes en las manos de sus
egos y en las garras del
Diablo, un día pueden sentir los
dolores del temor de Allah y
tomar el recto sendero. O pueden
aparentar que son como los que
siguen el recto sendero
-devotos, compasivos, y
generosos; pero comenzar a
complacerse consigo mismos,
hacerse arrogantes, pensar que
son mejores que otros- y
resultar rechazados de la
misericordia de Allah como lo
fué el arrogante Diablo.
Sin duda el sufrimiento por
que pasamos, los perjuicios que
nos
vienen, son solamente nuestra
propia culpa. No obstante que
Allah creó el mal y nos ordenó
evitarlo, y nos lo prohibió,
corremos detrás de las cosas que
se encuentran vedadas. Esta es
la prueba. Pensamos que el
Diablo es una horrible criatura.
Pero muestra su fealdad
únicamente a los que lo
detectan. Cuando viene a tentar,
aún a los santos, como apareció
a Jesús Cristo (Quiera Allah
bendecirle), se presenta
adoptando las formas de una
hermosa mujer.
Allah ha manifestado Su
atributo de Creador de lo Dañoso
en el
Diablo y en los que le siguen;
El creó el Fuego del Infierno
para
ellos. No obstante que Allah
creó el mal, la causa de que
llegue, es
solamente usted mismo. Si le
toca la bancarrota es a través
de su
deshonestidad o ambición
desmedida, o incapacidad. Si le
arriba una enfermedad, por lo
general es debido a su descuido
o su negligencia de su cuerpo. A
pesar que Allah ha creado el
mal, el que lo desea, trabaja
por él y finalmente lo obtiene,
es el servidor mismo. Algunos
obran como advertencias para los
demás, otros aprenden de sus
propias lecciones. Prácticamente
no existe nadie que no haya
resbalado dentro del pecado
alguna u otra vez; el que sufre
por ello es el que se educa en
sus propios errores, ya que ese
constituye el mejor de los
arrepentimientos.
No obstante, algunas veces
Allah El Más Elevado coloca un
velo de
dolor y sufrimiento sobre los
que El ama y los que Lo aman,
para
ocultarlos de los ojos de otros.
Esta es una bendición de Allah
otorgada por medio del
padecimiento. Allah usa las
dificultades y el dolor como
medios para instruír a Sus
servidores. Si no existiese nada
negativo, perturbador o doloroso
en el mundo, y si los hombres no
fuesen afligidos por estas
cosas, ¨cómo podrían haber
ganado condiciones tan benéficas
como la paciencia, la
perseverancia, el coraje, y la
constancia?
Cuando uno se encuentra
afligido con el sufrimiento, el
temor, la
enfermedad, o la pobreza, sepa
que no existe otro sino Allah
que pueda disiparlos. Cuando uno
se halla bendecido con la
felicidad, la salud, el éxito y
riquezas, nuevamente solamente
El puede sostenerlos. Por ello,
ya sea en salud o enfermedad, en
alegría o tristeza, usted está
destinado a someterse y tornar
unicamente a El, porque tanto
lo bueno como lo malo provienen
de la misma fuente. Ambos son
verdaderos y justos.
No obstante esto no significa
que uno ha de abandonarlo todo
en las
manos de Allah. Se deben buscar
las causas creadas por nosotros,
o por otros e intentar colocar
las cosas en su lugar de un modo
legítimo. Hacerlo no implica
falta de fé en el Creador del
bien y del mal. Constituye la
mejor forma de adoración bajo
las circunstancias.
" 'Abd ad-Darr " es un testigo
del Unico que ejecuta lo que El
desea
realizar cuando es Su voluntad
hacerlo. El recibe la enseñanza
del
misterio del secreto de la
unidad de todo cuanto ocurre. El
sabe que
el mal así como el bien
provienen de Allah y que tanto
lo malo como lo
bueno han de ser bienvenidos.
A N - N A F I
'
Allah es el creador del bien.
Allah ha creado al hombre como
lo mejor de Su creación y le ha
conferido dones que le hacen
único y superior al resto de
ella. Los
mejores dones que El ha dado al
ser humano son el intelecto,
la
consciencia, y la fé. Estos son
los medios por los cuales El
nos
enseñó a discriminar y elegir
para nosotros mismos lo mejor de
Su
creación. El hombre es también
único en que él posee una
voluntad, la
única en el universo con
excepción de Allah. Su pequeña
voluntad puede ser solamente
controlada por la más grande de
Allah. Esta limitación
significa que no somos dejados
libres ni y abandonados a
nosotros mismos.
Allah ha dado libertad
solamente al hombre para ver si
él se somete
a la voluntad de Allah, ser el
mejor de la creación, gobernar
en Su
nombre y poseer lo mejor del
universo, o si él se rebelará,
causará su
propia caída, y será rechazado
de la misericordia de Allah,
como lo
fué el Diablo. La capacidad
humana de elegir entre el bien y
el mal, no es una prueba para
que Allah vea como se comportará
Su servidor. Allah creó nuestros
destinos antes que El nos diera
la vida; por lo
tanto, El sabe.
La misericordia de Allah nos
llueve continuamente, como lo
hace todo cuanto de bueno El ha
creado. Nuestra voluntad no
puede traernos nada que esté
destinado a alguien más, ni
logra impedir que algo que forma
parte de nuestro destino se
cumpla. Tampoco somos capaces de
escoger, porque a menudo
aquello que elegimos se desliza
de nuestras manos, y lo que no
deseábamos nos ocurre. Aún si
tenemos lo que ambicionamos, nos
habría llegado de cualquier
manera.
Cuando el hombre mira al
universo, lo que él percibe, es
la voluntad
de Allah, aquello `con lo cual'
él ve, es la voluntad de Allah,
lo que
él comprende de cuanto registra,
es el designio de Allah, lo que
él
aparentemente ha elegido, es el
deseo de Allah. Su pequeña
voluntad consiste en ser capaz
de abrir sus ojos para recibir
todo el bien que Allah ha
planeado para él, o cerrar sus
ojos y no obtener nada. Es como
si los tesoros de Allah se
estuviesen volcando
continuamente, como una lluvia
bendecida. Tenemos que ser
atenntos para recibirla. Si no
estamos allí, será
desperdiciada. Para ser estar
presentes, tenemos que expandir
nuestros ojos, mentes,
corazones, y manos. Hemos de
estar prestos, despiertos,
conscientes. Así es como
captamos y adquirimos los bienes
que Allah ha creado.
" 'Abd an-Nafi'" es el que ve y
recibe el bien que Allah ha
creado y
está encargado de distribuir las
generosidades de Allah -las más
grandes de las cuales son el
conocimiento y la fé- a los que
son
merecedores de lograrlas. El es
como Khidr, y sigue su sendero
y
ejemplo.
A N - N U
R
Allah es la Luz que es difundida
sobre la creación entera,
haciéndola
visible.
Así como esta Luz es
responsable de tornar visible lo
sensible,
también permite conocer lo
concebible. La luz que muestra
lo
perceptible es la luz de la fé y
de la sabiduría, y el ojo que la
ve
es el `basirah' el ojo del
corazón. Esa Luz es la luz de la
existencia; la no-existencia es
obscuridad. Esa Luz se hace
visible a
sí misma así como hace que todo
lo demás lo sea. Esta Luz es la
luz
que trajo la manifestación desde
la obscuridad de la
no-existencia. No
hay un solo tomo entre todas
las cosas que viven en los
cielos y en
la tierra y en aquello que se
encuentra entre ellos que no
apunte a la
existencia de su Creador,
"...la Luz de los cielos y de la
tierra".
(Surah Nur, v.35 -24:35-).
El sol difunde la luz sobre el
cielo y la tierra,
permitiéndonos ver
las cosas alrededor nuestro
-grandes y pequeñas, de
diferentes formas y colores-
capacitándonos para identificar
aquello de lo cual podemos
beneficiarnos y esto que nos
puede perjudicar. En esa luz
nosotros encontramos nuestro
camino y vemos los hoyos y los
pantanos. De la misma forma,
Allah nos ha conferido la luz de
la fe, que nos muestra el recto
sendero de la salvación y los
hoyos y los pantanos de la
infidelidad, del pecado y de la
rebelión. El sol de la fe en el
corazón del creyente le hace
hermoso de facciones y bello de
carácter. La luz de la fe
elimina la obscuridad de la
infidelidad y del pecado dentro
y fuera, trayéndonos a la luz de
la verdad, de la salvación, y de
la serenidad.
El diablo, y nuestro propio
demonio, el ego, son ladrones
que gustan
de operar en la obscuridad y de
penetrar en casas obscuras.
Ellos no
entrarán en la divina casa, el
corazón iluminado por la luz de
la fe.
El umbral al corazón es la
mente; la luz de ese umbral es
el
conocimiento; esa luz cierra el
paso a la maldad de la
ignorancia, la
imaginación, la hipocresía y la
arrogancia. El alma precisa la
luz y
detesta la obscuridad. Así como
la luz del alma es consciencia,
su
obscuridad es la negligencia.
Usted que gasta tanto de sus
esfuerzos y riquezas para
iluminar su
vida material con artefactos de
luz, deslumbrantes joyas y
brillante
ostentación, porqué apaga la luz
de su corazón? No vé‚ que puede
hacer que se acostumbre a la
obscuridad y se torne ciega como
el
murciélago? Si los ojos de su
cabeza se vuelven ciegos,
alguien podrá
conducirle de la mano en el
camino; pero aquél cuyo corazón
está ciego no puede ser
conducido y se perderá en la
eternidad.
'Abd an-Nur" es el servidor de
Allah que ha recibido la
bendición
de una respuesta a la plegaria
del Profeta Muhammad (Que la Paz
y las Bendiciones de Allah sean
con él), "Oh Mi Señor, dame
luz," y que ha llegado a
conocer el secreto del versículo
del Corán, "Allah es la Luz de
los cielos y de la tierra". El
sabe que toda existencia,
conocimiento, pensamiento y
sentimiento provienen de esa
luz, y que toda existencia y
conocimiento en el universo no
son nada sino esa luz.
A L - H A D I
Allah es el que crea la guía,
conduciendo a Sus servidores al
bien, a
la generosidad y la satisfacción
de sus necesidades.
El guía primero a Sus
mejores servidores al
conocimiento de Su
esencia. Luego El guía sus
otros buenos servidores a
contemplar en su creación las
cosas que manifiestan Sus
atributos. El guía cada
criatura hacia aquello que le es
necesario para su existencia.
Allah dice en la Surah Ta-Ha,
v.50 (20:50)
Nuestro Señor es El que da a
cada cosa su naturaleza, luego
la guía (al conocimiento, para
satisfacer sus necesidades).
El resultado de esta guía es
la fe. Lo opuesto de la guía es
el ser
conducido al desvío, cuyo
resultado es la infidelidad.
El hombre está hecho como los
platillos de una balanza. Tiene
el
potencial para ir hacia un lado
o hacia el otro. Por lo tanto
para que
se mueva hacia el costado de la
fe o hacia el costado de la
infidelidad, ha de haber algún
peso colocado, ya sea en uno de
los platillos de la balanza, o
en el otro. Allah es el único
que ha creado
la guía y la desviación. El es
el creador de las causas de la
fe, que
deleita el corazón, y de la
infidelidad, que deleita al ego.
El
deleita a quienquiera que El
desea y conduce al desvío a
quienquiera
que El desea.
Nadie puede conducir al desvío
a quien haya bien sido guiado
por
Allah. Y nadie puede conducir al
recto sendero al que Allah ha desviado. Pero Allah no conduce
a su servidor al desvío por la
fuerza
o sin motivo. El conduce al
hombre a la perdición solamente
cuando él
mismo malogra su voluntad y
torna su potencial hacia la
infidelidad.
Sin embargo, en el hombre, la fe
es esencial, fundamental. La
infidelidad, por el contrario,
es solo incidental y accidental.
La fe es esencial en el
hombre. Allah reunió las almas
antes de la
creación en el reino de los
espíritus y les preguntó, "¨No
soy Yo
vuestro Señor?" y todos nosotros
contestamos, "Sin duda!" Así es
que nuestras almas tienen un
pacto con Allah. Podemos no
recordar la promesa de nuestras
almas, pero ello no invalida el
pacto. Este acuerdo con Allah
antes de nuestra creación,
constituye el motivo por el que
Allah nos guía, y la razón de
los dones para cada alma. El nos
ha concedido un cuerpo perfecto
para vivir en él, sustento para
el mantenimiento de ese cuerpo,
y una mente para percibir cosas
que nos recuerden Su existencia
y nuestro pacto con El. El nos
ha dado los Libros, los
Mensajeros, los profetas y
santos y hombres de
conocimiento, para recordar,
para enseñar, para confirmar
este convenio. A medida que el
hombre lo desea, que es su
voluntad, y que permanece en él,
la guía de Allah siempre
aumentará.
El que es bien guiado, conoce
la verdad, la respeta y la
acepta.
Preferirá la muerte antes que la
aplicación de la falsedad, que
constituye injusticia y tiranía.
Aún si tuviese interés, fuerzas,
y
apoyo para ir en contra de la
verdad, no lo haría. El dice
únicamente
la verdad, la escucha, vive por
ella y por ella muere. Ese es el
bien
guiado.
" 'Abd al-Hadi" es el servidor
de Allah que ha recibido la
respuesta
a su plegaria (Fatiha, v.5,
-1:5- ), "Guíanos por el
recto sendero"
El sabe el secreto del bello
nombre de `al-Hadi', y así se
hace un
instrumento para la salvación
del hombre. El ha sido encargado
de
hacer cumplir la verdad: aquello
que Allah ordena, y aquello que
Allah prohibe.
A L - B A D I
'
Allah es el Originador de la
creación, a la que creó sin
modelo ni
material.
El no necesita conocimiento
previo para pensar, o
previamente
investigar, ni descifrar. El
inventa la primera de cada cosa
en la
creación. No había nada antes de
El, de modo que El no se parece
a nada; todas las cosas fueron
hechas después por El -únicas,
sin par, inigualadas por ninguna
otra, y de ninguna manera
similaraes a El. Todo cuanto
El crea es una maravilla, un
asombro, ya que El se originó de
la nada. Como las creaciones
originales, todas las cosas
continuamente creadas, son
diferentes una de otra. No
obstante asemejarse entre sí,
también son diferentes una de
otra. No existen dos hombres que
sean iguales.
Un hombre se maravillaba ante
el califa Hz. Umar (Quiera Allah
estar complacido con él) acerca
del juego de ajedrez. "Mira a
este
tablero, que no es más grande
que un pie cuadrado," dijo. "Un
hombre puede jugar miles de
juegos sobre él, y ninguna será
igual al otro!"
Hz. 'Umar (Quiera Allah estar
complacido con él) dijo, "Porque
no miras a la cara de un hombre,
que es más pequeña que el
tablero de
ajedrez? No obstante que los
ojos, la nariz, la boca, se
encuentran
siempre en el mismo lugar, si
miras a millones de hombres, no
encontrarás dos iguales. Y
cuando se añaden las variedades
de
expresiones, no hay fin a las
diferencias, así como no hay fin
al
poder, la sabiduría y la
originalidad de Allah El Más
Elevado."
La atención y la curiosidad
son dos de los grandes dones
hechos al
hombre. Todo el conocimiento, la
ciencia, la industria, son
invenciones producto de estas
cualidades. El hombre no puede
inventar ni originar; todo
cuanto él puede hacer es
descubrir cosas que Allah ha
creado previamente. Al observar
el hombre los fenómenos con su
atención e investigarlos con su
curiosidad, viendo el modelo del
ave y del pez, y utilizando los
minerales y los materiales que
le son disponibles, él descubre
los aeroplanos y los
submarinos. Algunos se detienen
allí, prosperando con las
ganancias materiales y la fama,
haciéndose arrogantes, pensando
que `ellos' han inventado y que
ellos' han creado. Bendecidos
son los científicos e inventores
que usan su éxito como una
introducción al más grande éxito
de recibir el amor de Allah en
sus corazones; ellos ven la Mano
del Poder de Allah el Originador
y de Allah el Todo-Poderoso,
quien los ha utilizado como
herramientas para producir sus
descubrimientos.
Qué bien han dicho los
sabios, "Los que trabajan con
la divina
sabiduría son luz, los que
practican el conocimiento son
guías, los
que dan sano consejo son
lámparas, los que piensan y
saben están
vivos, los que son ignorantes,
están muertos."
" 'Abd al-Badi' " es el
testigo de que Allah El Más
Elevado es el
creador de todas las cosas en su
esencia, atributos, y acciones.
A él
le son otorgadas las
capacidades de saber, de
descubrir, y de
construir cosas que los demás no
pueden.
A L - B A Q I
Allah es el Siempreviviente,
cuyua existencia en el futuro
es para
siempre.
El es depués del después; El
es también antes del antes. El
no tiene
ni principio, ni fin. El tiempo
solamente existe para la
cambiante
creación. El Tiempo comenzó con
Su palabra de creación y tendrá
fin en el Día del Juicio. No
existía el tiempo antes de la
creación, pero
Allah existía. La creación
tendrá fin, y el tiempo con
ella. Pero
Allah el Siempreviviente todavía
continuará existiendo.
Este mundo no es sino una casa
de huéspedes, donde el visitante
se
queda por un tiempo, y luego
parte. Durante milenios, cuántos
visitantes han venido, y se han
ido. Quiénes eran? Dónde están?
Naciones y civilizaciones han
venido, y se han ido. El hombre
y todo
lo demás en el universo es como
esto; pero para el hombre este
mundo es también un campo donde
él labra para cultivar trigo o
espinas, y cuya cosecha él
encontrará en el Más Allá. Esta
vida es como un sitio para
desfilar, todo el mundo pasa
cuando llega su turno, todos
en grupos diferentes, bajo
diferentes banderas, con
diferentes uniformes, marchando
a diferente música. Nadie es
dejado en este mundo, ni este
mundo es dejado con nadie. Todo
es material, temporal
-incluyendo al mundo mismo, el
universo entero- excepto Allah,
el Siempreviviente.
Y sin embargo existe un modo
de ganar una vida eterna durante
esta corta visita aquí. Se logra
mediante no atar nuestro corazón
a este mundo. Es mediante no
trabajar solamente por el
provecho en este mundo, mediante
no trabajar para nuestro propio
beneficio inmediato.
Si uno trabaja por el amor de
Allah, para la complacencia de
Allah,
por el beneficio de la creación
de Allah ahora y en el futuro,
cuando
todo haya terminado y este
cuerpo haya regresado al polvo,
nuestro
trabajo nos llevará a la
eternidad.
Si usted es un médico o un
arquitecto, cuando usted vaya a
ese reino
donde no hay nadie que esté
enfermo ni nada para construír,
tanto su
ser como su conocimiento
desaparecerán. Pero si usted
descubrió la
penicilina, que seguir curando
enfermos mucho tiempo después
que usted se haya ido, o si
usted construyó un puente que la
gente cruzará durante largo
tiempo, y si sus intenciones al
hacer estas cosas fueron las de
servir antes que las de ganar,
usted obtendrá la eternidad en
el Más Allá por lo que usted
haya hecho en esta vida
temporal.
" 'Abd al-Baqui " es el buen
servidor de Allah a quien es
dado el
conocimiento de la eternidad, a
quien Allah ha hecho eterno
dentro de
Su eternidad en el estado de `baqá'
billah'. En ese estado su
adoración es su servidumbre, en
la que el servidor y el Señor
se han
hecho uno, y no ha quedado nada
del servidor mismo.
A L - W A R I
T H
Allah es el Heredero final, a
quien todo es dejado, después
que sus
poseedores temporales han
partido.
El es el que existe después
que toda existencia desaparece;
es a El
a quien toda existencia retorna.
Es El quien preguntará :
¨A quién pertenece el reino este
día?
Y es El quien responderá:
A
Allah, el Unico, el
Siempre-Dominante.
(Surah
Mu'minun, v.16 -23:16-)
El descuidado no toma
consciencia de que todo cuanto
él posee,
incluyéndose a sí mismo, le es
solamente prestado. El que no
está agradecido por las infinitas
larguezas de Allah el Más
Generoso, es
arrogante, pensando que es suyo
aquello que posee. Así, lo
utiliza
para su propio placer. Cuando él
desaparece, él y todo lo demás
regresan a Allah el
Siempreviviente, quien es antes
que el antes y
después que el después, quien es
el único Poseedor, el Heredero
de
todo. Entonces él será
interrogado:
¨A quién pertenece el reino
este día?
Y entonces sabrá la verdad,
solamente que demasiado tarde.
Pero aquellos cuyos ojos del
corazón ven, y cuyos oídos del
corazón
escuchan, recuerdan y escuchan
continuamente:
A Allah, el Unico, el
Siempre-Dominante.
Ellos saben que no son sino
cuidadores temporarios de lo que
se
encuentra en sus manos. Es como
si fuesen exaltados cajeros del
banco de Allah, que no siguen
los deseos de su carne ni las
órdenes de sus egos, sino que
hacen la voluntad de Allah por
Su amor y por Su complacencia.
En ello, se tornan uno con Allah
y se hacen eternos y
siemprevivientes.
" 'Abd al- Warith " es el
servidor que adquiere el secreto
del nombre
el Heredero, quien se
encuentra en el estado de
`baqa' billah',
"sempiternidad con Allah," y que
recibe su porción de la
sabiduría
divina y el rango de los
profetas. `'Abd al-Warith' es el
heredero de
los profetas en conocimiento,
sabiduría y guía.
A R - R A S H
I D
Allah es el Recto Maestro que
ordena rectitud para toda
criatura.
En Su sabiduría El conduce
todos los asuntos hacia su
finalidad de
un modo y orden perfectos. El es
el maestro final que lo conduce
a uno al recto sendero y la
salvación. El es un perfecto
instructor y jamás
erra, ni en Su sabiduría ni en
Sus acciones. Cada cosa hecha
por El
tiene un claro y benéfico
propósito. Su enseñanza es tan
efectiva que
se convierte en la naturaleza de
cada cosa en el universo que
sigue Su voluntad.
Para el hombre El ha enseñado
beatitud, prosperidad, y
salvación en
Su Corán. El no impone lo que El
enseña, sino que deja a la
voluntad
del hombre el actuar de acuerdo
con lo que le es enseñado. El
muestra el sendero hacia la paz,
bienaventuranza y prosperidad
como una recompensa por actuar
de acuerdo con lo que El enseña.
Aunque Allah el Todo-Poderoso es
capaz de forzar Sus
mandamientos, El elige permitir
que el hombre gane sus
recompensas por su propia
decisión de actuar de acuerdo
con lo que le es enseñado.
El hombre en su rol de
estudiante, primeramente ha de
estar atento y
conscientede lo que se le está
enseñando. Luego ha de usar la
inteligencia que le fué dada por
su maestro para disciplinarse y
educarse a sí mismo, a su ego.
Luego debe aprender las leyes
divinas de Allah, y de acuerdo
con ellas, impulsar la máquina
de su ser material.
El Islam es la religión en la
cual aprender es obligatorio
para
todos los hombres y las
mujeres. Al aprender de Allah,
el último y
Recto Maestro, ellos ven el
orden perfecto dentro y fuera de
sí
mismos. El Más Grande Maestro
hace que Sus estudiantes vean Su
Voluntad, Su poder, Su
Generosidad, Su Amor, Su
Compasión. El hace que los
estudiantes Lo amen, vivan para
hacer lo que El dice, amen
trabajar para Su complacencia y
el convertirse en seres
virtuosos.
" 'Abd ar-Rashid" es el virtuoso
que ha arribado al sendero
correcto
que conduce a la voluntad de
Allah y las órdenes de Su
Mensajero.
Este es el rango del `murshid',
el gran maestro que ha llegado a
conocer, a encontrar, y
hacerse cercano a Allah. Al
hallarse en el camino directo,
también está autorizado para
conducir a otros por el recto
sendero.
A S - S A B U
R
Allah es el Más Paciente.
En todas las cosas El es, en
perfecta medida y en perfecto
tiempo.
El es paciente, y El ama y ...
está con
los que son pacientes.
(Surah
Anfal, v.46 -8:46- )
En Su creación así como en Sus
acciones, en Su trato con Su
creación, nada es más grande ni
más chico, mejor o peor, más
temprano ni más tardío, de lo
que le ha sido predeterminado
que sea. El no demora las cosas
más allá de sus momentos
prefijados ni deja de
terminarlas, como lo haría un
perezoso, ni tampoco se apresura
y termina cosas con defectos,
como un impaciente lo haría. Más
bien El hace todas las cosas en
su momento apropiado y de la
manera justa en que han de ser
hechas.
Allah no apura el castigo del
pecador. El les envía su
sustento, los
protege de daños, y les permite
vivir en salud y prosperidad,
porque
El ha fijado un momento
determinado para cada cosa. Todo
ha de seguir su curso. Su
paciencia con los pecadores
existe a fin de darles tiempo
para ser cuidadosos, para tomar
en cuenta sus errores y
llegar al arrepentimiento. Allah
es Misericordioso; Su
Misericordia estriba en dar
tiempo para el arrepentimiento,
y en aceptar el arrepentimiento.
La paciencia está en la
disposición divina de Allah; por
ello los
hombres pacientes reflejan esta
dignificada disposición. Un
hombre
paciente es el que se niega
cosas que su carne y su ego
desean, pero que son
inaceptables para la razón y la
religión; él se aplica a cosas
que son aceptables en la
religión y para la razón, no
importa que puedan ser odiosas
para su ego, ya que él sabe cómo
poner una brida al caballo
salvaje de su carne y de su ego.
La paciencia es un muy alto
rango para el creyente, porque
los
asuntos tanto de este mundo,
como del Más Allá, son resueltos
por
ella. No hay éxito ni
perfección, que puedan ser
logrados fácilmente y
sin sufrir. Este dolor es de la
carne, que es impaciente por las
cosas
que desea, holgazana para
trabajar por aquello que ansía,
y que no
conoce medida, anhelando siempre
más de lo que necesita.
El Profeta (Que la Paz y las
Bendiciones de Allah sean con
él) dice,
"El
Paraíso se encuentra rodeado por
cosas que la carne no desea"
Allah promete infinitas
recompensas para los que pueden
ser pacientes con la turbulencia
de los deseos de la carne y de
sus egos. Existen aún más
grandes recompensas para la
paciencia que soporta los
reveses de la fortuna, la
pobreza, los accidentes, y las
enfermedades, las que son
inevitables y provienen de
Allah. Sin duda, las
calamidades provienen de Allah,
pero las recompensas por ser
pacientes y aceptarlas, las
acompañan. Si se despliega
paciencia, se reciben
recompensas que sobrepasan
sobradamente los dolores. Si se
es impaciente, el infortunio es
doble -primero la calamidad
inicial y luego la más grande
desgracia de haber perdido la
recompensa.
El significado del Islam es
la sumisión: la entrega de
nuestros
apetitos, deseos y voluntad en
favor de la voluntad de Allah.
Para
poder someterse, uno ha de ser
paciente. En el Islam, la
paciencia es
un signo de fé; la degradación
y la humillación son pecados. No
confunda la humillación causada
por el temor y la pereza, con la
paciencia y el tesón. El
abandonar nuestra propiedad,
nuestro honor,
nuestra dignidad a un tirano
puede conducirle a uno a
abandonar su
religión y su fe por temor, o a
vender su alma por este mundo.
El
creyente que teme a Allah, no
teme a nadie, y es uno a
quien otros
temen. Para él no está permitido
rebajarse delante de nadie,
excepto
de Allah.
" 'Abd as-Sabur" es el
bendecido servidor que ha
perfeccionado el
equilibrio y la moderación en sí
mismo y en todo cuanto él hace,
quien
ni demora ni apura, sino que
actúa en un momento
determinado. El es paciente en su continua
batalla con su ego y en la
oposición a sus deseos y
apetitos. El persevera en
preservar las ordenanzas de
Allah y en su adoración.
Oh Señor, por el
amor de Tus bellos nombres,
y por el
amor de aquellos
en quienes Tus
nombres se han manifestado,
condúcenos en su
sendero. Permítenos ver
Tus atributos en todos
lados alrededor nuestro,
y pule el espejo
de nuestros corazones
que quizás podamos ver
Tu Belleza reflejada adentro.
`Amin bi hurmati
sayyid al-mursalin.'