Trabajo
y Papel de la Mujer
El derecho de la mujer al
trabajo aparece expresado en El Corán de forma indirecta en la aleya:
« Los hombres tienen una parte
de lo que han adquirido. Las mujeres tienen una parte de lo que han adquirido »
(Coran 4 :32)
igualando el Islam entre el
hombre y la mujer en su derecho a poseer lo que han ganado, ya sea a través de
la herencia, el trabajo retribuido o cualquier otra forma legal. Así, ya desde
tiempos del Profeta algunas mujeres trabajaban en la agricultura, el hilado, la
dirección de trabajos manuales, la atención de enfermos y heridos o el comercio
y la política, como demostraron las esposas del Profeta Jadiya y Aisa .
Sin embargo, el Islam no obligó
a la mujer a trabajar fuera de casa, sino únicamente al hombre, obligando a éste
además a hacerse cargo de la manutención de la mujer, ya sea ésta madre,
hermana, esposa o hija. Esto se debe a que en el Islam el primer y mas
importante deber de la mujer es criar y educar a sus hijos, que son el resultado
de la educación de los padres y en especial de la madre .
De esta forma, la mujer se
convierte en la constructora del futuro, compartiendo con el hombre la
construcción del presente.
En cualquier caso, el Islam
considera que la participación activa de la mujer es básica, como miembro que es
de la sociedad. A pesar de ello, la mujer posee particularidades físicas,
fisiológicas y psíquicas que la condicionan o no para cierto tipo de
actividades, por lo que algunos ulemas no consideran adecuada su participación
en ciertos campos, como la construcción, la minería, la defensa e incluso la
política, para algunos. Sin embargo, esto último es discutible pues la mujer del
Profeta, ‘Aisa, participó activamente en este ámbito. Y además, la mujer puede
participar en la política como es indicado en El Corán:
« ¡ Profeta ! Cuando las
creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, de que no asociarán… »
(Coran60 :12).
Para los Hermanos Musulmanes,
el papel fundamental de la mujer es el de madre y esposa, para lo cual la
educación es esencial. Y el trabajo fuera de casa está permitido siempre y
cuando no afecte a su papel en la familia, aunque consideran que la mujer no es
apta para ocupar un puesto de jefatura . Para Zaynab al-Gazali no hay nada malo
en que la mujer trabaje fuera de casa, siempre que vista la ropa adecuada. En
definitiva, la educación es una obligación y el trabajo es opcional.
En lo que respecta a las
sociedades árabes, hay que señalar que las costumbres, hasta hace poco tiempo,
han considerado que el lugar de la mujer es su casa, pues ha sido creada en
primer y último término para ser madre y esposa. Y si tiene la oportunidad de
trabajar fuera de casa, no todos los trabajos le convienen. Así, le será
suficiente ser profesora, enfermera, secretaria o trabajar en el campo de los
servicios sociales. Pero lo que no es aceptado es que sea ingeniero, arquitecto
o directora de una empresa. Sin embargo, esta opinión ha disminuido en la
mayoría de estas sociedades, especialmente la urbana, aunque se mantiene sobre
todo en las zonas rurales.
Por otro lado, hay algunos
factores que impiden a la mujer trabajar, como: el sistema educativo o la poca
confianza que tienen los empresarios en la capacidad de la mujer. Algunos
también piensan que el derecho y las leyes islámicas impiden a la mujer
trabajar, aunque ésta es una opinión errónea pues el Islam permite a la mujer
trabajar, demostrando además que el sexo no tiene nada que ver con la capacidad
intelectual del individuo. Pero, sobre todo, hay que señalar que en el mundo
árabe no existen las mismas oportunidades de trabajo y tampoco una igualdad
salarial, a pesar de que sus constituciones señalan que ha de haber una igualdad
entre hombres y mujeres en este ámbito. Pero tampoco hay que olvidar que esto
también ocurre en Europa y la mayoría de los países occidentales.
En cualquier caso, la
integración de la mujer en el desarrollo económico no implica olvidar su papel
tradicional, ni imitar ciegamente a las sociedades occidentales, pues la mujer
árabe y musulmana suele dar prioridad a su papel de madre y educadora de sus
hijos, como lo ha demostrado una encuesta realizada hace algunos años en el
Líbano , donde se ha observado que el 81% de las mujeres opinan que la necesidad
que tienen los hijos de su madre es lo que les impide trabajar. En este sentido,
es interesante la opinión de un occidental, José Ortega Spottorno, quien dice en
un artículo suyo publicado en El País: " El poder trabajar e independizarse
ecinómicamente del marido permite y favorece las separaciones y el tantear
varios ensayos de su vida sentimental. Eso lleva consigo dos graves
inconvenientes: la desaparición de la vida de familia y la mayor soledad de los
hijos pequeños ".
En lo que respecta a otras
actividades relativas a la mujer, hay que indicar que ésta tiene derecho a la
propiedad, a hacer contratos, a avalar a otra persona y a participar en el
comercio o cualquier otra forma legal de obtener ganancias. Y en todos estos
casos, la mujer tiene la total libertad de tomar sus propias decisiones, sin la
intervención de nadie ( padre, esposo, hermano,…), al contrario que sucedía en
la República Federal de Alemania, donde la mujer casada no tenía legalmente el
derecho a la propiedad hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial.
En cualquier caso, el
porcentaje de inserción de la mujer ha aumentado en el mundo árabe gracias a los
esfuerzos que hacen los gobiernos locales, sin olvidar que en el Islam el
principal trabajo de la mujer es la maternidad y el cuidado de su familia, a
pesar de que desde la antigüedad ha participado con el hombre en las
responsabilidades de la vida, trabajando junto a él.
Situación Económica de la Mujer Musulmana
INTRODUCCIÓN
La MUJER A LO LARGO DE LA HISTORIA
SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA MUJER MUSULMAN
LA DOTE
LA MANUTENCIÓN
TRABAJO Y PAPEL DE LA MUJER
LA HERENCIA
EPÍLOGO
NOTAS Y REFERENCIAS
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Introducción
El Islam es un
modo de vida, un sistema social completo, de rasgos claramente definidos y que
produce una nueva infraestructura en las relaciones humanas. Y en este sistema,
la institución familiar y la posición de la mujer ocupan un lugar importante.
Pero este asunto no se puede comprender si lo estudiamos aislado de su marco
cultural islámico, pues el Islam abarca todos los aspectos de la vida humana en
una visión integradora de lo sagrado y lo profano.
La cuestión de
la mujer, su posición y su papel en la sociedad ha sido y sigue siendo un tema
de debate a todos los niveles y en todas las sociedades. Para algunos, se está
viviendo un periodo de crisis cultural en le que las bases de la sociedad
contemporánea están siendo atacadas y en el que la institución familiar,
particularmente débil, se está desintegrando.
Pero es, quizá,
el tema de la mujer en la sociedad islámica el más conflictivo y el que más se
discute, sobre todo en Occidente, que suele tratar algunos aspectos de forma
parcial y sin tenerlos en cuenta como parte de un sistema de vida completo, sino
como un fenómeno aislado y en concordancia con el actual modo de vida occidental
(a lo que contribuyen enormemente los medios de comunicación, en manos de
Estados Unidos, Europa y los judíos). Es por ello por lo que el occidental tiene
generalmente una visión deformada acerca de la mujer musulmana en particular y
todo cuanto atañe al mundo islámico en general.
Por ello, quizá
habría que empezar señalando que la sociedad islámica se sustenta sobre el
hombre y la mujer, dos pilares cuyas funciones, distintas pero complementarias,
son necesarias para su constitución. Por otro lado, el Islam ha afirmado la
igualdad de derechos entre hombres y mujeres, subrayando en nombre de Dios que "
las mujeres son las hermanas de los hombres " (1) y que tienen sobre los hombres
los mismos derechos que los hombres sobre las mujeres. Sin embargo, hay que
señalar que nos encontramos con diferencias en determinados aspectos, como por
ejemplo , la cuestión de la herencia, que es debida a los distintos papeles,
derechos y deberes que tanto hombres como mujeres tienen en la sociedad
islámica. Pero no por ello hay que negar el hecho de que el Islam haya elevado
al mismo rango que la dignidad de los hombres la dignidad de las mujeres.
Para ello, basta
con hacer un simple repaso a lo que ha sido la historia y condición de la mujer
a lo largo del tiempo para ver cómo hasta la llegada del Islam, e incluso mucho
después, la mujer era un objeto a disposición del hombre y sin apenas derechos.
La
mujer a lo largo de la historia
Comenzando por
una de las más antiguas civilizaciones, hay que señalar que en la época romana
los hombres poseían un completo derecho sobre las mujeres, mientras que éstas no
poseían ninguno. Al principio, el hombre podía casarse con cuantas mujeres
quisiera, incluso podía torturarlas, matarlas o venderlas, al igual que hacía
con sus hijas. Esta situación, sin embargo, mejora cuando Justiniano aprueba que
la mujer puede tener sus propias riquezas, siempre y cuando éstas no provengan
del padre.
En cuanto a la
mujer persa, ésta era una esclava encerrada, sin posición social alguna y que se
vendía o compraba como un objeto, mientras que el hombre podía casarse con su
madre, hermana o tía. El desprecio hacia la mujer llegaba a tal extremo que
durante la menstruación ésta era relegada en una pequeña tienda, lejos de la
vivienda, a la que no acudía nadie excepto los esclavos que llevaban la comida,
pero cuidándose de taparse la nariz, orejas y manos con gruesos paños para así
no " infectarse " o contagiarse de la impureza de la mujer al tocarla a ella o a
alguno de sus objetos.
Por otro lado,
en la primera época de la sociedad griega, la mujer no abandonaba el hogar y se
le negaba toda cultura o participación en la vida pública. Además, y al igual
que en el Imperio Romano, la mujer no tenía derecho a la herencia o al divorcio,
contrariamente al hombre.
En lo que
respecta a la religión judía, es interesante señalar que la mujer no hereda si
tiene hermanos varones, mientras que sí la recibe cuando no los tiene, pero sin
que pueda casarse con ningún hombre que no pertenezca a su familia. En el
judaísmo, además, la mujer es considerada una maldición por haber tentado a Adán
( lo que denota un claro machismo, también presente en el cristianismo, donde ha
sido Eva la que tentó a Adán y al que cometió el pecado original, a diferencia
del Islam, donde fueron los dos los que cometieron el pecado, tras haber sido
ambos tentados y mas tarde perdonados ), llegando incluso a decir su libro
sagrado, La Tora, que " la mujer es más amarga que la muerte " (2).
El cristianismo,
por su parte, acusó a la mujer de ser la causante de toda la desgracia y
corrupción moral a la que se había llegado durante el Imperio Romano,
achacándolo a su participación en la vida pública. Por otra parte, en el siglo
II-III el sacerdote y teólogo Tertuliano dijo que " la mujer es la entrada de
Satanás hacia el alma del hombre" (3). Dos siglos mas tarde se cuestionó si la
mujer tenía alma, diciendo finalmente que no. Y en el año 586 los teólogos
cristianos se reunieron para debatir si la mujer podía ser considerada como ser
humano o no , llegando a la conclusión de que se trataba de un ser creado para
servir al hombre.
Y así permaneció
la opresión y el desprecio hacia la mujer durante siglos. De hecho, la Ley
inglesa permitía al hombre, hasta 1805, vender a su mujer, siendo establecido el
precio en seis peniques. En este sentido, sucedió que en el año 1931 un inglés
vendió a su ,mujer por 500 libras, alegando el abogado en su defensa que " la
Ley inglesa hace cien años permitía al hombre vender a su mujer " (4). Un caso
similar ocurrió en Italia el año 1961, cuando un italiano vendió a su mujer a
plazos, negándose el comprador mas tarde a pagarlos, lo que condujo al vendedor
a asesinarle (5).
Incluso al
declarar la liberación del ser humano de la esclavitud y del envilecimiento con
la llegada de la Revolución Francesa, no se incluía completamente a la mujer,
pues según el derecho ciudadano, ésta no tenía la libertad de realizar ningún
tipo de contrato con quien quisiera sin el permiso de su tutor, situación que
permaneció hasta 1938.
Por otro lado,
no hay que olvidar la situación de la mujer en el periodo preislámico de la
Península Arábiga ( Yahiliyya ) expresada en las aleyas: " Atribuyen hijas a
Dios- ¡ gloria a Él ¡ y a sí mismos se atribuyen lo que desean * Cuando se le
anuncia a uno de ellos una niña, se queda hosco y se angustia * Esquiva a la
gente por vergüenza de lo que se le ha anunciado, preguntándose si lo conservará
para deshonra suya o lo esconderá bajo tierra…¡ Que mal juzgan ¡ " (6) y "
Cuando se anuncia a uno de ellos lo que él asimila al Compasivo, se queda hosco
y se angustia * ¡ Cómo ¡ Un ser que crece entre perifollos, incapaz de discutir
claramente " (7) Así, a la mujer se le negaban muchos de sus derechos, pues no
heredaba, no podía elegir esposo ; mientras que marido le podía divorciar en
cualquier momento o casarse con cuantas mujeres deseara, sin olvidar su derecho
a comprarla o venderla. Además, cuando el hombre moría dejando esposas e hijos
era el hijo mayor el que poseía a las esposas de su padre, consideradas como una
herencia mas. El odio y el desprecio hacia la mujer llegaron a tales extremos
que en algunas tribus se enterraban vivas a las niñas recién nacidas por miedo a
la vergüenza, la pobreza y la deshonra.
Pero todo ello
cambia con la llegada del Islam, que afirma en primer lugar que la mujer es un
ser semejante al hombre, en las aleyas: " Él es quien os ha creado de una sola
persona, de la que ha sacado a su cónyuge para que encuentre quietud en ella "
(8) " ¡Hombres! Temed a vuestro Señor, que os ha creado de una sola persona, de
la que ha creado a su cónyuge, y de los que ha diseminado un gran número de
hombres y mujeres! (9) y ¡ Dios os ha dado esposas nacidas de vosotros ! (10).
Además, se prohibió totalmente enterrar a las niñas, se limitó el número de
esposas a cuatro, la mujer obtuvo el derecho a heredar ( " Quiénes consuman
injustamente la hacienda de los huérfanos, sólo fuego ingerirán en sus entrañas
y arderán en fuego de la gehena " ) (11) y a recibir la dote ( " ¡ Creyentes !
No es lícito recibir en herencia a mujeres contra su voluntad, ni impedirles que
vuelvan a casarse para quitarles parte de lo que les habéis dado..*… Y si
queréis cambiar de esposa y le habeis dado a una de ellas un quintal, no volváis
a tomar nada de él ¿ Ibais a tomarlo con infamia y pecado manifiesto ? " ) (12),
se prohibió al hijo heredar a las esposas de su padre ( " En adelante, no os
caséis con las mujeres con que han estado casados vuestros padres. Sería
deshonesto y aborrecible. ¡ Mal camino …! " ) (13) e hizo de la convivencia
matrimonial y del buen trato de la mujer uno de los más importantes deberes del
esposo. Así, vemos que todos los derechos de la mujer en el matrimonio, divorcio
o herencia los encontramos en El Corán, junto con otros temas relativos a su
trato.
De esta forma,
el Islam reconoce a la mujer desde sus inicios como persona que goza de la misma
libertad que el hombre, en contraposición a la afirmación de Locke, en el siglo
XVII, de que ni los animales ni las mujeres participaban de la libertad del
hombre, pues tienen que estar subordinadas al varón (14). En este sentido, una
de las libertades y derechos que tiene la mujer musulmana ( aunque después no se
plasme en la realidad, de lo cual el Islam no tiene la culpa ) es la de elegir
esposo y la de educarse, considerando esto último una obligación para su activa
participación en la sociedad. En cambio, todavía en el siglo XVIII se decía
desde las más altas capas intelectuales que " una mujer sabia es un castigo para
su esposo, sus hijos, para todo el mundo " ( Rousseau ) (15).
Pero quizá uno
de los mayores logros de la mujer con la llegada del Islam fue su derecho a la
herencia y su completa independencia económica, junto con otros derechos de esta
misma índole.
En cualquier
caso, progresos radicales y sin parangón en la historia han sido realizados por
el Islam sobre la condición de la mujer, lo que ha impulsado a algunos grandes
islamólogos occidentales a declarar que las reformas de Muhammad
en este sentido
han conducido a una de las más importantes mejoras a lo largo de la historia.
Así, Eduard Montet, profesor de Lenguas Orientales en la Universidad de Ginebra,
ha dicho en su introducción a la traducción del Corán que " unos progresos de
trascendencia infinita han sido realizados por las reformas de Muhammad
, hasta tal
punto que puede ser incluido en la lista de los mas grandes benefactores de la
humanidad " (16).
El Islam, por lo
tanto, no se opuso a la revolución femenina, sino que otorgó a la mujer
musulmana derechos que los occidentales tardaron siglos en conseguir,
reconociendo a la mujer como ser independiente e igual al hombre.
SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA
MUJER MUSULMANA
Es, como ya
dijimos, la situación económica de la mujer, y concretamente su completa
independencia en esta terreno, uno de los mayores logros del Islam. De hecho, la
ley islámica o Sari’a se adelantó al menos en doce siglos a Europa y cualquier
otra civilización o sociedad, sea antigua o moderna.
En este sentido,
la niña ha de recibir una buena y completa educación por parte de sus tutores
hasta alcanzar la madurez. Entonces podrá elegir libremente esposo sin la
intervención de ninguna otra persona y estando su marido mas tarde obligado a
correr con los gastos de manutención.
En cambio, la
mujer recibirá una obligada dote y un obligatorio porcentaje de la herencia del
padre, hermano, esposo, hijo,….Por otro lado, la mujer podrá obtener sus propias
ganancias económicas a través del trabajo o de cualquier otra forma legal. El
dinero y ganancias que se obtengan a través de estos medios estarán únicamente
en manos de la mujer, quien tiene una absoluta y total libertad a la hora de
utilizarlas.
Los medios de
obtener cualquier tipo de propiedad o ganancia económicas son varios:
LA DOTE
Se trata de una
suma de dinero o de cualquier otra propiedad que el esposo entrega a su esposa
como efecto del matrimonio. El Corán ordena: " Dad a vuestras mujeres su dote
gratuitamente " (17) ; y en otro versículo dice: " ya sabemos lo que hemos
impuesto a estos últimos con respecto a sus esposas y esclavas " (18) . La dote
es una obligación y un obsequio conveniente que el hombre hace para honrar al
matrimonio.
Contrariamente
al concepto erróneo que tan extendido está en Occidente, la dote no es el precio
de la novia. De hecho, está expresamente prohibido que el guardián de la mujer,
sea padre o no, reciba nada de esa dote por el hecho de haber casado a su hija o
mujer bajo su tutela. Además, el jurista hanafí Kamal al-Din Ibn al-Hammam dice:
" La dote ha sido ordenada para subrayar el prestigio del contrato matrimonial y
para insistir en su importancia…..No se ha insistido en considerarlo un precio o
un sueldo ; de otro modo, tenía que haber sido prescrito como una condición
previa " (19). Esta es la razón por la que la dote no es ni esencial, ni
condición para la validez o efectividad del contrato matrimonial. De hecho, los
juristas clásicos citan el versículo coránico: " No hacéis mal en repudiar a
vuestras mujeres aún no las hayáis tocado o asignado dote " (20). Los juristas
deducen que desde el momento en que no se comete un pecado por parte de aquellos
que se divorcian de sus mujeres antes de consumar el matrimonio o de acordar la
dote, y teniendo en cuenta que el divorcio sólo puede tener lugar tras la firma
de un contrato matrimonial válido, este versículo probaría, por tanto, que el
contrato matrimonial puede ser válido sin haber hecho ninguna mención de la dote
(21). Sin embargo, en la mayoría de los casos la dote es acordada y entregada a
la esposa.
Respecto a la
cuantía de la dote, no existe en la ley islámica ninguna determinación, aunque
sí debe ser un presente susceptible de tener un valor, si quiera mínimo. En
cualquier caso, la cuantía se deja en cada caso al común acuerdo de los
interesados, aunque según la tradición, el segundo Califa Umar Ibn al-Jattab
intentó limitar la dote excesiva (22), siendo éste interrumpido por la citación
que una mujer hizo del versículo coránico: " Y si queréis cambiar de esposa y le
habíais dado a una de ellas un quintal, no volváis a tomar nada de él ¿ Ibais a
tomarlo con infamia y pecado manifiesto ?" (23). Además, no es indispensable que
la dote esté constituida por moneda acuñada o por objetos de oro o plata sino
que, de acuerdo con la Sunna y la Si’a, la dote ha de consistir en cualquier
cosa que pueda ser valorada en dinero, que sea útil y esté ritualmente pura.
Así, la dote puede ser una propiedad inmobiliaria (tierras, construcciones,…),
bienes muebles (ganado, cultivos,…), bienes específicos o un usufructo con valor
pecuniario. Cerdos y vino no son considerados como una dote válida por no estar
ritualmente puros, incluso si son para una esposa cristiana.
Por otro lado,
hay que hacer una diferenciación entre la dote inmediata y la dote diferida,
pues la dote no ha de entregarse en su totalidad de una sola vez ( siempre tras
la validez del contrato matrimonial ) sino que ha de ser dividida en dos partes:
la inmediata y la diferida o aplazada. La inmediata se entrega a la esposa una
vez el contrato matrimonial es válido, mientras que la diferida se entrega en al
fecha acordada por los esposos:
Si es la mujer
la que muere, serán sus herederos los que reciban el resto de la dote. Y si es
el esposo el que muere, la totalidad de la dote será entregada a la esposa si
aquél ha muerto por causas naturales, por suicidio o por asesinato por parte de
una tercera persona. Únicamente la escuela hanafí- excepto el jurista Zufar-
indica que la esposa no pierde su derecho a recibir la totalidad de la dote aún
cuando mate a su esposo.
En el caso de
que el esposo se divorcie de su mujer antes de consumar el matrimonio o en caso
de que anule el vínculo matrimonial, a la esposa le corresponde la mitad de la
dote: " Y si las repudiáis antes de tocarlas y luego de haberles asignado dote,
pagadles la mitad de lo asignado " (24). Y en caso de que la separación de los
esposos se produzca antes de consumar el matrimonio y por voluntad de la esposa,
ésta no tendrá derecho a la dote.
Por último, hay
que señalar que en el momento en que la dote esté en manos de la esposa, ésta
tiene el derecho a utilizarlo de la forma que quiera, estándole prohibido al
esposo apropiarse de nada ( " Y si queréis cambiar de esposa y le habéis dado a
una de ellas un quintal, no volváis a tomar nada de él " ) (25), a menos que la
esposa dé su consentimiento: " No os es lícito recuperar nada de lo que le
disteis, a menos que las dos partes teman no observar las leyes de Dios. Y si
teméis que no observen las leyes de Dios no hay inconveniente en que ella
obtenga su libertad indemnizando al marido " (26) y " Dad a vuestras mujeres su
dote gratuitamente . Pero si renuncian gustosas a una parte en vuestro favor,
haced uso de ésta tranquilamente " (27).
LA MANUTENCIÓN
No es
exactamente una forma a través de la cual la mujer obtiene alguna ganancia o
propiedad económica, pero sí un tipo de beneficio indirecto pues se trata de un
derecho legal de la mujer bajo un contrato matrimonial válido y en ciertas
condiciones.
La fuente
fundamental que hace de la manutención un derecho de la mujer, y que es El Corán
y la Sunna, no lo discute en detalle, indicando simplemente que el esposo ha de
obrar de acuerdo con lo siguiente: " ¡ Que el acomodado gaste según sus medios !
Quien disponga de medios limitados ¡ que gaste según lo que Dios le haya dado !
Dios no pide a nadie sino lo que le ha dado " (28), siendo la valoración de la
manutención en manos de los juristas y que variará de acuerdo con el ámbito
social, el estilo de vida y las diferencias personales, temporales y regionales.
En general, se
acepta que la manutención comprende, a expensas del marido, los gastos de
alimentación, vestido, vivienda, enseres de la casa, objetos personales de la
esposa, medicinas y el pago del médico y cirujano, además de la servidumbre, en
caso de que la mujer enferme y cuando la condición de ésta o la posición de los
esposos lo requiera. Además, el juez, en la valoración de la manutención
matrimonial, ha de tener en cuenta la condición financiera del esposo, la
condición de la mujer y los precios del mercado, pudiendo incrementarse o
disminuirse según la época y el lugar.
Esto es recogido
por el derecho islámico moderno en todos los países árabes, con mayor o menor
variación. Además, se trata de un derecho de la mujer, independientemente de sus
recursos económicas o su religión.
La manutención
es debida a la mujer:
-
bajo un
contrato matrimonial válido
-
si se ofrece
a estar bajo el poder del esposo para que éste pueda acceder a ella en todo
momento legal ( tamkin )
-
y si obedece
todas las órdenes legales del esposo a lo largo de la duración del
matrimonio
Ninguna
manutención se debe a la mujer si está ausente una de estas condiciones.
Así, desde el
momento en que se da el tamkin y la disponibilidad de la mujer para su esposo, y
no como consecuencia del contrato matrimonial en sí, la manutención se convierte
en un derecho legal de la mujer, pero que perderá en caso de que el esposo no
pueda acceder o disponer de ella, incluso cuando la causa de ello no provenga de
la mujer, como por ejemplo (29):
-
El
encarcelamiento de la mujer, aunque no sea culpable, con tal que la causa de
su encarcelamiento proceda de ella
-
El trabajo
de la mujer: la mayoría de los juristas indican que no debe haber
manutención para la mujer que va a trabajar fuera de casa sin el permiso de
su esposo. Pero siguiendo la opinión de juristas islámicos mas progresistas,
como Ibn al-Hammam, la mujer no debe perder su derecho a la manutención si
sale a trabajar legalmente sin el permiso de su esposo con tal que el
ejercicio de ese derecho condicional ( el trabajo ) no abuse o esté en
conflicto con los intereses familiares o sea prohibido por el esposo. Así,
mientras que la mujer no necesita del permiso del esposo, sí ha de hacer
caso de su prohibición.
-
La
desobediencia o revelación de la mujer: trabajar en contra de los deseos del
esposo o abandonar el hogar matrimonial sin una razón legal, por ejemplo,
denotan desobediencia
-
Viajar sin
la compañía del esposo: Abu Yusuf hace una excepción, que es si la mujer
viaja por primera vez a la Meca acompañada por un pariente que le está
prohibido ( muharram ) y en el caso de haber consumado el matrimonio. Los
si’ies añaden el hecho de que la mujer viaje por una causa permisible o
conveniente y siempre con el permiso del esposo
En cualquier
caso, el hecho de que el hombre mantenga a la mujer, la proteja y represente es
la explicación de la tan polémica aleya que Occidente y algunos juristas
islámicos han intentado manipular y que es: " Los hombres tienen autoridad sobre
las mujeres en virtud de la preferencia que Dios ha dado a uno mas que a otros y
de los bienes que gastan " ( El Corán, IV : 34 ).
TRABAJO
Y PAPEL DE LA MUJER
El derecho de la
mujer al trabajo aparece expresado en El Corán de forma indirecta en la aleya: "
Los hombres tienen una parte de lo que han adquirido. Las mujeres tienen una
parte de lo que han adquirido " (30), igualando el Islam entre el hombre y la
mujer en su derecho a poseer lo que han ganado, ya sea a través de la herencia,
el trabajo retribuido o cualquier otra forma legal. Así, ya desde tiempos del
Profeta algunas mujeres trabajaban en la agricultura, el hilado, la dirección de
trabajos manuales, la atención de enfermos y heridos o el comercio y la
política, como demostraron las esposas del Profeta Jadiya y ‘Aisa (31).
Sin embargo, el
Islam no obligó a la mujer a trabajar fuera de casa, sino únicamente al hombre,
obligando a éste además a hacerse cargo de la manutención de la mujer, ya sea
ésta madre, hermana, esposa o hija. Esto se debe a que en el Islam el primer y
mas importante deber de la mujer es criar y educar a sus hijos, que son el
resultado de la educación de los padres y en especial de la madre (32). De esta
forma, la mujer se convierte en la constructora del futuro, compartiendo con el
hombre la construcción del presente.
En cualquier
caso, el Islam considera que la participación activa de la mujer es básica, como
miembro que es de la sociedad. A pesar de ello, la mujer posee particularidades
físicas, fisiológicas y psíquicas que la condicionan o no para cierto tipo de
actividades, por lo que algunos ulemas no consideran adecuada su participación
en ciertos campos, como la construcción, la minería, la defensa e incluso la
política, para algunos. Sin embargo, esto último es discutible pues la mujer del
Profeta, ‘Aisa, participó activamente en este ámbito. Y además, la mujer puede
participar en la política como es indicado en El Corán: " ¡ Profeta ! Cuando las
creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, de que no
asociarán…(33), la Sunna y el iyma’.
Para los
Hermanos Musulmanes, el papel fundamental de la mujer es el de madre y esposa,
para lo cual la educación es esencial. Y el trabajo fuera de casa está permitido
siempre y cuando no afecte a su papel en la familia, aunque consideran que la
mujer no es apta para ocupar un puesto de jefatura (34). Para Zaynab al-Gazali
no hay nada malo en que la mujer trabaje fuera de casa, siempre que vista la
ropa adecuada. En definitiva, la educación es una obligación y el trabajo es
opcional.
En lo que
respecta a las sociedades árabes, hay que señalar que las costumbres, hasta hace
poco tiempo, han considerado que el lugar de la mujer es su casa, pues ha sido
creada en primer y último término para ser madre y esposa. Y si tiene la
oportunidad de trabajar fuera de casa, no todos los trabajos le convienen. Así,
le será suficiente ser profesora, enfermera, secretaria o trabajar en el campo
de los servicios sociales. Pero lo que no es aceptado es que sea ingeniero,
arquitecto o directora de una empresa. Sin embargo, esta opinión ha disminuido
en la mayoría de estas sociedades, especialmente la urbana, aunque se mantiene
sobre todo en las zonas rurales.
Por otro lado,
hay algunos factores que impiden a la mujer trabajar, como: el sistema educativo
o la poca confianza que tienen los empresarios en la capacidad de la mujer.
Algunos también piensan que el derecho y las leyes islámicas impiden a la mujer
trabajar, aunque ésta es una opinión errónea pues el Islam permite a la mujer
trabajar, demostrando además que el sexo no tiene nada que ver con la capacidad
intelectual del individuo. Pero, sobre todo, hay que señalar que en el mundo
árabe no existen las mismas oportunidades de trabajo y tampoco una igualdad
salarial, a pesar de que sus constituciones señalan que ha de haber una igualdad
entre hombres y mujeres en este ámbito. Pero tampoco hay que olvidar que esto
también ocurre en Europa y la mayoría de los países occidentales.
En cualquier
caso, la integración de la mujer en el desarrollo económico no implica olvidar
su papel tradicional, ni imitar ciegamente a las sociedades occidentales, pues
la mujer árabe y musulmana suele dar prioridad a su papel de madre y educadora
de sus hijos, como lo ha demostrado una encuesta realizada hace algunos años en
el Líbano (35), donde se ha observado que el 81% de las mujeres opinan que la
necesidad que tienen los hijos de su madre es lo que les impide trabajar. En
este sentido, es interesante la opinión de un occidental, José Ortega Spottorno,
quien dice en un artículo suyo publicado en El País: " El poder trabajar e
independizarse ecinómicamente del marido permite y favorece las separaciones y
el tantear varios ensayos de su vida sentimental. Eso lleva consigo dos graves
inconvenientes: la desaparición de la vida de familia y la mayor soledad de los
hijos pequeños ".
En lo que
respecta a otras actividades relativas a la mujer, hay que indicar que ésta
tiene derecho a la propiedad, a hacer contratos, a avalar a otra persona y a
participar en el comercio o cualquier otra forma legal de obtener ganancias. Y
en todos estos casos, la mujer tiene la total libertad de tomar sus propias
decisiones, sin la intervención de nadie ( padre, esposo, hermano,…), al
contrario que sucedía en la República Federal de Alemania, donde la mujer casada
no tenía legalmente el derecho a la propiedad hasta finalizada la Segunda Guerra
Mundial.
En cualquier
caso, el porcentaje de inserción de la mujer ha aumentado en el mundo árabe
gracias a los esfuerzos que hacen los gobiernos locales, sin olvidar que en el
Islam el principal trabajo de la mujer es la maternidad y el cuidado de su
familia, a pesar de que desde la antigüedad ha participado con el hombre en las
responsabilidades de la vida, trabajando junto a él.
LA
HERENCIA
Algunos dicen
que el Islam no ha igualado entre el hombre y la mujer en cuanto a la herencia;
sin embargo, hay que decir que el Islam es el primer sistema de la historia que
otorgó a la mujer el derecho a recibir parte de la herencia, tanto si es hija,
madre o esposa: " Sea para los hombres una parte de lo que los padres y
parientes mas cercanos dejen ; y para las mujeres una parte de lo que los padres
y parientes mas cercanos dejen. Poco o mucho, es una parte determinada " (36) ;
y esto, teniendo en cuenta que en la sociedad árabe preislámica la mujer estaba
privada de toda herencia ( al igual que en otras muchas sociedades ), pues el
hombre dejaba todas sus riquezas a sus hijos varones, sin contar con las hijas.
Así, los
mandatos coránicos son claros al establecer una parte para los hombres y una
parte para las mujeres en lo que respecta a la herencia, debido a que a las
mujeres y varones menores de edad les era negada su parte de la herencia, no
solo en la Arabia preislámica sino también en la ley bíblica. De hecho, la
Enciclopedia Bíblica de Cheyne y Black señala que las mujeres han sido
universalmente, y en todos los aspectos, consideradas inferiores a los hombres
en los derechos de propiedad, pudiendo únicamente los hijos, no las hijas y
menos las esposas, heredar (37).
En cualquier
caso, atendiendo a la ley islámica, el porcentaje correspondiente a la mujer
dependerá de la cercanía del difunto y del número de individuos con los que
compartirá la herencia, teniendo en cuenta si son mujeres, varones, o mujeres y
varones, y siempre después de haber satisfecho los legados y pagado las deudas,
incluidos los gastos del funeral. Así:
1.a- A la hija
le corresponde la mitad de lo que le corresponde a su hermano, por parte del
padre: " Dios os ordena lo siguiente en lo que toca a vuestros hijos: que la
porción del varón equivalga a la de dos hembras " (38)
1.b- Si no tiene
hermanos varones y es hija única, recibirá la mitad de la herencia: " Si es hija
única, la mitad " (39)
1.c- Y si son
mas de una hija recibirán dos tercios: " Si éstas son mas de dos, les
corresponderán dos tercios de la herencia" (40)
2.a- En cuanto a
la madre, recibe, al igual que el padre, una sexta parte de la herencia de su
hijo, en caso de que éste tenga descendencia: " A cada uno de los padres le
corresponderá un sexto de la herencia, si deja hijos " (41)
2.b- Pero si el
hijo no tiene descendencia ni está casado, la herencia en su totalidad
corresponderá a los padres, de la siguiente forma: el tercio para la madre y el
resto para el padre: " pero si no tiene hijos y le heredan sólo sus padres, un
tercio es para la madre " (42)
2.c- En caso de
que el fallecido no tenga hijos pero sí hermanos, el porcentaje de la madre
disminuirá de un tercio a una sexta parte: " si tiene hermanos, un sexto para la
madre " (43)
3. La esposa
hereda la cuarta parte de lo que haya dejado su marido en caso de no tener hijos
o hijas ; pero si no es así, recibirá la octava parte: " si no tenéis hijos, a
ellas les corresponde un cuarto de lo que dejéis. Si tenéis, un octavo de lo que
dejéis " (44)
Vemos pues que
el sistema hereditario islámico es considerablemente complejo. Sin embargo, en
lo que respecta a la herencia de la mujer ésta recibe, en la mayoría de los
casos, la mitad de lo que recibe el varón, por lo que generalmente se suele
decir, especialmente en Occidente, que las mujeres son consideradas inferiores a
los hombres. Pero el hecho de que uno de los sexos reciba una parte mayor o
menor no implica que el receptor de la parte menor sea considerado inferior. En
realidad, la herencia depende mucho de la estructura social y económica y de la
función de cada uno de los sexos, por lo que su reglamento ha de ser contemplado
en este contexto. Así, según la Sari’ah islámica, derivada del Corán, la Sunna y
las escuelas jurídicas, la esposa ha de ser mantenida por su marido, aunque
posea una gran riqueza, de la que no está obligada a gastar nada, y teniendo el
derecho de reclamar a su esposo la manutención. Además, a la hora de casarse, la
mujer recibe una dote que es sólo suya, independientemente de su cuantía. Así,
la esposa añade a lo que posee su parte de herencia y sin tener ninguna
obligación de mantenerse a sí misma o a sus hijos.
La Enciclopedia
Ijwan al-Safa ha sido elaborada por los mayores intelectuales de los siglos X-XI
; y en la cuestión de la herencia de la mujer dicen: " They (the intellectuals)
do not know and understand that the rule laid down in the Divine law actually
leads to what they hint at and desire for. For example, if you were to inherit
from your father one thousand dirhams and your sister 500 dirhams, at her
marriage she will take another 500 dirhams as dower, making her share one
thousand ; where as when you marry you will give 500 dirhams as dower that shall
leave with you half of what your sister has received. In this manner, the Divine
law would produce the result they have desired and hinted at. This is the manner
you should look at the Divine law so that the exact rectitude and substance of
truth could become apparent " (45)
Así, la cuestión
ha de ser contemplada teniendo en cuenta el presente y el futuro, pues en un
presente inmediato la hija puede recibir la mitad que su hermano, pero teniendo
en cuenta el futuro, es la hija la que en último término obtiene mayor
beneficio, y sin estar obligada a mantenerse a sí misma.
Sin embargo,
algunos se preguntarán: ¿ Qué pasa con las hijas que no se casan por alguna
razón ? Tendría únicamente lo que heredase ( la mitad de lo que reciba su
hermano ), y además, tendría que trabajar para mantenerse así misma. Pero estos
casos son excepcionales en la sociedad islámica, aunque hay que tenerlas en
cuenta. Las leyes se hacen para casos habituales pero se pueden hacer
previsiones para aquellas mujeres que no se casen por cualquier razón. Así, una
persona puede hacer su testamento favoreciendo a alguien que crea que puede
necesitarlo. De hecho, en el Corán nos encontramos con la siguiente aleya: " Si
asisten al reparto parientes, huérfanos, pobres, dadles algún sustento de ello y
habladles con cariño " (46). Por tanto, si una hija no puede casarse, los padres
pueden hacer un legado especial en su favor.
En definitiva, y
como señala Khurshid Ahmad, " la porción que le corresponde a una hija es un
medio de lo que le corresponde al hijo y esto indica una aparente desigualdad,
pero cuando esto se reconsidera en el contexto de los papeles económicos y
responsabilidades del hombre y de la mujer, su justificación queda clara. La
responsabilidad de suministrar los ingresos y gastos de la familia es del
hombre, mientras que la mujer tiene el derecho de administrar sus bienes e
inversiones por sí misma y de ocuparse y mantener las retribuciones de ellos
para ella misma. Debido a esta diferenciación de papeles y contribuciones, las
partes heredadas deben ser diferentes. Pero cuando el hombre y la mujer heredan
como hombre y mujer y no en relación con su cometido económico y
responsabilidades sociales, deberán hacerlo a partes iguales. Por ejemplo, ante
la existencia de hijos e hijas de un muerto, los bienes que heredaría el padre y
la madre del difunto……corresponderían a la misma proporción de la herencia. La
parte de la madre no es un medio de la del padre. Ambos obtendrían partes
iguales. De forma similar, las porciones heredadas por hermanos y hermanas de la
madre serían idénticas " (47)
Pero a pesar de
todo, y al igual que en la época preislámica, la herencia de la mujer pasa en
ocasiones a su familia o se queda en manos de la de su esposo, especialmente en
pueblos y aldeas, con lo que la mujer sigue perdiendo uno de sus derechos, junto
con otros muchos de los que en ocasiones es privada.
EPILOGO
A lo largo de la
historia, el Islam fue la primera religión que reconoció un estatus humano a la
mujer, concediéndola el mas alto grado de dignidad y honor, otorgándola unos
derechos equivalentes a los del hombre en todos los aspectos y aboliendo toda
clase de discriminación basada en el sexo.
Dios ha definido
y garantizado claramente esos derechos en el Corán. Pero no había pasado mucho
tiempo cuando los profetas musulmanes habían cambiado las enseñanzas de Dios y
su Profeta, tergiversando las aleyas coránicas y haciendo que sus mujeres
estuvieran más desvalidas y esclavizadas que nunca.
Pero
ateniéndonos a los derechos que el Islam otorga a la mujer, se puede decir que
si comparamos éstos con las ataduras de la mujer occidental hasta mediados de
este siglo, podremos comprender los grandes progresos que consiguió esta
religión. Y como dijo un importante defensor de la mujer, el egipcio Muhammad ‘
Abduh, en cuanto a la decisión del Islam de otorgar a la mujer una total
independencia económica: " Esta posición a la que Dios ha elevado a la mujer no
sólo no lo consiguió religión o ley anterior, sino que tampoco lo consiguió
sociedad anterior al Islam " (48)
Por otro lado,
la cuestión de la igualdad o desigualdad entre el hombre y la mujer en el Islam
es simplemente irrelevante. Así, diferentes papeles o funciones no quieren decir
diferencias en el estatus básico como seres humanos. Y como dice Khurshid Ahmad:
" La rosa y el jazmín, el narciso y el tulipán, son distintos, pero decir que
son desiguales es sencillamente confundir los términos. Los ingenieros, los
médicos, los poetas y artistas desempeñan diferentes papeles en al sociedad,
pero la cuestión de su " desigualdad " no surge ". Por tanto, distintos
cometidos no quiere decir que unos sean superiores y otros inferiores.
Y como dice José
Ortega Spottorno: "La relación fundamental en la vida de nuestra especie es la
de lo masculino y lo femenino, cuyas diferencias….no son sólo corporales y
fisiológicas, sino asimismo, del modo de ser y de estar en el mundo " (49)
Pero a pesar de
todo lo dicho, la mujer musulmana hoy ha de luchar, no contra el Islam, sino
contra todos aquellos que la priven de los derechos que el Islam le otorga y
también ha de instar a sus gobiernos para que apliquen correctamente la Ley
islámica y así la mujer pueda ocupar esa posición a la que el Islam la elevó
hace ya catorce siglos.
NOTAS
Y REFERENCIAS
(1)
(2) Al- Mar ‘a
bayn al-Fiqh wa-l-Qanun. Pag. 19
(3) Idem Pag.20
(4) Idem Pag.21
(5) Idem Pag.21,
que a su vez lo extrajo de la revista Hadarat al-Islam, II año, Pag 1078
(6) XVI , 57-59
(7) XLIII ,
17-18
(8) VII , 189
(9) IV , 1
(10) XVI , 72
(11) IV , 10
(12) IV , 19-20
(13) IV , 22
(14) Historis de
las mujeres, ( capítulo 3). Rosa Montero. " El País ", 1995
(15) Idem
(16) Simpsio del
Consejo de Europa en Estrasburgo: Los derechos humanos y la unidad de la familia
humana en el Islam. 4 de noviembre de 1974
(17) IV , 4
(18) XXXIII , 50
(19) The Status
of Women Under Islamic Law and Under Modern Islamic Legislation. Jamal J. Nasir
, 1990. Arab and Islam Laws Series, Graham & Trotman Ltd. London
(20) II , 236
(21) The Status
of Women Under Islamic Law and Under Modern Islamic Legislation. Jamal J. Nasir
, 1990. Arab and Islam Laws Series, Graham & Trotman Ltd. London
(22) Idem
(23) IV , 20
(24) II , 237
(25) IV , 20
(26) II , 229
(27) IV , 4
(28) LXV , 7
(29) The Status
of Women Under Islamic Law and Under Modern Islamic Legislation. Jamal J. Nasir
, 1990.
(30) IV , 32
(31) Hawla
Wathiqat Mu’tamar Pekin. De la revista AL-AMAN. Nº 171, 8 de septiembre de 1995.
( Escrito por los pensadores: al-Saij Muhammad al-Gazali, al-Saij Yusuf al-Qardawi,
el Profesor ‘Abd al-Halim Abu Saqqa, el Doctor Muhammad ‘Amara, el Profesor
Fahmi Huwaidi y el Doctor Muhammad Salim al-‘Awa )
(32) Tahrir al-Mar’a
. Qasim Amin . " Dar al-Ma’arif bi-Misr " (1970)
(33) LX , 12
(34) Womenpower:
the arab debate on women at work. Nadia Hijab. Cambridge Middle East Library .
Cambridge University Press , 1988
(35) Al-Mar’a
al-‘Arabiyya fi-l-‘ilm wa-l-‘Amal . Fariq min Ma’had al-Dirasar al-Nisa’iyya fi-l-‘Alam
al-‘Arabi . Kulliyat Bayrut al-Yami’iyya. 1985, Bayrut
(36) IV , 7
(37) Women in
Shari’a ( Islamic Law ) . ‘Abd al-Rahman I. Doi. 1989, London
(38) IV , 11
(39) Idem
(40) Idem
(41) Idem
(42) Idem
(43) Idem
(44) IV , 12
(45) The rights
of Women in Islam. Asghar Ali Engineer. C. Hurst & Company, London 1992
(46) IV , 8
(47) La familia
islámica. Khurshid Ahmad. Segunda edición, 1990. Asociación Musulmana en España
(48) Mujeres
musulmanas: del Corán a los Códigos de familia. Gema Martín Muñoz
(49) Las mujeres
y los hombres. José Ortega Spottorno. Artículo extraído de la sección de opinión
de EL PAIS, viernes 17 de febrero de 1995
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el Islam. Mohammed Qutb. La casa islámica, segunda edición Granada, 197
por Laila Abu
Dheir
Las Mujeres en el Da’wah
Por Abdul Lateef
M. Al-Hasan y Sumayyah Bint Joan
Traducido al
Español por Abdullah Weston
Desde el inicio,
las mujeres han tenido papeles vitales en la propagación de las verdades
fundamentales de el da`wah Islámico. Desde los sacrificios de Sumayyah, a los
Ahadeeth coleccionados por Aisha, las mujeres han contribuido a el florecer y la
expansión de este deen. Desafortunadamente en estos tiempos, el renacimiento del
Islam sufre de la debilidad de personal calificado adecuadamente, esto limita a
el expandir el Islam y limita al trabajo de da’wah a un pequeño grupo elitista
quienes son activos en este trabajo, con muy poco esfuerzo de da’wah y tarbiyah
siendo enfocado en las mujeres.
El da’wah entre
mujeres merece, y debe de tener, mucho mas atención de la que recibe. Hasta
ahora, excepto en algunos casos especiales, las mujeres han sido puestas con
distancia del campo practico del trabajo de da’wah. Si nos fijamos en la
realidad, la situación del trabajo de da’wah Islámico, y la posición de la mujer
hoy en día, fácilmente vemos los siguientes problemas:
1- La
deficiencia de la capacidad de da’awah entre las mujeres y por las mujeres.
2- El mal uso de
la existencia de recursos limitados y la poca iniciativa personal de parte de la
mujer.
3- La omisión o
negligencia de incorporar a los temas de la mujer y la planeación del da’wah
Islámico.
4- La ausencia
del tarbiyah fuerte y la falta de conocimiento fundamental en el conocimiento
Islámico de las da’iyat (llamadoras del sexo femenino) en el campo de da’wah.
Solamente algunas esposas o hijas de los dou’at (llamadores del sexo masculino)
tienen algo de verdadero conocimiento del Islam.
5- Muchas
mujeres no entienden bien el deber que tienen sus maridos en hacer el da’wah.
Por esto, no entienden la importancia del tiempo que tienen sus maridos en
cumplir con proyectos fuera de la casa, lo que entonces se vuelve, una fuente de
fricción en la casa.
6- El
conocimiento básico del Islam que tienen las mujeres es bajo.
7- Es raro ver
instituciones de programas de da’wah para la mujer, y los que existen no están
bien organizados.
Las RAÍCES de el
PROBLEMA
Han habido
muchos obstáculos y restricciones que han dado a la debilidad y negligencia del
trabajo de da’wah entre las mujeres. Una vez que estos han sido reconocidos y
analizados entonces se puede encontrar soluciones viables los cuales luego
pueden ser implementados.
Una de las
razones mas grandes, es que los hombres no están convencidos de la importancia
del papel que tienen las mujeres en cumplir con el da’wah, ni tampoco están
convencidos de la responsabilidad que tienen las mujeres en este campo de
trabajo. El verso Coranico que dice "Y permanedecer en vuestras casas..."
(33:33) ha sido mal interpretado por mucha gente, y también ha sido mal
interpretado el derecho de manejar herencias o casas lo que en árabe se le dice
Qawama.
En muchos casos
vemos a los hombres protestar en contra de la participación de las mujeres en el
da’wah y así las incapacitan con cumplir con sus deberes con hermanos y hermanas
Musulmanes y hacia la sociedad en general. El expandir el Islam es un deber
sobre todo Musulmán, hombre o mujer.
"Es un asunto de
máxima importancia que los maridos animen a sus esposas a participar en el
trabajo de da’wah," dijo la Dra. Aisha Hamdan, Directora de la Fundación
Islámica de Educación, localizado en Minneapolis, Minnesota. Tiene la Dra. Aisha
Hamdan un doctorado en Psicología Clínica con una especialidad en los asuntos de
niños y las familias. Ella da clases en la Universidad privada en los Twin
Cities. El FIE es una organización que tiene dos años de fundarse, uno de sus
objetivos de esta organización es el incrementar el nivel de conocimiento y el
proporcionar capacitación en el dar el da’wah, esto entre Musulmanes mujeres y
hombres. La Directora también dice, "Los maridos deben animar a sus esposas la
ayuda del expandir el mensaje de este deen, tal vez puedan cumplir con esto
llevándolas a salir con ellos, y con el capacitarlas a ellas en las maneras
debidas de dar presentaciones sobre el Islam."
Otra de las
razones que tenemos por tener problemas con las mujeres en el Islam es la
ausencia o confusión en sus prioridades de los dou’at (predicadores). La
situación actual de la Ummah del Islam es demasiado para ellos y los distrae la
situación de esta, lo cual llega al caso de que ellos no le lleguen a dar la
atención debida a sus casas y familias. Sus energías se han agotado con su
trabajo fuera de la casa, sin darles da’wah y trabajar para sus familias.
Esta falta de
saber bien las prioridades, no lastima nada mas a las familias, si no que
también a la comunidad en general.
El nivel de la
educación de las mujeres y el saber cual es su verdadera posición y cuales son
sus responsabilidades de ella también es importante. Conforme decline la
educación y el saber en general se vuelve mas desinteresada la mujer, su nivel
de contribución o sea el dar baja y su sentido de la mujer de hacer sacrificios
también baja. "Infortunadamente, pocas mujeres Musulmanas sienten que conocen al
Islam lo suficientemente bien como para compartir este conocimiento con otros.
Tienen las mujeres que darse cuenta que es su responsabilidad el obtener este
conocimiento al igual que tienen el deber de compartir este conocimiento con
otros. Muchas mujeres también se sienten incómodas con dar presentaciones a
grupos de gente, esto por varias razones." Dijo la Dra. Hamdan. "Por esto
impartimos cursos de capacitación sobre como se debe conducir e impartir el
Da’wah. Estamos comprometidos con que la mujer tenga las habilidades necesarias,
estas habilidades son para que les de confianza a las mujeres el tomar a este
importante trabajo de el Da’wah, un trabajo que muy seguido se pone a un lado en
sus vidas como Musulmanes."
El darle rienda
suelta al lujo, aunque sean halal estos lujos, comprometen a la mujer a que
dedique mas tiempo a trabajar el lujo y con estos lujos dedican menos tiempo al
trabajo del da’wah. Esto también pasa cuando tienen las mujeres la dificultad
con el balancear los derechos con sus deberes. Hay casos cuando la mujer se
olvida que el lugar mas importante de su misión de trabajo es la misma casa. Con
la falta de atención de su papel de trabajar la casa, o cuando no pueden las
mujeres el arreglar sus prioridades, y con esto se amarran a un trabajo que las
distrae, con esto no logran éxito con su trabajo de da’wah en la casa y fuera de
la casa. "Para muchas mujeres, sus trabajos de esposa, madre, cocinera, y
maestra, estos trabajos las ocupan tanto que este es el verdadero obstáculo mas
grande para que se comprometan ellas al trabajo del da’wah, o sea el obstáculo
mas grande es el tiempo en si," dijo la Dra. Hamdan. "Por eso es importante que
los maridos apoyen a sus esposas con las obligaciones de ellas fuera y dentro de
la casa."
Otra realidad
infortunada es que la mayoría de organizaciones de da’wah no han logrado
absolver y utilizar la energía de las mujeres, y tampoco han logrado ajustar sus
planes y programas de una manera que incorpore a las mujeres como un factor
importante y básico en su trabajo de da’wah.
Los medios de
comunicación, y otros elementos de la sociedad libertina en la que vivimos ha
tenido un impacto con la psicología de la mujer Musulmana. Esta psicología
libertina ha alejado a muchas mujeres de su misión y hacen que vean el Islam de
una manera distorsionada.
Un papel Deseado
para la Mujer Musulmana
Un papel
decisivo:
Según las
estadísticas, el grupo de gente que mas acepta a el Islam en Estados Unidos son
las mujeres Americanas. También la gente que mas se convierte en Canadá,
Inglaterra y otros países son las mujeres. Una encuesta hecha por la gente de
esta revista Islámica religiosa la cual fue hecha en al República Dominicana.
Esta encuesta mostró que en La República Dominicana con la gente nativa del país
que acepta al Islam como su religión son 75% mujeres nativas. Por estos hechos
de que las mujeres son la mayoría que cambia de religión y aceptan a el Islam
hay una necesidad tremenda de que las mujeres Musulmanas participen en la tarea
de la predica o como significa la palabra da’wah - ‘la invitación’.
El rol de
invitar la gente a esta religión (religión en la lengua árabe es la palabra Deen,
que literalmente significa estar endeudado), el invitar a el Islam no es como en
la iglesia evangelista que se les pide el testimonio y ya se acabo el trabajo
del predicador. El ser predicador no termina con el testimonio de ser Musulmán
(testimonio en árabe es la palabra Shahada). La Shahada o el testimonio en la
religión Islámica es decir que nada se puede adorar mas que a Allah - el Dios
verdadero y que Mohamad fue Profeta de Dios. Como mencione no se acaba el
trabajo del predicador con que atestigüe su invitado la Shahadah. Esto lo
explico así la Dra. Hamdan, quien también dice: "Se necesita que las mujeres
ayuden a otras mujeres que se hacen Musulmanas, se requiere de la mujer que ya
lleva tiempo o nacidas como Musulmanas en educar y enseñar a las mujeres que
aceptan el Islam. Las razones por lo cual se necesita la participación de las
mujeres en la predica son las siguientes:
1) Normalmente
el ejemplo mas importante de las mujeres es el ejemplo de otra mujer. Las
palabras, acciones y conducta de otras mujeres influyen mas en otras mujeres que
cualquier ejemplo de el sexo varonil. Las mujeres son mas capaces de entender lo
particular de los problemas que se encuentran en la educación de las mujeres lo
cual en árabe se conoce como tarbiyah.
2) Las mujeres
saben y comprenden mejor como se debe orientar el trabajo de la predica (ósea el
trabajo de da’wah). Pueden percibir mejor el orden de las prioridades de los
proyectos de da’wah, están mas acostumbradas que los hombres en percibir el
orden de las prioridades.
3) Las mujeres
tienen mas libertad en habla con las mujeres. El hombre que le predica a las
mujeres tiene la preocupación de ser mal entendido. Por ejemplo la predica de un
hombre a una mujer puede ser interpretada como molestia para ella. La mujer le
puede predicar a otra mujer individualmente a la mujer. En la enseñanza de la
religión también existe el peligro para un maestro de ser mal interpretado al
igual que en otros foros o lugares de encuentro.
4) Muchas
mujeres Musulmanas tienen la necesidad de ser guiadas, de aprender por medio de
la educación, es decir, que alguna persona la eduque sobre el Islam, y estas
mismas mujeres no tienen la presencia de hombres que las puedan dar este
servicio religioso. Por esto es obvio que se necesiten mujeres bien capacitadas
en la comunidad, al igual que es obvio que este trabajo de educación debe de ser
dada por otras mujeres.
5) En la
necesidad de educación la prioridad es educar a la mujer y no al hombre. Las
mujeres son las que se embarazan, las que tienen parto, y las que amamantan a
los hijos.
Los niños y
niñas son mas dependientes a la madre que al padre. Las mujeres se quedan en
casa con sus hijos y hijas, y así las madres pueden educar a los hijos y hijas
como ellas quieren. Si no les permite a las esposas el compartir los esfuerzos
de trabajar el da’wah con sus maridos, entonces muchas de las metas por las que
se esfuerzan los hombres en lograr no son alcanzadas.
6) Las mujeres
tienen mas posibilidades en cambiar a sus maridos. Esto si ellas tienen la fe (emaan)
fuerte y carácter también fuerte entonces existen grandes posiblidades de hacer
a sus maridos mas fuertes también.
7) Las mujeres
tienen muchas características que nos indican la importancia de ellas en su rol
de da’wah (predica)También se debe de tomar encuentra a ellas cuando sea que se
este planeando un trabajo de da’wah. Algunas de las características que tienen
las mujeres son las siguientes:
Las mujeres
tienen una habilidad innata de hacer saber lo que de verdad creen en su
corazones. La Dra. Hamdan también menciono que, "Las mujeres en general tienen
la habilidad de comunicación mas fuerte al igual que tienen mas fuerza en las
emociones que los hombres."
Las mujeres
muchas veces no tienen la fuerza de voluntad y necesitan ellas la ayuda de otras
mujeres en fortalecer su motivación.
Un Rol
Definitivo
El trabajo de la
mujer en el campo de da’wah fortalece el trabajo de sus esposos, y el expandirlo
en las áreas donde la eficacia es mas grande que la del hombre. Es de verdad
triste que este papel de la mujer no llame la atención y que sea subestimada.
Por ser por naturaleza un consuelo espiritual y psicológico del hombre, la mujer
puede contribuir un rol importante en el da’wah (la predica). Esto es porque el
hombre no puede - si su mente esta preocupada con su trabajo y sus metas -
resolver sus propios problemas, y aun es mas difícil para él, ocuparse con la
carga del trabajo, en dar el da’wah. Muchos hombres han fracasado en el trabajo
de da’wah por no tener el consuelo de su mujer. La esposa del Profeta, que la
paz este con Él, Khadijah nos muestra una prueba muy grande de la importancia
casi de vida o de muerte de el papel que tienen que cumplir la mujer. Los
compañeros del Profeta que dejaron sus casas para llevar la religión a miles de
kilómetros de distancia tenían el gran apoyo y el respaldo de sus esposas.
Muy pocas
mujeres hoy en día entienden o saben de tal papel, mucho menos ponerlo en
practica. Una mujer puede pensar que su casa donde vive su matrimonio es una
casa para descansar y tomar la vida tranquilamente. Tienen estas mujeres que
entender que al iniciar su vida en matrimonio se inicia también la lucha, el
sacrificio, el dar, y el tener responsabilidad.
El papel que
tiene la mujer en el Islam no se termina a pasar la puerta para afuera. Puede la
mujer ser muy efectiva siendo un ejemplo para otros, este ejemplo es el tener
buen corazón, el hablar gentilmente, y una conducta amistosa con los demás.
Puede la mujer servir de ayuda, y también compartir los problemas de los demás
al igual que puede contribuir con los momentos de felicidad de los demás. La
mujer también puede usar las oportunidades apropiadas para educar, guiar e
invitar a otros (a la fe). La invitación a la fe se hace con observar las
condiciones de vida de la gente a la que invita.
Se Necesitan
Ejemplos
Las mujeres, que
entienden su rol y empiezan con educarse a si mismas y el lograr sus derechos a
la educación y al tarbiyah. Piensa en el hadeeth narrado por Abu Saeed donde
dice él (Abu Saeed) que las mujeres le dijeron a el Profeta, salalahu alayhe wa
salam, lo siguiente: "Los hombres te mantienen ocupado y nosotras no recibimos
suficiente atención de tu parte. ¿Podrías poner un día especial para nosotras?
Él le prometio a las mujeres un día para encontrarse con ellas, educarlas y
advertirlas a ellas." (Bukhari) La semilla que salió por el entendimiento de las
mujeres y la preocupación de ellas, siendo ellas las compañeras de el Profeta,
salalahu alayhe wa salam, y la atención que Él les dio a ellas, son ejemplos
deslumbrantes y una fuente de orgullo de las mujeres Musulmanas. Algunos de
estos ejemplos que brillaron son:
Aquí esta Umm
Sulaim (compañera de el Profeta) enseñando a su hijo Anas Ibn Malik sobre el
Islam, esto lo hacia ella sabiendo que su marido rechazo al Islam. Cuando Abu
Talha le pidió a ella que se casara con él (esto antes de que fuera Abu Talha
Musulmán) le dijo ella a él, el dote que me tienes que dar que sea nada mas el
Islam, él acepto el Islam, y ella se caso con él. Hizo que su hijo Anas fuera
servidor del Profeta, salalahu alayhe wa salam. También Umm Hakeem (otra mujer)
fue la razón detrás de la conversión de su marido, y la tía de Adi ibn Hateem
fue la que lo trajo al Islam. Amra, la esposa de Habib Al-Ajami despertaba a su
marido de noche para que rezara con ella. Asmaa, la hija de Abu Bakr, le dijo a
Abdullah ibn Az-Zubair que no se humillara y que no era la manera de escapa la
muerte, le dijo a el que se enfrentara a la muerte aunque ella ya era una
anciana y lo necesitaba a el para estar con ella.
Si hablamos en
términos generales, encontramos que las mujeres tuvieron un rol muy fuerte en el
sacrificio y servicio que le dieron estas mujeres para la religión de Allah.
Sumayyah entrego su vida cuando Abu Jahl la mató por ser ella Musulmana.. Fue la
primera persona Musulmana en morir por el Islam, y naturalmente también fue la
primera mujer que murió por ser Musulmana. Khadijah, la primera esposa de el
Profeta, quien era muy rica, gasto su dinero como apoyo a el da’wah. Umm Salamah
dejo a su marido y cuando ella inmigro vio la persecución de sus hijos. Umm
Imarah, lucho defendiendo al Profeta, salalahu alayhe wa salam, en la batalla de
Uhud. Y el atender a los heridos de guerra a sido un papel que ha hecho la mujer
hasta las guerras en contra de los Musulmanes hoy en día.
El Construir
Programas de Da’wah que tengan Éxito
Existen
condiciones que deben ser cumplidas por las mujeres, esto para que los programas
de da’wah que trabajarían ellas tengan éxito y se logre el objetivo. Muchos de
los temas que siguen en este articulo como recomendaciones para que el da’wah
tenga éxito deben de estar presentes en la gente que trabaja la predica (da’wah)
todo el tiempo. Pero también es importante el estar en contacto con el ambiente
donde uno trabaja, estudia el ambiente y diseña programas que se adapten a la
realidad, y las necesidades del lugar donde se va trabajar.
Primero los
Principios Importantes
El hecho que
prestamos tanta importancia al rol de la mujer no debe de dejarnos olvidarnos de
la naturaleza de la mujer ni tampoco sus prioridades. Existen puntos importantes
que deben ser usados como una guía al planear el trabajar el da’wah:
1) Lo típico, es
que el papel mas importante de la mujer es su trabajo que hace en casa.
Esto se ha dicho
con claridad en el Corán y los Hadeeth. Allah dice, "Y permaneced en vuestras
casas." (33:33) Claro que no hay duda en que la mujeres si puedan salir a hacer
el salah (la oración) en la mezquita, y también se le permite a la mujer
trabajar en las actividades del trabajo de la da’wah. Sin embargo, ninguna de
estas actividades de predica que ella haga pueden estar en conflicto con su
deberes esenciales en la casa como esposa y madre. En la mayoría de los casos
donde han existido problemas y malentendidos en las familias y en la comunidad
en general ha sido por no balancear los deberes esenciales de la mujer con los
requisitos de el trabajo de da’wah. "Las mujeres pueden encontrar maneras para
cumplir sus obligaciones de da’wah en la casa, y también pueden trabajar en
oficina de Organizaciones de Da’wah, el contestar el teléfono, o cualquier otra
posibilidad existiendo varias alternativas, las alternativas cambian según las
habilidades y interés de cada mujer.
2) Hay varios
interdictos a lo que se refiere de la mujer, y el mezclare los sexos opuestos,
esto debe ser observado en cualquier actividad de da’wah y bajo cualquier
circunstancia:
a) El hijab (o
velo) entre hombres y mujeres debe ser practicado todo el tiempo.
b) La mujer no
puede viajar sin un compañero hombre quien es su mahram.
c) La mujer no
puede mezclares libremente con hombres que no son de su familia.
d) La mujer no
puede salir de su casa mas que con el permiso de los que están encargados de
ella, o sea sus maridos o padres.
3) Estos
interdictos son explotados por los enemigos del Islam para defamarla como
religión diciendo que el Islam rebaja a la mujer. Algunas predicadoras (dou’at)
son influidas por estas críticas y se dejan llevar a una vida floja y una vida
sin responsabilidad. Las verdaderas dou’at las cuales toman como guía la Sunnah
(la tradición que dejo el Profeta) debe de tener cuidado de ser influidas por
las pasiones de la sociedad al igual que los caprichos de la misma sociedad.
4) Los hombres
tienen el derecho original en las actividades de esta y el ser los líderes tal
como fue el caso de el Profeta (salalahu alayhe wa salam) y la excelente
generación que siguió a los campañeros. Nadie puede negar el papel que tuvieron
las mujeres en el da’wah, siempre y cuando se siguen los principios generales.
Segundo: Los
objetivos de el Programa:
Así como el
Profeta, salalahu alayhe wa salam, vio la necesidad de poner un lugar en su
agenda de tiempo para enfrentarse con las necesidades de las mujeres en su
comunidad, entonces las organizaciones de da’wah deben de intentar el trabajar
los temas de las mujeres en las comunidades. Cualquier programa de da’wah que se
dirigía hacia las mujeres deben de intentar de lograr lo siguiente.
El fortalecer el Emaan (la fe):
Esta fe se
incrementa con el aumentar la adoración de Allah, con el acordarse de Allah (lo
que en Árabe se le dice zikr), con el reflexionar sobre los nombres de Allah (Allah
tiene noventa y nueve nombres que lo describen a Él, por ejemplo Al-Rahim ‘El
Misericordioso’ o Al Kabir ‘El Mas Grande’). La fe (el emaan) también incrementa
con reflexionar sobre Su poder de Allah, y Su creación en nosotros mismos al
igual que Su creación de el universo. Existe mucho poder con el reflexionar. Y
el efecto positivo en el corazón de uno y su fe casi no tiene limite. Esto, sin
embargo, no sería posible sin el inculcar el entendimiento correcto sobre
ciertos temas de el credo Islámico (el aqeedah); lo mas importante debe ser el
Tawheed (que significa monoteísmo puro).
El incrementar el conocimiento:
Sin conocer
el Islam no se logra mucho. Lo mas importante debe ser los puntos básicos del
Islam y sobre los temas que la da’iyah necesita en los medios que vive. Se debe
conocer y educar sobre los pensamientos de desviación, ideas, grupos y sectas.
Se debe dar a conocer sobre a los que no les gusta ver que se expande el Islam,
esta misma gente que odia el Islam están ganándose el corazón y pensar de la
gente.
El construir la
personalidad de el da’wah:
El da’wah
requiere sacrificios y por esto deben estar preparadas las mujeres de el tolerar
la carga que llevan los que invitan al Islam. Esto viene con enterarse de la
condición de los Musulmanes al igual que se va a encontrar la mujer que invita
con las asabas de los enemigos de el Islam. Debe enseñarse la responsabilidad
que implica el liderazgo y como empezar y enseñar la iniciativa individual.
Deben de haber facultades de teoría al igual que la de la practica que nutren a
la mujer que quiere ser predicadora o la que invita. Las da’iyah deben de
aprender las habilidades que requiere el socializar y la importancia del buen
ejemplo en conducta en el trabajo de da’wah. También se les debe de enseñar el
valor del tiempo y como aprovechar el tiempo, no deben de dejar la diversión en
lo halal (o sea la diversión sana) en su tiempo libre.
El fortalecer el ser inmune a el pecado:
Esto implica reconocer las enfermedades de el pecado, particularmente los
pecados relacionados con las mujeres, esto se hace con poner una barrera para
evitar lo que conduce a uno/una a el pecado y también implica el evitar los
lugares donde existe el pecado.
Tercero: La
capacitación
A- En el lado
teórico, se necesita preparación para considerar estos aspectos:
1- La
preparación para educar usando una buena presentación y los materiales
apropiados. El Islam le dio el derecho a la mujer de educarse. El conocimiento
que debe ser logrado, es el conocimiento que ayude a la mujer en el da’wah, por
ejemplo las ramas de la shari’ah (ley Islámica) y sobre el disciplinarse para
entenderlos. Pero el buscar el conocimiento no debe de ser una barrera de
ejercitar el dar la da’wah, como es el caso de muchos actualmente. Se debe
mantener una balanza.
2- La
preparación psicológica para asegurarse que las que invitan a el Islam tengan
sinceridad en su fe en Allah, que tengan esperanza, que se cubran con la verdad,
el orgullo en el Islam, la paciencia, y el conocimiento de la situación que vive
la gente a los que se les predica. Esto es un aspecto muy importante en la
preparación, porque el predicador esta atado a gente quienes tiene diferentes
carácter al igual que tienen diferentes inclinaciones.
3- La
preparación social haciendo que la mujer da’iat viva una vida Islámica en la
familia y en la sociedad en general equivale a aplicar el Islam prácticamente.
Deben obedecer la ética de el Islam y de los da’wah. Con el cubrir los elementos
de la preparación social viene el sentimiento que la da’wah es un trabajo al que
tiene derecho toda la gente de trabajar. Este derecho de predicar se debe de dar
con sinceridad, en general, con honestidad, sin ningún tipo de comportamiento
violento, dócilmente y como manso.
B- El por qué de
que sea obligatorio la capacitación y preparación es lo siguiente:
Esto implica a
capacitar a la mujer predicadora en lectura y en el escribir para así atraer a
las predicadoras a llevar la religión a la gente por medio de palabra, como
maestra en salones, con conferencias, y con la palabra escrita. Estos son los
medios con que dirigir a la gente al Islam con el da’wah (la invitación) esto
también completa la preparación teórica y asegura que el trabajo de da’wah rinda
o que la semilla crezca. Este aspecto teórico del Islam ha sido olvida o negada
lo cual resulto en severos defectos en le da’wah.
Las da’iyat (las
que invitan al Islam) dando conferencias, seminarios, y sermones deben de
convencer a la gente atacando a el pensar de ellos o ellas con pruebas y
evidencias. También debe de poder excitar las emociones, sentimientos y la
pasión por la religión del Islam. Los que den conferencias deben de tener mucha
experiencia en el arte de predicar y acordándose de la importancia que tiene que
se predique correctamente el Islam a la gente. Deben por ejemplo practicar su
palabra predicándoles a las mujeres de la mezquita, o las mujeres en escuelas, o
cualquier otro lugar donde se reúnan las mujeres. También deben supervisar las
predicadoras a mujeres que quieran capacitarse en la da’wah, esto se hace para
corregir errores de palabra suavemente.
El escribir y el
publicar no debe ser negado, porque en la actualidad la gente devora a los
libros, panfletos, periódicos, artículos de revistas, y en la actualidad existe
mucha facilidad en encontrar lectura de cualquier tema. Se debe también escribir
con elocuencia y convicción.
Se debe de
escribir con sinceridad y con argumentos claros y documentados. La verdad es que
la palabra escrita es el medio mas apropiado y importante de la mujer que invita
a el Islam. Pueden escribir en casa y así ocupar su tiempo libre. De esta
manera, con la palabra escrita puede la mujer dirigir su palabra a cualquier
clase social.
Lo que el Corán
y la Sunnah dicen:
Como se les dice
a las mujeres predicadoras
La verdad es que
los ordenes, que se encuentran en el Corán y la Sunnah, cubren y se aplican a
los hombres igual que a las mujeres. Los pronombres masculinos son los mas
comunes y los que mas usa el Corán, pero esto es solo por la costumbre de el
idioma Árabe. Sin embargo, existen en el Corán ciertos órdenes que son para el
hombre y estas ordenes no las tienen que cumplir las mujeres. Y de la misma
manera Allah le ha ordenado a la mujer únicamente. Esto muestra que tiene la
mujer un carácter y personalidad que es independiente del hombre. Esto nos
indica la importancia de dirigirse a las mujeres con da’wah, educación,
reformas, y indicaciones, de una manera que sea específicamente para la mujer.
Nunca se debe
ignorar a la mujer. Fue por esto que el Profeta, salalahu alayhe wa salam, se
dirigía específicamente a la mujer, mas aun después de hablar con los hombres, y
que también puso un día de las semana en el cual le enseñaba a la mujer
únicamente.
El Corán nos
dice que el hombre es responsable por su casa y familia. "¡Vosotros que creéis!
Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego cuyo combustible serán
los hombres y las piedras. Sobre él habrán ángeles duros y violentos," (66:66).
Y el Profeta, salalahu alayhe wa salam, dijo, "El hombre es el pastor de la
familia y es responsable sobre lo que cuida." (Bukhari y Muslim) En otro hadeeth,
el Profeta, salalahu alayhe wa salam, nos habló de una recompensa doble para el
hombre que enseña a su esclava bien, la educa y luego le da su libertad a
cualquier mujer esclava que el tenga. Esto nos indica claramente la importancia
de educar y cuidar a las mujeres. De la misma manera, existe mucha evidencia en
el Corán y en la Sunnah que atestiguan que las mujeres también tienen la
obligación de trabajar en el da’wah:
1- Existen
muchos versos en el Corán que obligan a los Musulmanes hombres y mujeres a hacer
el da’wah, a invitar a lo bueno y a prohibir lo malo. Por ejemplo, Allah dice,
"Para que de vosotros surja una comunidad que llame a el bien, ordene lo
reconocido e impida lo reprochable. Esos son los que cosecharan el éxito."
(3:104)
2- Allah ha
dicho específicamente a las mujeres su obligación de dad da’wah, porque El,
subhanahu wa ta’ala, dice, "¡Mujeres del Profeta! No sois como cualquier otra
mujer; si tenéis temor (de Allah). Así pues no seáis suaves al hablar de manera
que aquel en cuyo corazón hay una enfermedad pueda sentir deseo; hablad con
palabras adecuadas." (33:32)
Ibn Abbas
entendió a esta orden de Allah para las mujeres del Profeta que "el hablar las
palabras adecuadas" significa incitar al bien y prohibir lo malo. Esto se puede
tomar como una orden para toda mujer Musulmana. Allah también dice, "Los
creyentes y las creyentes son amigos aliados unos de los otros, ordenan lo
reconocido y prohiben lo reprobable, establecen el salat (la oración), entregan
el zakat (la caridad) y obedecen a Allah." (9:72)
Este verso
demuestra la evidencia que las mujeres también tienen el deber religioso de
predicar, al igual que el hombre, esto cuando sea que sean capaces de cumplir
con este deber. El Profeta, salalahu alayhe wa salam, dijo, "La mujer es la que
esta encargada de cuidar la casa de su marido y de cuidar a sus hijos, y así
también es responsable por ellos (responsable significa que Allah le preguntara
en el día de juicio a la mujer si cumplió con su responsabilidad de la casa de
su marido y le preguntara también a ella si cuido bien a sus hijos, por ejemplo
si le enseño a sus hijos la religión.) Encargada significa aquella persona que
se le ha dado en confianza el cargo que nutre y la cual preserva."
Es mas, los
siguientes puntos, cuando son tomados de una manera perspectiva, también
conducen al entendimiento que la mujer es tan responsable en su cargo del
trabajo de da’wah al igual que el hombre es responsable por ello:
a) El Islam
prohibe que se mezclen los sexos opuestos, y ordena el hijab (velo que tapa a la
mujer de la vista del hombre), por esto nos urge lo practico de tener mujeres
capacitadas para hacer el trabajo de da’wah entre las mujeres de la comunidad.
b) Algunos de
los artículos de la ley Islámica (La sahri’ah) que puso el Profeta, salalahu
alayhe wa salam, nos fueron narrados por medio de las mujeres compañeras.
c) Algunas veces
es difícil para los hombres dou’at referirse con las mujeres en todos los temas
de la predica. Existen temas que las mujeres se siente mas cómodas si se las
enseña otra mujer.
Lo que sembramos
es lo que cosechamos
1) Debemos
primero tratar el tema de conocimiento para así eliminar la ignorancia. Debemos
incrementar el pensar abiertamente y con intelectualidad, y debemos de capacitar
a las mujeres para que puedan ser verdaderas predicadoras. Estos resultados
tiene beneficios que duran un largo paso, no solamente mejora la condición de la
mujer, si no que la comunidad en general también se beneficia.
2) Debemos
corregir y eliminar los hábitos erróneos. estos hábitos son un fenómeno en
muchas sociedades.
3) Las da’iyat
maduran mas que las demás y muestran un carácter mas disciplinado. Esto a la vez
resulta en lazos mas fuertes entre los hombres y las mujeres.
4) Se eliminaría
la concepción falsa de que los hombres Musulmanes tratan mal a las mujeres y se
pusiera a la luz el verdadero lugar de la mujer en el Islam. Y al mismo tiempo
estarán mas enteradas las Musulmanas de sus derechos al igual que de sus
obligaciones.
5) Los esfuerzos
estarían enfocados en el cultivar a los Musulmanes jóvenes, esto para asegurarle
a la Ummah (la familia o nación Islámica), Musulmanes de virtud para las
generaciones futuras.
6) Un sentir de
que pertenecemos al Islam fomentado, o el culto Musulmán de recomendar lo bueno
y prohibir lo malo estaría en alto.
7) Habría una
fuente nueva de ingresos monetarios asegurados para el trabajo del da’wah; o sea
la caridad de las mujeres.
Ahora es el
momento para que los Musulmanes que dicen que practican la Sunnah pensaran
nuevamente sobre el tema de la da’wah Musulmana entre mujeres. Debemos de
acordarnos de Khadijah, Aisha, Sumayyah, y muchas otras mujeres Musulmanes
durante la historia del Islam, debemos de pensar en lo que estas mujeres
contribuyeron al Islam y lo que ellas aprendieron de el Islam. También tenemos
que darnos cuenta que la pura habla y la emoción no logran nada. Necesitamos
hacer algo sobre la situación Islámica en este momento. La llave del éxito para
el Islam es el educar a la mujer, al igual que la preparación para que la mujer
sea capacitada en el trabajo de el da’wah. Durante toda la historia de la
humanidad. se puede medir que tan sano fue o es la sociedad por la condición de
la mujer en ella. Por esto debemos de hacer guerra no con los golpes sin no en
luchar para mejorar la condición de la mujer en su intelectualidad, en su
condición espiritual y en su condición emocional. Esto para que la mujer cumpla
con las habilidades y las responsabilidades que las dio Dios y las cuales a las
mujeres las incumbe.
Al Jummah
magazine, Vol 10, NUM 7, Rajab 1419, p.16-22.