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La súplica (Ad-duaa)

 

 

La naturaleza de la súplica

El beneficio de las súplicas

Citas del Corán sobre la súplica

Hay algunos momentos en los que es más probable que sean respondidas nuestras súplicas

Algunas súplicas para ocasiones cotidianas

Súplicas para Ramadan

Felicitaciones

Muhammad sus oraciones y súplicas

 


 

En el nombre de Allah, el compasivo, el misericordioso

(Cuando Mis siervos te pregunten por Mí, estoy cerca y respondo a la oración de quien invoca cuando Me invoca. ¡Que Me escuchen y crean en Mí! Quizás, así, sean bien dirigidos.) (Sagrado Corán, 2:186)

 

La súplica es adoración

Ad-duaa huwa al-ibadaa

الدعاء هو العبادة

 

En verdad que todas las alabanzas pertenecen a Allah. Lo adoramos y glorificamos al tiempo que le suplicamos ayuda y perdón. En Allah nos refugiamos de nuestros demonios y de nuestros errores.

La oración en el islam (as-salat) es una forma de súplica. Deriva de la palabra "silah", que significa "enlace, unión, relación". En verdad, la oración es un nexo real entre el ser humano y su señor, y está lleno de súplica a su señor, desde el principio hasta el final.

 

La naturaleza de la súplica:

 

La súplica o duaa consiste en pedir a Allah que cubra las necesidades de una persona, sean estas necesidades mundanas o espirituales -relativas a los asuntos mundanales de uno o a los relativos al din- estén o no dentro de las posibilidades de adquirirlos de esa persona. En todas las ocasiones, el musulmán debe pedir a Allah el cumplimiento de sus necesidades.

 

No es permisible la súplica por deseos o necesidades ilegítimos. Cuando se realiza la súplica, deben emprenderse todos los medios legítimos posibles para la consecución de nuestro deseo o necesidad: por ejemplo, el granjero que realiza una súplica para obtener una buena cosecha y al mismo tiempo se dedica a los métodos más apropiados para ello; el enfermo que pide por su salud y toma las medicinas prescritas, etc.

En aquellos asuntos en los que no pueden llevarse a cabo medios materiales o espirituales, la persona debe entregarse entonces únicamente a la súplica; por ejemplo, pedir por la lluvia, pedir protección contra el shaitán y el ego, etc.

 

La súplica no consiste únicamente en la recitación ritual de algunas palabras después de la oración. La naturaleza del duaa consiste en la petición ante Allah, ensalzado sea. Cuando se realiza el duaa, el suplicante debe concentrarse en cuerpo y alma al objeto de su súplica. Nunca debe desesperar del cumplimiento de su súplica, aunque parezca que se retrase o que no se lleve a cabo. El suplicante debe supeditarse a los deseos de Allah, ensalzado sea. La súplica es una apelación a Allah, y es su única prerrogativa conceder o denegar tal súplica de sus siervos. No tenemos el derecho de desilusionarnos o desanimarnos si no podemos comprender la aceptación o no de nuestra súplica.

 

El momento de la súplica no se limita a las ocasiones de la oración obligatoria (as-salat). Duaa puede hacerse en cualquier momento, cuando la persona necesite algo. Cuando quiera que alguien necesite algo, debe hacer duaa con su corazón y con su lengua. Esta es la auténtica naturaleza de la súplica.

 

El beneficio de las súplicas:


Cuando se realiza duaa debe hacerse de acuerdo a la realidad y naturaleza de la súplica tal como se ha descrito arriba. Si se realiza de esta forma enseguida se comprende la eficacia y beneficio del duaa. El baraka del duaa no significa necesariamente que cualquier cosa que se pida será concedida. En muchas ocasiones el mismo objeto que se persigue se consigue; por ejemplo, cuando se pide algo para la vida última, pues cualquier favor para la última vida es pura bondad hacia el siervo. Para conseguir las fortunas de la última vida son necesarias la Fe (iman) y la obediencia (itaat). Sin estas condiciones no se consiguen las bendiciones de la última vida. En ocasiones, el objeto que se pide no se consigue. Esto ocurre porque a veces, el objeto mundanal por el que se pide no es beneficioso para nosotros. Así, Allah lo retira del siervo del mismo modo que un padre quitaría a su hijo cualquier objeto que pudiera causarle daño.

 

El significado del beneficio o baraka en este contexto es que Allah -ensalzado sea- dirige su atención a su siervo. Así, si debido a alguna razón que Allah conoce, y aquello por lo que se pide no se concede, el siervo debe sentirse igualmente satisfecho, y no debe dejarse invadir por sentimientos de frustración y debilidad. La fuerza espiritual con que se llena el corazón es el efecto de la atención especial que nos dirige Allah como resultado de nuestra súplica. Y constituye, de hecho, un gran tesoro. Cualquier otra recompensa resulta insignificante en comparación. Es esta atención la que debe luchar por conseguir el siervo. Y esta sensación agradable de paz en esta vida y en la última. Por tanto, aquél que hace súplica siempre tiene una recompensa y el beneficio inherente a la súplica.

 

Citas del Corán sobre la súplica:

 

En el Corán encontramos numerosas referencias sobre los que realizan súplicas a Allah, ensalzado sea; he aquí algunas:

(Vuestro Señor ha dicho: «¡Invocadme y os escucharé! Los que, llevados de su altivez, no Me sirvan entrarán, humillados, en la gehena») (Sagrado Corán, 40:60)
 

(¡Invocad a vuestro Señor humilde y secretamente! Él no ama a quienes violan la ley.) (Sagrado Corán, 7:55)

 

(Cuando Mis siervos te pregunten por Mí, estoy cerca y respondo a la oración de quien invoca cuando Me invoca. ¡Que Me escuchen y crean en Mí! Quizás, así, sean bien dirigidos) (Sagrado Corán, 2:186)
 

(¿Quién, si no, escucha la invocación del necesitado, quita el mal y hace de vosotros sucesores en la tierra? ¿Hay un dios junto con Allah? ¡Qué poco os dejáis amonestar! ) (Sagrado Corán, 27:62)

 

Algunos hadices confirman la importancia de la súplica:

Relató Abu Hurairah que el Mensajero de Allahe dijo: "La súplica del siervo se acepta siempre que no pida nada ilícito o algo desagradable para sus parientes; y siempre y cuando no sea impaciente". Alguien le preguntó: "Oh, mensajero de Allah ¿Cuál es el significado de "ser impaciente"?". "Significa decir: "He suplicado una y otra vez, pero mi súplica no ha sido respondida". Diciendo esto, se pierde la súplica". (lo recopiló Muslim)

Este hadiz nos enseña que debemos insistir en nuestras súplicas aunque parezca que no son aceptadas.

Narró Abu Huraira que el Mensajero de Allah dijo: "Nada es más apreciado por Allah que la súplica" (Lo recopilaron Tirmizi e Ibn Majah)

Ibn Umar narró que el Mensajero de Allah dijo: "La súplica es beneficiosa en todo. Es eficaz en protegernos de las desgracias que ya han ocurrido asó como de las que van a ocurrir. Por tanto, los siervos de Allah deben ser insistentes en sus súplicas" (Recopilado por Tirmizi y Ahmad).

Abu Hurairah narró que el Mensajero de Allah dijo: "Allah se disgusta con aquél que se abstiene de hacer súplica".

Abu Hurairah refiere que el Mensajero de Allah dijo: "Debéis hacer súplicas constantemente y creer firmemente que Allah las acepta. Allah, ensalzado sea, no acepta la súplica de aquél cuyo corazón es descuidado" (Recopilado por Tirmiz)

La súplica debe realizarse con la mayor honestidad y concentración del cuerpo y la mente y al tiempo se ha de estar en la firme creencia de que la súplica es aceptada por Allah. Que no se consiga aquello que se ha pedido no quiere decir que la súplica no ha sido escuchada. Ciertamente, la súplica ha sido escuchada, pero la consecución de aquello que se ha pedido depende de la sabiduría de Allah, como se ha explicado anteriormente.

Abu Said Khudri narró que el Mensajero de Allah dijo: "Todo musulmán que realiza una súplica que no contiene una petición de algo ilícito o que perjudique los lazos familiares, Allah le concede una de estas tres cosas con la mayor seguridad: o bien lo que ha pedido se le concede inmediatamente, o bien lo que ha pedido se le reserva como un tesoro para la vida última, o bien Allah lo aparta de alguna calamidad derivada de la consecución de lo que ha pedido". Los Compañeros del Profeta (sahaabah) dijeron que realizarían súplicas en abundancia. El Mensajero de Allah dijo que para Allah todas las cosas se daban en abundancia. Así pues, ninguna súplica tiene una respuesta vacía.

Anas narró que el Mensajero de Allah dijo: "Todos debería suplicar al Creador por cada una de sus necesidades". En la narración de Thaabit se dice: "Todos deberían suplicar a su Creador por cada una de sus necesidades, aunque sea por sal o por un cordón de sus zapatos cuando se rompe". (Compilado por Tirmizi).

Por tanto no debe considerarse poco adecuado realizar súplicas por cosas que pensamos que son insignificantes, porque todo tiene su valor a los ojos de Allah.

Cómo realizar las súplicas:

Las súplicas que con mayor probabilidad son respondidas son las realizadas por una persona que está realizando ayuno, que está viajando, el que sufre opresión o enfermedad, y la de un padre o madre por sus hijos.

Las súplicas también pueden perfeccionarse teniendo en cuenta las siguientes indicaciones:

  • Comenzar con las alabanzas a Allah, ensalzado sea, y las bendiciones para el Profeta .

  • Acercarnos a Allah mediante el tawassul: bien recitando sus nombres y atributos, bien presentando nuestras buenas acciones.

  • Estar en estado de pureza.

  • Situarse mirando a la quibla.

  • Nunca pedir lo que es ilícito (haram).

  • Pedir todo lo que necesitemos; la forma general de la súplica es pedir "todo lo bueno de esta vida (dunia) y de la última (akhirah)".

  • Dejar la resolución de la súplica en manos de Allah (no es necesario decir "concédeme tal si es bueno para mí", porque Allah conoce bien lo que es bueno para cada uno de nosotros).

  • Insistir en nuestra súplica, pues dependemos enteramente de Allah.

  • Elevar las manos, con las puntas de los dedos hacia el cielo.

  • Bajar la vista en señal de humildad y no mirar hacia arriba.

  • La voz suave, ni alta ni muy baja.

  • Finalizar con las alabanzas a Allah y las bendiciones para el Profeta y diciendo "Alhamdulillah rabi al alamin" (Alabado sea el señor de los mundos).

Hay algunos momentos en los que es más probable que sean respondidas nuestras súplicas:

  • Cuando llueve (pues la lluvia es una bendición de Allah).

  • El último tercio de la noche, especialmente antes del Fayr.

  • Entre el Azan y el Iqama (la llamada a la oración y el comienzo de la oración).

  • El día de 'Arafat (durante la peregrinación).

  • Durante el Qunut del Taraweeh en Ramadan.

  • La Noche del Destino.

  • El viernes, desde el Asr hasta el Maghreb.

  • Al romper el ayuno.

  • Antes de beber agua de Zam Zam.

  • Inmediatamente después de la oración.

  • En postura de suyud.

  • El musulmán debe procurar que no hayan obstáculos para la concesión de la súplica; en general, el buen comportamiento del musulmán, su intención y su actitud humilde y de sumisión con Allah son necesarios para obtener el honor de una respuesta a nuestra petición.

  • La súplica puede realizarse en cualquier idioma, aunque si se realiza durante la oración sólo puede pronunciarse en árabe.

Algunas súplicas para ocasiones cotidianas:

 

Al salir de casa

(Salgo) en el nombre de Allah. Confío en Allah.
Y no hay poder ni fuerza sino en Allah .

Al entrar en casa

Oh, Allah, te pido bendiciones al entrar y salir de esta casa.
En el nombre de Allah entramos y en su nombre salimos.
Y en Allah, nuestro creador, confiamos.
 

Al comenzar cualquier obra o acción

En el nombre de Allah, el misericordioso, el compasivo.

 

Cuando queremos hacer algo

Si Allah quiere.

Al despertarse

Las alabanzas sean para Allah, que nos dió la vida después de darnos la muerte y a él volveremos (el Último Día).

Al irse a dormir

Allah, en tu nombre vivo y muero.

 

Súplica de la mañana y de la tarde

Oh, Allah, con tu ayuda comienzo este día y con tu ayuda comienzo esta tarde, y con tu ayuda será mi muerte y a ti hemos de volver.
 

Cuando nos asaltan malos pensamientos

Pido la protección de Allah frente al maldito demonio.
Creo en Allah y su Mensajero.

Al oir buenas noticias

Bendito sea Allah; sea su voluntad.
 

Para aumentar el conocimiento

Señor, aumenta mis conocimientos

Antes de entrar en el lavabo, con el pie izquierdo

Señor, pido tu protección frente al demonio y frente a todos los demonios.

Después de salir del lavabo, con el pie derecho

Busco tu perdón. Las alabanzas sean para Allah, que apartó de mí la incomodidad y me dió alivio.

 

Al saludar a un musulmán

Contigo sea la paz, la misericordia y las bendiciones de Allah.

 

Al contestar al saludo de un musulmán

Y c ontigo sea la paz, la misericordiade Allah y sus bendiciones.
 

Antes de tomar una comida

En el nombre de Allah, y con las bendiciones de Allah.

Después de haber comido

Las alabanzas sean para Allah, que nos dió alimento y bebida
hechos entre los musulmanes.
 

Al agradecer a alguien

Que Allah te recompense bien.

Al romper el ayuno

Oh, Allah, he ayunado por ti y en ti creo y con tu provisión rompo mi ayuno.

 

Al estornudar

Alabado sea Allah.

 

Respuesta del que escucha

Que Allah tenga piedad de nosotros.

Ante las dificultades

Allah nos basta pues es la mejor ayuda. Y en Allah confiamos.

 

Ante una pérdida

En verdad, a Allah pertenecemos y a él hemos de volver.

Al comenzar un viaje

Oh, Allah, facilitanos este viaje y acorta la distancia a nuestro destino. Oh, Allah, eres nuestro compañero en este viaje y el protector de mi familia. Busco tu protección frente a los rigores del viaje, frente a las calamidades y frente a un mal regreso a mis pertenencias, esposa e hijos.

 

Al subir al coche

Las alabanzas sean para Allah. Gloria a Allah que ha puesto este vehículo bajo nuestro control cuando no sabríamos controlarlo.
En verdad es nuestro sustento y a él hemos de volver.

Al regresar de un viaje

Hemos regresado, nos arrepentimos, rezamos (a Allah),
alabamos a nuestro sustentador

Cuando debemos soportar una pérdida

Alabado sea Allah en todas las condiciones.
 

 

Súplicas para Ramadan

 

En el nombre de Allah, el compasivo, el misericordioso

(Es el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la Dirección y del Criterio. Y quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él. Y quien esté enfermo o de viaje, un número igual de días. Allah quiere hacéroslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Allah por haberos dirigido! Quizás, así seáis agradecidos.) (Sagrado Corán, 2:185)

"Su principio es misericordia, su medio es perdón y su final es la liberación del Fuego",
dijo el Mensajero sobre el mes de Ramadan

Súplicas y felicitaciones para Ramadan

  • Al comenzar el ayuno

"Mi intención es mantener el ayuno durante el mes de Ramadan"

  • Al romper el ayuno

"Oh, Allah, por tí he ayunado. Creo en tí y rompo mi ayuno con tu sustento"

"Se fue la sed, se regaron las venas, y se logró la recompensa con permiso de Allah"

  • Al concluir la oración de taraweeh (oración nocturna de Ramadan)

"Gloria al Señor de este mundo y del mundo celestial; Gloria al que posee el honor, la grandeza, el conocimiento, el dominio, la majestad y el poder; Gloria al eterno soberano, que no duerme, ni muere, glorioso, ensalzado, oh señor y señor de los ángeles, y de las almas. No hay dios sino tú, perdónanos, concédenos entrar en el Paraíso y sálvanos del fuego".

  • Al romper el ayuno en la casa de otro

"Que aquellos que rompan el ayuno en tu casa y sean de los sumisos y piadosos coman tu comida y que los ángeles hagan oraciones por tí".

  • La Noche del Destino

Aisha contó que dijo una vez: "Oh, Mensajero de Allah! Si supiera cuál es la noche del destino, ¿qué dirías en ella?"; él contestó: "Dí: Allah, eres el que todo lo perdona, y amas el perdón, así pues, perdóname".

  • Al completar la recitación de todo el Corán

     

Felicitaciones:

 

Los musulmanes usan muchas expresiones para felicitarse unos a otros al haber completado el mes de ayuno obligatorio y con ocasión de la festividad del Aid. He aquí algunos ejemplos:

  • "Ramadan Karim" - Un Ramadan lleno de generosidad

  • "Ramadan Mubarak" - Un Ramadan lleno de bendiciones

  • "Kul aam wa antum bijair" - Que todo el año estéis bien

  • "Atyab at-tihani bi-munassabat hull shahru Ramadan al-Mubarak" - Las mejores felicitaciones con ocasión de la llegada del bendito Ramadan

Fuente: Centro Cultural de Valencia


 

Muhammad sus oraciones y súplicas

El Mensajero siempre rezaba a Allah antes de emprender acción alguna. Los libros de Tradiciones (hadiz) no han registrado ningún caso en el que no rezase. Tal y como hemos mencionado, la oración es un misterio de la servidumbre a Allah, y el Mensajero es el primero en servidumbre. Esto queda patente en cada repetición de la declaración de fe: “Doy fe de que no hay más dios que Allah; y doy fe de que Muhammad es Su siervo y Mensajero”. Nótese que es llamado siervo antes que Mensajero. Cualquier cosa que quisiera hacer, se lo consultaba a Allah a través de la oración.

Allah es nuestro creador y el creador de nuestras acciones. Aunque tenemos que tomar las precauciones necesarias y seguir los precedentes a fin de lograr objetivos en este mundo material, donde la causa y el efecto juegan un papel especial, no debemos olvidar nunca que todo depende en última instancia de Allah para existir. Por lo tanto debemos combinar la acción y la oración. Esto también lo exige nuestra creencia en la unidad de Allah.

El conocimiento de Allah que tenía el Mensajero nunca podrá ser igualado. Como resultado de ello, era el que más Le amaba y, paradójicamente, el que más Le temía. Era perfectamente consciente de que todo depende de Allah para su existencia y subsistencia. Sea lo que sea que Allah quiera, ocurrirá: Cuando quiere algo, Su orden es decir “Sé” y es (36:82). Las cosas existen y el universo opera según las leyes establecidas por Allah y según el cumplimiento de sus condiciones. Totalmente consciente de ello, el Mensajero hacía lo que tenía que hacer y luego, combinando la acción con la oración, confiaba el resultado a Allah con total confianza.

Sus súplicas nos han sido transmitidas. Cuando las leemos, vemos que poseen un significado profundo y que coinciden con las circunstancias del momento. Reflejan una profunda creencia, una profunda sinceridad, una sumisión absoluta y una completa confianza. Veamos algunos ejemplos a continuación:

• Cuando te vayas a acostar, haz wudu tal y como lo haces antes de las oraciones diarias y di:

¡Oh, Allah!, anhelando (Tu Misericordia) y temiendo (Tu ira), me someto a Ti, Te confío mis asuntos y busco refugio en Ti. No hay refugio de Ti y manera de estar a salvo de Ti excepto en Ti. Creo en el Libro que hiciste descender y el Profeta que enviaste.[1]

• Sin pecados, el alma es como un espejo pulido o un trozo de tela blanco. Los pecados manchan el alma, y sólo pueden ser eliminados con el arrepentimiento e implorando Su perdón. El Profeta solía suplicar lo siguiente a pesar de carecer de pecados: “¡Oh Allah! Pon entre mí y los errores una distancia tan grande como la que has puesto entre el Este y el Oeste. ¡Oh, Allah! Límpiame de errores tal y como se limpia de suciedad una prenda blanca”.[2] Todo un volumen podría ser escrito sobre las significativas palabras y las comparaciones aquí usadas.

Además de estas súplicas para casos específicos, el Profeta nos dejó amplias súplicas de distintas extensiones. Aquí presentamos algunas:

• Allah, Te pido todo lo bueno, lo inmediato y lo aplazado, lo que ya conozco y lo que desconozco. Me refugio en Ti de todo mal, lo inmediato y lo aplazado, lo que ya conozco y lo que desconozco.[3]

• Allah, nada obstaculiza lo Tú que concedes, ni nada de lo que Tú obstaculizas es concedido. Ningún rico puede hacernos bien alguno, pues la riqueza Te pertenece.[4]

• Allah, no he dicho nada, ni he hecho juramento, voto o acto que Tú no hayas previamente querido que haga. Todo lo que quieres que sea es, y todo lo que no quieres que sea, no es. No hay fuerza ni poder salvo por Ti, Tú eres ciertamente Todopoderoso sobre todas las cosas.[5]

• Allah, cualquier súplica que haya hecho, que sea para quien Tú tengas misericordia, y cualquier maldición que haya invocado, que sea para quien Tú hayas maldecido. Ciertamente, Tú eres mi protector en esta vida y en la próxima. Hazme morir como musulmán e inclúyeme entre los rectos.[6]

• Allah, te pido satisfacción en la desgracia, vivir en paz tras la muerte, el placer de contemplar Tu Faz y el deseo de encontrarme contigo. Busco refugio en Ti de ser injusto con los demás y de que sean injustos conmigo, de mostrar animosidad y de padecer la animosidad, y de incurrir en falta o de cometer pecados imperdonables. Si me dejas a mí mismo, me dejas en estado de debilidad, necesidad, pecado y error. Dependo sólo de Tu Misericordia. Perdona, pues, todos mis pecados, ya que sólo Tú puedes hacerlo. Acepta mi arrepentimiento, pues Tú eres el Perdonador y el Compasivo.[7]

• Allah, Tú eres el que más merece ser mencionado, y nadie excepto Tú merece ser adorado. Eres el que más ayuda de todos aquellos a los que se puede pedir ayuda; más afectuoso que cualquier soberano; más generoso que todos a los que se les puede pedir algo; y más generoso que todo el que da. Eres el Soberano sin asociados y el Único sin igual. Todo perece excepto Tú.

No eres obedecido sino con Tu permiso, y nunca desobedecido sin que esté en Tu conocimiento. Cuando Te obedecen, les premias; cuando Te desobedecen les perdonas. Presencias todo, estando más cerca que cualquier testigo; proteges todo estando más cerca que cualquier protector. Ordenas los actos de toda la gente y determinas la fecha de sus muertes. Sabes lo que hay en cada mente y todos los secretos Te son manifiestos.

Lo permitido es lo que Tú has permitido; lo prohibido es lo que Tú has prohibido. La Religión es la que Tú has establecido; los mandamientos son los que Tú has decretado. La creación es Tu creación, y los siervos son Tus siervos. Tú eres Allah, el Clemente y Compasivo. Te pido por la luz de Tu Faz, con la que son iluminados los Cielos y la Tierra, por todos los derechos que Te pertenecen, por todos los que Te imploran, que me perdones sólo esta mañana y sólo esta tarde, y que me protejas, por Tu Poder, del Fuego del Infierno.[8]

• Allah, busco refugio en Ti de todo conocimiento que no aporte beneficio, de un corazón que no Te tema, de un alma insatisfecha, y de una súplica desatendida.[9]

• Allah, Te pido perseverancia en mis asuntos, resolución y guía; gratitud por Tus obsequios y un aceptable servicio a Tu Persona; una lengua sincera y un corazón sano. Busco refugio en Ti del mal que conoces. Te pido el bien que conoces y Tu perdón de lo que ya sabes. Ciertamente Tú eres el Conocedor de lo Oculto.[10]

• Allah, Te pido que me permitas hacer el bien, dejar el vicio, amar a los pobres y que me perdones y me tengas misericordia. Cuando quiera que la gente se desvíe y que haya disensión y desorden en la vida pública, hazme morir antes de tomar partido en dicho desorden. Te pido Tu amor y el amor de los que amas, y el amor de las obras que me acerquen a Tu amor.[11]

• Allah, te pido lo bueno en el principio y en el final, en su forma más completa con su comienzo y resultado, en sus modos manifiestos y ocultos, y el más alto rango en el Paraíso.[12]

• Allah, ayúdame a recordarte y mencionarte, agradecerte y adorarte del modo más correcto.[13]

• Allah, Te pido guía, temor de Ti, castidad e independencia de los demás.[14]

• Allah, lleva todos nuestros asuntos a buen fin, protégenos de la desgracia y la ignominia en esta vida y del tormento en la Próxima.[15]

• Allah, Te pedimos todo lo bueno que el Profeta Muhammad Te haya pedido, y buscamos refugio en Ti de todo lo malo de lo que el Profeta Muhammad buscó refugio en Ti [16].

La oración era parte fundamental de la vida del Profeta. Todas las súplicas mencionadas, además de otras, se convirtieron en llaves en las manos de santos como Abu Hasan al-Shazili, Ahmad al-Badawi, Ahmad al-Rifai y Abd al-Qadir al-Yilani, que las usaron para llamar a la puerta de la Misericordia Divina.



[1] Bujari, “DaAwat” 6; Muslim, “Zikr,” 56.
[2] Bujari, “Azan” 89; Muslim, “Masajid” 147.
[3] Ibn Hanbal, Musnad, 6:147.
[4] Bujari, “Azan” 155; Muslim, “Salat” 205; Abu Dawud, “Salat” 139.
[5] Ibn Hanbal, Musnad, 5:191.
[6] Nasa’i, “Sahw” 62; Ibn Hanbal, 5:191.
[7] Ibn Hanbal, 5:191.
[8] Hayzami, Majma‘ al-Zawa’id, 10:117.
[9] Muslim, “Zikr” 73; Abu Dawud, “Witr” 32.
[10] Tirmizi, “DaAwat,” 23; Nasa’i, “Sahw” 61.
[11] Tirmizi, “Tafsir al-Corán” 39; Imán Malik, Muwatta’, “Corán” 73.
[12] Hakim, Mustadrak, 1:520.
[13] Ibíd., 1:499.
[14] Ibn Maya, “DuA” 2; Muslim, “Zikr” 72; Tirmizi, “DaAwat” 73.
[15] Ibn Hanbal, 4:181; Hakim, 3:591.
[16] Tirmizi, “DaAwat” 89.

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