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El Velo (El Hijaab)

 

 

Por qué me pongo el Hijaab?

El Hiyab: develando el misterio del velo

Detrás del velo

Españolas con velo

 


 

Por qué me pongo el Hijaab?

 

Me acuerdo de cuando mi hermana Ruqayyah me empezó a invitar al Islam, el obstáculo mas grande no eran las prohibiciones de comer, beber y de conducta. Lo difícil que me resultaría tener que aprender un idioma tan confuso como el árabe para hasta decir las oraciones tampoco me preocupo. Lo que no podía superar era el hecho de que me tendría que vestir como ella.

 

Mi hermana usa el Hichab completo, con su cara y manos tapadas. Me aseguro que el jimar y Hijab eran todo lo que se requería de mi, pero el tener que salir a que mis amistades me vieran vestida así me hizo esperar antes de declara mi fe abiertamente, aunque ya tenia la fe en el corazón. El pensar que tenia que tapar toda mi ropa con un saco que iba a cubrir toda la ropa que presumía, le dolía a mi ego. Y aparte iba a tenerque cubrir mi pelo, en el cual gastaba bastante dinero y tiempo, esto también se me hacia insoportable.

 

Por esto que les digo me podrán creer simple o vana, pero mis acciones y pensar no deberían ser ninguna sorpresa. Como mujeres criadas en el occidente, desde el nacimiento, nos enseñan que el valor propio es igual a lo atractiva que seas. La sociedad nos pone modelos de belleza que son inalcanzables y además irreales, pero no obstante como mujeres debemos perseguirlas. Gastamos tiempo, energía y dinero, en esta carrera donde la meta jamas se alcanza. Nos hacemos esclavas a Revlon, Vidal Sasson, los expertos de la moda de París, y mas que nada a nuestra propia vanidad.

 

Ya van a hacer tres años , este Diciembre 25, que me levante delante de dos hermanas Musulmanas y declare abiertamente mi fe en Allah y su Mensajero, salalahu alayhe wa salam, y así me libre de mi esclavitud. Salí de la obscuridad de kufr a la luz del Islam, es chistoso que haya encontrado libertad en lo mismo que me alejaba del Islam; el Hijab. Aunque me tocan varias miradas raras, y comentarios, esta ropa me hace sentirme honrada, segura y querida.

 

La palabra Hijab viene de la palabra Árabe " jajabah"- mantener fuera de vista ò esconder-. Mujeres, que no muestran su belleza en esta sociedad y no se entregan a su sistema opresivo, son invisibles, sin sexualidad, y atrasadas. Me ven como monja,como una fundamentalista del Islam, como terrorista escondiendo alguna arma bajo mi Hijab, como la mujer postre para una anuncio de la esclavitud de la mujer. Yo siento que el Hijab, para muchas mujeres, es su mejor prueba de ser Musulmana. Con la ordende Allah que las mujeres se tapen con el Hijab, Allah nos ha dado una orden que podemos soportar. Allah dice :

 

«  y no le damos a ninguna alma una prueba que no este dentro de su propia capacidad de tolerancia, y con Nosotros esta un libro que habla la verdad, y no serán tratados con injusticia. » (Coran 23:62)

 

Infortunadamente, Satanás y sus seguidores esta invitando a la mujer Musulmana a que se esclavice a la creación, y olvidarse de su deber a su Creador. La castidad, la modestia, la piedad son vistos como cadenas sobre la libertad personal. Allah le advierte a los creyentes que no dejen que Satanás los engañe, como engaño a sus padres, Adán y Eva. Bajo el disfraz de moda, cultura y vida moderna, Satanás esta alejando a la mujer de la modestia. Desde el inicio de la creación, vestidos largos y velos han siempre representado consciencia divina. Hasta en las representaciones Cristianas de los primeros Profetas las mujeres están vestidas como Musulmanas. Esta tradición de modestia esta reflejada en el Corán, cuando Allah nos dice :

 

« ¡Oh, Hijos de Adán! Les hemos dado ropas para que se cubran ( tapar de vista las partes privadas ) y la ropa es como un adorno. Pero la ropa de rectitud es mejor. » (Coran 7:26)

 

Pero desde los primeros años de el movimiento feminista, se han enfocado mas y mas sobre la ropa y lugar de la mujer Musulmana. Según estas mujeres "liberadas", el Hijab no solo cubre la cabeza, si no también la mente, el deseo y el intelecto. Dicen que nuestra ética de vestir es atrasada y opresa, y que no nos deja ser productivas. Hablan en ignorancia cuando dicen que el Hijab no pertenece a esta época, cuando los bajos valores morales de ahora lo hacen mas necesario. Mas que en ninguna otra época los crímenes sexuales son cosa de todos los días, y la mujer "liberada" vive en una sociedad al lado de violaciones y acoso sexual. El gobierno de los Estados Unidos hizo una investigación y declaro que en ese país hay una violación cada seis minutos

 

Las mujeres que demuestran su belleza, luciendo sus cuerpos y caras maquilladas todo el día, se exponen a ser lastimadas por lobos en vestimenta humana. Allah ordeno el Hijab para proteger a la mujer de ser dañada. El conoce a su creación, y sabe que las mujeres hacen deslumbrantes exhibiciones de ellas mismas, con ropa inadecuada, cuerpos perfumados y caras maquilladas que solamente conduce a problemas sexuales para la sociedad en general. Muchas de las personas que no saben nos persuaden a creer que el Hijab es una cárcel andante que tiene a nuestras mentes, vidas y corazones amaradas. No es ninguna de estas cosas y para no caer víctima de sus planes tenemos que entender lo que es el Hijab.

 

El Hijab es un acto de obediencia

 

El Hijab es un acto de obediencia a Allah :

 

« No es parque el creyente, hombre ò mujer, tenga opción en una cosa decretada por Allah y Su Mensajero Y quien quiera que desobedece a Allah Y a Su Mensajero están extraviados en error evidente. » (Coran 33:36)

 

Allah también dice :

 

«  Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada (de ver cosas prohibidas) y que protejan sus partes privadas ( de actos sexuales ilícitos, etc. ) excepto lo que tiene que verse, ‘que deben poner sus velos sobre su Juyubihinna,’ » (Coran 24:31)

 

Este verso contiene dos ordenes:

 

* Una mujer no debe mostrar su belleza excepto en circunstancias incontrolables como cuando el viento alza su ropa, y

 

* El velo debe cubrir su pelo, su cuello y su pecho.

 

Los sabios tienen diferentes puntos de vista sobre si la mujer debe cubrir sus manos y cara. La mayoría de sabios dicen que es preferible que la mujer tape su cara, Allah sabe lo que es mejor.

 

El Hijab es castidad

 

Allah, subhanahu wa ta’ala, le dice a las mujeres que usen el Hijab para que sean modestas y castas. El, Allah, dice :

 

«  ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo. » (Coran 33:59)

 

Esto es la evidencia que el hombre se excita con la vista de la belleza de la mujer, y que para protegerse es mejor que se cubra ella. Cuando la mujer deja de excitar al hombre con su belleza, por ejemplo cuando esta en edad avanzada, ya no es obligatoria el Hijab. La mujer de edad no tiene que cubrirse como una mujer joven, aunque si se siguen cubriendo es mejor para ellas. La mujer de edad avanzada se ve modesta cubriéndose.

 

El Hijab es pureza

 

Estar molestando y explotando a las mujeres es una enfermedad de los hijos de Adán. Los hombres han estado molestando y explotando a las mujeres desde las primeras épocas de la existencia humana. ( Hay un dicho ingles que dice que la primera profesión en la tierra fue la de la prostitución). El Profeta Mohamed, , nos dice en un hadis ( Los hadith son las palabras de Mohamad ¨S.AW.¨ que quedaron escritas ), " Que no hay enfermedad que no tenga curación." La cura para la enfermedad del corazón se puede encontrar en los versos del Corán, y en el Corán Allah le dice a Mohamad ( S.A.W.) que le diga a los creyentes :

 

« ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo. » (Coran 33:59)

 

La cura es el Hijab, lo que cubre a los miembros de la sociedad por dentro y por fuera. El Hijab es una orden de Allah para los creyentes, esta orden purifica a los corazones de los creyentes y las creyentas porque cubre a las enfermedades del corazón. Y Allah le dice a los creyentes en el Corán :

 

«  Y cuando les pidan algo ( a las esposas del Profeta ), pídanselas detrás de una pantalla, esto es mas puro para sus corazones y las suyas. »  (Coran 33:53)

 

Cuando las mujeres no usan Hijab el corazón se llena de lujuria y deseo, pero cuando las partes privadas son tapadas se tapa la maldad en la sociedad. La Sharia ( ley Musulmán ) considera la situación de la mujer Musulmana. Esta ley protege la castidad de la mujer, su honra y su posición en la sociedad. Las leyes de vestir para la mujer Musulmana los cuales le prohiben mostrar su belleza sirven para que la sociedad no se corrompa moralmente.

 

El Hijab es rectitud

 

Allah, subhanahu wa ta’ala, dice :

 

« ¡Oh hijos de Adán!, Les hemos dado ropa para que se cubran, y la ropa es como un adorno. Pero vestirse con rectitud es mejor. » (Coran 7:26)

 

Hoy, la moda de vestir es para presumir la belleza de la mujer ò para presumir la situación económica. El proposito de la ropa hoy en día no es para cubrir la sensualidad. Para la mujer creyente, la ropa es para proteger a sus cuerpos y obedecer a Allah. La ropa para la Musulmana es para mostrar la fe y para practicar la rectitud.

 

El Hijab es Haya y Girah

 

El Hijab es algo natural para la mujer y el hombre nos da haya (timidez) y girah ( celos ). Es parte de la fe mostrar haya ò timidez, y es algo que hay que pedirle a las mujeres que caen bajo nuestra responsabilidad. El Profeta, , dijo, "Haya es parte de iman." (Bukhari). Cuando la mujer usa el Hijab esta cumpliendo con esta parte de la fe, y ayuda a sus padres ò marido cumplir con sus responsabilidades a Allah, subhanahu wa ta’ala. Girah son los celos naturales del hombre que no le gusta que a sus esposa, hijas, hermanas ò madre las vean con morbo otros hombres. Girah es lo que hace que el hombre proteja a sus mujeres parientes de extraños. El Hijab cumple con esta necesidad del hombre con la familia, que le sirve a la sociedad en general. Pero tanta socialización ente los dos sexos y la falta del Hijab hacen que se destruya el girah del hombre. El profeta,, nos dijo, " Un Musulmán es hermano de otro Musulmán" El hombre Musulmán tiene girah por todas las mujeres Musulmanas y las ven como hermanas.

 

El Hijab es un símbolo del Islam

 

Entre los principios del Islam es que la fe se dice con la lengua, que la creencia la lleva el corazón, y que esta fe se manifiesta con el cuerpo. No es lógico que mujeres que declaran su fe con su lengua, y que llevan esta fe en el corazón, no se quieran distinguir de las mujeres que no creen. Las consecuencias son claras el Profeta,  " El que se parezca a ciertas gentes es de esas gentes." (Abu Dawood).

 

Para muchas de las mujeres que entran al Islam, inclusive para mujeres Musulmanas que viene de familias poco religiosas, el camino al Hijab puede ser difícil. No porque vivamos en México o Estados Unidos puede ser diferente el Hijab al que usan en el Medio Oriente.

 

Se les permite a las mujeres no tapar se las caras, al Profeta le preguntaron que incluye la cara. El señalo de su frente a su barba, y de cachete a cachete. ( Abu Dawood ) . La oreja si se cubre porque no es parte de la cara, si no de la cabeza. El Profeta, dijo, " Las dos orejas son parte de la cabeza." (Tirmidi).

 

Esta opinión mantiene prohibida mostrar el cuello y el pecho. El jimar debe cubrir la cabeza completamente incluyendo las orejas, todo el pelo, y debe de cubrir el cuello y el pecho.

 

Esto es claro porque Allah dice :

 

«  Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada y que sean modestas, y que muestren de su belleza solo lo que es aparente, y que se pongan sus velos (jimars), sobre sus pechos, y que no revelen su belleza... » (Coran 4:31)

 

También se debe cubrir la ropa que las mujeres usa en su casa. No puede salir una Musulmana en pantalones ó falda, aunque lleve el velo, porque la ropa de la casa atrae por su belleza. El verso de arriba usa la palabra adorno para belleza, y el verso prohibe que la mujer muestre sus adornos, al menos que sean las personas que menciona el verso. Allah también le dice al Profeta que le diga a las mujeres :

 

«  ¡Oh, Profeta! Dile a tus esposas, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo mas adecuado para que se las recozcan y no sean molestadas. Allah es el Perdonar, Compasivo. » (Coran 33:59)

 

El Hijab nada mas es una ropa que cubre al cuerpo, de igual importancia esta la conducta, educación, y el habla. Pero el Hijab es una manera de vestir que hay que mantener.

 

Las virtudes del Hijab

 

Entre las virtudes de las mujeres que usan Hijab, es que antes de nada están obedeciendo a Allah y su Mensajero.

 

Allah ordena el uso del Hijab en el Corán cuando dice:

 

«  Y diles a las mujeres creyentes que bajen su mirada ( de ver cosas prohibidas ) y que protegen sus partes privadas ( de actos sexuales ilícitos ) y que no muestren su belleza mas que lo que tiene que verse, y que sus velos cubran su Juyubihinna, » (Coran 24:31)

 

La misma orden al dio el Profeta,, cuando dijo, " La mujer es awrah, ( es lo que se tiene que cubrir )."

 

La apariencia sencilla de una mujer Musulmana con el Hijab, es la apariencia de una mujer pura y digna. Le dice a la gente que es una mujer casta, y la alejan del comportamiento de mujeres que no dejan nada a la imaginación. Como mujer casta y sencilla, cuando trata a los hombres mantiene su sexualidad aparte.

 

El Hijab funciona como un velo que protege a la mujer Musulmana de la maldad de la sociedad. Cuando una mujer usa el Hijab hay menos posibilidades de que la molesten sexualmente. También hay menos posibilidades de que la exploten por su belleza y feminidad. Se le juzga por su inteligencia y habilidades, y no su sexualidad. Una joven Iraní de la secundaria dijo, " Queremos que los hombres nos dejen de tratar como objetos sexuales, como siempre lo han hecho. Queremos que ignoren nuestra apariencia y que se fijen en nuestras personalidades y mentes. Queremos que nos tomen con seriedad, que nos traten como iguales y que no nos corretean por nuestros cuerpos y apariencia física."

 

Usando el Hijab, cuando esta en la calle, la mujer Musulmana esta libre para concentrarse en sus mandados y obligaciones. No esta tratando de impresionar a nadie, ni se esta luciéndose.

 


 

El Hiyab: develando el misterio del velo

 

En una sociedad que sin ninguna vergüenza  expone el cuerpo y la intimidad de una mujer públicamente, donde la desnudez de algún modo simboliza la expresión de la liberación femenina, y donde los hombres llevan a cabo sus más depravados deseos sin ningún límite, cuesta poco entender por qué muchas mujeres musulmanas deciden llevar el hiyab, o velo.

 

Sin embargo, las generalizaciones sobre el Islam y los musulmanes que llenan los medios de comunicación – y la mente de muchas personas – hoy en día, estigmatiza injustamente a la mujer musulmana que se cubre considerándolas oprimidas o fanáticas y fundamentalistas. Estas consideraciones están gravemente erradas y son totalmente imprecisas. No sólo se mal interpreta el fuerte sentimiento de estas mujeres hacia el hiyab, sino que también se desconoce el coraje y la identidad que les brinda.

 

Dentro de los prejuicios más comunes, se cree que la mujer musulmana que lleva hiyab está forzada a hacerlo. Nada puede estar más lejos de la verdad. Ciertamente la decisión final de llevar hiyab no se alcanza tan fácilmente y normalmente lleva días de meditación, de temor a consecuencias y reacciones adversas y finalmente un gran coraje al momento de decidir. Llevar hiyab es una decisión personal e independiente que surge de apreciar la sabiduría que subyace en la orden de Allah y del deseo sincero de complacerlo.

 

"Yo creo que Allah está complacido conmigo por llevar el hiyab, si no, no lo llevaría. Creo que a un nivel más profundo hay algo hermoso y dignificante. Sorprendentemente, el hiyab ha traído dimensiones de belleza y de alegría a mi vida", dijo Mohja Kahf, asistente de cátedra en la Universidad de Arkansas, USA.

 

"Para mí, el hiyab es un regalo de Allah. Me da la oportunidad de acercarme a Allah y también me permite identificarme y ser reconocida como musulmana", dijo Fariha Khan, 18, Meryland, USA.

 

A pesar de esto, con el reconocimiento se aviene una gran responsabilidad tanto o más visible aún: ellas son representantes del Islam y de los musulmanes. A cualquier lado que van, tanto musulmanes como no musulmanes las reconocen  como seguidoras del Islam.

 

Pero la responsabilidad más grande es entender que el hiyab es mucho más que un simple velo o pañuelo, ya que lo que realmente importa es la modestia y el decoro interior. El sistema de moral interior le da significado al velo externo. La moral de la mujer musulmana se ve en sus actos, en el modo de vestirse, de hablar, etc. Sólo cuando la modestia interna se manifieste a través del hiyab, las hermanas podrán representar a los musulmanes de acuerdo con el hermoso ejemplo del Profeta Muhammad (con él sea la paz) y de sus virtuosos compañeros.

 

"Por sí solo, en algún punto, el hiyab es solamente un pedazo de tela. No creo que deba tomarse como signo exclusivo de la moral de una mujer o de su fe. Es todo el contexto que la rodea, su comportamiento, su moral, lo que le da más significado al hiyab", dijo Kahf en un foro de Internet.

 

Saba M. Baig, de 21 años, recientemente se graduó de la Universidad de Rutgers en New Jersey, USA. Saba tenía 17 años cuando comenzó a usar el hiyab seriamente y aún siente que está aprendiendo el significado del hiyab interior. "Mi mayor descubrimiento fue que el hiyab no se trataba de simplemente ponerme un pañuelo en la cabeza, sino más bien un velo en mi corazón", dijo Baig. "El hiyab es mucho más que cubrirse el pelo, eso es la parte más simple. Tiene mucho que ver con la modestia y la forma en que uno se presenta".

 

"En esta vida, no podría pensar en algo mejor que ser musulmana, y el hiyab es un signo que me lo recuerda permanentemente. El hiyab es muy importante y significa todo para mí cuando lo llevo puesto", dijo Khan.

 

"Desafortunadamente también tiene su lado negativo: te discriminan y te tratan como si estuvieras oprimida… La gente no entiende que llevo mi hiyab por Allah y porque quiero llevarlo", dijo Imaan, quien recientemente abrazó el Islam en Australia.

 

A pesar de todo, la sociedad en general es lo que define la imagen del hiyab. "Para muchas de nosotras en Estados Unidos, una sociedad en donde se impone la desnudez de la mujer, ponerse el hiyab ha sido una experiencia liberadora. Para nosotras, el hiyab significa no conformarnos con un modo de pensamiento injusto", concluyó Kahf.

 

Para muchas mujeres, el hiyab es un recuerdo permanente de que no deben diseñar sus vidas y sus cuerpos para los hombres, como muchas están acostumbradas. "Antes de comenzar a cubrirme, yo pensaba de mí misma lo que los otros pensaban de mí. Veo que eso es frecuente en muchas mujeres cuya felicidad depende de lo que los otros piensan, especialmente, de lo que piensan los hombres. Desde esa época, mi opinión de mí misma ha cambiado mucho y he adquirido más respeto. Saber que Allah me encuentra bella es lo que me hace sentir bien", dijo Baig con sus ojos llenos de emoción.

 

Más aún, vestirse modestamente y llevar hiyab son medidas de precaución para evitar que se corrompa la sociedad. Contrariamente a lo que se cree, esto no se limita sólo a la mujer. Antes de la aleya que dice que el hombre debe bajar su mirada, dice: "Y diles a los hombres creyentes que bajen sus miradas y que guarden sus partes privadas. Eso es más puro para ellos. Es cierto que Allah sabe perfectamente lo que hacen". (24: 30) Asimismo, el Profeta de Allah (la paz sea sobre él) dijo: "Para quienes puedan garantizar la castidad de lo que hay entre sus dos mandíbulas (la lengua) y lo que hay entre sus dos piernas (las partes privadas), les garantizo el Paraíso". (Transmitido por Sahl  ibn Sa'd en Sahih Bujari)

 

No se usa el hiyab por los hombres, para oprimir sus deseos ilícitos, sino que la mujer musulmana lleva el hiyab por Allah y por ellas mismas. El Islam es una religión de moderación, de balance entre dos extremos opuestos, e consecuencia, no espera que sea sólo la mujer quien mantenga la moral de la sociedad, sino que el Islam le pide tanto al hombre como a la mujer que ambos luchen para crear una atmósfera social saludable donde los chicos puedan crecer con valores y conceptos positivos, hermosos, constructivos y prácticos. A los hombres también se les exige que sean piadosos y que se conduzcan con responsabilidad en cada aspecto de sus vidas.

 

De hecho, en esta sociedad, no se puede negar la necesidad de que el hombre mantenga su mirada recatada. Le preguntaron al Profeta (la paz sea con él) sobre la mirada de un hombre si mira inadvertidamente a una mujer desconocida, el Profeta (la paz sea con él) contestó: "Voltea tus ojos en otra dirección" (Transmitido por yabir ibn Abdullah en Sahih Muslim) En otro de sus dichos, el Profeta (la paz sea con él) le llamó la atención a Ali por mirar a una mujer por segunda vez, le dijo: "La segunda mirada es del demonio".

 

El concepto del recato y el hiyab es bastante abarcador en el Islam y comprende tanto al hombre como a la mujer. El objetivo principal es para mantener la estabilidad social y para obtener así la complacencia de Allah. Debido a que las mujeres musulmanas son más conservadoras en su forma de vestir, normalmente la gente las ve como estereotipos difundidos por los medios de comunicación y muchas personas que desconocen el Islam ven a las hermanas que se cubren como mujeres misteriosas y no como quienes siguen los preceptos Divinos. Esta aura de misterio no desaparecerá hasta que se explore el estilo de vida, la creencia y los pensamientos de la mujer musulmana, y francamente no se logrará hasta que no se pierda el temor de acercarse a una musulmana o a cualquier musulmán para aprender con respeto sobre su forma de pensar.

 


 

Detrás del velo

 

El camino que llevó a Assilmi del cristianismo a defensora del Islam.

 

Assilmi solía ser una protestante bautista del sur, una de las primeras feministas radicales, y una periodista de radio. Ahora Aminah Assimil es una embajadora del Islam. Directora de la Unión Internacional de Mujeres Musulmanas, Aminah considera Fairfield, Ohio, su casa. Viaja por el pais dando charlas en universidades, aumentando la conciencia y comprensión de la fe. LLeva un velo (hijab) tradicional islámico, lo cual incluye un pañuelo en la cabeza que le cubre el pelo y el cuello y ropa modesta de manga larga. No hace mucho, en la universidad de Tenessee, habló en un, casi lleno, Salón de baile del Centro de la Universidad, patrocinado por la asociación de estudiantes musulmanes de UT. Assilmi habló de la posición de las mujeres en el Islam, "Una mujer musulmana habla desde detrás del velo". Y en la Universidad de Farragut, la charla de Assilmi, patrocinada por El Club de Tendencias Naturales (organización de estudiantes musulmanes de Farragut), fue "Justicia y Libertad para todos". En esta charla explicó por qué cree que "el Islam es el primer movimiento de liberación de la mujer y los derechos dados por Dios, tanto al hombre como a la mujer. "

 

Assilmi amonesta a los críticos que dicen que las mujeres están oprimidas en algunos paises predominantemente musulmanes. Asegura que sus prácticas son culturales, no islámicas.

 

 ", dijo. " Estos sólo siguen las prácticas culturales. No juzguéis al Islam según aquellos individuos que han practicado unicamente como su familia". Pero Assilmi tanbién dijo al público que no siempre había sido musulmana y una del Islam, habiendo conocido sus primeros "verdaderos musulmanes" cuando se alistó a una clase de teatro en la universidad . Assilmi dijo que casi deja la clase cuando entró en la clase y vió a algunas estudiantes árabes con el hijab (velo) tradicional. En el libro que escribió, "Choosing Islam" (eligiendo el Islam), Assilmi dice:

 

" De ningún modo me iba a sentar en una habitación con sucios no-creyentes..... Cerré la puerta y me fui a casa". Después de que su marido la alentó a volver a la clase de teatro, Assilmi pensó que era su obligación "convertir a los pobres ignorantes musulmanes". Con la esperanza de convertir a los estudiantes al cristianismo, Assilmi empezó a estudiar El Corán, el libro sagrado del Islam, en un intento de demostrar que Mohammed era un profeta falso y de que el Islam no era una religión válida. Pero cuanto más leía, más se interesaba en el Islam. Sobre todo le interesaba lo que el Islam decia sobre los hombres y las mujeres. Ella pensaba que las mujeres musulmanas estaban mal tratadad por sus maridos, incluso que les pegaban con libertad.

 

 Assilmi afirmó que sus opiniones estaban basadas en estereotipos. Muy pronto descubrió que estas ideas no tenían nada que ver con El Corán. A través de un intenso estudio, dijo que había descubierto que las mujeres musulmanas se comportan igual que los hombres y que se les paga de acuerdo con el trabajo que hacen. Tanto los hombres como las mujeres tienen derecho a una educación. Las mujeres en el Islam, desde hace más de 1.400 años, tienen el derecho de tener su propiedad, y cuando una mujer se casa, no cambia de apellido, sino que conserva el de su padre. Assilmi dijo a su auditorio: "Nos mantenemos como individuos claros.

 

"Durante dos años estudié para convertir a los musulmanes al cristianismo". dijo. Pero durante ese tiempo, Assilmi empezó a cambiar. Su marido empezó a notar que había perdido interés en ir a fiestas o a bares. Se sentía bien en casa leyendo El Corán. "Estaba tranquila y más distante", escribe Assilmi en su libro.. Su marido atribuyó los cambios a otro hombre y se separaron. Después de mudarse con sus tres hijos, un lider musulman que contestó a todas sus preguntas sobre la fe. Le preguntó si creía en un sólo Dios y Assilmi dijo que sí. Le preguntó si creía que Mohammed era su mensagero, y de nuevo dijo que sí. "Entonces me dijo que ya era musulmana. Discutí que yo era cristiana. Sólo intentaba entender el Islam. ¦ No podía ser musulmana, soy americana y blanca!

 

 Continuamos hablando. Después me explicó que el obtener conocimiento y obtener espiritualidad es un poco como subir una escalera". El primer peldaño de la escalera era Shahadah, una afirmación de que no hay más que un Dios y que Mohammed es Su mensajero. La Shahadah, delante de un testigo, es, en la fe islámica, el equivalente cristiano de la afirmación de creer en Jesucristo es el Señor y Salvador.

 

Hacer Shahadah en 1977 fue, para Assilmi el primer paso hacia un profundo entendimiento del Islam. Pero aún tenía algunos problemas, como el hijab. Hijab es la ropa modesta que llevan tanto el hombre musulmán como la mujer. La característica más reconocible es el pañuelo en la cabeza que llevan las mujeres. " Estaba de acuerdo con ser modesta, pero estaba orgullosa de mi pelo," contaba Assilmi a su auditorio. "El Corán nos dice que nos tapemos para ser reconocidos como musulmanes," decía Assilmi. "Yo soy musulmana y sé cuales son mis derechos otorgados por Dios. Hijab no es un requisito o restricción, sino que es un derecho y un privilegio. Lucharé hasta la muerte por llevarlo. Dejé de luchar por la libertad de la mujer, no me llenaba - me hice musulmana...."

 

Liberación, ¡sí!, eso es el Islam, dice Assilmi, que adoptó su nombre durante la crisis de los rehenes en Irán, lo cual ocurrió en 1980-81. Durante esta crisis, en la que 52 americanos fueron retenidos como rehenes en Iraán, con el apoyo de Ayatollah Khomeini. Assilmi habló en la radio y en la televisión, denunciando el incidente y explicando que "no todos los musulmanes son fanáticos". Adoptó su nuevo nombre "para proteger a mi familia de la ignorancia." Ya no usa su otro nombre en ninguna circunstancia. Assilmi afirmó que las mujeres musulmanas no están limitadas por su religión en el mundo profesional. Sin embargo, "la profesión más poderosa es ser madre, porque formamos la mente de la generación venidera," Las mujeres musulmanas, dijo, son a menudo victimas de descriminación debido al hijab.

 

 En este pais la vida es muy dificil para las mujeres musulmanas. Por esto, algunas mujeres llevan tipos diferentes de hijab. Por ejemplo, algunas usan ropa modesta y suelta, otras usan el pañuelo a la cabeza, tapando el pelo y el cuello, otras tienen el corage de llevar un velo en la cara, con el que sólo se ven los ojos. "En algunos paises musulmanes les parece mejor cubrirse la cara para no atraer la atención de los hombres innecesariamente."

 

Según Assilmi, la importancia del hijab es preservar el valor sagrado del matrimonio en el Islam, "mi belleza es sólo para mi marido, no para otros hombres", dijo. Pero los hombres también deben adherirse a ropa modesta. Por ejemplo, un hombre musulman no debe usar seda u oro o ningún tipo de ropa que pueda "exponer su sexualidad."

 

Assilmi, ganadora de premios como periodista de radio en Denver, perdió su trabajo cuando empezó a vestirse con ropa de musulmana. Afirma que la persecución es intensa. "Ya se me había echado antes, pegado, y yo nunca había levantado la mano a nadie." Intentó incluso llevar un velo en la cara, pero "no pude aguantar la experiencia."

 

 El momento definitivo vino cuando intentó cobrar un cheque en su banco, con el velo en la cara. Un guardia de seguridad del banco la apuntó con el revolver, preparándose a disparar si hacía algún movimiento sospechoso. Para Assilmi, su trabajo como periodista no fue lo único que perdió cuando aceptó el Islam. Una vez perdido su matrimonio, también perdió la custodia de sus hijos, porque el juez decidió que una religión "no ortodoxa" podría ser dañina para ellos. Pero desde entonces, Assilmi nos cuenta que sus hijos se han convertido al Islam, como lo han hecho también sus padres y su ex-marido. "Algunos otros parientes míos, de un lado y de otro, se están haciendo musulmanes", nos dice.

 

A través de su trabajo como directora del "International Union of Muslim Women" (Unión Internacional de las Mujeres Musulmanas), Assilmi está intentando conseguir que pongan la fiesta musulmana de "Eid" en un sello de los E.E.U.U., e intenta mejorar la imagen del Islam a través de proyectos como "Walk and Roll America", para sacar fondos para "American Red Cross Disaster Relief". Disfruta trabajando con la juventud, cualquiera que sea su fe. Assilmi trabaja para proveer a los jóvenes quinceañeros que están encerrados en sus casas hasta que sus padres llegan del trabajo, con actividades después del colegio.

 

Assilmi ha cenado con el Papa Juan Pablo II. Incluso rezó en la comida que compartieron con otros dirigentes religiosos cuando el Papa visitó Denver con ocasión de una reunión de jóvenes católicos. Ahora, después de "más de medio siglo" y habiendo sobrevivido cancer de hueso, Assilmi ha hecho dos peregrinaciones a La Meca, el viaje santo que los musulmanes deben hacer, por lo menos una vez al año. El cancer debilitó sus huesos y ahora utiliza una silla de ruedas para "mejorar" sus movimientos.

 

"Dios decidió que continuase viviendo", dijo. "Dejé de tener miedo de todo. Se convirtió en algo muy importante el que dijese la verdad por todas partes. Tendré que darle cuentas a Dios por todo lo que hice y dije. "Soy feliz compartiendo el Islam". ¿Quiere esto decir que el Islam es una religión evangélica? Según Assilmi, la respuesta es no. "No es evangélica. No se nos permite ir por ahí, intentando convertir a la gente. En el Islam, esto está visto como una persecución o molestia. Nosotros respetamos las religiones de todo el mundo. Extendemos el Islam a través de nuestro ejemplo."

 


 

Españolas con velo

 

Para muchos, la religión musulmana es sinónimo de discriminación de la mujer. Un grupo de españolas han decidido ponerse el velo para romper este tópico y defender el papel que les corresponde en el Islam.

 

Insha Allah significa "Si Allah quiere". "No fue fácil encontrar el nombre. Con él queremos decir que nada se produce sin la voluntad de Allah", explica Mam Jara, una de las fundadoras de la asociación Insha Allah, la única de mujeres musulmanas que existe en Cataluña. Mam Jara, como sus compañeras Mariam, Fátima y May, encontró un buen día la luz que buscaba y abrazó el Islam. No fue un camino fácil, y menos para una mujer, pero ninguna reniega de su decisión.

 

Desde la asociación luchan para que la mujer musulmana encuentre el sitio que le corresponde. "El Profeta reivindicó a la mujer y esa fue una de las cosas que más escandalizó de sus enseñanzas, que la tratase como hermana y compañera", afirma Mariam para explicar el sentido de la asociación. "En Cataluña no había ninguna asociación de mujeres musulmanas y nos encontrábamos ante un vado, sin material fiable que estudiar. Empezamos a trabajar traduciendo textos y buscando manuscritos en bibliotecas. Este trabajo creó un vinculo que nos llevó a crear la asociación", apostilla Mam Jara.

 

Mariam, Mam Jara, Fátima y May llegaron al Islam desde caminos diferentes, pero todas afirman que les ha abierto un mundo en el que se encuentran realizadas. Estas cuatro mujeres rompen los estereotipos sobre el papel femenino en el Islam. No sólo no están sometidas al hombre sino que reivindican con vehemencia su perspectiva femenina. "Existe una contradicción entre la forma de explicar el Islam de determinados personajes y la realidad que nos enseñó el Profeta -se defiende Mam Jara-. Si reducimos el Islam a las imágenes de Argelia o Afganistán que nos muestra la televisión, no ha hay explicación para todos los occidentales que nos hemos hecho musulmanes".

 

La experiencia del Ramadán

 

La conversión de Mam Jara fue como una revelación. Decidió hacer el Ramadán "sin ningún interés religioso. Simplemente porque quería hacer un tipo de dieta y me pareció interesante abstenerse de las cosas materiales durante el día y esperar a la puesta del sol". La experiencia, asegura, fue "fascinante" y a los cuatro meses llegó "la revelación": "Fue como si me quitase un velo de los ojos. Hasta entonces no había querido saber nada de dogmas ni religiones. Hasta que descubrí que el Islam era una forma natural de explicar el porqué de las cosas". Mam Jara es española y ha sido educada en el catolicismo, pero nunca se había sentido atraída por esta religión: "El personaje de Jesús merecía mi respeto, pero no entendía los dogmas de la Iglesia Católica". Cuando se convirtió al Islam, se encontró ante una situación que no sabía cómo afrontar: "Al principio no lo dije a mi familia ni me vestí como musulmana. No era un secreto, pero tampoco sabía cómo explicarlo. Un día mi madre me dijo que estaba muy contenta por el cambio que ha­bía experimentado y le di la noticia. Ella lo comprendió, pero otros familiares y amigos ni lo entendieron ni lo entienden".

 

El momento más complicado para una mujer musulmana es cuando decide po­nerse el velo. Se hace patente el rechazo de la sociedad y afloran los prejuicios. ‘Cuando me puse el velo estuve varios años sin encontrar trabajo. Nunca me resultó tan difícil -asegura Mam Jara-. El problema hace sufrir a muchas mujeres, tanto a las que las obligan a llevar el velo como a las que discriminan por llevarlo libremente. El velo es una decisión espiritual de la mujer".

 

"No es cierto que tengamos que estar en casa ‘con la pata quebrada’. La mujer musulmana tiene su propia voz", afirma Fátima. Alta, guapa y vestida como cualquier joven moderna, Fátima hace saltar por los aires la imagen de la sumisa mujer musulmana. Cuando habla, los prejuicios se hacen añicos: "Es cierto que rompemos los esquemas más arraigados que se tienen sobre el Islam, como que la mujer debe estar en casa con la pata quebrada. Pero la mujer musulmana tiene su propia voz y nadie tiene por qué hablar por ella". De todas formas, reconoce que la mujer musulmana tiene que afrontar muchas dificultades: "Es difícil relacionarte, encontrar a otros jóvenes de tu creencia. Además, la adolescen­cia es una etapa en la que te sientes incomprendida. Si a ello añades una religión y un color de piel diferente, te puedes imaginar los conflictos que te encuentras’.

 

Educación católica

 

El padre de Fátima es senegalés y su madre, musulmana catalana. Aunque los dos pro­fesan la religión islámica, Fátima estudió en una escuela católica: "Fui educada por las monjas en las creencias católicas y en casa en el Islam. Me debatía entre dos mundos y no sabía defenderme. Pero llega un momento en que tienes que decidir. A los 17 años descubrí que el Islam estaba hecho para mí". Pese a sus ideas modernas, reconoce que sus relaciones con el feminismo no son de simpatía: "Las feministas nos ven como algo extraño. Nosotras tampoco entendemos bien ese resentimiento hacia los hombres. Me parece estúpido".

 

May apenas habla, aunque, según sus compañeras, es una de las mujeres más ac­tivas de la asociación. Nació en Cuba y hasta su llegada a España en 1992 no conoció el Islam. Poco a poco fue estrechando vínculos con la comunidad musulmana: "Nadie intentó convencerme. Mi cambio siguió un proceso evolutivo. Al principio no sabía ni entendía nada, pero con el tiempo descubrí el Islam". En un reciente viaje a su isla natal, May ha sabido que en Cuba hay una comunidad de doscientos musulmanes y que en la Habana existe una mezquita.

 

"Muchas mujeres sufren por el velo. Unas porque las obligan a llevarlo y otras porque son discriminadas pese a ponérselo libremente", dice Mam Jara. "A veces he preguntado algo y mi interlocutor me ha comentado lo bien que hablo el catAllahn, pero me han contestado en castellano dando por sentado que vengo de fuera. Mucha gente no entiende que una catalana decida voluntariamente y por convencimiento ponerse el velo", dice Mariam, que se hizo musulmana hace veinte años:

 

"Era católica no practicante. Tenía una serie de inquietudes y dudas centradas en la figura de Jesús, pero el dogma de la Trinidad me confundía. Entonces descubrí que en el Islam todos los profetas son queridos, incluido Jesús, y empecé a documentarme". Cuatro años después se convirtió: "Cuando tomé la decisión era algo muy nuevo. Apenas había musulmanes españoles y mi de­cisión fue criticada, pero no tuve problemas graves". Mariam reconoce que percibió un "cierto rechazo" cuando se puso el velo hace ocho años: "Fue difícil. Antes había probado a cubrirme con gorras para acostumbrarme y cuando me puse el velo muchos pensaron que estaba loca o que era un capricho. Pero cuando una decisión es irreversible acaban aceptándote".

 

Ser musulmán en España

 

Los problemas que sufren las mujeres musulmanas en España son muy variados. En el congreso organizado recientemente por la asociación lnsha Allah en Barcelona se pusieron sobre la mesa algunos de los más importantes. Por ejemplo, las madres musulmanas pidieron que se garantizase la enseñanza del Islam a sus hijos en el colegio. También pidieron que en los comedores se respetase el "halal’, lo que supone no sólo que no se sirva carne de cerdo a los musulmanes sino que los animales se sacrifiquen según los preceptos del Islam.

 

Las participantes más jóvenes hicieron hincapié en su reivindicación de mezquitas sin nacionalismos para practicar libremente el Islam. El respeto a la práctica de esta religión fue una de las reivindicaciones que más se repitió a lo largo del congreso, así como que se recuperen para toda la sociedad algunos de los valores más importantes del Islam, como el respeto a la familia ya las personas mayores.

 

Al congreso asistieron casi doscientas musulmanas tanto de origen español como inmigrantes venidas de toda España.

 

Insha Allah, la asociación organizadora, se creó en Barcelona hace cinco años con el objetivo de profundizar en los estudios del Islam. Entre sus actividades figura la publicación de estudios sobre esta religión y la edición de una revista trimestral. Tiene en marcha el proyecto ANSAR, fuerza aliada al inmigrante, para luchar contra la marginación y la xenofobia y hacerse eco de las reivindicaciones de las personas venidas del extranjero, al margen de sus creencias religiosas.

 

Fuente: www.islamenlinea.com

 

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