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El Calendario Islámico

 

 

 

El calendario Islámico es un calendario lunar, donde los años se componen de 12 meses lunares y forman ciclos de 30 años, durante los cuales los años 2-5-7-10-13-16-18-21-24-26 y 29 son bisiestos.

Los años tienen 354 días y los bisiestos 355, agregándose el día adicional al último mes del año. Todos los meses tienen una duración de 30 y 29 días de manera alternada.

 

Los meses del calendario son los siguientes

1º Muharram o mes sagrado
2º Safar o mes de partida
3º Rabei al-awal o mes de la primavera
4º Rabi al-thani o mes de la continuación de la primavera
5º Yumada al-ula o mes de la sequía
6º Yumada al-thaniyah o mes de la continuación de la sequía
7º Rajab o mes de respeto y abstinencia
8º Shabán o mes de la germinación
9º Ramadán o mes del gran calor
10º Shawwal o mes del emparejamiento de los animales
11º Dhul Qhada o mes del descanso
12º Dhul Hijjah o mes de la peregrinación

 

El nombre original de estos meses no coincide en muchos casos con la realidad, debido a que no hay un sistema para mantener los meses en la misma estación del año con respecto al sol. Recordemos que el calendario Islámico difiere en 11 días con respecto al calendario cristiano.

 

El cómputo en la era musulmana comenzó con el gran acontecimiento de la Hégira de la Mecca a Medina, es decir, de la emigración del Profeta Muhammad (saw) y sus compañeros desde la Mecca hasta Medina. La adopción de este acontecimiento tuvo lugar durante el califato de Omar Ibn al-Kahtab, segundo califa después de Muhammad (saw).

 

Durante el año, hay ciertas fechas que el musulman debe conmemorar:

Muharram: Este es el primer mes del año Islámico y se conmemora la Hégira. Es excelente comenzar el año nuevo musulmán ayunando como símbolo de devoción hacia Allah y para recibir sus bendiciones y favores, tal y como lo relata el siguiente hadith:

Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (saw) dijo: El mejor ayuno después del ayuno del Ramadán es el del mes de Allah al-Muharram...

 

Otra celebración durante este mes se da en el Día 10 de Muharram, llamado Día de Ashura. Literalmente "ashura" significa "diez". El establecimiento del Ayuno en este día y su recompensa, son relatados en los siguientes hadices:

Ibn Abbas relató que cuando el Mensajero de Allah (saw) llegó a Medina y encontró a los judíos ayunando el día de Ashura, entonces el Mensajero de Allah (saw) les dijo: ¿Cuál es el significado de este día que estás ayunando? Dijeron: Este es un día de inmenso significado porque en el Allah salvó a Moisés y a su gente y ahogó al Faraón y a los suyos. Entonces el Mensajero de Allah (saw) dijo: Nosotros tenemos más derechos y más conexión con Moisés que vosotros. Y entonces el Mensajero de Allah (saw) lo ayunó y ordenó que se ayunase.

 

Shabán: Es el octavo mes, uno antes de Ramadán. Este mes era en el que el Profeta (saw) ayunaba con más frecuencia ya que servía de preparación para Ramadán.

 

Ramadán: Mes noveno del calendario, ayuno prescrito por Allah. Se busca la "noche del decreto" en las ultimas diez noches impares.

 

Shawwal: Décimo mes, se celebra el Eid al-Fitr en el día primero.

 

Dhul Hijjah: Mes de la peregrinación. Se conmemora el día 9 "Día de Arafat" con ayuno, y al siguiente día, día 10, el Eid al-Adha con la fiesta del sacrificio de un cordero.

 


 

Todos los calendarios tienen en común el marcar las calendas, que como queda dicho son las fechas en que toca leer, celebrar y conmemorar las vidas de los santos; es decir que son las celebraciones religiosas lo que da nombre y sentido a los calendarios. En este sentido el calendario islámico no difiere en absoluto del romano, el hebreo o los cristianos. A través de los calendarios podemos conocer cuáles son las actividades más significativas de cada cultura, y cómo la religión procura religarlas a la vida y a las fiestas (convertirlas en culto), de manera que queden plenamente garantizadas su aceptación entusiasta y su perpetuación.

 

El calendario islámico pues, muy análogo al hebreo en este aspecto, nombra el tiempo por las grandes festividades y prácticas religiosas que tienen lugar a lo largo del año. Los nombres de los meses, a pesar de ser preislámicos, llevan ya, junto con la marcación del tiempo agrícola-ganadero, una buena carga religiosa: el primer mes se llama Moharrem (Mes sagrado); el 2º, Safar (Partida para la guerra); el 3º, Rabi I (Primavera); el 4º, Rabi II (Primavera II); el 5º, Djumada I (Verano I); el 6º, Djumada II (Verano II); el 7º, Radjeb (Abstinencia); el 8º Chaabán (Germinación); el 9º, Ramadhán (Gran calor); el 10º, Chaual (Emparejamiento de los animales); el 11º, Dhulcada (Descanso); el 12º, Dhulhidjah (Peregrinación). Pero, claro está, junto a estas marcaciones preislámicas no falta en ningún calendario musulmán la señalación de las fiestas religiosas: En el Rabi I se celebra, además del Nacimiento de Muhammad
, la Primera noche de Veneración por la institución de los grandes misterios y dogmas del islamismo. El primer viernes de Radjeb se celebra, además de la Concepción de Muhammad
, la Segunda noche de Veneración. En el mismo mes se celebra, junto con la Asunción de Muhammad
, la Tercera noche de Veneración. En el mes de Chaabán se celebra la Cuarta noche de Veneración, que se caracteriza por las muestras de espanto, por ser la noche en que los ángeles, situados a diestra y siniestra de los fieles musulmanes, ponen al día los libros en que se registran sus buenas y malas obras. Todo el mes de Ramadhan está consagrado al ayuno y a la  abstinencia; en él se celebra la Quinta noche de Veneración, la de los Misterios inefables. En esta noche se intensifican las plegarias, pues en ella las oraciones equivalen a las de mil lunas. En el mes de Chaual se celebra la Sexta noche de Veneración y la fiesta del primer Beyram. En el mes de Dhulhidjah, el último del año, el de la Pergrinación, se celebra la Séptima noche de Veneración, el segundo Beyram y la Peregrinación a la Meca. Cinco de los 12 meses del año están declarados sagrados.

 

El calendario islámico, desde sus orígenes, fue lunar; por lo que cada tres años había que añadir un decimotercer mes para evitar que las fiestas, que siempre guardan alguna relación con la agricultura y la ganadería, se desplazasen de su estación. Tuvo que crearse para ello la figura del nasi, un ministro de carácter religioso y civil cuya misión era proclamar los años embolísmicos (dimasah). Algo parecido a lo que ocurría en Roma antes de la reforma juliana del calendario. Pero aún quedaba un remanente de tres días y dos horas cada tres años, que escapaban a la regulación, por lo que la peregrinación a la Meca, que era lugar sagrado y por tanto de peregrinación antes del islamismo, en el año 10 de la Hégira (632 de la era cristiana) se había desplazado ya de octubre a abril. Muhammad
, tres meses antes de su muerte, había prohibido la intercalación de un mes en los años embolísmicos (fórmula copiada de los judíos residentes en Medina), y ordenó que en cada perído de 30 años, once de éstos fuesen “superabundantes”. Pero tampoco esta fórmula resolvió el problema, sino que dejó el calendario islámico en una inestabilidad que hace difícil establecer la correspondencia de cualquier fecha del calendario islámico con el nuestro. 

 

Mariano Arnal

 

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